Alma incompleta.

•██▓▒░ 彡★ Incomplete soul.★彡░▒▓██•

☫…❝ ⛚ El telón se abre para no dejar nada a la imaginación y llevarlo a flor de piel… Lo primero que se escucharía sería un sonido muy diminuto, pero bastante perceptible, debido a la soledad del lugar, siendo un sonido similar a un vidrio al romperse en mil pedazos, ¿Pero por qué ese sonido en particular? Dicho sonido proviene de una roca de color rojizo que sobresale del resto, una roca de un tamaño muy normal, pero de un color muy llamativo… ¿Cómo es que acabó en ese lugar? Quizás con el paso de los siglos, aquel color rojizo pasó desapercibido entre todas las demás rocas rojizas, haciéndola "una más del montón", sin imaginar que dentro de esa roca yacía una entidad creada por Gaia.
¿Qué sucede con la ruptura de la roca? Digamos que esa roca era el recipiente de aquella entidad, y al romperse, la forma física de Orochi saldría, aunque en muy mal estado. Ya que básicamente era una momia, su tez de piel era tan blanca que parecía nieve, su complexión estaba tan deteriorada que parecía un esqueleto con una funda de piel por encima, carente de toda vida… Pero desde el interior de aquel "cadáver", su cavidad bucal pronunció un par de palabras: ¿Después de tanto tiempo... De nuevo aquí…? El sonido de dichas palabras era muy bajo, pero de alguna manera había eco en sus palabras, ¿Ese eco estaba en su cabeza? No… Él habló por primera vez en siglos de encarcelamiento, ¡Había regresado a la vida! Pero… ¿Cómo…?

Sus párpados oculares comenzaron a separarse poco a poco, mientras que su desnutrido, frágil y pálido cuerpo permanecía recostado en el suelo, normal después de haber permanecido siglos encerrado; cuando sus párpados dejaron a la vista sus orbes oculares, Orochi no lo podía creer, realmente había regresado, ¿Una oportunidad más para limpiar el mundo de aquella "peste"? Podría ser… Pero pese a que sus ojos habían vuelto a ver, todo estaba oscuro, frío y solo… No conocía para nada ese lugar, pero daba igual dónde es que estuviera, él ya estaba vivo una vez más. Sin embargo, no todo era color de rosa, ya que al momento en el que sus orbes oculares se abrieron, el corazón de esta entidad volvió a latir, incluso en el ambiente se escuchó dicho latido, capaz de hacer regresar a la vida aquel momificado trozo de huesos y piel. Provocando que la sangre volviese a circular por la forma física de Orochi, ¿Qué efectos tendría? Básicamente lo que está pasando tendría múltiples efectos. El primero de ellos sería que la sangre haría activar las arterias y venas, provocando que estas se vuelvan a acoplar al tamaño original que tenían hace algunos siglos. El segundo efecto tratará en qué sus órganos vuelvan a entrar en función, agrandándose, recuperando su textura y con ello, sus funcionalidades. En en el caso de los pulmones, estos volverían a recoger oxígeno, oxígeno que se mezclará con la sangre, lo que trae consigo el tercer efecto; el cual se trata de que los músculos del cuerpo recuperarán su tamaño original, llenándose de sangre, y por lo tanto, sus huesos recuperaron el espacio que requieren para su óptima funcionalidad, trayendo consigo un dolor indescriptible que se haría presente en toda su forma física, dolor que sería más fácil de captar gracias a los sentidos extrasensoriales que posee esta entidad.

Dicho dolor emana desde su cavidad bucal en forma sonora, para ser más específico; en forma de gritos desgarradores, tanto que pudiesen hacer estremecer hasta al guerrero más valiente. Dichos gritos hacen eco en aquel desolado y frío lugar en el que se encuentra. ¿Cuál es ese lugar? Dicho lugar de trata de las Cavernas de la Isla Rokkenjima. ¿Cómo es que había llegado ahí? ¿Ahí estaba encerrado? Daba igual, ¡Ya no hay más encierro! El simple hecho de pensarlo hizo que entre el dolor y emoción, una tétrica sonrisa apareciera en las comisuras labiales del humanoide.
Aquellos gritos se transformaron en risas, primeramente era una risa de tonalidad baja, risa que se fue intensificando hasta ser carcajadas. Sus orbes oculares tomaron un color blanquecino, y su cabello recuperó su característico color albino… Así, con ayuda de su extremidad superior derecha, atrajo la energía vital de todo ser vivo que estuviera en el interior de las Cavernas. Para su sorpresa, era demasiada energía, y dicha energía de concentró en su plexo solar, en forma esférica. Esto provocó que al reunir la suficiente energía, fuese absorbida por su forma física, trayendo consigo múltiples quemaduras en el pecho, cuello, abdomen, antebrazos y bíceps. Formándose la marca del sol, pareciendo un tatuaje con un patrón de diseño muy característico. Su resurrección estaba completa, y por lo tanto, se levantó del suelo, caminando hacia la salida de aquel desolado lugar. Todo era oscuro, pero al fondo del camino se podía notar una luz de color ámbar, lo que lo llevó a suponer que era el exterior. Solo podía pensar en una cosa: erradicar de la faz de la tierra a la humanidad.

Finalmente salió de las Cavernas solo para encontrarse con un bosque muy verde y lleno de vida, la luz del sol golpeaba su blanca tez, el viento le acariciaba su desnudo torso, mientras que hacía ondear su pantalón de color blanco y el polvo quedaba impregnado en su pulido calzado.
Pese a tener una rabia indescriptible hacia la raza humana, sus pupilas no podían parar de admirar la belleza del paisaje en el que estaba. No había tenido la oportunidad de volver a admirar a su creadora de la misma manera en la que lo hace en esos momentos… Eso le producía mucha paz interior. Sabe su objetivo, pero… ¿Qué tendría de malo observar a Gaia por una vez más? ⛚ ❞…☫

- Aimée, cariño - el albino fijó su mirada en su prometida, observándola detenidamente con un atisbo de tristeza en sus ojos. Era evidente que algo no iba bien. A pesar de la cercanía y la pasión compartida, podía percibir en su amada un leve rechazo, como si en su mente resonaran recuerdos dolorosos.

No podía ser. Esto era inaudito. Ainchase sabía que ese profesor. Había sido alguien importante en la vida de Aimée, y aunque no lo admitiera abiertamente, aún latía en su corazón o en sus recuerdos.

- ¿Por qué no dejas el pasado atrás? -  asintió con la cabeza, una mezcla de amargura y resignación en su expresión. No podía evitar sentirse herido por esa sombra del pasado que parecía acechar su relación.

Sin embargo, en ese instante, su atención fue desviada por una sensación inquietante en el ambiente. Una energía maligna emanaba de las profundidades de la caverna, envolviendo el aire con su presencia ominosa. Concentrando la esencia de su poder, liberó una explosión de color celeste, alimentada por la energía conocida como "El", iluminando la cueva con su resplandor y anunciando su determinación de luchar contra las fuerzas del mal. En su corazón, Aimée siempre iba a ser prioridad.

Off: el tema debería cerrarse