Reunión en Yokohama (Kuki, Muzan, Geralt, Sosuke+ libre)

Imponente. Sereno. Con una mirada que desbordaba odio y rencor. Keller se encontraba en lo alto de una azotea, observando el horizonte de la ciudad mientras esperaba a los otros invitados de Ossor. La noche se extendía ante él, impregnada de una atmósfera cargada de tensión. Su presencia en aquel lugar era un claro indicio de que algo oscuro y siniestro se avecinaba.

Pero mientras pasaba el tiempo, Keller comenzaba a impacientarse. ¿Por qué tardaban tanto? Sus ojos amarillos, penetrantes como los de un depredador, recorrían el horizonte en busca de cualquier señal de actividad. Su piel blanca y venosa, contrastando con su cabello blanco y su chaqueta de cuero, parecían fusionarse con la noche misma. Sin embargo, su musculatura excesivamente desarrollada destacaba como una advertencia silenciosa para aquellos que se atrevieran a enfrentarlo.

— No deben tardar en llegar estos individuos —

Finalmente, en medio de su inquietud, los oídos de Keller captaron un sonido. Volteó rápidamente hacia el origen del ruido, preparado para enfrentar a cualquier intruso. Sus ojos amarillos fulguraron con una mezcla de expectación y ferocidad, mientras su mente despiadada calculaba las posibles amenazas que pudieran presentarse. Parece que habían llegado a tiempo las nuevas incorporaciones del Estado.

،ぬ Oculto y silencioso como las sombras el mayor se movia entre la oscuridad con tanta naturalidad como si fuera parte de la misma, sus pasos eran insonoros, su presencia era nula para cualquiera que estuviera cerca a menos que tu vieran una percepción superior y lograran persivir levemente el movimiento del mismo, este se dirigía con premura a una ubicación, ubicación que fue elegida como punto de reunión.

Para el no era tan importante pero para evitarse algun problema decidió ir al encuentro solo para al estar a pocos metros de llegar pisar accidetalmente en un gran descuido una placa metálica la cual hizo resonar su pisada lo cual este no quería en lo absoluto ya que le costaria volver a su estado sigiloso de nuevo, y al sentir una presencia agresiva no tuvo más remedio que salir con sus manos en alto para encontrarse con aquel que se suponia que estaria ahí

￣???? ࣪₊ - Calma... calma soy de ossor un invitado más...

،ぬ Enuncio en un intento de no llegar a tener que batallar con aquel sujeto desconocido para el pero que por la descripción que le dieron este era el indicado y con aquel que debia de encontrarse, este camino unos 2 metros antes de bajar la manos con tranquilidad y hacer una leve reverencia como respeto a aquel chico y pronunciar algunas palabras para que este se calmara

￣???? ࣪₊ - Soy Kibutsuji así que puedes dejar de estar más tranquilo, no quiero tener que batallar de forma innecesaria...

S̵o̵s̵u̵k̵e̵ A̵ı̵z̵e̵n̵
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Hueco mundo, el lugar perfecto de las sombras se alimentan de otras sombras llamados huecos para fortalecerse y avanzar en la jerarquía impuesta en dicho reino, el fuerte sobrevive y el débil es el alimento de las bestias.
Al parecer en algún lugar de el universo habría una convocatoria a la cual habría sido invitado por lo cual únicamente me tomaría la molestia para desenvainar mi zampakuto “Kyoka Suigetsu” e invuirla en reishi o presión espiritual dando un pequeño tajo hacia la parte frontal de mi posición creando una “Garganta” ¿Que es eso? se preguntaran la respuesta es (+V → -V) el cual establecí una conección entre dos diferentes fuerzas, la cual sería yo (+) el cual aplicaría reishi logrando crear y facilitar el transporte de mi propio campo eléctrico, así incrementando dicho campo aumentaría la estabilidad entre ambos mundos produciendo la suficiente radiación la cual donde se abriría aquella garganta sería en la reunión donde se encontraría muzan kibutsuji y otro individuo, a lo cual al abrirse aquella garganta comenzaría a dar dos pasos así atravesando de mundo a mundo en un solo paso, produciendo un campo magnético suficiente para excitar las moléculas ambientales, así creando una serie de relámpagos que surgirían desde mi acto de presencia observando a mis dos contrarios desde los cielos aproximadamente unos 100 mts de altura; Sin embargo al observar a aquellos entes simplemente enfundaria mi zampakuto para posteriormente aprovechar el campo electromagnético que envuelve mi cuerpo para desplazarme hacia mis contrarios a la velocidad del sonido, gracias a la defensa que habría efectuado la fricción no habría sido ningún problema, posteriormente mantendría mi presencia a 10 metros de ambos a lo cual simplemente recitaria algunas palabras.

Me presento soy sosuke Aizen, es un placer conocerlos. . .
A qué se debe está reunión tan peculiar, supongo que es algo importante para hacerme venir hasta este agradable lugar.

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                                    Meeting. ★彡░▒▓██•

☫…❝ ⛚ La noche era fría, oscura y cubierta de penumbras, noche que solo era alumbrada por la luna llena de color blanca. El sonido de los depredadores naturales, rondaban por los viejos, ásperos y putrefactos troncos de los árboles muertos… El grillar de los grillos, los graznidos de los cuervos y el aullar de los lobos, llegan a los oídos de este "mutante", ¿Pero quién es…? Se trata de Geralt de Rivia, un Brujo de apariencia humana. Físicamente lucía como un hombre de 30 años de edad, de un peso de 86 kilogramos y 1.86 metros de altura, de complexión delgada pero robusta debido a su musculatura, y aunque no es una musculatura muy pronunciada, es perceptible, su piel era blanquecina, con una frondosa barba… Sin embargo, lo que más llamaba la atención de este individuo, es su color de ojos, pues son de color ámbar con las pupilas similares a las de un felino. Los cuales, hacen contraste con su color de cabello, el cuál es blanco como la nieve, de ahí se debe su sobrenombre… "White Wolf".
Las pisadas de este humanoide hacían resaltar su presencia, ¿Por qué tendría que ser sigiloso en un lugar muerto? El barro del suelo se quedaba impregnado en la suela del calzado de este Brujo, haciendo sus pisadas más lentas. Esto evidentemente amerita a qué Geralt golpee su calzado contra algunas rocas que se cruzaban por el camino, quitando el exceso de barro de ellas. ¿Pero a dónde estaba yendo en total soledad…? Es difícil dar una respuesta, no conoce para nada el lugar, pero algo le indica que continúe caminando.

El tiempo pasaba y la luna parecía moverse de lugar, las nubes oscuras parecían opacar la luz de dicha luna, pero gracias a su visión, es capaz de observar claramente bajo la oscuridad, quizás en un 60% más en comparación a un humano. Sin embargo, esto no es suficiente, puesto que como si de arte de magia se tratase, la luna se apagó, dejando todo el panorama a expensas de la total oscuridad… ¿Qué había sucedido? ¿Por qué se apagó…? Entre el silencio y la incógnita, los sentidos del Brujo se activaron, sintiendo un olor similar a tierra y sangre. Seguidamente, el oído de este Brujo es tan agudo que de inmediato detectó ladridos… ¿LADRIDOS? ¿Perros? No… Lobos… Los orbes oculares de estos animales se contaban por decenas, fácilmente era una manada de 20 - 25 lobos. No sería un problema combatirlos, pero ¿Cuánto podrían pagar por unos lobos descuartizados?
Las miradas de los lobos poco a poco se acercaban hacia Geralt, estaba rodeado… Pero la atención se desvió hacia el cielo, en dónde aparecieron rayos y las nubes se hicieron vórtices, algo nuevo había aparecido, y probablemente con más valor… Esto llevó a qué los pulmones de este se llenasen con oxígeno, mismo que después salió expulsado por su cavidad bucal en forma de un silbido agudo, mismo que sonó por gran parte del bosque. Seguidamente un galopeo sonó en el ambiente el cual se dirigía hacia Geralt, se trataba de Roach, la yegua y fiel amiga de Geralt. Una yegua adulta de pelaje café, silla de montar en su espalda, y una cabellera castaña se dejaba ver a lo lejos, entre las sombras. Momento exacto en el que Geralt comenzó a correr hacia la dirección en dónde aquellos rayos caían, aparentando ser en una casa abandonada, ¿Por qué en ese lugar? Sin duda era alguien… O "algo".

↳•❝┊¡Vamos, Roach!┊❞•↲

Su áspera y gruesa voz se hizo presente, dicción que iba dirigida hacia la yegua que a esas instancias ya estaba delante de Geralt, justo para que este subiera a la silla de montar. Los lobos venían pisándole los talones, por lo cuál, de un salto y con el apoyo de sus manos en las caderas de Roach, Geralt subió a su yegua y comenzó a cabalgar a máxima velocidad, dejando atrás poco a poco a los lobos que estaban hambrientos de sangre. Mientras más se acercaba a aquella casa abandonada, este casi podía sentir el peso de las monedas en sus bolsillos. Era ambicioso con el dinero, claro está. Un Brujo tiene que sobrevivir, y para eso, se necesita dinero.
Cuando por fin llegó a la casa abandonada, se dió cuenta que más bien parecía una reunión… ¿Un hombre musculoso, otro hombre que parecía tener dinero a montones y otro hombre desechando rayos de su cuerpo…? Si se tratara de un tema serio, quizás habría dinero de por medio. Por lo tanto, Geralt bajó de su yegua la cuál se detuvo de golpe, dejando rastro de sus patas sobre la tierra.
La armadura de acero totalmente oscura estaba cubierta por una capa con capucha, pues solo dejaba ver la armadura del pecho, con un medallón de plata con forma de lobo, pantalón y calzado, que se trataba de unas botas. En sus espaldas se notaban un par de espadas cruzadas, una hecha de acero, y la otra de plata. Todo era muy extraño, pero no había paso atrás. Por lo tanto, Geralt entró a esa casa, subiendo un par de pisos hasta llegar a la azotea donde estaban aquellos individuos.
No decía nada, sus comisuras labiales frías como el hielo estaban cerradas, pero su mirada amenazadora se mantenía alerta, pues no los conocía. Quizás en cualquier momento todo se iría al demonio, un combate aparecería, no se sabe… Sea como sea, Geralt observaba a todos por igual, por debajo de esa capucha oscura, y sus orbes oculares ámbar irradian dicho color. Solo estaba a la espera de algún acto provocativo para desatar sus habilidades de Brujo. ⛚ ❞…☫

S̵o̵s̵u̵k̵e̵ A̵ı̵z̵e̵n̵
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Observando que quizá está sea la sede de villanos, llamaría mi atención aquel ente de orbes oculares ámbar, posteriormente observaria a mis demas compañeros los cuales tomaría como “Aliados” debido a que dicha reunión es única, quizá podríamos tener las mismas convicción, sin embargo mi plan sería algo más serio, sin embargo observaria a quel ente de tez blanquecina orbes oculares rojizas cuál sangre se tratara, así que dirigiría algunas palabras: - ¿Quien eres tú y que se supone que eres? Cuáles son tus conversaciones, que necesitas y que podrías disponer para todos nosotros. . .

Diría con un tono calmado y sereno, Posteriormente observaria a mi contrario de vestimenta obscura, notando una soberbia más allá de mi interés, sin embargo por otro lado comenzaría a localizar alguna señal de energía, magia o cualquier especie de poder.

-Los demás cuéntenme que es lo que hacemos aquí y quién nos invoco ¿Cuál es la finalidad?

Que dilema con el que me he enfrentado ¿una combinatoria? ¿reunión? Aghh. . . Odioso, odio solo la podrida idea de "convivir" con otros seres, sea quien sea, una vela magnífica la que me esperaba en eterna soledad, acuñando entre sus brazos fríos y agradables para mi deleite, ojos felinos en color violeta brillantes como el amanecer, pero su mirada destila disgusto y aburrimiento ante ese acontecimiento.

Su paradero era junto a los negros caminas de la cuidad a unos treinta cinco metros del lugar de destina. Sin embargo, no tenía prisa y si llegaba tarde mucho mejor, menos tiempo para "convivir", sus pasos no eran tan veloces y tampoco tan pausados, además la luna llena robaba la atención de esos luceros morados, ese lugar le era inevitable perder su atención ante la majestuosidad de nuestros satélites, por lo tanto tomaría algunos atajos donde ni las ratas tienen valor de deambular, además la harían perder un poco más de tiempo. Su vestimenta en short y top no cambian, sin embargo sus medias iban por debajo de la rótula y sus sandalias eran de tacón, por lo tanto en esos desolados pasillos sus pasos retumban en un eco ensordecedor, imponente y legible. . .



Era extraño que no se topará con los parásitos de la sociedad, habitualmente  son aquellos que se esconden entre las sombras para robar, hurtar y saquear, en fin. Era una noche "buena" ¿o no?. Queda claro que en un parpadeo frente al lugar se encontró, un rostro de desagrado era notorio bajo su máscara, sus iris rodaron por la esclerótica.
Ambas manos corrieron al inicio de sus botas y consigo sacar dos dagas, además el edificio parecía que fueran apartamentos debido a pequeños espacios como balcones, un poco más allá se dio cuenta de la existencia de una escalera de emergencia a unos 20 metros a nivel de suelo, por lo tanto sus pies se mantuvieron firmes durante unos segundos y sus piernas comenzaron a ponerse en cuclillas, tomando impulso para así despegar sus plantas del suelo, sus dagas se clavaron en la pared de ladrillo con cautela ascendería hasta el primer balcón, así sucesivamente en dirección a la escalera de emergencia. Aburrido es, usar la forma tradicional, subir escalón por escalón. Como segundo acto, guardó sus dagas en el lugar inicial, dejando sus manos libres para escalar por dicho lugar. . .

Llegando a la copa del edificio, se dio cuenta de algo, el lugar. . .
Estaba vacío, ¿muy tarde llegó tal vez? . . . Pero, podía sentir la presencia de mis contrarios, podía escuchar sus respiración como si soplaran a mi oído, al igual esa voz grave de "masculinidad". Su cabeza, dorso y progresivamente sus pies giraron hacia atrás y pudo visualizar cuatro entes más. Como siguiente acto tomó una bocanada de aire a su vez, sus párpados caían como teléfonos y consigo exhalar a presión por su boca, por lo cual sus párpados abrirán al son de este acto.

De su cuerpo comenzaron a brotar rayos morados como si de una nube de tormenta se tratase. Su distancia actual era equivalente a unos diez metros a la orilla del edificio y entre edificios es equivalente a veinticinco metros según las normativas. Casualidades de la vida una cuerda descansaba en el suelo esta era parecida a las utilizadas por los trabajadores.
La punta de su pie izquierdo se movió en un vaivén agarrando la firma en el suelo, ¡¡Wush!!, sus pies comenzaron a correr, distancia por recorrer quince metros, tiempo del recorrido cuatro segundos, equivale a tres punto setenta y cinco en velocidad, ese tiempo su mano derecha se enrollaba parte de cuerda. Esa velocidad le ayudaría a recorrer la mitad del espacio entre los edificios, por lo cual llegaría al punto cero, donde la constante cambiaría su dirección de longitud a caída libre, longitud de la cuerda trece metros un gancho de hierro se alojaba en la punta contraria, por lo cual proporciona una mejor sujeción, raramente los bordes de las azoteas tienen hierros a su alrededor conectados a algunos adornos de cemento. Por lo tanto esta jovencita lanzó aquella cuerda acunando al anzuelo en los tubos previamente descritos. Ambas manos sujetan el extremo contrario, cuando esté se encuentre con su punto de tensión eliminado la constante reiniciando una nueva velocidad de elevación, w equivalente a ciento cinco gramos, F equivalente a la fuerza ejercida por las manos el cual sería el doble de su peso. Por lo tanto la fuerza del rebote ayudaría a acortar la distancia faltante. Sus manos lentamente irán soltando la cuerda, dejando sus manos libres y su cuerpo moviéndose en el aire. Su espalda se iría arqueado hacia dando un giro hacia delante cayendo con sus puntas de sus pies en el suelo de la azotea, su pierna derecha paulatinamente dependería a tierra adoptando una postura de "caballero", su mano derecha también reposará en el suelo, en cambio su ajena se encuentra suspendida en el aire. Su mirada contempla el suelo por breves instantes hasta dejarse caer.

Como último acto estos se abrirán como flores en la primavera, endebles a la seriedad del caso, los rayos púrpuras desvanecieron con el tiempo y su rostro insustancial al entorno se demuestra . .  .