En la cancha de básquetbol (Clase B: Teyvat Guild)

Anton, el vampiro y médico de la Academia, convocó a todos los de la Clase B al gimnasio de Legacy, su voz resonando con una calma que no presagiaba lo que se avecinaba. Mientras los estudiantes llegaban, él tomó un balón de básquet y, con la misma destreza que lo caracterizaba en todo lo que hacía, comenzó a driblar. Su figura esbelta y elegante se movía con fluidez, como si cada rebote y cada paso fueran parte de una coreografía cuidadosamente ensayada.

— Mi gente, hay algo feo que contarles, — había llegado el momento de revelar una verdad más oscura y siniestra, una que cargaba desde hacía tiempo. Sabía que estos estudiantes, provenientes de Teyvat, debían conocer la realidad de los peligros que los rodeaban. Ellos tenían un potencial inmenso, pero también estaban rodeados de amenazas que no podían ignorar. Anton dejó que el balón rodara hasta detenerse en algún rincón del gimnasio.

Con una expresión grave y un aire de solemnidad, abrió la carpeta y empezó a repartir los papeles entre los estudiantes. Cada hoja estaba repleta de rostros familiares, algunos conocidos por su fama, otros por su infamia.

— Estos son vuestros enemigos, — comentó con un tono que no admitía dudas. Aquellos rostros, algunos de ellos compañeros, aliados pasados y figuras de poder en sus propios mundos. Anton sabía que cada uno de ellos tendría que tomar decisiones difíciles. La calma anterior se desvaneció, reemplazada por la inquietud creciente mientras examinaban los archivos.

Los nombres y rostros: Lumine la viajera, Mona Megistus, Navia de Fontaine,  la Arconte Raiden, Scaramouche y Xiao de Liyue.

✦╬══→空????????????????????????

El viajero no podía creer lo que estaba escuchando su propia hermana ahora era su enemiga? Tenía que ser una broma era imposible. No sabía el motivo solo estaba decepcionado y aún más al saber que conocidos suyos también eran del bando contrario.

- Y yo pensaba que este día no se iba a poner peor...

Aunque intentará creer que se trataba de una mentira era demasiado obvio que esto no era una broma. Era demasiada seria está situación.

- No sé cómo debería sentirme ahora mismo al saber todo esto es mucha información...

A duras penas el chico de piel morena entendía lo que se trataba mencionar en ese comunicado que le dieron en forma de hoja, si, hace unos momentos que estuvo en la recepción le dieron un pequeño folleto en donde figuraba su nombre junto a otros conocidos a simple vista.


___________ No llevo mucho tiempo aquí, y ya tenemos concursos entre estudiantes.


Al principio se quejaba pero luego vió aquello como una oportunidad, si, pues podría conocer a mas alumnos y de paso socializar un poco, cosa que no lograba mucho, pues sus malos chistes no se lo permitian.



___________ Bueno, debería entrar un poc- vaya, parece que no soy el único ansioso por la competencia.



Dijo curioso al ver a un rubio dando vueltas con una expresión preocupada en el rostro.

Así mismo, Kokomi observó analizando aquella situación, comprendiendo lo que significaba, los rostros negativos y preocupados de los que tenía a su al rededor.



Dió una ojeada a aquel folleto que le había sido otorgado, encontrando rostros que había visto un par de veces a pesar de no haber tenido una estrecha conversación en el pasado. Prestando atención a los comentarios de sus compañeros, a comparación, ella no había hablado claro en ningún momento hasta después de un par de minutos.



─── Vaya, es algo sorprendente y si que es una muy mala noticia... ───
Un balbuceo apagado, sin quitar la mirada de esos rostros en aquel papel.

Asintió con la cabeza el profesor. Efectivamente, era una noticia terriblemente siniestra. Tener que luchar contra ex-amigos o gente conocida podría ser excesivamente duro. Anton entendía las consecuencias de esto, así que luego de revelarles la información, los llevó al dojo mágico.

El lugar era amplio, con una especie de escenario principal en forma de círculo y en medio había un abismo. Era básicamente como un estadio o una pista de obstáculos. Las importancia de que estos jóvenes salten esta "trampa", era que el profesora quería saber sus habilidades y cómo se enfrentarían a un desafío así.

— Muy bien, quiero que salten eso, por favor. Primero vamos con Aether. Si lo hacen bien, iremos todos por unas hamburguesas en la cafetería, — el vampiro señala al rubio para que sortee el obstáculo que tenía en frente. Quería saber de qué eran capaces las personas que venían de Teyvat.