¿Amigo o enemigo? [ Libre. ]

Después de tanto tiempo recorriendo lo desconocido, la joven de hebras castañas terminó exhausta, además que tenía un gran apetito, pues, no había consumido alimento alguno desde que comenzó. Su respiración era agitada, su pecho ascendía y descendía a medida de su respiración, velozmente; sólo anhelaba encontrarse con un buen conocedor de dicho sitio, o al menos, que se convirtiese en un guía mientras se adaptaba.

Ochako permanecía en pie, sin embargo, no avanzaba, la expresión en su rostro delataba que se encontraba completamente perdida en aquél sitio, con un pequeño rayo de esperanza en su aún latiente corazón, buscó con su mirada color castaño a un individuo que se desplazara con total naturalidad en el escenario, sin embargo, no tuvo éxito en dicha tarea.

Intentó mantener la calma, no pensaría en negativo, debido a que, siempre en el último momento las situaciones tomaban otro rumbo y salían beneficiando a la fémina de rasgos asiáticos, posteriormente, apretó con fuerza los puños y volvió a andar, motivada en una posible ¿situación crítica? en realidad, sólo tenía hambre.

(…)

Una estruendosa llegada al escenario donde se encontraba llamó su atención, Uraraka no hizo nada más que voltear por instinto y ponerse en pose defensiva, sus deseos más profundos eran que no se tratase de algún enfrentamiento, pues se encontraba en desventaja gracias a su falta de profesionalismo.

(…)

Una vez más, no podría estar tranquila sin que algo o alguien fuera a provocarle. Está vez, no habría una excepción.
Las batallas en grupo no eran su fuerte, pero dado a su velocidad logró acabar con todos.

Sus rostros desfigurados con algunas modificaciones eran algo que le fascinó, claro lo había hecho por diversión. Dejarles mudos, sin orejas hasta incluso sin ojos fue bastante divertido.

Himiko giró su cabeza ligeramente observando a una nueva víctima, pensó que era una más al notar con exactitud quién era la sonrisa alegre se fijó en su rostro.

— Oh, pero si eres tú Ochako-chan. ¿Qué te trajo hasta aquí? O quizá, estás pérdida.— Soltó una pequeña risa llevando sus manos ensangrentadas cerca de su rostro.