Mejor que Frozen (Osamu, Aoko y Chuuya)

Después de la guerra de canto en aquel sitio de karaoke, los resultados habían decretado a Legacy como ganador, dejando a Asgard en ridículo, sin embargo, esta vez, el veredicto final sería diferente, puesto que Touko estaba convencida de ganar en la próxima disputa. — ¿A quién se le ocurre una competencia en algo que nadie tiene experiencia? — se preguntaba en voz alta mientras revisaba unos videos en su teléfono sobre profesionales en el deporte de esquiar en la nieve. Observaba como los accidentes eran muy frecuentes y el caos que dejaba una avalancha.

El miedo la tenía algo preocupada, pero estaba segura de que desempeñaría un papel excelente en la competencia, puesto que había estado practicando en casa, ¿realmente es pertinente practicar sin un equipo real?, claro que no, sin embargo, ella se había autoproclamado una experta en el deporte. Solo le quedaba esperar a que su compañero y contrincantes llegasen al sitio de reunión.

Se encontraba sentada, casi a pies de la montaña, había varias personas divirtiéndose con sus familias, solo se escuchaban risas y un viento tranquilo. Ahí mismo les rentarían el equipo, por lo que no tenían que preocuparse por nada, simplemente dar todo de sí y poner en alto el nombre de su bando.

Aunque el frío comenzaba a sentirse más conforme se iba acercando a la montaña, la emoción y el sentimiento de victoria se veían reflejados en el rostro y el caminar del suicida. Iba con toda la actitud hacia el punto de reunión, convencido de poder superar junto con su compañera, una vez más, el reto a realizar. Le gustaba el equipo que formaba con la joven maga Aoko Aozaki, puesto que se llevaban tan bien y eran buenos amigos desde hacía ya un tiempo. Era divertido ver cómo ponían en ridículo a la hermana mayor de su compañera y al mafioso, a quien tanto le encantaba molestar.

Una vez que llegó al lugar, se dispuso a buscar a sus compañeros. Tal vez alguno ya hubiera llegado, ya que ellos solían ser más puntuales que él mismo. La gente a su alrededor parecía divertirse, y había niños corriendo por doquier. Hacía tiempo que no tenía una salida de ese tipo, y estaba ansioso por intentar aquel deporte, deseando fuera algo extremo donde pudiera salir accidentado, o en el mejor de los casos, muerto. Ya no era sorpresa que el castaño quisiera atentar contra su propia vida incluso en las salidas amistosas.
Después de un momento, visualizó a la hermana mayor de su aliada. Sonrió en el acto y se acercó a ella para saludar. Admitía que le era divertido pensar en cómo se vería aquella maga tan sofisticada esquiando en la nieve. Y ni hablar del mafioso ejecutivo, de quien se podría reír más tarde si caía en el intento. Sin duda, era un panorama que valía la pena ver. Si moría esa tarde, moriría feliz.

—Hola, Touko. ¿Estás lista para perder contra los legacianos una vez más?

El frio no era el fuerte de la joven Aozaki, sin embargo, sabía que esas condiciones climatológicas no deberían ser un obstáculo para demostrar que puede ganar una vez más. Ese día se la había pasado durmiendo prácticamente toda la mañana hasta que un pequeño pájaro se estampó en su ventana provocando su alarmante despertar. — ¡Por todos los cielos! ¡Voy muy tarde! —como pudo, se paró de inmediato de su cama, se puso la primera ropa que vio y con el estómago vacío salió a toda velocidad rumbo a las montañas.

— ¿Cómo es posible? Dormí demasiado tiempo— se decía a sí misma mientras ingresaba al lugar en donde se sucedería la competencia. Observó que su compañero Osamu Dazai ya estaba ahí junto con su hermana, la chica de Asgard. Sin más se acercó a donde estaban ellos saludando aún adormilada y con la marca de la almohada en la cara. —Hola, ¿qué tal? Pensé que sería la última en llegar—dijo tratando de sonar lo más natural posible y esconder el verdadero motivo por el cual llegaba con tan mal aspecto.