¿Acaso los legacianos crecen en los árboles? (Tyki)

Eran cerca de las dos de la tarde de un agradable sábado. El sol brillaba intensamente, las aves deleitaban con su canto a todo oído que alcanzare a percibirlas, el fresco aire revoloteaba en el ambiente con la gracia de un cisne, y la brisa que producía la cascada al caer dotaba al suave viento de una frescura sublime. Era casi como ser acariciado por el río mismo que en el mismo escenario circundaba.

Una chica de cabellos azulados y ropas del mismo tono se encontraba sentada a la orilla. O al menos esa apariencia es la que daba a la vista, pues poco podría imaginar ser vivo alguno que se tratara de un slime en realidad. Aquel rey demonio de fémina apariencia y autoproclamada masculina mentalidad se encontraba pescando a la orilla del río. Al lado suyo había un canasto con unos seis o siete peces, todos de buen tamaño a decir verdad.

Se le notaba contento. No era de extrañarse, pues esta era la mejor época del año para pescar y sin duda había buenos resultados. Basta con decir que el slime llevaba tan solo dos horas pescando y hasta ahora había capturado sin problemas toda presa que le resultaba atractiva. Pero claro, cualquiera podría hacerlo de esa forma teniendo la misma ventaja de aquel.

- ¿Hay algo bueno? -

( Respuesta: Se aproxima una trucha con un tamaño de cincuenta centímetros y un peso de seis kilogramos )

- Perfecto -

"Habilidad Única: Gran Sabio" pareciera ser solamente una voz que resuena en la cabeza de nuestro slime, pero es mucho más que eso. Aquella consciencia era capaz no sólo de analizar al objetivo con solo verlo, sino de generar estrategias en favor del usuario. Si bien se supone que sea una habilidad de combate, la verdad es que el slime darle usos mucho más cotidianos. Vaya fiasco de rey demonio, ¿no?

- Tres... Dos... Uno... ¡Ya! -

La loli arrojó el anzuelo, con la precisión de una deidad, directo a la boca del pez y tiró de él con fuerza. Como resultado, la criatura de medio metro voló por los aires, como si hubiera pegado un salto, y cayó directamente al cesto con el resto de las presas. Comenzó a saltar con desesperación al verse fuera del agua, aunque poco tiempo pasó antes de que su agonía terminara y su cuerpo inerte quedara tendido junto a los de sus semejantes.

- ¡Yes! ¡Una victoria más! Esto de verdad es divertido jeje ~ -

Rimuru alzó las manos al aire en señal de triunfo mientras gritaba con emoción. Por supuesto que normalmente no actuaba así, pero al tener la idea de estar en completa soledad, se tomaba la libertad de no tener que actuar como un arrogante demonio frente a todos. Estaba de tan buen ánimo que sus infantiles actitudes salian a flote con facilidad. Sin embargo ¿Realmente estaba solo?