¡KIRISHIMA ESTA ACÁ! [Primer ingreso, ¡COMIENZO DE RED RIOT!]

Desde la lejana Japón el futuro héroe Red Riot había arribado en las cercanías de una gran escuela con un inmenso renombre. Asombro, nervios y curiosidad era aquello que comenzaba a recorrer el cuerpo del joven de rojos cabellos a la par de un escalofrío que simplemente le enfocaba que estaba lentamente más cerca de posiblemente cumplir su ansiada meta, ser un igual ¡Incluso mejor! Que su héroe favorito, símbolo de la masculinidad absoluta y además de eso quien había impulsado al joven con poderes de endurecimiento a aquella carrera heroica y justiciera.

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Entrando a aquel castillo comenzaría a recorrerlo para familiarizarse con este por su propia cuenta, no deseaba que alguien le ayudará o no demasiado principamente por motivos personales de su antiguo "yo".

Llegaría a una especie de dojo [Arena/Gimnasio/¿Coliseo?] Soltando un "wow" para luego de unos segundos dejar ver sus dientes de tiburón y golpearse el pectora con un puño. Estaba emocionado de ver lo posiblemente masculinos y fuertes que iban a ser sus nuevos compañeros además de ¿¡Qué era más masculino que una pelea!? Una forma de ganar respeto, una forma de demostrar fuerza y sus propias habilidades en combate [ quizá le ayudaría a conseguir algunos amigos pensaba el chico de orbes carmesí. ]

— ¡Si alguien quiere enfrentarme estaré listo para probar nuestra fuerza! ¡Soy Ejiro Kirishima, un placer! —

Diciendo con ansias y fuerza en sus palabras. Se podía sentir la pasión y la emoción que estaba teniendo al simplemente soltar unas cuantas frases, se podría incluso persigue que estaba ansioso por batirse a duelo con alguien. Definitivmanete habían 2 posibilidades en este caso, Kirishima Estaba totalmente loco y buscaba problemas o simplemente está era la forma en que expresaba sus sentimientos pero ¿Que se podía pedir? No era de estás tierras, su educación primaria y secundaria habían Sido tiempos difíciles, tiempos que deseaba dejar atrás para dar cabida a un nuevo capítulo en su vida, un nuevo capítulo repleto de nuevas amistades y disfrutar de la compañía de otros que tienen sus mismos sueños, metas y ambiciones.

— O bueno, quien desee —

Rascando su propia nuca pero no dejando de demostrar una sonrisa amigable, tranquila y serena.