Un amigo más [Shoto Todoroki]

Aquella hermosa Gorgona se pasaba por el muelle de la ciudad de Yokohama, no hacía nada interesante en realidad, solo buscar un lugar en el cual poder leer y estar tranquila. Y obviamente, pensar un poco en su amado, ¿Por que no?.

Encontró un buen lugar al final del muelle, con los pies en el agua, jugando un poco, sintió una presencia a unos pocos metros de ella, al parecer, un jóven de media estatura, posiblemente un hombre por su caminar, al parecer el también estaba ahí para estar tranquilo.

Medusa se levanto, y volteo hacia atrás, divisando al chico, y con un leve sonrojo le observó con detenimiento, mientras que con una muy suave sonrisa, le saludo amablemente.

- Buenas tardes, Ah, tu nombre es ¿Shoto?, O me equivoco.- Diria la pelipurpura, observando al chico de heterocromicos ojos.

Solto un suave suspiro, esperándo ver la reacción de su contrario, poniendo sus manos a los extremos de sus caderas.


-Oh, por cierto, disculpa si te incomode -Diria refiriendose a su comentario anterior, escuchando el suave goteo de el agua al chocae contra el muelle y los grillos, cantando una suave canción, no faltaba mucho para que anocheciera.

-Con el sol en el ocaso viéndose reflejado sobre el mar todo apuntaba a ser una vista sumado a algunas aves viajando al horizonte no daban a entender más que la tranquilidad con la que el lugar contaba.
Paso a paso fue acercándose más al final del muelle, a la orilla de este, aunque para cuando él llegó alguien más tenía ya tomado su lugar.
Cosa un poco extraña teniendo en cuenta que para esas horas extrañamente había alguien cerca del lugar.
De igual forma lo ignoro y llevando las manos muy al fondo de sus bolsillos continuó avanzando.
Era muy posible que por ese día no llegara hasta el final del muelle, solo para no interferir a quien ya estaba ahí.

Y es que únicamente pasaba por lo relajante que era, cada día al final de las visitas a su madre pasaba al lugar para tomar un aire de frescura.
El agua cristalina era lo mejor, logrando ver pequeños peces en ella.
Así los minutos pasaban mientras el bicolor disfrutaba de todo a su alrededor, no podía pedir nada después de haber visto todo eso, pero no termino todo ahí pues cuando estuvo a nada de irse aquella mujer de cabellos purpura lo llamo, cosa extraña pues jamás la había visto y ella al menos ya sabía el nombre del propio bi color.-

— ¿Como sabes mi nombre?
Nunca te había visto.

-Por el comentario podría parecer que el chico había sido alterado, pero no.
El seguí con sus manos guardadas a cada bolsillo y con esa mirada tan serena que le caracterizaba.
Ahora podía ver con perfección a su contraria, podía apostar a que era mayor a él, pero seguía reservado pues para nada sabía nada acerca de ella.-