Una melodía / Privado Hattori

Ahora que debía mezclarse con el alumnado, lo mas importante era convertirse en uno mas, actuar como un estudiante, mezclarse con otros, aprender sus fortalezas y debilidadades, todo lo que un verdadero espía necesita para garantizar pasar desapercibido lo mas posible. Habiendose des hecho del cuerpo del estudiante asesinado tras su primer incursión, ahora permanecería en su habitación tomandola como propia, si alguien preguntaba la discordancia, solo alegaría no estar enterado de nada, que la habitación estaba vacía desde su llegada y que solo se había acomodado.

Finalmente llegó el momento de asistir a las clases, incluso sin interesarle, no podía simplemente evadirlas; preparado con las pertenencias de su segunda victima, fu asignado a uno de tantos grupos en donde se realizó la introducción y posterior comienzo de las actividades academicas, allí fue donde las primeras particularidades salieron a la luz. Sentado en la esquina mas lejana del aula, tenía visión de cada estudiante, pero quien sobresalía era una joven de castaña cabellera, la cual animadamente respondía a cada duda de los profesores con una seguridad y precisión impresionantes; ello por supuesto llamaba la atención (y la envidia) de ciertos alumnos, quienes comenzaron a tomarla de punto para comentarios y rumores de todo tipo; en su voluntad de cumplir con su rol como estudiante, aquella chica se convertiría en objeto de burla por parte de aquellos que con resentimiento sentían quedarse atras frente a su inteligencia.

En completo silencio y como un fantasma, pasando desapercibido al bajar su presencia al minimo, era como un verdadero punto en blanco en el aula, ni siquiera el profesor parecía saber que existía. Sus penetrantes orbes rojizos captaron tanta información como fue posible hasta que las clases concluyeron. Algo no cuadraba del todo con esa chica, para su edad aparente era imposible conocer todo lo que conocía y con tanto lujo de detalle, como si hubiese estado presente en cada hecho al que se hacía inquisición. Percibiendo una posible amenaza, Hanzo decidió que la seguiría y aprendería sus propios patrones, clarificar de quien se trataba y cual era su razón para estar allí, de que era capaz.

Cercano a la puerta del aula, permaneció allí reclinado contra uno de los muros hasta que la vio salir, ultima y discreta. Guardó cierta distancia y sin mas comenzó a seguir sus pasos procurando no ser descubierto; tras unos minutos de caminata y al escuchar un estruendo dentro de un aula cercana, se resguardó junto a la puerta semi abierta y la escuchó hablar consigo misma. Asomó parcialmente el rostro por la puerta solo para ver el desastre; mostró una media sonrisa ante su torpeza, mas regresó al anonimato posteriormente.

Habrá permanecido allí intentand recabar algo de información cuando el sonido de un violín llegó a sus oidos, una melodía ancestral de un instrumento que nunca había oido antes; proveniente del japón feudal, los intrumentos allí eran diferentes, las melodías lo eran; la musica que aquella joven creaba era rapida y fuerte, impetuosa, inspiradora, incluso un Servant con desapego por la vida podía reconocer una maravillosa melodía con escucharla. Conforme los breves minutos transcurrieron y su solitaria demostración llegaba a su fin, respiró hondo, se separó de la puerta y caminó junto a ella, deteniendose en la entrada de ésta; con las manos en los bolsillos y la luz a sus espaldas difuminando sus rasgos, solo sus peligrosos ojos carmesíes fueron visibles.

-Para alguien tan torpe, eso sin duda fue algo maravilloso y lleno de habilidad...-

Dijo en un tono neutral, sin mostrar un gesto en su rostro; su mirada se paseó por la habitación, reconociendola y luego se fijó en la jovencita. Sin dudarlo dio un paso adelante y se adentró en ésta, ahora eran solo ellos dos puesto que el resto del alumnado se había dirigido a disfrutar del receso.

-Y si, antes que lo preguntes... te seguí, necesitaba comprobar algo, pero no esperaba encontrarme con esto... no quería interrumpir tu musica.-

Explicó actuando su personalidad de manera impecable.

-Deberías intentar pasar un poco mas desapercibida... se lo que haran esos chicos, eventualmente se cansarán de sentirse inferiores frente a tí y tu voluntad de aprender y responder ante los profesores.... y ahí comenzarán los problemas para tí. Por cierto, mi nombre es....-

Cierto, aún no había inventado una identidad nueva; tardó menos de 2 segundos en inventar una.

-Kudo Shin... tambien soy nuevo en éste lugar, es un honor conocer a alguien tan talentoso en todo aspecto.-

musitó, ensayando una leve reverencia frente a la joven.

-Debía comprobar si de hecho no eras humana como lo sospeché al verte hoy en clases... creo que ya encontré la respuesta que buscaba.-

Con cierta seriedad se acercó a ella, sus orbes frías como las de un animal la escudriñaron de pies a cabeza, podía sentir su esencia diferente a la de un ser humano normal; por un momento pensó que se trataba de alguien mucho mayor a pesar de su apariencia.

-Al escucharte responder con tanta precisión, me dio la impresión que podrías haber estado en cada suceso sobre el que se estudiaba en clases... allí comencé a formular la idea de que podrías no ser una humana, sino alguien mucho mas antiguo oculto tras esos rasgos jovenes, alguien que de hecho pudiese haber estado en distintos tiempos... por una parte creo que acerté... pero tambien veo que todo lo que sabes es mas por conocimiento adquirido que por vivencia personal.-

Explicó de manera analitica, tomando asiento sobre uno de los pupitres del salon de musica, arqueandose levemente hacia adelante, ladeando la cabeza para continuar observándola.

-Ademas... me llamó la atención que te aislaras, todos somos nuevos, pero en lugar de buscar a otras personas con las que estar, viniste aquí a estar sola, ¿te asusta lo que puedan pensar de ti después de lo de hoy en clases?.-

Agregó sin darle demasiada importancia al asunto, quería conocer un poco mas de sus razones, saber por que ella era como era, analizar si se trataba de una posible amenaza al pertenecer a una raza mas elevada a los humanos.

"No humano", aquello no había sido muy especifico, pero al menos confirmaba su teoría, mas incluso al observarla utilizar aquella curiosa habilidad con la cual manipulaba objetos, al parecer, utilizando la mente... telekinesis.Sin embargo, efectivamente parecía ser una neofita ya que su habilidad se volvió inestable mientras se disponía a organizar aquel desastre, terminando en un estruendo aún mayor.

A traves del caos, Hanzo suspiró y se frotó las sienes, la falta de disciplina era notable, pero adjudicó ésto a la razón por la cual se encontraba en la academia, quizas con la esperanza de mejorar.

-Debiste haberlo pensado antes de ser tan torpe...-

Respondió con simpleza mientras se mantuvo sentado en aquel lugar, cuando los alumnos llegara, sería ella la que debiese dar las explicaciones, despues de todo era la unica culpable.... entonces recordó que no necesitaba llamar la atención, demasiadas miradas sobre él crearía el efecto similar a aquel que afectaba a Alice, la gente comenzaría a hablar, a levantar rumores.... y eso era un problema.

Se bajó rapidamente del pupitre y se acercó a la chica, tomandola por la muñeca con busquedad, entonces literalmente la arrastró con él hasta la esquina mas oscura de la habitación, colocandola de espaldas al angulo, encarandola y mirandola a los ojos.

-Ni siquiera respires-

Dijo con firmeza; un momento después 3 jóvenes se asomaron por la puerta, notando el desorden, sus ojos recorrieron toda la sala, incluso la esquina en donde ambos estaban, pero parecían confundidos y sorprendidos, no podían percibir a nadie.... Hanzo había utilizado su maestría con las sombras para crear una suerte de ilusión, confundiendo los sentidos de los recién llegados.

-De aquí vino esa musica.... pero no hay nadie, y miren éste desastre!-

-Que miedo!... crees que hayan fantasmas en la academia?-

-Callate!, no digas esas cosas!, rápido, ordenemos ésto y salgamos de aquí, éste lugar me da escalofríos-

Dialogaron entre ellos antes de ponerse manos a la obra, en menos de 5 minutos colocaron todo como estaba, cerraron la puerta y sus pasos se perdieron a la distancia. Sabiendose a salvo, Hanzo se separó de Alice y regresó a la puerta.

-Ahora me debes una...-

Dijo demandante, asomándose por la puerta, para asegurarse que no hubiese moros en la costa.

Tuvo el instinto básico y primitivo de girar con uno de sus Kunais y separarle la mano de la muñeca en el instante en que le tocó, nadie antes lo había hecho, no sin la intención de atravesarlo o cortarlo con alguna espada, arco o lanza, ese gesto tan natural no le era propio, ni mucho menos familiar; su destino como Assasin estaba atado a Masters igual de enfermizos, oscuros y crueles, nunca a alguien puro y noble. Sin embargo el movimiento ya había sido ejecutado, solo que ésta vez fue su mano la que, con un movimiento tan veloz como salvaje, aferró a la chica por la muñeca, apartando esa mano de su cercanía.

- ........ -

Sin responder se mantuvo un instante mirándola fijamente, con los escalofriantes ojos de un verdadero asesino; para cuando pudo controlar su instinto, liberó aquel doloroso agarre y giró de regreso a la puerta; no quería tener cerca a esa mujer, sabía que era problemático, sabía lo que las personas como ella eran capaces de ocasionar.

-Solo... ten cuidado y no seas tan ruidosa, la próxima vez no estaré para salvarte, con eso estaremos a mano-

Sentenció antes de cruzar la puerta, abandonando el salón sin rumbo alguno, no podía sin embargo negar la adrenalina generada por aquella situación tensa. le había hecho desear mas, mas peligro.

-No debemos estar aquí ¿lo olvidaste?, las clases terminaron ya y debemos regresar... si un Monitor nos atrapa nos meteremos en problemas, no quiero ser castigado en mi primer dia de clases... ¿sabes siquiera a donde debes ir?, ¿tu habitación?-

Preguntó mirandola por sobre el hombro; al escucharla disculparse solo atinó a negar con la cabeza y cerrar los ojos, no había sentido ningun tipo de temor en su mirada, era fuerte, pero insegura.... patetico, incluso siendo inocente, aun se disculpaba.

-No te disculpes, fue mi culpa... yo... tengo muy malos recuerdos de gente poniendome las manos encima... fue un acto reflejo, lamento si te hice daño...-

Debía actuar como un alumno, no podía perder el foco y dejarse llevar ante su instinto homicida, inventó una pequeña historia para generar empatía con ella, esperando olvidase aquel incidente de momentos atras; prefería evitar conflictos innecesarios, menos aun con meta humanos, no sabía que podía pasar si se medía contra una vampiresa, incluso siendo una novata.

-Te acompañaré hasta la puerta de tu habitación... es lo menos que puedo hacer despues de mi reacción, ademas... no confío en que nuestras nuevas compañeras vayan a dejarte en paz... ¿está bien?-

Preguntó deteniendose, esperandola puesto que venía detras de él, aquello sería provechoso, memorizaría su habitación en caso de necesitarla ante una emergencia... o si procedía un exterminio masivo acorde a las ordenes de su Master.

-No deberías hacer preguntas si no estás preparada para la respuesta. Tienes unos ojos hermosos e inocentes, lo que encontrarás no te gustará... ya viste directo a los mios, hay todo menos felicidad en ellos-

Respondió en un tono mas bajo de lo usual; recordar las propias cosas a las que fue sometido durante su entrenamiento tampoco era lo mas agradable del universo. Tortura fisica y psicologica, abusos de todo tipo, intentar vencer los limites del cuerpo, todo ello tenía una consecuencia y en lineas generales, le habían ayudado a convertirse en la maquina asesina que era, realmente alguien como esa chica no estaba preparada para descubrir los horrores del lado oscuro.

Conforme seguía sus pasos, comenzó a formar una idea que le sería de utilidad eventualmente, ahora que estaba infiltrado en Legacy, necesitaba ojos y oídos de su lado, si quería conocer los puntos fuertes y debiles de la academia, necesitaba ver lo que sus propios ojos no podían, y para eso... necesitaba aliados. Con eso en mente, decidió intentar engañar a esa chica, se acercaría a ella lo mas posible, la pondría de su lado, la envolvería.... y entonces la usaría para sus fines.

-Nos convertimos en lo que vivimos, no te disculpes, todo lo que ha pasado en mi vida me hizo fuerte. Las cosas que pueden ser un muro o una gran dificultad para otros, son algo insignificante para mi... me criaron para ser el mejor en todo aspecto-

Confesó, dandole una forma creible a su forma de ser cuasi mecanica; tendría que adoptar una postura mas amena y amigable si esperaba que ella se abriese ante él... podía hacerlo.

-¿Que es lo que esperas encontrar o conseguir en ésta escuela?, por que viniste aquí?-

preguntó mientras apresuraba el paso, poniéndose a la par de ella; su semblante se había alivianado, ahora lucía sereno, calmo y mucho mas afable que antes, con la esperanza de lograr su cometido.

-No me incomoda, es solo que no me gusta demasiado hablar de ello... no con alguien que apenas conozco... quizas con algo de tiempo-

Respondió esbozando una tenue y apenas visible sonrisa, actuar aquello era quizas lo mas complicado, emular emociones de manera artificial requería un gran control y habilidad, incluso para alguien como él, no era algo que le saliese de forma natural. Su explicación del por que de su presencia era razonable, muchos seguían los pasos de sus padres o maestros como peldaños para alcanzar un proposito superior, en el caso de Alice, ese parecía ser el caso, posiblemente en Legacy les enseñaran a aquellos con talentos sobrenaturales como controlarlos y sacarles el maximo provecho... quizas su objetivo tambien debería sumar a los docentes, si cortaba la cabeza de la serpiente, el cuerpo moriría.

-No está mal... aunque conocer gente es un arma de doble filo, nunca sabes con quien te encontraras y cuales son sus intenciones. Por lo que se ha visto, ya sumaste tanto aliados como enemigos en un solo dia de clases...-

Esta vez fue él quien apoyó la mano en el hombro de Alice tras voltear a verle, sus facciones bonitas y alegres eran casi inspiradoras, poco mas y comenzaría a sentir pena por tener que disponer de ella cuando ya no le fuese de utilidad.

-A mi tambien me alegra haberte conocido, la gente evita acercarse a mi.... "luces peligroso", es el primer comentario que suelo oir, es bueno que no hayas cedido ante esa imagen.... no puedo cambiarla, pero puedo intentar mejorar... si me ayudas.-

Agregó, mirándola de lado mientras caminaban juntos recorriendo el camino hacia el edificio, por supuesto Hanzo reparó en cada detalle y lo memorizó como parte de lo planeado, el edificio de habitaciones conectaba casi de inmediato con el sector de aulas, era facil acceder a cualquiera de los dos con poco esfuerzo. Cuando se detuvieron en la entrada, recordó el primer día de encuentro y el incidente tras su ingreso forzado, ahora que lo recordaba, eran prácticamente vecinos, encontrándose sus habitaciones una frente a la otra, separadas solo por el cubo central que conformaba las escaleras de acceso.

-No lo recuerdas?... yo si, nuestras habitaciones están enfrentadas, solo la estructura de escaleras dividen las dos alas del sector de habitaciones, desde el barandal puedo ver tu puerta, seguro tu tambien la mía.-

Respondió anticipandose, comenzando a avanzar primero hacia las escaleras; era cierto, podía tenerla vigilada en todo momento tras haberse adueñado fortuitamente de esa habitación en el tercer piso; ahora estaban cerca uno del otro en caso de ser necesario. Al llegar al descanso de las escaleras, comenzó a subir peldaño a peldaño, elevando la mirada hacia el tercer piso.

-Así que... si lo necesitas, podemos vernos cuando lo desees... imagino que podemos empezar a vernos como amigos, sin tantas formalidades.-