Buscando huellas bajo la nieve (con Uraraka)

Mentiría si dijera que no me invadió la nostalgia hace un par de días. Aquella madrugada, la espada rota que guardaba comenzó a moverse golpeando todo a su alrededor, me hizo levantarme del profundo letargo en que me hallaba desde el anochecer. Al principio me negué a creer que fuese la espada arrumbada en un armario; pensé que podría ser algún espectro o animal en la habitación, así que me levanté a revisar. El momento en el que abrí la ligera puerta de madera, mi boca se abrió y mis ojos asemejaron 2 enormes platos por la sorpresa que llegó a mi ser; la espada de bambú ruta sí estaba sacudiéndose, tan fuerte que pudo tirar las cosas que había puesto sobre ella. Hace más de un año estuve bastante pendiente de aquella espada y su leyenda, pues solía hacer movimientos así, más bruscos entre más tuviera cerca otra espada de bambú que no perteneciese a su portador.

En cuanto la vi no me dí el tiempo de pensar en nada más y la tomé rápidamente junto con mis armas y me vestí a toda prisa para salir de la academia. Comencé a correr hacia la salida y luego en círculos alrededor de toda la isla hasta que descubriese a que dirección la espada se movía mas violentamente; cosa que me tomaría toda la mañana descubrir. Al encontrar la dirección predilecta, corrí desmedidamente en ella, corrí un enorme tramo mientras se intensificaban los arrebatos de la espada rota.

Cuando me detuve por falta de aliento no tenía idea de que hora era; la noche no había caido aún. Comenzó a soplar una intensa ventisca que me hizo necesario cubrirme mientras recuperaba el aliento. Supe entonces que me encontraba en las montañas nevadas no tan lejos de la academia Legacy "¿Tan cerca se encontraba una espada de bambú? ¿Quién la había traído ahí? ¿Cuál de todas las espadas será? " Me pregunté mientras me sentaba sobre una gran roca en una cueva en la ladera de la montaña.

—Por suerte está cerca del perímetro legaciano y puede que nadie hostil la haya tomado o esté en su busqueda aún... De cualquier manera, no debería confiarme—. Me dije a mí mismo y me coloqué mi máscara, encima de esta una bufanda y seguí mi camino cuesta arriba.

A esas alturas me pregunté si hubiese sido una buena idea avisar a alguien mas para que me acompañase, pues no sabía que iba encontrar en esas montañas. No sabía de nadie en kilómetros; una lúgubre sensación de soledad me invadió mientras mis tímpanos retumbaban con el sonido de la ventisca. "¿A qué había ido ahí?" me pregunté. "A ser un héroe" me contesté. Sabía bien que las espadas no debían caer en manos de cualquiera o perderse por ahí; siempre es conveniente escuchar las leyendas que rodean a cada lugar

La castaña se encontraba en sus clases como de costumbre. Sus compañeros empezaron a esparcir cierto rumor acerca de las montañas nevadas. Ochako no escucho muy bien de que se trataba, aún así era algo que la había dejado con la duda. No podía dejar de pensar en aquello, era casi nueva en la Academia Legacy, quería saber más del lugar en donde estaba, así que ese día se dispuso a ir a las montañas.

Las clases por fin habían terminado, sin pensarlo dos veces se dirigió a su dormitorio asignado, dejo caer la mochila en su cama, se cambio de ropa, por lo que había escuchado era evidente que en esas montañas haría un gran frío, tomo un sweather, sus jeans, y una vez que estuvo lista se marcho, hacia su nueva aventura.

Caminaba hacia su destino, se puso a pensar en que debía de haberle avisado a alguien, saco su celular, quería avisarle a Izuku, su amigo incondicional, pero desafortunadamente la señal no era muy buena. Sentía un mal presagio, mientras caminaba pensaba detenidamente si era conveniente regresar, no sabía que clase de peligro habría al llegar al lugar, aunque por otra parte su curiosidad era tan grande que no quería desaprovechar la oportunidad. Prosiguió con su camino, ya había recorrido un gran tramo, así que no vacilaría.

Ochako llegó a la montaña, afortunadamente no estaba tan lejos de la academia, esperaba ser lo suficientemente capaz d recordar el camino de regreso, no quería ser la burla de sus compañeros. Caminaba sigilosamente, aún no sabía con que se encontraría, observaba atenta todo alrededor, ¿ a que se referían sus compañeros, al decir que había algo en la montaña?, a simple vista todo estaba normal.

Tal vez se había dejado llevar, lo más seguro es que no había anda fuera de lo normal, comenzó a reír, se sentía tan tonta por dejarse fiar de comentarios sin sentido, al menos ya conocía las montañas, así que se sentía satisfecha, justo cuando comenzaba a retirarse un extraño ruido capto su atención, se puso en guardia, sabía que legacy tenía enemigos, así que debía estar atenta.

━¿Quién anda ahí?.━Mencionaba gritando. Tal vez hacer eso no era una buena idea, pero ¿que opción tenía?, no iba a permitir que el adversario la tomara de sorpresa. Aunque si lo pensaba bien, lo más seguro era que se tratase de algún roedor, los animales abundan en las montañas, aun así, prefería ser precavida, su poder no era la gran cosa, pero se defendería como fuera.

La intensa tormenta de nieve que empezaba a gestarse entorpecía mis sentidos de la vista y el oído que me solían ayudar a detectar presencias ajenas con relativa facilidad, por ello en esta escalada me mantenía más tenso e lo usual para poder reaccionar ante la mas mínima perturbación. El estar ensordecido por la ventisca también me daba pie para el descuido del ruido y los movimientos que realizaba; era complicado distinguir cada hilo de ruido cuando algo tan estático forzaba su presencia.

De imprevisto, un grito me hizo voltear instantáneamente a la dirección desde la que lo escuché. Cabe admitir que no conocía la voz que sobresalió aquella fuerte ventisca; además, no entendí aquello que quiso decir, por tanto desenvainé mi espada y corrí a toda prisa en tal sentido. No me encontraba solo y la presencia de la espada me tenía al pendiente de ello, por lo cual no pude ignorar tal perturbación. No sabía muy bien que tan lejos estaba el origen, pero a las centenas de metros de mi carrera comencé a distinguir un silueta aparentemente humana ¿De quién se trataría y por qué había llegado hasta ese lugar? me preguntaba, y solo podía estar seguro de que sería alguien que llegaba por su voluntad propia a ese helado clima.

—¿Quién eres? este lugar es muy lejano como para haber venido a parar aquí casualmente—. Me escuché gritándole a aquella persona.

En cuanto la silueta comenzó a aclararse y comencé a distinguir los colores de aquella mujer, aumenté mi carga y dí un enorme salto para pasar sobre ella. Aterricé con el cuidado necesario para no resbalar por alguna ladera y me dí la vuelta, apuntando mi espada al cuello de la persona, usando la guardia española. Mi rostro estaba cubierto por mi máscara y, por tanto, mi voz tampoco era fácilmente reconocible; su tono reflejaba seriedad ante la amenaza que estaba ejerciendo y mis ojos relucían como 2 brillantes elipses azules.

Con la tormenta era muy difícil reconocer a la persona que estaba al otro extremo de ella. La castaña forzó su vista pero era inútil, la nieve comenzó a cubrir cada parte de la montaña, decidió ir en la dirección de aquella persona, sus pasos eran lentos, comenzó a sentir cierto temor, ¿que pasaba si la persona la atacaba?. Con la nieve cayendo era muy poco probable que pudiera pelear.

Su temor se hizo más grande cuando la persona contraria comenzó a gritarle, no parecía ser alguien amigable, no podía reconocer la voz, debido al ruido del viento, escucharlo se le dificultaba. Alzo sus manos, quería dar a entender que no llevaba ningún arma y que no tenía intensiones de atacar; pensamientos negativos cruzaron por su cabeza, cuando el contrario dio un gran salto hacia ella.

━¡E-ESPERAAAA!, solo pasaba por aquí, no es necesario usar la violencia.━ Intentaba sonar tranquila, pero claramente era todo lo contrario.━Yo, solo estaba paseando por aquí...bueno en realidad, estaba buscando algo, y como podrás ver, no tengo ningún arma, así que... ¿porque no bajas la tuya?.━ Una sonrisa cruzo por su rostro, aunque no era una amigable como solía mostrar, más bien era una expresión nerviosa.

Ochako estaba muy asustada, no podía ver el rostro del contrario, pero era evidente que no era alguien fácil de tratar, la seriedad con la que hablaba suponía una situación complicada, pero aún así esperaba que aquella persona fuera alguien comprensiva, alguien quien escuchará lo que una estudiante como ella tenía que decir.

— Puedo hacerlo... Pero, primero dime ¿Quién eres? No es muy común que las personas transiten por estos lares—. Dije con un tono notoriamente más tranquilo; sin moverme de mi guardia.

No es que me gustase ser agresivo o desconfiado acerca de otros; pero, la pista que recientemente recibí, me mantenía tenso al respecto ¿Qué iba a hacer si alguna hoja llegaba a caer en manos equivocadas? En dicho escenario tenía que mantenerme listo para actuar. Empero, cierto era que la voz de aquella dama y su apariencia a simple vista, no parecían reflejar una amenaza.

La fuerte ventisca comenzó a atenuarse lentamente. Cesó el intenso rugido que emanaban las montañas, pasando a un más suave resoplido. El monte nevado de había empezado a tranquilizar y mostrar su prominencia en los rayos de luz que comenzaban a filtrarse por las nubes, que rechazaba. Por un momento me distraje en cuanto vi lo primeros puntos brillantes reflejarse sobre la nieve; desvié mi mirada sin bajar mi guardia.

—Parece que ahora pueden darse mejor las presentaciones entre nosotros.

Mientras hablaba, la calma del firmamento se hizo total. Mi voz ya era más audible y podía notarse la distorsión que le provocaba la máscara. Ahora solo nevaba; era revelado a los presentes un cielo azul y unas nubes tan cercanas que casi podían tocarse, siendo perforadas por múltiples rayos del sol. La hostil ventisca se había calmado.

La castaña relajo su cuerpo, escuchar que el contrario estaba dispuesto a hablar hizo que la preocupación se fuera, aunque no del todo, pues no sabía que tanto podía estar segura al lado de aquella persona. Aunque se encontraba algo confundida, ¿aquella persona era buena o mala?, si fuera algún enemigo la hubiera atacado sin dudarlo.

━Bueno...Mi nombre es Uraraka Ochako, soy de Lecagy, la academia cercana a este lugar.━ Su voz era tranquila y firme, debía de mostrar que todo lo que decía era cierto, si dudaba, tal vez el contrario pensaría que mentía y no quería dar esa impresión.

━Estoy aquí, por curiosa.━Agregaba riéndose.━ resulta que escuché rumores que decían que aquí pasaba algo extraño, en realidad no dijeron que era con exactitud lo que pasaba, pero bueno, como te habrás dado cuenta y si aun no, soy alguien curiosa, así que camine hasta acá solo para averiguar que era lo que pasaba en estas montañas.━Lo miraba fijamente, no podía ver su expresión debido a la máscara que llevaba, ¿que tipo de rostro tendrá, acaso tiene alguna cicatriz que no quiere que los demás vean?, esos fueron los primeros pensamientos que se le venían a la mente.

━Bueno, tu turno, tendrás que responder a mis preguntas, ¿quien eres?, ¿porque estas aquí?, y lo más importante, ¿porque usa una máscara?.━ A veces la castaña tenía la mala costumbre de preguntar muchas cosas y si ese no era el peor de los casos, solía ser muy directa con todo lo que decía. Esperaba que el contrario no se sintiera incomodo por aquello, pero era algo que Ochako no podía evitar.

—Legacy... Vengo de ahí también

Fue lo primero que repitió al escuchar las respuestas de su contraria. Bajó su espada y volvió a envainarla a su espalda. Entonces, se acercó dando un par de pasos sobre la nieve.

—De cualquier forma, es curioso que vengas hasta acá. Lamento mi no tan agradable bienvenida, lo que pasa en esta montaña me tiene algp tenso—. Dijo mientras oprimía un interruptor escondido entre la máscara que detuvo la distorsiona de su voz y apagó las luces de los ojos.

Seguidamente, dió un par de vueltas caminando alrededor de aquella chica para observarle más atentamente. Era la primera vez que la veía; no se preguntaba si sería nueva o no, dado que él solía estar apartado de el ambiente académico la mayor parte del tiempo. Su ocupación en misiones lejanas le hacía no conocer a todos sus camaradas.

—Mi nombre es Nathan Haider. Supongo que no habíamos tenido la ocasión de conocernos.

»Me encuentro aquí porque sospecho que hay escondida una reliquia o, al menos, pistas de esta. Mi máscara es más que todo por el frío, me ayuda a no perder el aliento si me es necesario luchar—. Respondió con aire más tranquilo, amable y casi dispuesto a colaborar.

Ochako puso una cara de alivio luego de escuchar que pertenecían al mismo bando, no quería imaginarse que hubiera pasado, si el contrario fuera de Asgard, ella sola no era buena peleando.

━Vaya, pero si somos camaradas.━ Menciono riéndose.━ Descuida no hay problema, te comprendo, hay que estar alerta, pese a que soy algo nueva dentro de la Academia, he escuchado que hay muchos enemigos. Un gusto conocerte Nathan.━ Estiraba su mano para estrecharla, no solía ser tan formal, pero a simple vista parecía que Nath así lo era.

Lo que le había dicho la dejo intrigada, en los rumores no mencionaban reliquias, ahora quería ayudarlo, y haría lo necesario para hacerlo.

━Déjame ayudarte, no se como sea esa reliquia que buscas, pero si me la describes con gusto la buscaré, si buscamos juntos la probabilidad de encontrarla es grande. Puedo preguntar...¿Qué tiene esa reliquia, por qué la buscas?.━ Preguntaba mirándolo fijamente.