Corazón roto (Izuku y Ochako)

El verano siempre es símbolo de diversión, descanso y uno que otro receso para los demás, sin embargo, no todo lo que trae consigo el verano es de lo mejor, pues el calor que arrastra es posiblemente lo que Izuku más odie de estas épocas.
Aún cuando su mente siempre está centrada en dar lo mejor de si cada clase, es complicado soportar el día con el calor que se encierra en los aulas de las clases.

Ahora, tenía exactamente un par de horas libres aburres de ingresar a otra clase, ¿Qué lugar sería perfecto para otorgarle un ambiente fresco? El invernadero, es ahí donde encontraría no solo frescura, tranquilidad para avanzar una que otra tera y descansar luego de unas largas horas de estudio, si... Sin duda eligió el mejor lugar para pasar el rato.

Caminando con un suéter colgando entre sus hombros, sus manos sujetando su mochila y mirando el suelo directamente hacia el invernadero, muchas veces se preguntaba sobre sus antiguos compañeros, el paradero y el camino que tomaron después de haberse separado. Lo único que agradecía es que tenía unos cuantos dentro de Legacy, sonrió tras pensar en su compañera, Ochako.

Era extraño, una casualidad dentro de un millón, la chica en la que tanto pensó por esos instantes yacía sentada bajo un árbol que le brindaban sombra, rodeada de flores. –¡Uraraka-san!– Gritó emocionado, sus clases no encajaban para nada y verla le hacía feliz, sin saber que ella se encontraba completamente opuesta a su sentir. –¡Por aquí!– Corrió hasta donde ella sin parar de saludar con su mano derecha. Al llegar, solo se detuvo frente a ella por unos momentos. –¿Cómo estás, eh? Hace tiempo que no podemos vernos... Si tan solo una de nuestras clases hubiera coicidido, quizá para la otra tengamos más suerte con el horario, ¿No lo crees?– Parecía que una vez más iba a estallar y hablar por si solo, por suerte logró contenerse.

El verano llego y con ello un inmenso calor, estación perfecta para que todos salgan a la playa con sus amistades a refrescarse, pero no para Ochako. La castaña ha estado triste, ser rechazada por la persona que tanto amaba no ha sido fácil, menos cuando lo tiene que ver por los pasillos, cada que eso pasa sale corriendo sin dirigirle la palabra, han sido días difíciles.

Se encontraba en el invernadero, sus clases habían acabado antes de lo previsto, ese lugar se había vuelto su refugio. Nunca antes había sentido tanta paz, era un lugar muy poco concurrido, el silencio era tranquilizante, podía pensar tranquilamente sin que nadie la molestará. Definitivamente era su lugar favorito en toda la academia.

Llevaba un pantalón color azul de mezclilla, una blusa amarilla de manga corta, nada extraordinario, no tenía muchos ánimos para elegir un atuendo perfecto. Se puso a pensar en sus amistades anteriores, le hubiera encantado tener a Mina o a Tsuyu en Legacy, eran las personas a las que más confianza les tenía, lamentablemente los miembros de su grupo tomaron caminos diferentes. Le agradaba saber que Izuku se encontraba en el mismo lugar con ella, aunque era muy difícil encontrarlo.

Miraba el cielo sentada bajo un árbol, cuando una voz capto su atención, Izuku estaba ahí con esa sonrisa tan brillante. Sus ojos se abrieron de par en par, contuvo las lagrimas que estaban a punto de salir, quería correr y abrazarlo, necesitaba desahogarse, pero era algo que aún no haría, no se encontraba lista para comentar lo sucedido.

━Deku-kun.━Mencionaba parándose para poder saludarlo mejor. La castaña soltó una ligera sonrisa al ver que su amigo no había cambiado, seguía siendo el mismo chico alegre de siempre.━ Lo sé, ha sido difícil coincidir contigo, pero el hecho de que estés en Legacy me alegra demasiado. Espero que a partir de ahora podamos vernos más seguido, no sabes lo mucho que me alegra poder hablarte de nuevo.━Agregaba con la voz llena de nostalgia, parecía que en cualquier momento se soltaría a llorar. Fingió una sonrisa, pues no quería preocupar a Izuku, era la primera vez que podían hablar, no iba a arruinar el momento.

Aún con todo el peso que se le veía encima a la chica, nunca fue bueno captando ese tipo de cosas en los demás, algo en lo que siempre falla... Pero si algo sabía hacer bien, era transmitir su determinación y alegría. Era hora de devolverle el favor a la chica que siempre lo apoyo y le dio aliento para seguir adelante sin importar que. Izuku tampoco era tonto, tarde o temprano se daría cuenta de algún malestar en la castaña, el tono y el como dió sus palabras lo decían todo, ni siquiera hacía falta de tratar de analizar algo extraño en ella, estaba a simple vista.

Mantuvo su sonrisa por unos cuantos segundos. –Me da mucho gusto a mi también, siempre es bueno ver caras conocidas por aquí, y más cuando es alguien como tú.– Realmente le hacía mucha ilusión el poder conversar con ella al menos un rato después de tanto. Estaba totalmente dispuesto a entregar sus ratos libres para platicar con ella de cuánto se pudiera, hay demasiadas experiencias dentro de Legacy, una buena amiga siempre viene bien.

Lo inevitable, pasó. Estaba por sentarse sobre el pasto, justo donde ella estaba hace unos segundos para quedarse y hacerle compañía, pero la vio... Pudo ver a través de sus ojos distraídos y pensantes, más que estar alegre por un viejo amigo, se le notaba triste por algo más. –¿Que tal si a estas horas nos reunimos por...?– Se detuvo por unos segundos, si hace un rato estaba viendo las flores mientras dialogaba, ahora la miraba con su oar de cejas juntas, tan lleno de intriga. –¿Estás bien?– No preguntó más, quería abrazarla pero no se sentía en la confianza de hacerlo, no quería incomodarla, era todo lo contrario, quería brindarle sus brazos para ayudarla.

Ochako seguía mirando la sonrisa de Izuku, le traía paz, algo que ella tanto necesitaba. Sus días se habían vuelto grises, no sabía como volver a sonreír, tal vez estar al lado del peli verde lograría encontrar la felicidad que tanto anhelaba;aquella felicidad que había perdido. Aunque el chico era alguien de su completa confianza, no se atrevía a hablarle delo que le sucedió, más adelante de seguro lo haría, eso era lo que pensaba, pero jamás imagino que Izuku se daría cuenta de su tristeza.

━Igual a mi me da gusto que nos volvamos a encontrar Deku-kun, no se siente bien estar solo en una academia nueva, así que estoy feliz de poder estar contigo nuevamente.━ Mencionaba dándole una sonrisa cálida. Aquella era una sonrisa honesta, una parte de ella se sentía bien al tenerlo cerca, recordaba los momentos que había pasado con Izuku tiempo atrás.

El era una persona clave en su vida, gracias a el se esforzó en mejorar. Izuku era una de las personas que tanto admiraba, cada cosa que hacía le gustaba, él era como su luz, siempre brillando por encima de ella, ayudándola a afrontar sus peores temores, oh vaya que lo había extrañado. Las lagrimas comenzaron a salir sin que la castaña pudiera evitarlo, solo basto una palabra del peli verde para que esto sucediera.

━Y-yo...No, no me encuentro bien Deku-kun, no se que hacer, algo, algo se rompió dentro de mi, y no creo ser capaz de repararlo.━ No tenía sentido negarlo,la persona que tanto añoraba estaba ahí a su lado, si en alguien podía confiar ciegamente era en el.

Hace tiempo que conocía a Uraraka, un año juntos en la academia de Japón, UA, era suficiente tiempo como para conocerla. Además, algo así no podía pasarlo por alto, pocas veces era en las cuales podría encontrarla triste, y siempre involucraba a su familia... Ahí su primer sospecha, ¿Algo había pasado entre sus padres?
Ayudar no era lo suyo, menos brindar un buen sermón para tranquilizar a alguien, ahora que sabía que en verdad las cosas no estaban bien.

Meterse en los problemas de una mujer, quizá no era la mejor opción, no sabía si darle su espacio o preguntar directamente. No había tiempo de considerar alguna ruta que tomar para ayudarla, simplemente extendió sus brazos y envolvió a la chica en un abrazo, no quería verla triste y el verla llorar lo consumía. Apenas y podía acompañar el abrazo con un par de palmadas, pero nada más. «¿Qué clase de héroe soy? No soy capaz ni de hacerla sentir mejor» Ahora se lamentaba el mismo, a veces por lo mismo extrañaba a sus antiguos compañeros, ellos eran bueno en este tipo de cosas, Iida probablemente lo habría ayudado.

Abrazo con fuerza y fue cuando entonces recordó unas palabras:
"Meterse en los asuntos de los demás, es la esencia de un héroe" Ya no había nada más que pensar, debía preguntarle e intentar ayudarla con su problema, después de todo, eso es lo que los amigos hacen. –¿Que fue lo que te pasó? No entiendo que pudo haber hecho algo así... Te prometo que te ayudaré, solo déjame hacerlo.– Aún cuando estaba seguro de ayudarla, sus piernas temblaban, sin mencionar que sus labios hacían lo mismo, aún tenía muchas cosas que aprender.

Ochako correspondió al abrazo de Izuku sin dudarlo, era su mejor amigo, de todas las amistades que pudo tener, la del peliverde era la más especial. Recordó como ambos se ayudaban mutuamente en la academia UA, las risas, los entrenamientos, todo, absolutamente todos esos recuerdos eran hermosos.

¿Por que no le tendría confianza?,era momento de revivir aquella amistad, sabía que Izuku le daría algún consejo. Sin importar el problema el peliverde sabía como afrontar las cosas, siempre con una sonrisa, como All Might les había enseñado, ¿Como era posible que olvidará algo tan esencial?. La castaña se limpió las lágrimas, respiro profundo para calmarse y así poder contarle todo.

━No sé por donde empezar...pero bueno resumiendo las cosas, me enamoré y me rompieron el corazón.━ Mencionaba con un ligero rubor en sus mejillas. Se sentía avergonzada, su problema no era un problema grave, lo sabía y aun así llego al grado de preocupar a su único amigo.

━Hice que te preocuparas Deku-kun, perdón, no he sabido como lidiar con todo esto, no tenía a nadie con quien hablar,que, supongo me encerré en mi pequeña burbuja de negatividad.━ Agregaba con una sonrisa algo tímida.. Ochako sentía que se había quitado un gran peso de encima, y eso ya era algo bueno, jamás imagino que al decirlo se sentiría así de libre; ojalá lo hubiera echo con anterioridad, aunque era algo difícil, no sabía con quien acudir.

Miraba de reojo a Izuku, debía de estar muy confundido, lo conocía bien, no por nada llevaban siendo amigos un año. No podía imaginar a su adorado y apreciado amigo hablar cosas relacionadas al amor, él era una persona centrada en lo que quería ser; un gran héroe, así que le costaba pensar en que alguien como el entendiera su sentir, aunque no dudaba en que el peliverde buscaría la manera de hacerla sentir mejor, porque desde que recuerda, Izuku siempre ha sido así, una persona que siempre busca sacarle una sonrisa a cualquier persona, y eso era algo que a la castaña le agradaba mucho.