Presagio (Nilou, libre)

En la penumbra de la noche, la pequeña albina flotante, Paimon, tocó varias veces la puerta de Nilou. Sus golpes resonaban como susurros angustiados en el silencio de la morada. Cuando se abrió la puerta, se encontró con el espectro tembloroso de Paimon, sus ojos reflejando el terror de mil sombras.

— ¡Nilou, Nilou! No sabes lo que lo pasó. ¡Pasó una masacre hace días! ¡Este lugar no es seguro para ti!

Sin decir palabra, Paimon se aferró al rostro con movimientos parecían un juego o una película de comedia. Era una escena cómica con ella actuando como un bebé y con palabras a todo pulmón.

— ¡En la cena de Furina apareció un muerto! Hay algo muy malo que te siguió desde Teyvat. Ese malo es responsable de la muerte de ese alumno de Legacy. ¡Además, tú sabes quién es el que te persigue!

Con manos trémulas, trazó en la puerta un símbolo desconocido, un sigilo ancestral impregnado de magia antigua. El trazo se deslizaba sobre la madera como una promesa oscura, un pacto sellado en la penumbra de lo desconocido.

— ¿Cuál es el salmo 116 versículo 17?

Estaba relatando Paimon como si ella misma hubiera presenciado los hechos. Tomó la Biblia y la puso contra su pecho, luego cerró la puerta. Estaba tratando de proteger a Nilou de algo, ¿Pero de qué? Quizá Nilou debería salir de su habitación y preguntar a otra persona.

El dulce aroma del postre que tenía en frente suyo inundaba en la habitación, la pelirroja miraba con atención cada detalle del pastelito que aún estaba en su porción completa, no pudiendo degustar al escuchar la puerta sonar más de una vez con mucha prisa. Nilou, preocupada por lo que su pequeña amiga albina tenía para decir, se apresuró en recibirla.

—Pequeña Paimon, respira, parece que-

En su intento de ayudar a su amiga albina se dió con la noticia que desconocía, bastante sorprendida por la magnitud de ello su apetito por el postre desapareció por completo. Volvió a mirar a Paimon buscando las palabras correctas, sentía que estaba perdiéndose de algo con lo que ella dijo, es que acaso ¿es su culpa?, esa idea recorrió su mente confundida por la impactante noticia.

—Paimon, ¿por qué dices que algo me siguió? Yo... No recuerdo mucho de lo que pasó antes de llegar aquí.

Desconcertada y perdida con esta información, observó sin entender nada de la situación, Paimon parecía saber más de lo que ella misma sabía. Nilou tuvo un pequeño accidente -quizás no tan pequeño- pero algo sucedió que hizo que olvidará muchos recuerdos propios, a excepción de su nombre. No sabe lo que sucedió antes de llegar a Legacy, solo sabe que debe ayudar en lo que pueda.

—¿Qué?... Paimon no estoy entendiendo lo que quieres decir.

En su rostro estaba plasmada la confusión, la noticia, las palabras sobre algo persiguiéndola, el que ella sabe quién es el culpable del crimen, ¿de que se está perdiendo? ¿Por qué la pequeña albina le pregunta por un texto bíblico después de trazar un símbolo en la puerta?
Las acciones de Paimon no hicieron más que confundirla, su cabeza comenzó a doler como si intentará recordar algo que se perdió entre las sombras.

—Muchas gracias por la ayuda Paimon, de momento no me siento muy bien, iré a tomar un poco de aire fresco y buscaré algunas medicinas en el camino.

Detuvo a la albina, forzando una sonrisa para asegurarle que estaría bien y no había ningún problema, abrió la puerta después de dar un vistazo y no encontrar nada extraño, sus preocupaciones se redujeron, necesitaba alejarse un poco de esto y relajar su mente para pensar con claridad en lo que Paimon dijo. Consideraba muy agradable a la albina y sabía que estaba preocupada por ella, no entendía el porque. Nilou pensaría en las palabras que ella pronunció, y también comprender las acciones, ya que, sintió familiaridad con el sigilo y por supuesto, sabía cuál era el salmo 116 versículo 17... Incluso si ella no recuerda haber leído la biblia.

—«Te ofreceré sacrificio de acción de gracias, e invocaré el nombre del señor».

Estaba en una investigación algo peculiar ya que el mismo caso se le hace extraño pues por eso decidió salir por su cuenta manteniendo la guardia baja ante todo, el caso del cadáver en la misma presencia de la señorita Furina es algo que se maneja en mente de varios estudiantes, pero no todos pueden o tiene la oportunidad de "Investigar por su cuenta" al ser algo peligroso y acaben de la misma manera.

Hace varios días se centro en buscar en una de las habitaciones más relacionadas, aquella misma donde pasó el suceso anterior, ¿Que hace el en aquel lugar?, no hay respuestas. —mmmhp...

Sus orbes dorados analizaron la mesa, aún estaba algo fresca la sangre, ¿Como?, fue ya hace unos días. Levantó la mirada ante la pequeña gota que cayó en su cabeza, era fría y la humedad se esparció rápido, un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

Tomo algo de aire volteando la cabeza rápidamente, nada, suspiró algo aliviado pero salto extraspirando al escuchar los gritos de alguien. Pero que escándalo, solo eran como dos voces hablando a lo lejos, una chillona y alterada.

Lo primero que hizo fue salir de la habitación antes de que alguien pudiera darme cuenta de su presencia, al estar más cerca de aquella bulliciosa, acercó la cabeza a la puerta para poder entender mejor aquella conversación.

Era interesante su manera de sacar información, se podría llamar espiar a hurtadillas, cualquiera que pasará a esa hora pensará diferente, era indiscreto y eso no lo caracterizaba, pero la voz chillona de Paimon tiene algo de información que podria servirle de ayuda, hasta lo más mínimo podria llevarlo a el centro de todo.

En el instante en que Nilou entona uno de los salmos, el espejo que adorna el recinto interior de su habitación cobra vida, irradiando una luminosidad que emula la radiante presencia del sol.

— Ahora estamos bajo protección mágica.

No obstante, en medio de la atmósfera impregnada de misterio, Paimon percibe la sutil presencia de otra alma al acecho fuera de la habitación de la pelirroja. Sin vacilar, se lanza hacia la puerta con una determinación palpable y la abre de par en par, revelando la figura de Xiao, quien aguardaba en el umbral con una expresión enigmática en sus ojos.

— Oye, tú. Ven acá también. Es peligroso estar ahí en el pasillo mientras tenemos que ver lo sucedido en la cena.

Con un gesto decidido, Nilou toma el brazo de Xiao y lo arrastra hacia el interior, posicionándolo junto a ella frente al resplandeciente espejo que parece ser el epicentro de la intriga.

El espejo, testigo silencioso de los acontecimientos, comienza a vibrar con una energía desconocida, revelando a través de su reflejo una escena surrealista: la imagen de Furina, rodeada de sus alumnos, se materializa ante sus ojos como un cuadro vivo en movimiento. Entre los presentes se distinguen figuras conocidas, como Navia, la jefa de los guardianes; Scaramouche, el vagabundo; Rin Tohsaka, la maga; y Kyoto Fox, la enigmática recién llegada cuya presencia añade un matiz de intriga al conjunto. Todos sentados en una cena.

— Pongan atención. Miren, miren. Nadie mata a nadie. Alguien pone a propósito ese cuerpo en la gran mesa. Pero no sabemos quién fue. Creo que fue alguien de Teyvat, al igual que nosotros tres.

De repente, las luces se desvanecen en la escena que se dibujaba en el espejo. En la cena de Furina apareció un cadáver sobre la mesa. Un escalofrío recorre la espalda de Paimon y se esconde tras la cabeza de la muchacha de Sumeru.

Cuando estaba por retirarse fue deslumbrada por el brillo que emergió del sigilo dibujado. Con las palabras que dijo la pequeña Paimon llegó a entender un poco más lo que estaba pasando. Había recitado el salmo por casi inercia, no era consciente de haberlo leído antes y aún así pudo decirlo correctamente.

—Barrera mágica.

Susurró mirando entre su amiga albina y el espejo, bastante concentrada en estos, hasta que apareció alguien más. Estaba en la puerta de su habitación, de pie sin decir ninguna palabra, cuando sus miradas se encontraron, Nilou trato de recordar donde lo había visto antes, quizás no hubo un encuentro previo entre ambos y solo lo confundió por la expresión, tal vez le recordaba a alguien más.

—Tú eres...

Realmente sentía que sabía quién era él, al menos su nombre, mas su oportunidad de preguntar al respecto se vió interrumpida por el espejo que comenzó a mostrar la imagen del escenario en el que no había participado. Todo estaba pasando muy rápido, aún había confusión en sus pensamientos que no se dió cuenta que el invitado no invitado estaba "espiando" antes de entrar a la habitación de la pelirroja.

La cena que fue organizada por Furina podía verla, con sus propios ojos observó como los participantes estaban en sus asuntos, como dijo Paimon: ninguno de los que estaban presentes pudo ser el asesino. El misterio sobre el cuerpo no identificado era un problema que parecía solo tener teorías y no una resolución clara. Si fuera cierto que alguien de Teyvat lo hizo ¿Por qué?
Algo hizo click al pensar de nuevo en lo último, los tres vienen del mismo lugar, los tres son del mismo mundo. Se acercó un poco al huésped inesperado en su habitación, soltando un pequeño comentario:

—Entonces nosotros somos de Teyvat.

Observó con cierta esperanza a Xiao, al menos tenía la certeza de que conoció a alguien que también venía del mismo mundo que ella, el cual había olvidado casi por completo. Aún tenía vestigios de su pasado oculto por una niebla oscura, sus recuerdos estaban enterrados y en raras ocasiones aparecerían, a veces con personas que quizás conoció en Teyvat o el deja vu por situaciones que probablemente pasaron antes, no puede estar segura de ello; sin embargo, cree que podrá recordar el pasado que olvidó.

—Mi nombre es Nilou, ¿puedo preguntar por el suyo?

La pelirroja se presentó mientras recorría el cuarto y añadió:

—Generalmente no recibo visitas en mi habitación, pero, al ser enfermera suelen pedirme algún tipo de ayuda ¿Necesita algo de mi? O...

Desvió su mirada un momento hacia el espejo, los tres vieron en el lo que pasó en aquella cena y podría despertar preguntas que de momento no sabría como responder.

—¿Esta aquí por casualidad?, lamento esto, tampoco sé mucho de lo que ha pasado en la cena de la señorita Furina.