Noche cubierta por una luna roja (Ain y Alucard)

El día estaba por culminar, se la había pasado la mayor parte del tiempo en vigilar lo que entraba y salía de aquella zona. Puesto que últimamente las personas de dicho lugar se quejaron de un olor a carne putrefacta en los alrededores (que resultaba ser humana), además de rastros de sangre en los caminos por dónde normalmente hacen caminatas los turistas y gruñidos durante las noches, como si alguien o algo estuviese al asecho constantemente fuera de sus viviendas.
Además, de que en los últimos días han desaparecido 12 personas.

A pesar de ser de Asgard, se veía en la necesidad de acudir al llamado aunque fuesen repletos desconocidos, puesto que es su deber como ContraGuardian el aniquilar la existencia de seres que intenten atentar contra la de otros, incluso si se tratasen de los mismos humanos no debía permitir que hicieran algo así.

Así que el moreno preparó una fogata con ramas secas, así mismo un poco de carnada en su diámetro de posición y claro, un poco de bebida y alimentos para él ante la larga espera que le venía por un enemigo totalmente desconocido.

— ¿Cacería de personas en un pueblo a la mitad de la nada? Esto suena un cliché. — Cuestionó burlón, era claro que le molestaba llevar un buen rato sin hacer nada y así estaría otro más, hasta que alguna de las bestias decida aparecer.

Sin embargo, en medio de tanta impaciencia suya percibió unos pasos a través de los árboles.
Nunca se menciona que su guardia está baja, por lo que no dudaría en hacer una proyección de sus espadas si el peligro lo tenía tan cerca ni mucho menos en acabar con el.

▬ Es una hermosa noche para salir a caminar o comer un poco...

Musitaba aquel caballero de orbes ámbar los cuáles esa noche en especial resplandecían y un vivo color carmesí combinando con su anticuada vestimenta de gabardina con capa larga roja, después de explorar bastante el nuevo mundo al que había llegado, cada vez comprendía más era por mucho, un lugar donde podría tratar de convivir con los demás seres. Legacianos o Asgardianos para él todos eran lo mismo, no más que seres con capacidades diferentes pero con muchas deficiencias como para ser los seres perfectos a los que aspiraban ser. Poco después de haber participado en otro evento donde conoció a una misteriosa peliblanca, había vuelto al curioso bosque donde sentía unas cuantas perturbaciones que irritaban sus sentidos más físicos como el olfato o el oído. El molesto aroma de la sangre derramada y desperdiciada, algo que para el vampiro se pagaba con un castigo peor que la muerte, haciéndole pasar al infractor un verdadero infierno.

Como tal daba un pequeño paseo por los alrededores de la arboleda sin embargo con el paso del tiempo pudo notar una presencia ajena que por extraño que sonara, le era bastante familiar, tal vez no sería la misma persona pero esa aura no era desconocida del todo. Debido a que era un asesino profesional, el azabache sabía como ocultar bien su presencia y al no tener que respirar, era poco el ruido que hacía al caminar por lo que pensó que podría pasar desapercibido, tan sólo le bastaba con observar desde una distancia moderada de una centena de metros para analizar que era ese edor que podía percibir desde la distancia así como tratar de descubrir si esa energía conocida tenía algo que ver con el problema, ya que como ser neutral tenía la facilidad de poder investigar por su cuenta y participar en donde se le diera la gana de hacerlo.

─ Otra vez, ese nefasto olor...

Comentaba en voz baja mientras estaba solo pues parecía que  ese olor a putrefacción se acercaba hacia donde el ente familiar para él, cabía la posibilidad de que estuvieran peleando entre los dos bandos existentes o tal vez alguno de ellos estuviera realizando extraños proyectos, era muy difícil leer a la gente paranormal con la que tenía que tratar de coexistir porque cada uno tenía un pasado y pensamiento distintos al resto, aunque fueran colegas de la misma facción. Aún tenía muchas preguntas y pocas respuestas pero como ser inmortal tenía toda una eternidad para tener sus descubrimientos, ¿cómo se originó Legacy y por qué él fue llamado?

Honestamente la diosa que lo convocó a esta nueva tierra fue muy poca didáctica para que después desapareciera sin darle motivo, como siempre los dioses sólo fingían serlo, no eran más que otros seres presuntuosos que aprovechaban del poder que tenían. Y que por una de ellos, el vampiro se veía envuelto a estudiar y participar indirectamente en actividades de poca prioridad en caso de requerirlo como las misiones especiales que le encomendaba Jellal, aunque ahora estaba por su cuenta y ya había escuchado algunos rumores de que esas bestias que él llamaba "ghouls" parecían haber aparecido incluso también en ese universo que había prometido darle una vida completamente diferente a la que conocía en el mundo mortal.

─ ¿Acaso serán invocados por alguien más?

Volvía a mencionar para sí mismo mientras se acercaba unos pasos más, no quería ser descubierto por aquella personalidad sin embargo desde lo lejos donde se encontraba podía observar que su silueta también le era bastante familiar, de cierta forma se alegraba de poder reconocer a alguien ya que tras su retiro hace algunos años, era como si volviera a conocer desde el inicio esa institución.