La venida de... ¿Quien?

El mar, Un lugar que de caracteriza por su belleza y por ser inmenso. algunos llamarían ese lugar como un bello paisaje donde puedes declarar tus sentimientos a la persona que quieres, para otros simplemente sería un lugar donde ahogar las penas o incluso un lugar para divertirse. Sin embargo, eso no es todo, el bello mar azul siempre está acompañado de un hermoso e inmenso cielo. ya sea de noche o de día el paisaje de estos dos cuerpos es inigualable casi como un lugar que solo existiría en los cuentos de hadas.

El viento corría de forma amigable, el cielo estaba ligeramente despejado con solo la presencia de algunas nubes por el lugar con el sol en su punto más alto indicando las doce del medio día. Por otro lado el mar estaba siendo amigable ahora con las aguas cristalinas casi estáticas de no ser por pequeñas olas que llegaban a la orilla haciendo un hermoso sonido al chocar con la arena. Para abreviar, el día era perfecto para dar una caminata por la playa y eso fue lo que pensó el estudiante de preparatoria que ahora estaba caminando a lado de una hermosa chica que parecía ser de su edad.

El estudiante de preparatoria que llevaba por nombre Itsuka Shidou llevaba puesto una ropa que no iba con la ocasión pero que el disfrutaba mucho llevar. Una camisa de color morado regio y un saco azul adornaba su tronco. De pantalones llevaba unos de vestir color negro con unos zapatos del mismo color dandole un aspecto ya mayor y de elegancia.

Mientras la caminata seguía su curso Shidou decidió hablar sobre un tema en específico con ella, así que sin apartar su mirada del mar levantó los lados de su boca para sonreír mientras hablaba con un tono lleno de paz y gentileza.

— Por cierto Miku, está no es la primera vez que debes ver un sitio como éste... ¿no es así?... Este es un paisaje muy bello. —

Aunque no la estaba mirando el podía sentir que ella tenía la misma mirada e incluso pensaba lo mismo, después de todo ¿Habría alguien que no disfrutará de esto? Quizá sí, pero la chica con la que estaba no era de ese tipo de personas así que solo podía esperar una respuesta positiva de su parte mientras lentamente giraba su cabeza hacia ella para poder verla.

El día era muy agradable a lo usual, fuera de inmensas colas de personas al igual que de periodistas agobiendola, tan solo pensar en eso, una sensación de disgusto cambio la expresión de su rostro, para poco después soltar un profundo suspiro. Vestido blanco con un lazo amarillo adornado alrededor de su cintura, unas lindas y cómodas sandalias y el cabello suelto como de costumbre, era tal la imagen de Izayoi Miku, fijando su mirada hacia quién estaba a su lado hizo una pequeña sonrisa, escuchando sus palabras para luego ver su rostro que ahora la miraba a ella.

—Darling... —

Fue el nombre que salió de su boca, rapidamente hizo un gesto alegre asintiendo con la cabeza en respuesta.

—Eh viajado a muchos lugares, pero este lugar es mucho más lindo y más si estas tú, darling~ —

Con una gran sonrisa, se abalanzó a tomar el brazo del chico, siguiendo su paso continúo caminando junto a él mientras observaban el bello paisaje; el mar y el cielo, una maravilla de la naturaleza que para muchos individuos les podría causar nostalgia, alegria y entre otros sentimientos encontrados.

Tras oír su respuesta la sonrisa de su rostro se hizo un poco más abierta a la vez que cerraba ambos ojos con alegría dando una expresión de ternura. Realmente no esperaba una respuesta asi pero podía estar tranquilo... O eso parece.

Mientras mantenía los nervios que sentía ahora disfrazados con una amigable sonrisa comenzó a rascar su mejilla de una manera lenta mientras podía notarse el ceño ligeramente fruncido en su rostro, al igual que algunas pequeñas gotas de sudor... Sin embargo eso no tardo en cambiar ya que ella de manera inesperada lo tomo del brazo provocando que Shidou diera un pequeño salto y abriera mucho los ojos casi haciendo una escena cómica mientras comenzaba a seguirle el ritmo caminando a su lado mientras hablaba de una manera peculiar.

— Jeje... Me alegra oír eso. A mí tambien me gusta pasar tiempo junto a Miku. —

Mientras decía eso se iban alejando del lugar donde se detuvieron por un instante dejando las marcas de sus pisadas en la arena detrás de ellos.

El tiempo ya había pasado y el sol estaba casi por ocultarse en el horizonte como si se estuviera sumergiendo en el mar dandole un hermoso color naranja al igual que al cielo, esos dos cuerpos realmente parecían estar conectados entre sí con esta escena frente a sus ojos. Cómo era de esperarse Shidou estaba mirando la hermosa puesta de sol con sus ojos ligeramente húmedos al lado de Miku.

— Este día fue muy divertido ¿no es así?. Es realmente agradable pasar tiempo contigo, Miku. —

Diciendo aquello lentamente giraba su rostro hacia ella para sonreírle de nuevo con la misma expresión amable de siempre... Pero de repente desde atrás de ellos, entre unas rocas, pudo ver una luz algo llamativa de reojo, Shidou lleno de curiosidad por tal escena giro un poco su cuerpo hacia un lado para así poder girar su cabeza hacia esa dirección.

— Miku... Quédate aquí, iré a investigar algo. —

Dijo para luego comenzar a caminar hacia ese lugar de donde la luz provenía. seguramente al igual que el, ella también había notado la luz por eso no sentía la necesidad de explicárselo. Por cierto, ahora se encontraban a la orilla del mar.

El sol, el mar y el cielo, observando un bello paisaje junto a Shido, era como Miku deseaba pasar los días, sin ningúna preocupación pero, habian cosas que no podía ignorar y hacerse de la vista gorda como si nada pasara. Por ahora estaba feliz de estar al lado de Shido, volviendo su rostro hacia él, con una ligera sonrisa, levantó lentamente las comisuras de su boca.

— Sí, Miku ahora se siente feliz gracias a darling...~ —

Al ver la inesperada acción de Shido, volteó su cuerpo hacia la dirección a donde él estaba mirando, para darse con la sorpresa de que en ese lugar se notaba una luz parpadeantes, sin decir nada solo tendió a fruncir un poco el seño, para luego fijar su mirada en Shido, desconcertada.

—¿D-Darling?... ¡No! Iré contigo, no puedo permitir que algo ataque a Darling, mientras estoy aquí.

Firme en su decisión empezó a caminar con el paso apresurado detrás de él, llegando hasta la fuente de dónde provenía la extraña luz, el aspecto en su rostro cambio, sus pupilas se contrajeron llena de pavor. Una pequeña silueta, pasos tambaleantes y una apariencia cansada, tenía una mirada vacía, sus ojos parecían que se iban a cerrar en cualquier momento, esto hizo que Miku, se angustiara comenzando a brotar sudor frío de su frente pero, ¿Que hacia un niño en la playa a estás horas?, ¿Y por qué se encontraba en ese estado?.

—Y...Ya viene... Destruir el mund... D... Damet...

Aquel niño comenzó a valbosear palabras con la voz agitada, mientras poco a poco se petrificaba, Miku comenzó a retroceder lentamente, deteniendose por un momento para volver su mirada hacia Shido.

—¡D-Darling!

Shidou frunció un poco el ceño al escuchar la negación de la opuesta, sin embargo no le prohibiría que vaya con el, no podía hacerlo después de que dijera eso. Si bien Shidou era un chico tímido y muy avergonzado esas palabras ya no parecían tener mucho efecto en el pues ya no mostraba estar nervioso o al menos no mucho.

Mientras se acercaban a las rocas de dónde provenía la luz Shidou pudo sentir una extraña sensación de que algo no andaba bien provocando que fijará su mirada en el lugar como un cazador persiguiendo a su presa, sentía como si algo fuese a pasar y los pondría en un posible peligro por lo que estiró un brazo hacia el lado donde estaba la chica para poder cubrirla en caso de que algo sucediera... Ahora estaba listo... Sin embargo, al llegar al lugar de donde provenía la extraña luz frente a sus ojos estaba un pequeño niño el cual murmuro unas cuantas palabras antes de volverse piedra, ante esto Shidou solo mantuvo una mirada sería sin entender lo que pasaba e ignorando un poco el llamado de Miku por unos segundos. ¿Quien era ese? Ese nombre... Jamás lo había escuchado o al menos no lo recordaba ahora.

— Damet... —

Perdido en sus pensamientos pronunció ese nombre en voz baja, acto seguido volvio su mirada hacia Miku y con los dos mirándose mutuamente Shidou asintió mientras abría la boca para decir unas palabras tratando de calmarla.

— Estoy bien. Volvamos a la academia. —

Dijo eso mientras caminaba hacia ella pasando a lado mientras seguía su camino esperando a que ella lo siguiera, de ser posible hubiese preferido que ella no viera esa escena y sus acciones actuales eran para así evitar preguntas a las que el tampoco no tenía respuesta alguna, además, ¿destruir el mundo? ¿A qué se refería ese niño y sobre todo quien era?.

Mientras pensaba en eso Shidou seguía caminando por la playa rumbo a la academia Legacy acompañado de Miku.