Recuerdos de un abandono (Yae, Raiden + libre)

Era tarde. Una neblina densa cubría esa parte de la ciudad y un firmamento oscuro como el carbón se cernía tanto sobre Yae como Jellal. Caminaban al compás mientras unas pequeñas partículas de agua descendían golpeando sus pieles.

— Ah, aquí fue... — suspiró de forma pesada y sus pasos se iban desacelerando. En su corazón se asomó ese tenebroso dolor. Raiden y él estaban combatiendo contra un monstruo. La lucha fue terrible, y el peliazul salió malherido. Entonces, justo cuando parecía que la de cabellos púrpuras iba a rescatarlo, pega media vuelta y lo deja atrás. Simplemente sale del campo y abandona a Jellal a su suerte.

Consternado, llevó las manos a su cara. — Estoy creyendo que Raiden pertenece al Estado de Ossor. Eso es muy grave y significa que tendremos que luchar contra ella, — comentó inflando su pecho. Miró hacia todos lados y se apoyó sobre la baranda del puente, expectante ante lo que Yae iba a decir.