Guerra de canto (Chuuya, Aoko y Osamu)

Eran alrededor de las 7:00 p.m. Touko había invitado a su amigo Chuuya al karaoke. Tenían muchas ganas de asistir desde hace tiempo, sin embargo, sus deberes habían sido un obstáculo para ello, pero, finalmente, coincidieron en un día libre, por lo que no perdieron más tiempo y se organizaron para poder ir a pasar una espléndida y divertida noche, en donde seguramente, las risas no iban a faltar.

Había hecho una reservación con muchas horas de anticipación. Llegó al edificio y se instaló en el salón asignado para ella y su grupo. —No puedo creer que esos dos también vayan a venir. —Dijo para sí misma. Los jóvenes, Osamu y Aoko, se habían enterado de aquella visita que Chuuya y Touko tendrían, provocando su ofrecimiento a acompañarlos para tener un duelo de canto.

El ganador, tendría que escoger la próxima salida como grupo, para poder competir en diferentes experiencias y demostrar que bando era el mejor, es decir, Legacy o Asgard. Era evidente que la idea de poder demostrar sus habilidades y conocimientos emocionaba a la chica, prueba de ello era su puntual asistencia.

El mafioso caminaba por la calle, dirigiéndose al dichoso karaoke. Por fin, tendrían esa esperada salida musical. Le emocionaba, aunque no le había agradado mucho la idea de tener que convivir con el bando rival. Conocía bien a esos dos legacianos, y no tenía mucho problema en hablar con la joven maga Aoko Aozaki, pero si existía una persona en el mundo con la que prefería no tener que lidiar era con aquel chico suicida que, de tan solo respirar del mismo aire que el mafioso, le daban ganas de matarlo. Osamu Dazai no era una persona fácil de soportar, sin embargo, sabía que ese día tendría un duelo, seguramente contra él. Obviamente no se dejaría perder. Fuera en combate cuerpo a cuerpo, a palabra, o incluso canto, demostraría de lo que es capaz.

No tardó en llegar al edificio donde se llevaría a cabo tal hazaña. Se dirigió al salón acordado y abrió la puerta. El pelirojo no era de llegar tarde a sus citas, y su compañera Touko tampoco. Eran las siete pm en punto, y no le sorprendía que la espléndida maga ya se encontrara en el lugar, incluso antes que él. —¿Qué tal, Touko? He llegado. ¿Dónde están tu hermana y el idiota de Dazai? —cuestionó, aunque ya sabía la respuesta. Tal vez sólo quería pronunciar la palabra “idiota” junto a la palabra “Dazai”. Aoko probablemente no tardaba en aparecer, y Dazai debería tardar unos minutos más, como era su mala costumbre de llegar tarde. Sólo esperaba que no tardara una eternidad en hacerlo, pues las horas en el karaoke estaban contadas y no quería perder cualquier oportunidad de vencer a los legacianos, a como diera lugar.

Ya casi era la hora de la reunión. Se encontraba arreglándose, o al menos eso pretendía. Recogió su cabello con ayuda de una liga logrando una coleta algo despeinada. Traía puesto un pantalón oscuro y una blusa de manga larga color azul. Observó su reflejo e hizo una mueca de desaprobación, sin embargo, no hizo nada más para mejorar su aspecto. Tomó un pequeño bolso y salió de su habitación dirigiéndose a la salida de su casa en donde esperaría al taxi que la llevaría a su destino.

No pasaron muchos minutos para que el taxi llegara y lo abordara. Durante el camino iba pensando en las posibles canciones a interpretar en el karaoke. ¿Rock, balada o pop? ¿O quizá algo de jazz? Iba anotando en su mente algunas cuantas melodías, se perdió en sus pensamientos al punto de que no se dio cuenta en que momento el taxista se detuvo para que ella bajase.

Pagó lo correspondiente y se puso en marcha, ingresó al establecimiento y logró visualizar a sus compañeros de mesa, o más bien, a sus rivales del duelo. — Touko, Chuuya, buenas noches— añadió mientras se sentaba al lado de los jóvenes quienes le transmitían un aire de grandeza y seguridad. Evidenciando que esa noche darían una dura pelea.