Una aventura arácnida [ Ayana, Libre ]

Todo parecía apacible en aquellos momentos, desde la altura Miles se podía percatar de cualquier extraño acontecimiento en la ciudad de Brooklyn.
Transcurrieron los días, semanas e inclusive meses desde que tomó el manto como el nuevo Spiderman, su labor "era simple": Resguardar el bienestar de los ciudadanos.
Además de honrar la memoria y continuar con el legado del antiguo héroe quien siempre será digno de su admiración y respeto.

Se hallaba en la punta de una de los edificios admirando el resplandeciente paisaje, conteniendo los clásicos carteles con colores llamativos, las luces de los autos y el constante ruido de los mismos. Nada parecía fuera de ordinario, quizá por hoy el retirarse e irse a dormir sería una posibilidad... Más sin embargo ese deseo se quebró en cuestión de segundos al escuchar un fuerte estruendo que provenía de los nocturnos cielos y de este un agujero con especie de aura colorida lo abriría, de este salió disparado algo que le era conocido...

— ¿Podrá ser...? — Esa cuestión provino con cierto temor, ¿Será que Kingpin nuevamente está con sus intentos de abrir nuevamente el portal? Solo así le daría pasó a una destrucción inmensa a su hogar, las ventajas y desventajas de que las dimensiones se abriesen eran enormes; pues así como existen los agradables vecinos... Existen los detestables e odiosos, osea los villanos. Así que se desprendió de donde estaba y se tiró hacia el vacío, el clásico salto de un arácnido: Un salto de Fe.
Tras ello extendió su brazo diestro, apuntar su brazalete y así mismo una telaraña salió disparada hasta aferrarse a una pared cercana, permitiéndole columpiarse hasta el lugar donde había caído el/la extrañ@.

El portal empezó a cerrarse tras expulsar una extraña figura de su interior y dejarla en aquel mundo desconocido, aquella criatura no era más que una mujer joven de aspecto singular, poseía en su piel algunas escamas oscuras, un par de alas del mismo tono y pronunciados cuernos, cabello oscuro y largo, piel pálida y unos ojos heterocromáticos.

Aquella dama oscura apenas recuperaba la conciencia tras caer varios metros, estaba a punto de chocar con uno de los edificios cuando estiro sus grandes alas para amortiguar su caída, no obstante, su reacción no fue inmediata y termino lastimándose seriamente tras su aterrizaje.

─Tss… maldición… ─se quejó tras intentar ponerse en pie, fallando en el proceso─ Lo que me faltaba… llego a saber dónde y...

Se interrumpió a si misma tras percatarse de la presencia de un extraño, ¿acaso alguien la había seguido? ¿Intentara atacarla? O peor aún, asesinarla.
Empezó a formar unas garras oscuras mientras cubría su cuerpo con la oscuridad que la rodeaba, esto para camuflarse al medio y evitar ser atacada directamente.

─Sé que estás ahí… N-No me atraparas tan fácilmente…

Asustada, aquella criatura empezó a mirar a su alrededor, buscando la presencia de aquel individuo, podía sentirlo gracias a la oscuridad de la noche, pero las luces que iluminaban los edificios hacían la tarea un poco más difícil, debía asegurar su supervivencia y esconderse de cualquier amenaza, después de todo, estaba en otro mundo.