EVENTO: Baile con antifaces — Halloween 2020

Cómo celebración de Halloween, un miembro de bando desconocido auspició un baile con máscaras ¿Acaso esta persona desea el bien y la paz para Legacy y Asgard? ¿Sería este un paso para la unión de ambos bandos?. Parece imposible pero aún asi se les envío una carta a cada miembro de ambos lados, invitandoles a una fiesta en el Castillo Rokkenjima. Los únicos requisitos son llevar un antifaz puesto y vestir de manera elegante.

Diviértanse, gocen y revelen sus identidades a las 12.00pm de la noche. ¿Que sorpresas habrán? ¿Los bailes dejarán encantados a Legacianos y Asgardianos? ¿Existirán amores prohibidos?. Es un enigma lo que podría suceder.

El salón se encuentra vacío, con la música clásica a todo volumen. Los aperitivos y bebidas se encuentran en largas mesas a los costados del salón. Recuerden tener precaución con las bebidas, podrían emborracharse con tanto ponche.  

¡Se les espera, héroes y villanos enmascarados!.


REGLAS:

— No postear más de una vez seguida.
— No pelear con otros personajes. (No es un evento battle)
— Respetar turnos.
— Mantenerse en el salón de baile. (No desplazarse a otros lugares del Castillo).

Dormía en el Devil May Cry esperando a alguna noticia de trabajo por parte de mi compañero Morrison, pero habían pasado días y realmente no me tomaba la molestia de tener esperanzas en trabajar pronto, de igual forma me gusta dormir 6 días a la semana y comer pizzas y helado. De repente aparece Morrison dándome noticias y entregándome a una carta en la que expresaba que estaba invitado a un evento en un salón de baile, algo a lo que los dos nos quedamos sorprendidos viéndonos la cara, obviamente sabíamos que no era trabajo, pero aún así pocas razones tendría para negarme luego de saber que alguien se tomó la molestia, aunque sin saber quien era realmente.

A pesar de la poca confianza que me dio recibir aquella invitación más me animó la curiosidad de ver lo que acontecerá en aquél lugar, por lo que al salir del Devil May Cry vestido formalmente me coloqué el antifaz y sin dudarlo me dirigí directamente a la fiesta. Como iba en mi automóvil me tomé la molestia de estacionar en algún lugar cerca de la entrada, al menos para no perderme buscando mi auto en cualquier caso. Al bajarme recogí las llaves y calmadamente entré por la puerta, viendo un pequeño lobby con aspecto elegante  y ambientación la cual me recordaba a la casa en donde viví de pequeño, -- Bueno, esperaba ver una recepción más servicial, pero no es lo mío. -- mencioné con una sonrisa, esperando poder disfrutar del evento.

Al pasar al salón de baile me sentí en un lugar encantado, quizás sea el punto de esta noche al estar aquí, estoy consciente de que habrán chicas guapas, y sinceramente no quisiera espantar a ninguna ni estropear la diversión a nadie, lo último que faltaría es que llegue borracho a mi casa teniendo en cuenta el poco efecto que me hace el alcohol pero lo abobado que me deja una mujer guapa y de mi tipo, -- Okey, Dante... Esta noche no le daré a ninguna chica para que pague el taxi. --. Encontré una silla en la cual sentarme, cruzando las piernas y observando el alrededor, podía observar a varias personas llegar poco a poco, aunque reconocía la silueta de algunos, pues el antifaz les daba ese toque de misterio, algo que yo no tenía por mi costumbre a usar rojo.

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Sencillamente 2B no era alguien que se diera la oportunidad de socializar, ella preferentemente permanecía expectante a todo y en cuanto recibió la invitación, no dudó en rechazar inmediatamente la idea.

Sin embargo, después de pensarlo un poco la curiosidad por asistir a un evento de tal índole parecía ser suficie motivo para que la mujer de cabellera blanquecina reconsiderara la idea.

Y el resultado de su decisión, se veía reflejada en aquel vestido negro de gala con la que se le veía merodear, acompañado de un antifaz del mismo color de su prenda el cual reflejaba toques plateados. Con aquello dejaba a la imaginación la parte superior de su cara, tal y como se pretendía hacer por parte de la organización del evento.

Después de haber mirado con detenimiento las finas decoraciones del salón, se mantuvo quieta cerca de uno de los ventanales que daban al jardín. Por el momento, la noche le regalaba una bonita vista.

La chica rana aunque durante su estancia había socializando muy poco, así que el ver aquella carta le sorprendió.

—¿Antifaz?... Creo que soy demasiado reconocible, ¿Que debería hacer?

Dió un ligero suspiro y miro a su alrededor, acercándose a su armario para elegir algún atuendo y después de un tiempo eligió un vestido negro con toques verdes en la falda y algunos encajes, se colocó unos guantes y unas botas y tomo su antifaz.
Después de aquello termino por ir a el lugar citado, observando a su alrededor, la idea de los antifaces le parecía magnífico, daba misterio al ambiente. Estaba segura que sería divertido.

Ochako había recibido la invitación de Halloween días atrás. Se encontraba emocionada, era su primer evento en la Academia Legacy, Antes de que llegará el día del evento se dispuso a ir a su casa por el vestido que había usado en la U.A con anterioridad, y después de eso fue a comprar su antifaz. Ya que en la invitación habían indicaciones claras de como se debía ir vestido.

(...)

El día había llegado, se levanto temprano, se baño y comenzó a hacer sus deberes para así estar libre por la tarde. Le mando mensaje a Ichigo esperando a que este también fuera a dicho evento, pero para su desgracia, Kurosaki no iba a poder asistir. La castaña se desanimo, pues realmente quería que el asistiera, aún así ella iría, tal vez encontraba a sus amistades.

En cuanto termino con sus actividades, se alisto, su vestido color rosa, con blanco, unas medias negras, el moño y el antifaz negro fue lo que se puso. Camino hasta el salón de baile el cual ya conocía a la perfección. Antes de entrar se quedo escuchando la música, una melodía hermosa.

Había poca gente alrededor, ¿había llegado muy temprano?, checo la hora, en realidad llego a tiempo, suponía que poco a poco el salón se iría llenando. Observo todo a su alrededor, no podía divisar a sus amistades aún en la fiesta, ¿será que asistirían?, bueno era tarde para retractarse, ya se encontraba ahí, así que no le quedaba más que disfrutar.

Se acerco a la mesa de los aperitivos, no sabía que elegir, así que agarro lo primero que miro, junto a una bebida, esperaba que esta no contuviera alcohol, ya que ella nunca había tomado, y su plan era nunca hacerlo. Se sentía un poco fuera de lugar, tras no ver a alguien conocido comenzaba a pensar en alguna forma de irse.

Ochako se quedo pensativa dándole el primer sorbo a su bebida, la saboreo bien, no parecía tener nada raro, aunque la castaña era algo ingenua, no conocía muy bien el sabor de las bebidas alcohólicas, así que fácilmente se podía ser engañada. Su plan ahora era diferente, en lugar de esperar a que sus amigos acudieran al evento, era mejor que ella se acercará a alguien desconocido y así poder entablar una conversación casual, y porque no, tener una nueva amistad. Ahora el problema era quien podría ser.

━Muy bien Ochako, es momento de que te mezcles y que empieces hacer nuevas amistades, porque las que tienes quien sabe si estarán por aquí.━ Mencionaba con una actitud positiva, sonriendo. Caminaba a lo largo del salón esperando y mirando atenta quien sería aquella persona a la cual le hablaría.

Su rostro se vio decorado con una expresión de incredulidad cuando vio la invitación en su puerta tras llegar del jardín. No parecía ser una gala organizada únicamente para Legacy, lo cual le daba mal espina junto a un amargo sabor en la boca, ¿En qué estaba pensando aquel que creyó que sería buena idea? La diosa sin duda era negativa.

Sin embargo y a pesar de sus pensamientos negativos, decidió darle una oportunidad al evento. Se vistió con un vestido negro de gala que ella misma confeccionó cuidadosamente, de cuello alto y espalda abierta, sin mangas. La falda era larga, con un corte en uno de los lados que mostraba ligeramente su pierna. Tenía bordeados de encaje en la parte superior y un zafiro en el centro del pecho, simbolizando el alma. Por supuesto, un simbolismo que solo ella podría captar.

Se colocó su antifaz negro de plumas de cuervo y encaje y observó su reflejo en el espejo. Había dejado su cabello totalmente suelto para sumar elegancia.

—Esto es absurdo... Cualquiera con dos dedos de frente sabría quien soy, ¿Dónde está el misterio realmente? —suspiró, pero ya no podía echarse hacia atrás.

Se dirigió hacia el lugar de la reunión luego de ajustar los últimos detalles de su vestimenta, un poco nerviosa. Por suerte, contaba con el beneficio de ser poco conocida, por lo que podría mezclarse con facilidad. Una vez allí, observó con detalle el salón, sin poder disimular su asombro. Caminó hacia uno de los ventanales para admirar la vista, cerca de una mujer de cabellos plateados. Mantuvo el silencio, observándola de reojo una que otra vez, intentando recordar si la había visto antes.

Pareciera una broma pero era real. Los miembros de Asgard habían sido invitados a una especie de celebración del día de las brujas en el castillo de Legacy, como si nunca hubieran sido adversarios. Lacus jamás se imaginara visitando personalmente el territorio enemigo por propia invitación; sabía que la mayoría de los estudiantes de Legacy no tenía el mínimo gusto de verlo puesto que su desenfrenada sed de sangre ya había dejado una marca en la vida de varios estudiantes de aquella academia desde la época de Merak, tornándose reconocido como uno de los más temibles enemigos de Legacy.

Sin embargo, creyó que sería interesante encontrarlos en una ocasión inusual como esa y además lo tomó como una oportunidad para obtener más sangre. Legacy tenía varios magos y la sangre de magos era especial.

La invitación les llegara con antelación suficiente para prepararse y poder comparecer. En el determinado día, horas antes del tiempo previsto para la fiesta, el vampiro aprontaba su traje junto con un antifaz en forma de murciélago que usaría en el evento.
Estando listo, se dirigió hacia su avión particular de gran porte, entrando a la cabina del piloto. Calculaba aproximadamente 1h40 de vuelo de Corea hasta Japón. Procedió a preparar la aeronave para despegar y checar todo lo necesario para el pilotaje, hasta por fin recorrer la pista e iniciar el vuelo.

(...)

Hora después, aterriza en una ruta vacía detrás de las montañas, a varios kilómetros lejos de Legacy. En seguida desplazó la aeronave a un costado. Antes de salir, tomó el antifaz y se lo encajó en el rostro.

Llegó al enorme castillo al inicio del anochecer, manejando un carro alquilado. Le daba curiosidad ver qué lo esperaba dentro de la academía. A parte de que difícilmente guardaba rostros en su memoria, para agregar, fuera acordado que todos estarían usando antifaces. Al cruzar las puertas de entrada no encontró más que un salón bastante vacío, adornado y tocando música pero con pocas personas.

Me sentía extrañado ya que no hace mucho empecé a ser parte de la Academia Legacy la cual siempre tenia conflictos con los de Asgart, lo cual recibir la invitación de Halloween me resulto demasiado extraño ya que ambos bandos asistirían a dicha fiesta........me sentía confundido y a la vez dudoso ya que me resultaba algo extraño asistir a ese tipo de eventos ya pasando un momento en mis pensamientos decidí q seria bueno ir mas q nada me anime por la comida que pueda ver ya en el lugar.....

Ya había pasado el tiempo y la hora para en evento ya había llegado y tal como indicaba la invitación asistí vistiendo un traje elegante y un antifaz, pasaba el tiempo mirando llegar a los demás invitados pero simplemente no tomaba importancia ya q como era nuevo no conocía a nadie simplemente pase todo ese tiempo comiendo lo q me trajeran, pareciera algo extraño ya q pensarían que a pesar de toda la comida no me hartaba y seguía comiendo sin prestar atención a lo demás....

━ ¡Umu! ¡Umu! Maravilloso.

❧ La cara de La Emperatriz se ilumino al ver como si un niño tuviera en sus manos un regalo de navidad, su primer evento en Legacy ha dado inicio con temática de antifaces. La Emperatriz no se rompió la cabeza en seleccionar su ropa siendo primero una Idol antes que emperatriz, selecciono un vestido encantador el cual quedarían con dicho evento de Halloween.  El vestido tenia su lado sexy siendo de un color rojizo, ranura cuello en forma de V, una partidura en el costado para mostrar parte de su pierna bajo la línea media, con un conjunto de un antifaz de color negro/rojo.

(...)

Una vez dentro se sentía como si fuera su palacio aunque el lugar era un poco mas chico en sus perspectivos ojos, mostraba una parte de felicidad levantando sus comisuras sin perder elegancia, siendo una de las primeras del evento se acerco a la área de aperitivos para ver que bebida tomar mejor como inicio, en ello mi mirada se enfoca en una copa con un contenido amarillo. Champagne era una de las bebidas que mas le refrescaba por lo que tomando una copa decidió esperar a los demás invitados para ver y gozar las maravillas de la academia Legacy.

Los bailes... No es para nada el fuerte que lo destaca de entre la mayoría, pero podría pasar desapercibida su falta de práctica si la mayoría está igual que él.

Pero entonces... ¿Por qué aceptar una invitación a un baile si bailar no es lo que mejor haces? Desde hace un tiempo quería darse la oportunidad de un baile "romántico" con cierta persona que quiere. El valor le hacía falta para pedirle una cita más a una discoteca o lo que sea con tal de permitirle tener un momento de baile, la celebración le cayó como anillo al dedo a Izuku, sabiendo perfectamente que Usagi asistiría, ya sea para convivir con sus amistades y por supuesto con él. Negarse sería desperdiciar una oportunidad que no aparece todos los días.

Un traje oscuro de lo más formal, tal y como se pidió en la invitación, era una fiesta de gala después de todo ¿Quién habrá propuesto la celebración? No podía imaginarlo, conocía muy pocas personas dentro de la academia con gustos tan finos, es más... Sus conocidos en su mayoría eran los compañeros de clase.

Entró al salón esperando ver a Usagi por ahí, algo tonto e su parte pues la puntualidad no es una cualidad de esta. Camino mirando hacia los lados, observando a detalle a cada uno de los presentes quienes ya portaban sus máscaras al igual que Izuku, sabía que fácilmente podían reconocerlo por el color de sus cabellos. Sin embargo, el podía reconocer a aquellos con los que trabajó en el pasado, cada uno era tan único que no podía simplemente confundirlo, para nada.
Al final llegó hasta una de las tantas mesas con Intenciones de tomar uno que otro aperitivo antes del baile. Tanta gente le hace pensar que debería socializar con más personas, otro punto que claramente no es su fuerte.

Un profundo suspiro salió de sus labios carmín oscuro, un color artificial del labial que había elegido. Estaba nerviosa, ¿qué tan buena idea era meterse a la boca del lobo? Podía decir que llegaría a ser un desastre de mezclar a los dos bandos, y aún peor, usar máscaras y antifaces. Pero no se arrepentía si la mirada emocionada de Rimuru lo demostraba todo, y creía que eso valía la pena el haber aceptado la invitación.

Cómo no podía esperar otra cosa se había arreglado de la mejor forma, podía decir que era un símbolo de querer resaltar, y a la vez no. Aunque con su vestido rojo pocos podrían decir que no buscaba resaltar, ¿qué podía hacer? El rojo era su color y siempre lo sería, incluso si usará una tonalidad distinta. Pasó una mano por su cabello, ligeramente planchado en su peinado característico, sin embargo los listones no eran los de diario, pues estos eran de seda con pedrería diminuta en los moños.

—Rimuru-chan, ¿estás seguro de esto? Aunque no puedo negar que te ves muy bien con ese traje.

Lanzó un cumplido, mientras estacionaba cerca del castillo, apagando el motor pero sin colocar su antifaz hasta salir del coche. Y tras escuchar la afirmativa del slime solo asintió, colocando el antifaz de yeso y tela en su lugar, fijandolo con un conjuro para evitar los hilos o que se mueva hasta que no cancele el propio conjuro.

"Aquí vamos… it's showtime~".

Salió del auto, cerrandolo y dando las llaves al ballet parking, claro, no sería tan fácil de robar o abrir su auto gracias a las protecciones que tenía. Y con firmeza y elegancia camino dentro del salón, haciendo sonar ligeramente sus tacones de plataforma por los pasillos. Los nervios eran opacados por la seguridad, nada pasaría mientras Rimuru estuviera cerca, pocos se atreverían a enfrentarlo.

—Vamos, Rimuru-chan~, hay que divertirnos.

Y ante sus palabras entró al salón, sin mirar a nadie y fijándose en los detalles, para tomar una copa de champagne de uno de los meseros, parecía un humano con cabeza de cabra.

[Jardín Frontal, Cede de Corea del Sur del Internado Asgard. 13:52 hrs]

Estaba por llegar la hora segunda de la tarde en el mundialmente temido instituto para seres sobrenaturales e individuos de habilidades extraordinarias. Aquel que iluminaba al mundo entero bastando su presencia misma en la escena, una vez más caminaba victorioso y jactancioso, como una diva en una pasarela de moda, por encima del firmamento mismo. Glorioso y resplandeciente, grande en poderío y majestad de una manera en que solamente él podría, el astro rey señoreaba sobre hombres y mujeres, sobre humanos y sobre bestias, sobre flora y sobre fauna, llenando de luz y de alegría a todo aquel que sus potentes rayos pudieran alcanzar.

– Así que la academia va a dar un banquete, eh? Interesante~

El cálido resplandor del rey de los luceros acaricia una suave piel de porcelana. Su cabeza va vestida con un lienzo de cielo que se agita suavemente al compás del viento. Es adornada con dos soles fulgorosos que resaltan en sus semblantes. Es una niña, es un ángel o es una hermosa niña. Esos serían los pensamientos de cualquiera que viera por primera vez a quien hoy se encuentra sentado en el jardín, revisando las últimas noticias de moda a través de la pantalla táctil de un smartphone. Pero ningún pensamiento al respecto sería más incorrecto a la hora de pensar en el Gran Rey Demonio, el temible mal de Asia que ha acabado inmisericordemente con las vidas de millones de inocentes simplemente por hambre o por placer.

Y este mismo demonio se sorprendió en gran manera al ver que sus adversarios estuvieran tan despreocupados como para atreverse a tener una fiesta abierta al público aún sabiendo el peligro latente que Asgard representaba para ellos. ¿Acaso eran tan idiotas que no temían por sus propias vidas? ¿Tan lejos había llegado la estupidez de su alcohólica directora? Pero lo que más le molestaba al slime era que fuera un baile de antifaces. ¿No puede llevar una máscara acaso? ¿De qué sirve poseer la máscara de Shizu si no puede lucirla ni en eventos de este tipo? Así es, el Rey Demonio había decidido inmediatamente que asistiría a esa fiesta sin importar qué. Después de todo, Rimuru es el tipo de persona que busca emociones fuertes, y qué mejor para eso que entrar en la casa de tus enemigos por la puerta principal ¿?

– Gran Sabio, etiqueta a Rin-nee en la publicación y dile que iremos de paseo.

« Solución: Redactando comentario. Publicación exitosa. Esperando por respuesta del individuo "Rin Tohsaka" »

– Perfecto~

[Jardín del Frontis, Academia Seeds of Legacy. Yokohama, Japón. 21:52 hrs]

El poder del Gran Rey Demonio es sin duda alguna algo impresionante. Pero Dios, el poder del dinero está en otro nivel, al menos en cuanto a las cosas prácticas se refiere. Un buen ejemplo de ello es cómo la joven pelinegra se había ocupado de las cuestiones de transporte sin escatimar un solo centavo, siendo que incluso llegaron en un auto de lujo a la aclamada fiesta que los héroes organizaron. Llegar de incógnito no era sencillo. El cabello y los ojos del limo lo delataban a todas luces. Pero, a fin de persuadir un poco, había abandonado sus habituales vestidos victorianos por un conjunto más varonil, pues eso distraería un poco la similitud con el demonio. Además, había sellado su aura con un encantamiento en su antifaz, por lo que nadie debería reconocerle con él puesto.

– It's ok, in the worst case, no one could beat us~

Fue la risueña y casi burlona respuesta ante las palabras de su compañera cuando esta espresó sus dudas por última vez antes de entrar. Después de todo, era un temor racional. Rin es humana y lo más probable es que no podría contra varios oponentes al mismo tiempo, menos aún si se trata de los héroes mundialmente famosos. Pero Rimuru Tempest no teme enfrentar aún a un batallón entero de ellos. Tras haber conseguido (con esfuerzos colosales) las habilidades de dos servants, podía hacer frente a quien sea con suma facilidad. Cierto Noble Phantasm antiejército de poder enfermizo era su carta de triunfo, así que no se preocupaba incluso si sucediera la peor de las situaciones, pues sabía que tenía el poder para protegerse a sí mismo y a su apreciada acompañante.

Fue así como ambos bajaron del auto y, dejando que el valet se encargase de él, se introdujeron en la mazmorra del jefe final como quien entra al supermercado para comprar la despensa. Le fue ofrecida una copa de champagne, pero la rechazó negando con su índice. Si bien el rey demonio no sufre los efectos del alcohol, la verdad es que el sabor no es de su agrado. "Ojalá que estén sirviendo vino de arándanos" pensó para sí mismo "de lo contrario tendré que jugar con un poco de alquimia". Con ese pensamiento, paseó su mirada por el enorme salón de eventos. Eso explicaba por qué su escuela era tan estúpidamente grande para tan pocos estudiantes. Le hacía gracia que tan solo ver a las personas, Gran Sabio podía darle toda la información al respecto de ellos, incluyendo en muchos casos habilidades e historial clínico.

– ¿Qué demonios hay de incógnito en usar un antifaz cuando puedes verlo todo? Creo que estas fiestas no se hicieron para mí~

Se alistó como era debido siguiendo las indicaciones, siendo una fiesta de gala no podía llegar portando la vestimenta con la que acostumbra. Antes de siquiera salir de su dormitorio, tapó su rostro con la máscara que consiguió para la celebración, cubriendo la mitad de este suponiendo que aquellos que hayan conversado con él, podrían descubrirlo, su cabellera era traicionera. Aunque quizá podría pasar por una mujer... No le gustaba pensar en eso.

Lo primero que hizo al ingresar fue elegir un punto en el que esperaría el baile, no llevaba el suficiente tiempo dentro de la academia y aún no congeniaba con muchas personas, debía tener la iniciativa e invitar a alguien a bailar. Durante su caminata, notó una cabellera tan diferente a las convencionales; un tono blanco y con una forma poco común.

Cambio el rumbo y se dirigió hasta donde la mujer con la que alguna vez trabajó en busca de un artilugio. Antes de todo se aseguró de llevar un par de tragos, esperaba aligerar el ambiente y poder conversar de alguna manera, no era propio de él, pero estando en una fiesta debía ingeniárselas.  

Llegó con la mujer y ofreció una de las copas que traía consigo.

– Bonita noche, ¿Te gustaría un trago?

¿Un baile con antifaces? No era un mala idea asistir a un evento así, pero una invitación que apareció así de la nada en su cuarto era algo sospecho. Le dio intriga por descubrir cual sería el verdadero objetivo de eso, ¿y si era una trampa? Estuvo por varios días debatiendo ese tema con su mente, deambulaba por la academia en las noches o durante el día y no parecía ver algo extraño, al contrario, la mayoría estaba muy eufórica por el baile y escuchaba como algunos tenían listo el vestuario. Fue ahí que se detuvo en seco, sus pupilas se dilataron un poco. ━¡Oh, no! ━ Dijo para sí en un susurro.

Salió corriendo a su habitación a buscar su vestido que sea de su agrado, ella es muy selectiva en algunas cosas y una de esas era la ropa que siempre usaba. A tan solo pocas horas del baile pudo conseguir un vestido de gala color negro con un cuello de halter y su falda bicolor, la misma que poseía un forro interno color rojo. Sus tacones eran dorados, perfectos para esa noche; le recordaban al champagne, al glamour. . . Su antifaces era negro en forma de corazón bordado con filigrana de encaje.

Llegando al lugar esperaba encontrarse con sus amigos dentro del castillo; cruzo la puerta de entrada y el lugar aún se encontraba algo vacío. La música era suave, tal y como le gustaba, se acerco a las mesas y eligió uno que otro aperitivo, estaba nerviosa y se le notaba hasta los codos. No sabía exactamente a dónde ir o con quién hablar así que opto en quedarse ahí comiendo y bebiendo

━ Tranquila, Kikyō. Si sigues así te emborracharas antes de que comience la diversión.

Suspiro un poco más tranquila mientras miraba a los que se encontraban presente tratando de reconocerlos, pero era algo inútil.

Mira nada más, si que te ves como una muñeca.

Mencionaba una voz varonil en una sala bien decorada, lo extraño de esta habitación es que fuera de ella se sintiera un lejano goteo constante, y era normal si considerábamos que en ese momento, esa habitación era una especie de guarida sofisticada en las alcantarilla. La voz varonil correspondía a un hombre joven bien vestido, quien peinaba cuidadosamente los cabellos rubios y pulcros de una niña vestida con una elegancia que igualaba o superaba a la vestimenta de su peluquero momentáneo.

Ya estás lista, pronto nos cambiaremos a un mejor lugar que solo una guarida bien decorada, quizás sea nuestra última noche por este lugar, compré una gran casa en las afueras de la ciudad.

La amabilidad y profundidad de la voz del hombre eran tan armoniosas y agradables como las de un padre consintiendo a su hija, últimamente parecía que esa era la relación entre ellos, después de todo, Crow Cleansteel era una persona amable y protectora con los suyos.

Una vez la corbata se viera correctamente ajustada y el dúo estuviera con sus antifaces puestos, ya solo empezaría un viaje corto hacia el lugar de reunión, no se necesitaba explorar más los detalles del viaje, con mucha calma Crow abrió las puertas para enfrentarse al gran salón con música algo ambiental y bastante agradable. Esperaba no ser reconocido como el hombre que destruyó una nave de Legacy por que simplemente "estaba haciendo un favor".

Pues parece que es un lindo lugar, Abby... Aunque la música ni es tan animosa, ni es tan bailable... Sin duda hay demasiada cultura japonesa en el oído.

Mencionó sin el animo de insultar, realmente le gustaba, aunque aprovechando que ya tenían los instrumentos y la gente tocando, no sería mala idea seguir fortaleciendo lazos con la persona que era su mayor recuerdo de que podía seguir viviendo para proteger.

Bueno, Abby ¿Qué te parece si canto algo para ti? Es mejor darle una buena impresión a la gente, puedes acompañarme.

Podrían surgir ideas sobre como era aquel hombre como cantante, pero el era un profesional en las cosas que hacía, y para infiltrarse en distintos lugares algunas veces hay que cambiar la voz o ser un cantante que gane el favor del jefe del ver, cual sea la forma, Crow era capaz de adaptar alguna personalidad.

Muy bien, es un gusto saludarlos a todos ¿Qué tal si damos algo de energía? ¡Let's jam, boys!

Comentó animado, cuando estaba justo frente al micrófono, les dijo a la banda que tocar y mientras empezaba la música, Crow demostraba sus dotes para hacerse notar de manera dulce incluso con un antifaz.

Una canción excelente para los magos "I put a Spell On You"