Ahogados en la luz (Priv. Con An)

El velo de la media noche estaba acompañado de una tenue llovizna que opacaba la visibilidad a lo lejos, empapaba mis ropas con el avance de mis pasos a través de la gravilla que cubría toda la zona. Aveces me preguntaba si sería realmente alguien demasiado vago en esta nueva existencia; los días no me provocaban hacer mucho, únicamente aceptaba esta misión por petición de mi Master, Rin. Nuevamente me sentía enviado al vacío sin herramientas, pues no recibí más detalles que investigar ciertas anomalías mágicas que estaban teniendo lugar cerca del entorno hostil.

Lograba sentir la extraña perturbación sel ambiente. No había más sonido que el de la llovizna, que, acompañado de la luna iluminación del lugar, provocaban un lúgubre ambiente  en el que uno no podía saber lo que pasaría. En esas condiciones fue como me sentí pasando a un piso de concreto, bajo una amplia zona techada que daba como ambiente el débil sonido de las gotas chocando contra la lámina. La perturbación producía una sensación extraña en mí, como si proviniera de un lugar en el que ya me había encontrado.

Acercándome más, noté que transitaba por una especie de pórtico que conducía a la entrada de lo que parece haber sido uno fábrica en algún tiempo remoto. La puerta se encontraba atascada por el óxido en cuanto intenté abrirla; así que, tuve que forzarla haciendo uso de mi katana en un rápido desenfunde. En principio no noté nada más que la extraña perturbación haciéndose más intensa; empero, comencé a detectar una nueva presencia a mis espaldas. Enfadado, me voltee, con el primer pensamiento de que se tratase de algún enemigo tratando de adelantarse; por tanto, mantuve desenfundada la katana y no encendí ninguna fuente de luz.

—Dime ¿Es necesaria una confrontación? —Dije con una voz ronca y ensordecedora a aire, en la dirección que sentía aquella presencia.