Clases particulares (Illya)

Jellal caminaba por las puertas de la Academia. Se sentaba para pensar en las cosas que tenía hacer después a la noche. Solo contemplaba el  horizonte y el inmenso sol que se ocultaba. Pasaba sus ojos de color esmeralda sobre las distintas camas de flores que adornaban los jardines delanteros. Todo estaba muy solitario que incluso un susurro podía escucharse.

— Qué calma... — pero detrás de esa aparente paz, había un dejo de tristeza que no se podía evaporar. Era una tranquilidad triste, como si le faltaran personas. Sí, eso era lo que faltaba. Aunque cuando recién llegó a Legacy, el peliazul también sentía la misma calma. Quizás era por las tantas personas importantes que estaban ausentes. No entendía qué había pasado con ellos. Un día las veía y el otro día la tierra se las tragaba.

— En fin. Ya me voy a trabajar — se bebió el último sorbo de su lata de resfrescos, la aplastó, y luego esta desapareció. La basura en Legacy, desaparecía mágicamente, pues no era bien visto tener una institución llena de mugre. Sin embargo, y al caminar, sintió unos pasos tras de él. Miró por el rabillo del ojo, y vio a una pequeña niña de cabellos blancos que se le acercaba.

Aquella pequeña niña Albina, que lo seguía con curiosidad hasta notar que la veía de reojo. Su nombre era  Illyasviel von Einzbern pero, mayormente le llamaban Illya. Ella se sentía atraída por la curiosidad de aquel hombre peliazul, que rondaba solo se quedaba pensando un poco mientras que lo veía -''_Realmente es raro ver a alguien tan solo por aquí, me pregunto si se abra perdido_''-.

La pequeña Illya se acerca unos pasos a el, aun mirando alegre mente al desconocido para asi, pronunciar un saludo cordial, alegre y cálido para aquel hombre. -Hola, mucho gusto mi nombre es Illyasviel von Einzbern pero, me dicen Illya jejejeje es un placer ¿Cual  es su nombre?-. A unos pocos pasos la pequeña albina, aun mirando el rostro de aquel hombre. Se quedaba pensando curiosa, la marca de aquel hombre tenia en el rostro. Ya que no veia a muchas personas con alguna marca asi, recordando las marcas que tenia su padre hace mucho tiempo. Solo se queda pensando mientras, que recordaba aquellos momentos a su lado.

-Usted es uno de las personas que trabajan aquí, me imagino... ¿En que te especializas?.  Estando ella en el mismo lugar, donde se habia detenido para hablar con aquel peliazul. Se mecía de un lado al otro, mostrado una gran sonrisa.  Mientras que juntaba sus manos, Illya comienza a recordar que tenia que encontrar a una persona. Aquella persona a la cual, le pedida que le diera unas clases particulares. No es por molestar pero... Acabo de recordar que tenia que buscar, a un sujeto para que me enseñara clases particulares, ¿Sabe donde encontrar a alguien llamado Jellal?~. La albina lo decia incentemenete, mientras que aun seguia meciendo de un lado al otro. Esperando la respuesta de aquel hombre de pelo de color azul.

Una pequeña niña albina y de ojos bermellones se le apareció de la nada. Esto evidentemente hizo que Jellal se sobresaltara. Levantó una ceja y pensó, que quizá de ella se trataba. Una profesora de Legacy le había informado que una niña prodigio llegaría pronto, y que necesitaba unas clases particulares; y era una niña con una descripción física que coincidía con la que tenía de frente.

El viento soplaba gélidamente los cabellos de ambos. El peliazul asintió con la cabeza y se presentó: — Me llamo Jellal Fernandes. Soy profesor de magia acá. Tú debes ser la alumna nueva, — comentó con una ligera sonrisa. Con el pasar del tiempo, y al estar en contacto con tantas personas, ahora al mago estelar se le hacía mucho más fácil hablar y familiarizarse con los de su entorno. Si estaban en Legacy, eran aliados, y por lo tanto, debían ser tratados como familia. Un pensamiento afín a los de Fairy Tail.

— Illya, ¿Te parece si conversamos sobre tus clases particulares en la cafetería? Acá se está poniendo algo frío, — le invitó y se fue a caminar directo a un sendero de piedras perfectamente ordenadas. El camino iba directo a la cagetería de Legacy, un lugar ornamentado y lleno de delicias. Un sitio como para que el paladar se regocije de una y mil formas. El mago abrió la puerta y dejó que ella entrara primero. Se sentó en una mesa y pidió una sopa.

— ¿Qué quieres pedir? — preguntó. Las personas que atendían ahí, eran hombres con cabeza de cabra. Quizá algo extraño, pero uno se acostumbraba a estos amables servidores.

Mirando el Menú que le habían dado a la joven niña. Pidiendo un Matcha de té verde con helado de vainilla, con la crema al lado, dejando a un lado el Menú la albina mostrando una cálida sonrisa. El mesero anota los pedidos y fue a buscar los pedidos, mientras que Illya volteaba a ver a Jellal –En verdad estoy feliz de haberlo encontrado, sé que mi llamado no fue esperado… Sobre que usted tenga que darme clases particulares.- .El mesero llega con los pedidos de ambos, Illya amablemente toma con sumo cuidado, colocándola sobre la mesa.

Con cuidado Illya va colocando un poco de la crema sobre el té, logrando hacer una forma de corazón. Tomando un poco del matcha de té verde con cuidado, para luego la joven niña voltea a ver nuevamente a Jellal. –En verdad me alegra saber que aceptara y a la vez me disculpo, ya que pudo haber ocupado su tiempo, en algún otro trabajo o en algo que más gustara de usted.-  . Volviendo a tomar un poco más del té, esta vez la joven niña dejaba salir un ligero suspiro.

-¿Realmente no le estoy siendo una molestia? Enserio me gustaría comenzar bien, en este gran sitio, en verdad se siente un lugar muy cálido.-  . Illya miraba el lugar curiosa por todos los detalles de la decoración que tenía el lugar, pensando un poco por todo lo que ella había visto -''_Este lugar realmente es grande… Espero que todo vaya bien, mientras que este aquí… Espero hacer  buenos amigos_’’- . Con una pequeña risita, ella comienza a jugar un poco con sus manos ya con la taza con el té estaba con cuidado cerca de sus manos. -¿Hace cuánto tiempo tienes este gran lugar?-.