Nuevos lazos (Eterna Lealtad) (Shinoa Hiragi)

**La chica de cabellos morados divagaba en sus pensamientos, recordaba aquellos tiempos en que pasaba con sus compañeros de escuadrón, estar en el Ejército Demoníaco Japonés le había enseñado a sobrevicir. Pero esta vez estaba en un lugar distinto y estaba sola, ya no están sus viejos camaradas que la conocían y respaldaban, ahora era su deber sobrevivir y salvar a otros de ser necesario**

Aquella tarde era cálida, el suave frescor de la brisa acariciaba su rostro y jugaba con sus cabellos. Sus vestuarios podrían confundirse con un uniforme de alguna de las escuelas secundarias de la zona, aún no se afectaba a la vida en su nueva academia, así que acostumbraba a dar aquellos paseos y conocer la ciudad, eso hacia desde su llegada. Había aprendido que para que un soldado tuviera ventaja sobre el enemigo debía conocer el terreno donde habita, y, aunque esté no fuere el caso, tomaría aquella enseñanza del capitán Giren y la pondría en práctica para conocer su nuevo lugar de residencia**

~ Tal vez más adelante necesitaré de esta información para orientarme ~

**Decía susurrante mientras aún pensaba en aquellos hombres y mujeres que se habían convertido en sus camaradas, en sus aliados, y, aunque los extrañaba, sabía que ellos también conocerían nuevos rumbos y que más adelante se encontrarían para compartir sus experiencias.

Sus vestiduras, las del Ejército Demoníaco Japonés, constaban de falda, chaqueta, botas y capa de tonos negros y verdes los cuales eran los colores que representaban al ejército, esa vez no portaba su gorra que contaba en el conjunto por el simple hecho de que no le gustaba portuaria además que solo la usuaria para eventos especiales; en su lugar su cabello estaba recogido con un lazo que formaba su coleta el cual terminaba formando un moño haciendo que calles su cabello rizado hacia atrás, tocando suavemente la espalda de la joven soldado.

Llegar a la nueva academia era como comenzar de nuevo en un mundo lejos de los suyos, salir de su zona de confort le era un reto pero sabía que debía superarlo, conocer personajes nuevas y quizás hacer nuevos amigos aunque esto lo diría el tiempo**

- Guren tenía razón deberé aprender a confiar en las personas –

**Siguo mirando aquel lugar donde había llegado, había conocido lugares de su nuevo “hogar” y este es uno de los que más le gustaba, su valles limpias, sus personas que habían mostrado gentileza a una desconocida, tal vez en algún momento terminaría por adaptarse.

Mienteas pensaba e imaginaba como seria su estadía en el nuevo lugar fue sorprendida por una voz femenina, lo cual demostrar al mover su cabeza al lado de donde provenía aquella voz. Escucho y vio a aquella chica poniendo atención a sus palabras **

- Así que estás perdida –

**La miro yrapuxame se te dio cue ya de que sus rasgos faciales no pertenecían a las personas de estos territorios, así que pensó que era un extranjero que llegaba a conocer nuevas tierras, uno de los tantos tiritas que llegan a Japón embelesados por la cultura oriental y por la publicidad que habían en otros territorios del mundo**

- Y vas para el Parque Sankei… -

**Puso su mano en el mentón tratando de pensar en los lugares que había conocido, aquel nombre le sonaba y sabía que estaba cerca del punto actual más intentaba recordar la dirección a seguir y así orientar de manera correcta a la joven turista**

- Realmente el Parque Senkai está a unas pocas cuadras de aquí, si quieres puedo enseñarte el camino –

**Exclamó mientras con suano diestra señaló la dirección a tomar para iniciar el recorrido, para luego de unos minutos dirigir esa misma mano a su frente en post de saludar a la ajena con un leve estrecho de manos**

- ¡Mucho gusto!! Soy Hiragi Shinoa, un placer en conocerla señorita –

**En la cultura oriental es de buena educación presentarse primero diciendo su apellido y luego el nombre, los japoneses son estrictos en cuanto a cómo se dirigen a otras personas y esto había Sido bien recalcado en la familia Hiragi**

**Estrecho la mano con su ajena en gesto de miro saludo para luego de unos minutos soltarla de manera suave mientras terminaba de escuchar las palabras de aquella chica**

- Es un gusto conocerla Silene-chan. Espero algún día conocer tu país. Debe ser difícil haber venido desde tan lejos. Ven, ¡Vamos! –

**comenzó a caminar con su ajena tomando dirección hacia el oeste, dio vuelta a la derecha para salir de la locación actual y come Zar su recorrido al lugar de destino de la joven**

- Veo que te entretienes fácilmente… entonces te gustará ese lugar ya que es famoso por sus árboles de cerezo –

**Exclamo mientras esbozaba una pequeña sonrisa, mientras seguía caminando por las aceras de la ciudad **

El Parque Senkai es muy concurrido, y más los fines de semana ya que es uno de los pocos lugares de ambiente natural en esta ciudad por lo que me han dicho. Muchos aprovechan venir para darse un respiro de sus actividades cotidianas. ¡Ya verás el lugar es hermoso!!

**Sus últimas palabras estaban llenas de emoción mientras daba un giro completo mientras caminabahacia aquel lugar**

- ¿Sabes? Es hermo…. –

**Sus palabras fueron. Interrumpidas por lo que sería un gran golpe, de algún lugar había resurgido aquel ser extraño. Las personas al ver tan magna criatura empezaron a correr para huir de ella, los que caían al suelo eran pisoteados y golpeados por la desesperación de las personas lo cual hizo que por un momento detuviera mis pasos yanalizara la situación, observé al cielo y ví a aquella criatura**

- Pero que… viene de… -

**Fue su asombro al reconocer aquella bestia, ya había visto similares y había combatido contra ellas. Aquella, en el lugar de donde provenía, se les conoce como los Jinetes del Apocalipsis, criaturas sin razonamiento que solo venían para destruir este mundo. Aquella, la que estaba ante sus ojos, era de aproximación madame te 8m de altos era blanca con facciones negras y lo que podría decirse que es su rostro tenía gran cantidad de dientes puntiagudos.**

- (Acaso, ¿Hay algún vpiro en este lugar? –

**Fueron aquellos pensamientos los que le llevaron a pensar que para este lugar sería el inicio del infierno, que apareciera uno de los jinetes del apocalipsis solo quería decir una cosa, la ciudad y tal vez el mundo estarían llegando a su final.**

- SILENE-CHAN HUYA LO MAS LEJOS QUE PUEDA, REFUGIESE, OCULTESE, QUE NO TE VEA!! –


**Gritó para que su compañera la oyera ya que era demasiada los gritos de las personas. Luego de decir aquello comenzó a correr en dirección donde se encontraba la gigantesca criatura. Saco aquel artefacto de su bolsillo diestra, el cual era similar a una llave que al girarlo se convertiría en una gran guadaña, está era su arma demoníaca con la que había destruido a varios de aquellos en su lugar de origen. Aquella arma Denia 1.80cm de largo una hoja curva de al menos unos 25cm de ancho y de gran filo capaz de cortar a quella criatura de un solo tajo. Aquella arma la había conseguido al hacer un acto central n un demonio, shikama Doji su nombre, el cual había prestado su oder y su fuerza a la pequeña humana para combatir a los vampiros y a aquellas criaturas que provocaban el fin delundo**

**Frenó en seco al estar a una distancia prudente de aquella criatura, sostuvo su guadaña firmemente para cuando había escuchado a aquella joven. Le sorprendió bastante que no huyera se no que la siguiera pero más aún fue su sorpresa al ver aquella armadura dorada que había cubierto el cuerpo de aquella dama, escuchó cada una de sus palabras así que su me se te puso en acción y ya había pensado el lugar en cuál llevar a la bestia.

No entendía el por qué de su petición, pero tal vez pensó que era lo mejor para evitar el mayor número de muertes posibles así que le satisfacía la idea de la joven greca**

- Bien! Entonces iremos a las afueras. No se qué pretendas pero es mejor atraparlo y luego cortarlo y así eliminarlo, está bestia morirá al contacto con mi guadaña –

**Dijo aquello con gran determinación y comenzó su carrera hacia las afueras, se encargó de que el jinete la vieran para eso hizo un corte en una de las extremidades del monstruo para que esté la siguiera. Aún no se había percatado de la existencia de aquellas flores amarillas de aspecto extraño cerca del ser apocalíptico.

La criatura efectivamente después de lanzar su guadaña y cortarle, más no amputarle, una de sus piernas la siguió en la dirección escogida por shinoa. Al ser una criatura tan grande y ver que habían varios vehículos abandonados por la gente que había preferido huir, tomó uno de aquellos, más exactamente una motocicleta y arrancó con esta para hacer más difícil que la bestia la alcanzara. Su guadaña había vuelto a su estado anterior para guardarla en el bolsillo nuevamente y así la chica de cabellos morados pudiera conducir el vehículo de dos ruedas.

Luego de andar al menos unos 30 min en motocicleta, la joven había llegado a las afueras de la ciudad. Un lugar poco poblado y boscoso, llevo de innumerables árboles grandes y frondosos**

- (Espero Silene-chan me haya podido seguir el paso. Aún no he visto a ningún vampiro más sin embargo deberé estar alerta) –

**La criatura entro en el bosque destrozando los árboles en ese instante Shinoa abandona el vehículo y vuelve a invocar su arma demoníaca**

Una vez que Shinoa se lleva a la extraña y horrenda criatura lejos de la ciudad y la aleja de la gente, Silene se apresura para poder seguirle el paso. Al llegar al bosque, se asegura de acercarse lo más posible a un sauce y otros árboles de ramas largas para usarlas para pronto dirigirlas al extraño ente y dejarlo en las manos de Shinoa, quien señala que su arma sirve para acabar con esta.
Las ramas reaccionan a su llamado y aseguran las extremidades, torso y cuello de aquel ente de apariencia demoniaca y amenazante. Al logarlo, oye tras de si una desagradable risita que reconocería en cualquier lugar.

-Sabia que se trataba de ti, hija de Eris… No permitiré que tu y tus esbirros vuelvan a acercársele… -

La nombrada deja escapar una molesta risa antes de que la greca la amarre con una enredadera de rosas blancas.

-Un paso en falso y ni tu lazo con las plantas podrá ayudarte, Ate. Lárgate ahora mismo hacia donde esté tu odiosa deidad… -

Advierte, ante la mirada impávida y divertida de la otra, que se mantiene con una sonrisita orgullosa y llena de burla en los labios. La mujer, llamada Ate, tiene cabellos azulinos, piel palida, ojos carmesí y sus labios están pintados de un intenso color escarlata.

**Aquella joven de armadura sorprendentemente había usado aquellas ramas para atrapar a la criatura mientras una sonrisa malévola se escuchaba tras esta. La criatura trataba de sacarse de aquellos amarres, pero la habilidad de la joven parecía inminente. Sin Perder tiempo, corrió hacia la criatura y con diestros movimientos de su guadaña, crea múltiples cortés en la bestia para luego culminar con una estocada en su cabeza y así matarla.

La bestia quedaría descgonzada en aquellas ramas por unos instantes para luego desaparecer desvaneciéndose en los aires. Enseguida la Loli de cabellos violetas se dirige en dirección hacia la joven de cabellos azules, y sosteniendo su hoz con fuerza lleva la cuchilla muy cerca de su cuello mientras aquella, gracias a ok tamaño de la hoz, logra conservar distancia entre ambas”*

- ¿Quién eres? Pues de seguro no eres un vampiro –

**Musito de manera fría mientras se dirigía a la chica de cabellos azules**

- ¿Cómo es posible que un Jinete del Apocalipsis le obedezca? Habla antes de que te aniquile por completo –

**Dije esto para luego mirar a su compañera **

- Acaso tú la conoces? -