Cocinando juntos. (Tamaki)

A esas hora, lo ideal para Nejire era algo de comer. Estaba hambrienta. Estuvo estudiando todo el día y necesitaba algo de comer para recargar energías, o mejor dicho, ánimo. Estudiar hacia que se aburriera, provocando que la mayoría de sus apuntes tuvieran pequeños dibujos, mayormente en las hojas traseras. Tenía unos auriculares color rosa, los cuales estaban conectados a su celular. Dejó sus apuntes y libros a un lado, saliendo de su habitación. Tenía unos pantalones color marrón, un camisón color mostaza con las mangas dobladas, y su cabello atado en una descuidada coleta. No es como si debiera estar más arreglada para ir a la cocina, después de todo, solamente iba a cocinar algo... Aunque no fuera buena, probablemente un simple sándwich sería suficiente para saciar su hambre.

El camino hacía la cocina fue tranquilo, no se había encontrado con otra persona, y estaba escuchando una de sus canciones favoritas, tarareando la melodía. Su caminar era algo apresurado, grandes pasos, caminando felizmente sin preocuparse se que alguien le observará, y si lo hacían, ¿qué había de malo? Era ella siendo ella, en todo su potencial. Finalmente llegó a la cocina, y al entrar en ella pudo notar la presencia de alguien más. Eso hizo que se emocionara un poco. No por el hecho de que alguien estuviera, sino, por quién era esa persona. Él parecía estar preparando algo, por lo que, ella se le acercó y observó de cerca lo que estaba haciendo.

- ¡Amajiki, Amajiki! Eres muy bueno cocinando, ¿qué estás haciendo? -

No le importaba evadir el espacio personal de su amigo, siempre era así, y Tamaki no le había mencionado de forma sería que le molestará que ella fuera así... Y si lo hubiera hecho, nada cambiaria, su actitud seguiría siendo la misma, y más con Amajiki.

- ¿Podría ayudarte? O... ¿Podrías ayudarme a preparar algo para mí? -

Dejaba pequeñas palmaditas en el hombro del chico, mientras que le sonreía esperando una respuesta. Sus ojos demostraban la esperanza que le tenía a que él aceptará ayudarla, no era buena cocinando... Era muy torpe como para cocinar algo elaborado.

Las cosas habian cambiado muy poco desde que estaba en su academia, podian preparar su comida en la cocina cuando tuviesen hambre, podian bajar con libertad desde sus habitaciones, eran unas horas en las que se supone que nadie deberia estar despierto, no habia toque de queda ni nada pero el estaba estudiando y duro hasta muy noche y le habia dado algo de hambre, ademas era ahora un heroe, tenia que tener un poco de reservas en su traje y tambien tenia que comer algo el estomago le rugia demasiado, volveria a estudiar y a dormir pero tenia que comer algo, desde quee estuvo en la agencia de Fatgum le daba por comer muy seguido.

Al estar cocinando su compañera y amiga le llego por la espalda, realmente no le habia sentido, toco sus espalda y hablo y eso hizo que gritara, se habia asustado porque realmente no esperaba que alguien estuviera despierta a esas horas, se sorprendio eso estaba claro, pero despues del sus to solo miro a su amiga con una sonrisa, y bueno estaba cocinando y segun Nejire ella su comida era muy buena, no le negaria algo de lo que estaba por preparar

No pudo evitar soltar algunas risas ante la reacción que tuvo el chico, sin duda el hecho de que este gritara, le había causado gracia. Las risas quedaron en segundo plano, volviendo a prestar su atención en lo que estaba siendo cocinado. Le miró curiosa, aunque había observado con cuidado la comida, no se había dado cuenta de que era carne de res y pulpo... Debía aprender a cocinar pronto. Su semblante cambió drásticamente, haciendo casi posible ver un brillo en sus ojos, y una gran sonrisa en su rostro. Comer algo hecho por Tamaki era una de sus fantasías, y que se ofreciera para preparar algo para ella le hacía aún más feliz. Se apartó un poco y retiro sus auriculares, guardandolos en su bolsillo.

- ¿Hablas en serio? ¡oh, eso es genial, muchas gracias, Amajiki!

Llevo uno de sus dedos hacía la mejilla abversa, tocandola suavemente. Estaba felíz, no sabía si algún profesor vendría a regañarlos por estar a esas horas fuera de la cama, pero es como si le importara, estaba felíz donde estaba, y posiblemente con la persona correcta. Una ligera risilla salió de sus labios, y apartó su dedo, volvería a hablar.

- Entonces, ¡¿Puedes hacer un pastel así de grande?! -

Elevó sus manos a una gran altura, específicamente a su propia altura, le estaría pidiendo que hiciera un pastel de su tamaño, y tenía la esperanza de que pudiera hacerlo. Su hablar aveces podía ser muy fuerte, haciendo que parezca que gritara la mayoría del tiempo, pero no le prestaba atención a esas cosas.

Era algo que realmente no era facil de tomar como costumbre aunque Nejire fuese energetica jamas se espera el simple hecho que tendria que recibir sustos a todas horas, estaba acostumbrado a su risa y a todo pero los sustos eran otra cosa, siempre le tomaba por sorpresa y jams sabia si pasaria ahora o en un rato mas, quiza mañana, pero... era algo que realmente no podria saber, cuando comenzo a reirse cubrio un poco su cara pues estaba un poco apenado por su reaccion en primer lugar, era una hora muy tarde de la noche y pues... cualquier cosa podia asustarle, estaban en un lugar que hasta lo mas etraño era lo normal.


Acerco un poco uno de los palillos que tenia a su costado para encajar un pequeño trozo de cada cosa que estaba ahi, carne y pulpo, con un toque mas de cosas que tenia ahi, y lo acerco a la boca de Nejire, en realidad su pensamiento es que tomaria la pequeña brocheta y que la comeria despues, no le molestaba preparar algo para su amiga en caso que esto no le gustara del todo, seguro que no queria algo taaan complicado, pero sorpresa... su cara se paro un poco y puso un gesto de sorpresa en su pedido


Aun tenia esa expresion de sorpresa sobre su rostro solo que con un poco de pena sobre lo que habia dicho, quiza era solo una broma pero era algo que realmente no sabia.

Su cuerpo se mantenía en constante movimiento, meciendo su propio cuerpo de adelante para atrás, o simplemente uniendo sus manos detras de su espalda, jugando con sus dedos, específicamente dos de ellos; los pulgares. Sus ojos seguían todo movimiento hecho por su acompañante, y cada expresión corporal que este solía hacer. Un claro ejemplo de ello, era su expresión curiosa cuando el chico cubrió su rostro, pero no comentó sobre aquello, lo dejó pasar, como si nunca fuera sucedido. Su largo cabello, que aunque estuviera atado, seguía por debajo de su cintura, y se movía libremente cuando la fémina hacia algún movimiento extravagante o simple, pero que incluían un severo movimiento de cabeza. Repetidas veces sus labios se abrían sin previo aviso, como si estuviera por decir algo, pero no, las palabras no salían de su boca.

Ante la pregunta del chico, asintió repetidas veces con la cabeza, y repetidos "sí" salían de sus labios, parecían balbuceos, pero lo suficientemente fuertes como para que fueran escuchados. ¡Claro que quería probar! Estaba deseosa de ello. Su cuerpo se inclinó hacia Tamaki, y abrió la boca, como si de un bebé se tratará. Acercó su cabeza, añadiendo un sonido a su acción, era común ese sonido, pero un "ahhh" siempre era una buena opción para añadirle algo de gracia al abrir la boca. Su boca atrapó un poco de lo que estaba clavado en el palillo, separándose para saborear lo que había llevado a su boca.

Un ligero sonrojo se hizo notorio en sus mejillas, no era muy notable, pero la causa de ello fue la comida. El sabor le había encantado, tanto que llevó ambas manos a sus mejillas, cerrando los ojos en el acto. Estaba encantada, ¿qué podía decir?, siempre estuvo segura de las habilidades culinarias de su compañero... Simplemente era estupendo, para ella lo era.

Emocionada, tomó el resto de la brocheta para terminar de comerla, prestandole su atención a lo que decía el chico, mientras que masticaba aceleradamente. Seguramente, cualquier otra persona se habría desilusionado por lo que acababa de escuchar, pero ella no se tomaba en serio ese tipo de cosas. O mejor dicho, lo tomaba a la ligera.

- Oh, está bien. ¿Entonces, podrías hacer uno más chico?, ¡No, no, no, espera! ¿qué tal galletas? O... ¿Una hamburguesa? Espera, eso sería muy complicado...-

Ya había perdido toda idea de lo que deseaba comer, el sabor de lo que le dio Tamaki la había confundido, ahora era difícil pensar en una sóla opción, le gustaban muchas cosas, ¿cómo debía decidir con tantas deliciosas opciones de comida?, era imposible.

- Ah... Ya no sé lo que quiero, ¡todo es muy complicado!, por cierto, lo que estás preparando es delicioso. -