Evento Lo daría todo por tí [Shoto Todoroki]

07:14AM

Casi no había un alma emitiendo energía en las cercanías, sólo habían dos adolescentes, una chica de alta estatura y cabellos azabaches vistiendo su traje de heroína y a su continuidad, un chico de su misma edad, con expresión fría y cabellos bicolor; blanco y rojo. Momo Yaoyorozu y Shoto Todoroki, estaban juntos nuevamente para enfrentarse a más conflictos para convertirse en héroes, los mejores. La verdadera pregunta era, ¿Les habían asignado una misión?.

— Todoroki~san, ¿No crees que está un poco desolado para ser las afueras de la ciudad?. —

Dijo con cierta curiosidad mientras sostenía una barra de metal brillante y frío sobre sus manos, mientras observaba el paisaje, analizando cada edificio, cada casa, cada puntito que ciertamente no era sólo un puntito, si no un humano, un ciudadano. Todo se veía muy tranquilo, cómo si fuese un día cualquiera. Semejante paz le era muy reconfortante para la chica de ojos almendrados, podía sentir nostalgia, una nostalgia que se debía a que ella quería proteger toda la información visual que había contenida en ese lugar, y por eso mismo estaba ahí, dando lo mejor de ella para poder ayudar y cumplir sus sueños.

Tenían una misión, y esta vez tenían el permiso para poder utilizar sus dones en combate, debido a que era un enemigo fuerte, no era algo tan simple como un ladrón de bancos. De hecho, no tenían toda la información que quisiesen tener acerca de su enemigo pero, era una mujer. Una mujer que tenía un don parecido al de lavar cerebros y además de su increíble habilidad, era una reconocida científica, que, quién sabe que podía hacer con el conocimiento de la biología en su poder, ¿Nomus? ¡Quién sabe!. Algo peor se aproximaba. Y ellos, eran solamente dos. Dos chiquillos que fueron seleccionados para combatir el mal. Si bien no poseían toda la experiencia, hacían buen uso de la estrategia, y de sus quirks. Juntos podían ser prácticamente invencibles, el poder de Todoroki y la inteligencia y estrategia de Momo. Eran un buen equipo.

[ Realmente me parece muy raro que no haya señales de vida aún. Ni siquiera información tenemos acerca del enemigo más que, es una mujer pero, puede presentar a sus subordinados y no ella en persona. Qué problema. ]

Agobiada ante sus deducciones, decidió soltar un largo y pesado suspiro y sentarse en los asientos de la parada de autobuses que había ahí, situada en medio de la nada. Sinceramente, ¿Quién tomaría un autobús ahí? Incluso ni tenía techo dicha parada, que mal. Había mucho sol, y hacía falta. En medio de su aburrimiento, mientras seguía con su mirada los edificios, sus ojos se detuvieron en la zona del parque de cerezos. La cita. Tenía recuerdos ahí. Sus mejillas enrojecieron un poco ante el recuerdo, sintió un leve cosquilleo en el estómago y como si la saliva se le evaporara, desearía volver a vivir esos momentos con el bicolor. Simplemente fue, uno de sus mejores días.

— ¿No tienes sed?. —

Se dirigió hacia el chico con una sonrisa, para la suerte de ambos, había un negocio cerca, una ancianita atendía. De seguro vendían agua.

-Dos jóvenes eran los responsables de proteger a la ciudadanía en tal día, dos jóvenes que aunque no eran inexpertos en cuanto a situaciones de peligro, su misma juventud podía llegarles a jugar una mala pasada; a como fuera habían sido seleccionados para aquella misión.
Incluso cuando la información acerca del enemigo era casi nula y podía representar un enorme peligro.

El lugar que ocupaban no era exactamente el más estratégico, ni siquiera era seguro pues estaban completamente expuestos al rival.
¡Es más! Ni siquiera estaban protegidos del propio sol pero por cosas de azar habían terminado sentados en una estación del colectivo.

Momo había acertado en algo, la ciudad en ese punto se encontraba desierta y para nada era una broma, sin autos, sin personas, ni animales, nada cerca.
Y vaya que era extraño teniendo en cuenta que pisaban un punto en donde cotidianamente habían habitantes por doquier.-

— No recuerdo si había algún festival planeado en estos días.
Pensándolo bien, si es algo extraño.


-Al bicolor se le notaba inexpresivo, tenia ambas manos tomándose mutuamente, con la mirada baja y sin hablar demasiado.
Habían momentos en donde lo único que podía escucharse de él eran bajos suspiros.
Ni siquiera se había percatado que no tan lejos a ellos se encontraba aquel parque de cerezos en donde habían llevado su cita.
Aquel día había quedado grabado en el; más en ese momento su enfoque estaba más en pensar un poco en quien se toparían como adversario.-

— ¿Por qué crees que nos hayan elegido?
Mientras más reducido sea el equipo más certero puede ser, pero un quirk capaz de lavar el cerebro es demasiado peligroso.

-Posiblemente de no haber existido aquella pregunta como interferencia al tema el bicolor había comenzado a profundizar más y más sobre el tema.
Tras escuchar la suave voz de Momo este alzó su mirada para poder verla, estaba ahí junto a él; aunque no tan sonriente se le veía una mirada llena de determinación, ese ligero rubor que la hacía ver más bella que cualquier ser en la tierra.
Se le veía tan natural y despreocupada, además; acompañada con algunos rayos de sol hacían una postal sencillamente preciosa.
Incluso se podía llegar a preguntar, ¿que brillaba más en aquella situación?
El agotante pero también alegre sol, o los ojos tan llenos de vida y la ligera sonrisa que daba paz de Momo.-

— La tengo, compremos agua.
Yo pagaré.

La pregunta del bicolor la dejó bastante pensativa, ya que tenía razón y no encontraba argumentos para rebatirle nada. Normalmente cualquier villano se esperaría una gran cantidad de héroes o contrincantes, pero si son tan pocos como dos personas de seguro se llevarían una gran y no muy grata sorpresa. Pero, tal y como decía el chico de ojos heterocromáticos, el quirk al cual estaban destinados a enfrentarse era demasiado peligroso, se podían esperar muchas cosas de él y ciertamente en ese caso, si se necesitaba de un equipo más menos contundente. ¿Acaso planeaban sacrificar a ambos chicos? Imposible. Al instante la azabache descartó semejante idea, tan solo pensar en estar en peligro a tal punto la hacía sentir escalofríos, o imaginar a Todoroki en la misma situación la ponían demasiado ansiosa, nerviosa. Sabía y se recordaba a ella misma que tenía que superar ese miedo, ese temor, ya que en un futuro lo iba a vivir constantemente, siempre estaría arriesgando su vida. Debía desarrollarse y esforzarse hasta lograr impavidez. Sólo así podría acabar con ese temor. Sus pensamientos pasaban y pasaban en su mente, de hecho su expresión cambió por completo súbitamente, su rostro se ensombreció y la confusión y el miedo se reflejaron en sus ojos.

— U-uh. La verdad no sé, muchas son las opciones y no son para nada positivas, sólo nos queda aceptar que acá estamos y debemos cumplir con nuestro objetivo asignado. —

Se le notaba asustada, y ella intentaba disimularlo, no demostrarlo. Para calmarse soltó un leve suspiro y prefirió distraerse. Se levantó otra vez y gracias a Todoroki supo que con la caminata hasta el negocio de seguro iba a olvidar las malas ideas, o eso esperaba.

— ¡Bien! Por ahí se ve un pequeño almacén, de seguro ahí venden. Vamos. —

Con la mano indicó por unos instante la dirección de dicho negocio y emprendió marcha. Caminar y estar junto a Shoto la hacían estar nerviosa, todo el tiempo, se sentía como una típica adolescente enamorada, y no le agradaba para nada esa sensación. Para su suerte era una chica tranquila que podía ocultar lo que no quería que se notase, y era por eso que la mayor parte del tiempo se le veía seria o tranquila, pero la verdad era que hacia su mayor esfuerzo para que al menos, Todoroki no lo notará. Por ello siempre evitaba el contacto visual, o muy poca distancia, no quería ser descubierta. No debería pensar en ese tipo de cosas en momentos como esos, en los cuales se les había asignado un trabajo de héroes, pero sabía que si comenzaba a pensar en opciones, en situaciones, en planes iba a caer en la confusión y terminaría estresada ya que, no tenía información y odiaba eso, no podía pensar en nada sin información. Por primera vez, se confiaría en sus habilidades y esperaría el momento.

— Tengo un presentimiento de que, probablemente veamos Nomus. El enemigo posee conocimientos de biología y probablemente sepa cómo funciona todo ese tema de la mutación humana y demás. Estoy casi segura de que no la veremos directamente, si no que nos hará pelear con subordinados primero hasta dejarnos sin energía, y una vez que eso suceda se mostrará en realidad. ¡Oh! Hablando de eso. Me enviaron una imagen de ella, no sabemos su nombre, ni edad pero se sospecha que es ella quién ha estado secuestrando niños para hacer pruebas con ellos. —

Dijo con seriedad y preocupación. El verdadero porqué y el crimen que había cometido tan poco reconocida villana era ese. Estaba loca y experimentaba con niños, los engatusaba con su quirk y luego se los llevaba. Existía un registro de los desaparecidos, era una lista larga y aterradora. Momo ni siquiera podía pensar en empatizar el dolor de las familias, era demasiado grande como para poder entenderlo desde un punto de vista ajeno. Procedió a sacar su celular de uno de sus bolsillos del cinturón color beige que llevaba para poner sus creaciones, una vez lo desbloqueó, buscó la imagen de la mujer y se la mostró al bicolor. A penas se distinguía su rostro pero se podía ver una silueta femenina, con cabello rubio y largo, alta estatura, lentes, bata de laboratorio y ropa formal, saliendo de una farmacia.

— Se cree que ella es. —

Ya estaban llegando su destino, y estaba vacío, extrañamente vacío. Ni vendedor había, sin embargo estaba abierto. ¿Qué sucedía?.

-Frustrado soltó un pesado suspiro al ver como la hermosa expresión de Momo desapareció siendo sustituida por una de angustia, tal vez nervios o miedo.
Tuvo la mejor imagen de sus últimas semanas frente a el y solo había durado unos segundos.
Era extraño pues normalmente a la joven se le veía muy tranquila y sobre todo segura en cada misión, era común verla como buen líder tomando excelentes decisiones en batalla; más ahora eso se había desmoronado.
“Mitad-mitad” como era llamado en ocasiones por su parte intentaba mantener la cordura, no era que el asunto no le preocupara pero si ambos se dejaban envolver por el miedo terminarían frágiles ante el enemigo; además, mucho ayudaba que en ocasiones pasadas había teñido vivencias de extremo peligro en los que no tenía tanto tiempo a pensar las cosas y debía actuar al momento.
No había nadie cerca a ellos, entonces era muy complicado buscar alguna distracción que los ayudara a relajarse, básicamente estaban ellos dos y nada más.-

— Relájate un poco, todo irá bien.
Además, podemos funcionar bien como equipo; solo debemos actuar al momento.

-No había sido el mejor discurso de motivación pero su intento había dado.
Al final terminaron poniéndose de pie de forma sincronizada, Todoroki únicamente dio suaves palmadas sobre la cabeza de la azabache y dirigió su mirada hacia aquel puesto donde pensaban obtener sus aguas.
Pese a ser un día realmente caluroso podía sentirse una fresca brisa de verano, ideal para planes como visitar albercas o playas.

Asintió hacia el señalamiento de Momo y puso en marcha la caminata hacia el puesto, llevaban cierta distancia, misma que el bicolor respetaba pues de no ser así pensaba que podía llegar a hostigarla, más de lo que estabas.-

— ¿Nomus? Uno de ellos puso en aprietos incluso a All Migth, eso sería demasiado malo.
De ser así, lo mejor sería buscar una forma de evitarlos o dejarlos inmovilizados.
Su fuerza es abrumadora, sin mencionar las variaciones que pueden presentar, son unas bestias.

-No tenían ni la menor idea de donde podrían ser atacados, y únicamente sabían su quirk de forma muy general y su posible figura.
Era una misión complicada, al ubicarse a las afuera de la cuidad habían muy pocos sitios en los que podían escudarse, un par de edificios altos, un mirador y muchos árboles.

Si que se habían tomado muy en serio la desaparición pues ni el propio dueño del local estaba, cosa que si era demasiado extraña e inexplicable, nadie en sano juicio dejaría su negocio a solas exponiéndose a robos.-

— Momo, ¿podrías generar una mira térmica? No es común esta soledad.

Gracias a las palmaditas que le dió el bicolor de hace unos instantes atrás podía sentirse más relajada, extrañamente cualquier muestra de preocupación por parte de Todoroki la hacían sentir como una niña, cómo si fuese protegida por él todo el tiempo. En el momento, sus mejillas se sonrojaron y hasta ahora, que ya estaban dentro de la tienda, seguían con el color rojo. Era leve, por suerte. Había olvidado por completo el incidente de All Might con el primer nomu que apareció tras el ataque inesperado de la liga de villanos. El chico de ojos heterocromáticos tenía absolutamente toda la razón, los Nomus eran criaturas que no sentían dolor, eran bestias sedientas de sangre que solo se guiaban a partir de su instinto. No dudaba para nada que no se encontrarán con alguno. Y le asustaba, puesto que con su quirk no podía hacer mucho contra ellos, aparte de que en el lapso de tiempo en el que creaba algo que pudiese serle de utilidad, podía ser atacada con mucha facilidad por un nomu. Debía tomar precauciones anticipadas por lo que veía.

— Creo que no soy un oponente digno contra un nomu, en el tiempo en que esté creando algo para defenderme, me podrían atacar. En ese caso debemos trabajar en equipo, tú podrías ganar tiempo mientras yo creo algo que sea de utilidad, algo grande como algún tipo de cañón. —

Una lámpara prendió la luz en su cabeza, ¡Qué inteligente era! Sonaba como el plan perfecto. Estaba orgullosa de si misma. No podía dejar apagar ningún detalle, cualquier error podría generar un destino no deseado. Un peligro inminente. Agarró su mentón mientras caminaba, pensando en el plan sugerido. De su estado de concentración completa la sacó la voz masculina de su acompañante, le estaba solicitando algo.

— ¿Uh? Mira térmica. . . —

Dijo por lo bajo mientras pensaba en la estructura y componentes que iba a necesitar. Lo sabía, y estaba recordando uno por uno.

— ¡Sí! Dame unos segundos. —

Exclamó con felicidad mientras se detuvo una vez dentro del local que, estaba oscuro y sólo. Necesitaba concentrarse en una sola cosa. Se dió media vuelta, dándole la espalda a Todoroki y tomó los bordes que pasaban por sus pechos de su traje color carmesí y de su piel comenzaron a verse muchos brillos de colores celeste y rosado, formando una pequeña estela de la cual, tras unos tres minutos salió una especie de cámara con lente color verde, es decir, una mira térmica. Antes de dejarlo caer al piso, la azabache la tomó con sus manos, dejando su traje tal y como estaba, cubriendo lo justo y necesario.

— ¡Listo! Aquí está —

Dijo luego de darse la media vuelta y quedar frente a Todoroki, sosteniendo el objeto en sus manos, para luego estirarlo hacia el bicolor para que lo tomara. Luego de que éste lo tuvo, Momo decidió adelantarse y caminar por los pasillos de el negocio que raramente, parecía un mini market puesto que era más grande que un almacén cualquiera. Mientras observaba sus alrededores, hubo algo que le llamó la atención, unas manchas de sangre fresca formaban un camino hacia lo que sería el mesón de ventas, justo en dónde debería estar el dueño, y que, no estaba. La azabache sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral, había alguien más ahí, y no era precisamente alguien bueno.

— Todoroki~san, no estamos solos. . . —

En su voz se notaba la advertencia, no había más que decir. Rápidamente sostuvo con fuerza entre sus manos el tubo de metal, mientras con lentitud, precaución y silencio seguía el camino de sangre.

-La situación era ya demasiado extraña como para detenerse a analizarla.
En aquel puesto no habían ni clientes, muchos menos encargados de atender; “no había ni una sola alma” como comúnmente se decía, para nada daba buena espina.
Miró con atención todo el lugar percatándose de cómo aún habían platos con comida y las tazas aún desprendían aquel vapor de cuando se calentaban demasiado, personas habían estado en el lugar y parecía que tuvieron que evacuar de emergencia.-

— Ahora mismo no puedes detenerte a pensar en individualidad, estamos haciendo equipo.
{Ni siquiera sé si yo podría hacer daño a un Nomu, los golpes de All Migth apenas causaron daño, ¿yo puedo hacer algo similar? Aunque, con la inteligencia y habilidad de Momo como respaldo . . .}

-En todo momento buscaba esconder sus inseguridades, siempre como prevención a contagiar con malos pensamientos a la azabache, mantenerse positivo y frío ante la situación fue lo que optó el bicolor para darle seguridad a su acompañante, mientras ella invertía el tiempo en fabricar aquella mira, el por su parte recorría por el lugar buscando más pistas, repitiéndose la misma escena, platós con comida servida y las bebidas intactas, no sabía cuánto pero estimaba que poco tiempo atrás el sitio se encontraba lleno.
Fue muy corto el periodo necesitado para obtener la mira, y en cuanto estuvo rápido la tomó y salió escaneando así toda la cercanía, tal vez tenían a aquellos habitantes como rehén fue lo que pensó, así que con la misma buscó por todas partes esperando encontrar rasgo alguno.-

— Es difícil creer que un lugar tan transitado como este ahora esté desierto.
Deberías fabricarte un escudo, tenemos que anticipar un posible ataque.

-Poco duró hablando pues entonces fue interrumpido por la joven teniendo nuevas noticias, ahora ella era quien anticipaba que habían enemigos o aliados cerca, podía que también se tratara de algún rehén.

En ese preciso momento soltó la mira y regresó dando media vuelta hacia el local pues pensaba que Momo tenía algo a la vista, todo sucedía en segundos de forma muy sincronizada para su mala fortuna, a su espalda habían un par de aves que se detenían para descansar y esperar que alguien en otras circunstancias las alimentaran, solo bastó con dejar de verlas para que el ataque se dieran; tan solo pudo escuchar cómo estás desplegaron sus alas.
No pudo ver nada, pero sabía que alguien estaba detrás, tuvo el tiempo muy justo para con su diestra fabricar una capa de hielo que protegiera al menos la mitad derecha de su cuerpo.
Pudo sentir una enorme fuerza sobre su costado que no sólo lo impactó, si no también lo empujó lejos del lugar donde estaba, de no ser por el segundo de reacción que tuvo los daños para él habrían sido mayores, el golpe provocó un estruendo enorme y que posiblemente habría podido poner en alerta a Momo, mientras él usaba el mismo hielo para amortiguar el impacto tras el golpe y por fin poder ver quien lo había atacado de tan brutal forma.-

Siguió el consejo de su compañero mientras continuaba con lentitud siguiendo el camino del líquido espeso y rojizo que llevaba a una sorpresa final. En su antebrazo izquierdo apareció un escudo plateado, producto de una creación que no tardó más de 3 segundos en efectuar. Estaba alerta, gracias a que su cuerpo había comenzado a generar suficiente cortisol como para responder ante una situación de forma hábil y rápida, estaba nerviosa y tenía incertidumbre sobre qué podía ser lo que se encontrará tras el mesón. Una vez llegó, sus pupilas se encogieron y sus párpados se abrieron de par en par, había un cadáver humano, repleto de sangre, al cuál le faltaban algunas partes de la piel e incluso carne. Era el cuerpo de un hombre joven de aproximadamente unos 25 años.

[ Q-q-qué diablos . . . ]

Sintió como su pulso se alzó súbitamente, como si fuese una empinada, comenzó a sudar y sintió asco, repulsión, debía salir de ahí. En definitiva esa persona no tenía ni una sola posibilidad de vivir, ya estaba fuera del límite. Se alejó hasta chocar con la pared, estaba completamente atónita. Fue gracias a un fuerte sonido de algo impactando contra otra cosa lo que la sacó de su estado de estupefacción. En el instante en que lo captó, pensó en una sola persona: Todoroki.

Cómo si el alma le hubiese vuelto al cuerpo, tragó saliva y corrió sin dudarlo hacía dónde estaba el bicolor, quién yacía en el suelo, tal y como pensó, a él fue a quién atacaron. Observó el escenario y pudo ver hielo y criaturas ya conocidas, pero más evolucionadas; Nomus. O una especie de Nomu, que podía planear en el aire. Mantenían esa apariencia bestial, sin la más mínima emoción, sólo vivían gracias a su instinto animal. Vivían para destrozar y matar. No tenían absolutamente ningún otro objetivo en el mundo más que ese.

— ¡Todoroki~san! ¿¡Estás bien!? —





Dió un par de pasos apresurados y desesperados para quedar a su lado, dándole un vistazo rápido a su condición física para comprobar si había recibido algún tipo de daño grave, pero por lo visto solamente había recibido un par de rasguños por el roce.

[ ¿Cómo venceremos a estas criaturas? ]

Pensó para si misma, completamente pérdida en sus inseguridades y en la desconfianza. No estaba segura de si estaba autorizada para cortar o causar grandes heridas a sus oponentes, incluso matar. Con su quirk lo más seguro eran las armas, no podía inmovilizarlos como Shoto podría hacerlo con su hielo.

— ¿Tenemos autorización para herirlos físicamente e incluso, acabar con ellos? —

Dijo sin quitarle la mirada de encima a la órbita que formaban las bestias en el cielo, aún volaban como si fuesen buitres en espera de alimentarse de su presa. No pensaban atacar otra vez, o al menos, no aún, lo cual era raro. Y aún más anormal era lo que estaba por suceder. Dichas criaturas finalmente decidieron bajar a tierra, justo luego de que la azabache pensara en que su comportamiento era extraño. Parecía como si hubiesen leído su mente.

Por otra parte, los adversarios se mantenían quietos, como en espera de que algo ocurriese. Sus cuerpos comenzaron a cambiar, estaban sufriendo un tipo de mutación o transformación, que era perturbadora y asquerosa a simple vista, disminuían de estatura y masa muscular, su carne cambiaba y algunos "pedazos" eran desechados y caían al suelo como trozos de papel. Paulatinamente iban tomando forma de humanos, y humanos que ambos estudiantes conocían a la perfección. Cuándo la transformación de los Nomus acabó, ante los orbes negros de Momo Yaoyorozu se encontraba ella misma, y otro Shoto Todoroki, sólo que ellos tenían una mirada vacía y a la vez, depravada. No dudaron ni un sólo segundo en atacar, eran ágiles.

A Momo no le dió tiempo ni siquiera de pensar, mucho menos para reaccionar, su clon se dirigió hacia su posición sin titubear lo más mínimo y de la misma forma, usó su quirk {Creation} para crear una espada afilada y alzarla por el costado derecho del rostro de la verdadera azabache, dejándole un corte en el pómulo. Corte del cuál sangre salió al instante.

[ ¿Puede pensar? ]

Lo supo debido a la sonrisa maniática que poseía su opuesta, quién procuró comenzar "asustando" a Momo con aquel ataque, poseían inteligencia y eso era lo más peligroso.

-Para cuando Momo había salido del local el ataque ya había comenzado, Todoroki se levantaba y tomaba aire de nuevo después de tan fuerte golpe, aún se sentía desequilibrado y sobre todo desorientado.
Se apoyaba de las paredes para poder ponerse de pie, su uniforme se había rasgado ya, además su pierna sangraba un poco producto del mal aterrizaje, de haber tardado solo unos segundos más en reacción la herida habría sido más grave.

Frente a ellos solo podía ver un par de lo que parecían ser Nomus, uno ahora con la habilidad de volar, incluso en su espalda sobresalían un par de monstruosas alas, el otro era tal como lo conocían.
Con un cuerpo enorme y una fuerza de otro mundo, pudo ver de reojo a Momo quien ya se veía lista para el combate con su escudo y arma en mano, para ser sincero prefería no despegar la mirada de aquellas mutaciones pues su velocidad era increíble.-

— Estoy bien, tranquila. ¿Ves algún otro Nomu? No queremos más ataques sorpresa.

-Aquellas fieras mantenían su lugar sin mover un solo músculo, estaban estáticos como si quisieran defenderse antes que atacar, eso era tiempo para el bicolor pues así se recuperaba del golpe.
A su lado la azabache aunque no como de costumbre también lucia tranquila y alerta, en ese situación las sorpresas podían esperarse, pero nunca una como la que recibirían.
Ambos Nomus decidieron dejar el cielo para aterrizar, no era muy inteligente de su parte o al menos eso pensó el bicolor pues aunque poseían una perfecta condición física evidentemente tenían ventaja mientras se mantenían en el aire, por pura intuición Shoto dio un paso por delante de Momo buscando así ser el primer blanco pues con su compañera herida perdía mucho apoyo.
Sobre todo en caso de emergencia pues ella podía fabricar infinidades de cosas.-

— Ni siquiera sé si es posible matarlos, lo principal es mantener la situación.
Entonces, haremos lo que sea necesario.

-El momento era muy tenso, los nomus seguían inmóviles y sobre tierra, Shoto pensaba que era algún plan para distraerlos y recibir otro ataque por sorpresa pero al final no fue así, los mencionado ya de la nada habían comenzado a temblar, además parecía que partes de su cuerpo caían tal y como si les rebanaran la carne, cosa que era demasiado asquerosa.
Sus alas cayeron y aún se movían estando separadas del cuerpo, la carne que se desprendía de ellos causaba en Shoto repulsión, era asqueroso ver esa “mudanza” de piel, sobre todo los pequeños detalles como ver la sangre o pequeños tejidos que se resistían al caer, el bicolor solo quería que terminaran antes de vomitar.
Demoraron algunos segundos y el resultado era impensable, eran ellos, o al menos eso parecía.
Un Shoto y una Momo productos de la mutación, eran muy similares en cuanto el físico, de no ser porque los clones poseían una mirada más tétrica.
Si enfrentarse a nomus era ya un problema, ahora que habían robado su identidad la situación empeoraba, aunque Shoto intentaba blanquear su mente y mejor no pensar tanto la situación, no dejaba de ser extraño y sobre todo pavoroso el hecho de pelear contra el mismo.
Lo había vivido una vez, cuando en aquella arena de pelea vio como Hawk peleaba con un clon suyo, más nunca pensó ver eso por parte de un enemigo mortal.-

{ Es diferente a lo que pensaba, además de estar mutados y poder volar, ahora pueden copiar identidades, aunque aún no sé si posean nuestros quirk}

-Vaya mal rato, apenas había planteado su duda cuando el primer ataque se dio, el clon de Momo atacó sin piedad usando una larga y afilada espada de acero, fue directo a la azabache pasando de largo al bicolor además seguían poseyendo esa velocidad tremenda, en ese intanste Shoto miró de reojo por suerte su compañera había podido evitar el ataque pero por muy poco.
Todo en sólo segundos, el chico giro y usando la parte izquierda de su cuerpo conectó un zurdazo en el costado de Momo, o bueno, más bien su clon aplicando fuego al golpe buscando herir de gravedad al rival, no pudo usar una llamarada pues la azabache estaba muy cerca y podía herirla.
El descuido había salido caro pues para defender a Momo debió dar la espalda a su propio clon, como resultado este ser usando su parte derecha, es decir el hielo se acercó velozmente a Shoto tomándolo del cabello y llevándolo hasta “reventarle” la cabeza contra la pared de un edificio.-