Vigilando el Crimen (Libre)

El peliblanco de ojos dorados se encontraba parado en la cornisa, con los brazos cruzados, de un edificio no tan alto pero que daba una gran vista a la ciudad, esto le permitía vigilar cualquier discrepancia y más a estas horas de la noche donde hay movimiento y se nota más una distorsión en la paz.
Anteriormente no había tenido mucho exito conociendo la academia pero ya lo haría con certeza.
Dando un suspiro largo y sustentado comentó para si mismo:

-《Por un lado me agrada que haya paz pero es bastante aburrido...》- Pensó tornando algo de desgana en su rostro.

A continuación bajó del edificio utilizando los balcones como escaleras aprovechando su agilidad. Una vez en las calles comenzó a caminar con las manos cubiertas por guantes de cuero, en los bolsillos de su pantalón negro sostenido por tirantes a su camisa blanca.
Así con detalle pasó a observar los puntos interesantes de la ciudad en el centro de la misma.

A veces Jellal con un grupo de alumnos se tornaban para hacer guardia en el centro de la ciudad, y justo esa vez le tocaba recorrer de forma encubierta las calles de la gran urbe de Yokohama. La calle parecía estar vacía. Solo se escuchaba la sirena de bomberos que recorrían el lugar y unos cuantos ladridos de perros. No obstante vio algo fuera de lo común. Un hombre que se lanzó de un edificio hacia abajo y aterrizó como si nada.

¿Será de Legacy? ¿Será de Merak? No lo sabía con certeza, pero era mejor seguirlo para ver qué hacía, o incluso tal vez sería buena idea comunicarse con él. Jellal estaba con un jockey rojo, polerón y pantalones negros. Bien camuflado para que nadie detectara que era alumno de la Academia. Se le acercó al albino y se puso a caminar junto a su lado.

Ropa de Jellal:

— Disculpe, tengo miedo a que me asalten, y creo que usted es alumno de Legacy. ¿podría caminar junto a usted? — preguntó mientras andaba con las manos en los bolsillos. Quería saber cómo es que reaccionaría el contrario. Tal vez con hostilidad, o tal vez resultaba que sí era un alumno de Legacy. — Dicen que los de esa academia protegen a los ciudadanos, — acotó a su pequeña conversación. El frío se hacía cada vez más evidente, y el silencio igual, pues entraban a una zona que tenía bastantes malandrines y yakuzas.

Caminaba con la frente en alto observando las calles de la ciudad, alguna más desolada que otra, gente de todo tipo. Vestidos desde formar a elegante sports, algunos con estilos diferentes, emos, hipsters, y demás. Y bueno, ahí estaba el peliblanco que no destacaba por nada en especial más que su color de pelo natural.
A todo esto sintió una precensia que se ponía a caminar a la par de él, un joven de gorra roja y chaqueta negra/gris por lo que observó de reojo, en un principio pensaba ignorarlo hasta que el sujeto mencionó la academia legacy y pedía ayuda por miedo a que lo asalten.

-Descuide señor, soy de la academia, ¿Dónde precisa que lo acompañe?- Interrogó indiferente.

De esta manera sacó las manos de sus bolsillos y las puso por detras de su cabeza, en la nuca como si de una almohadilla casera de tratase. Ahora que lo pensaba más detenidamente, ¿Como supuso el sujeto que era de la academia? No llevaba puesto ningún uniforme que la representara, ¿Lo habrá visto bajar del tejado de un edificio casi de un salto? No lo sabía, aunque era la más probable.
Por otro lado no se percataba de que estaban entrando a un barrio no muy agradable para transitar a horas de la noche, debido a la cantidad de maleantes que se encuentran en el mismo pero bueno, sería una experiencia entretenida el hecho de defender a una persona haciendo uso de sus habilidades.

Sí, al menos parecía ser un alumno de la Academia. No lo había atacado ni nada por el estilo. En cambio, los que eran del Internado Merak simplemente atacan a la gente de forma despiadada.  Sin embargo, este joven de cabellos albinos se mostraba relajado y de buenas vibras. Colocó ambas manos tras la nuca y empezó a caminar. Lucía bastante relajado, y Jellal lo acompañaba.

Mientras se adentraban al callejón, las luces comenzaron a titilar. El bólido de un auto rojo pasó por la calle de forma perpendicular a ellos. Al fondo, muy al fondo: grandes rascacielos de colores y neón. Se notaba que estaban en las periferias de la ciudad, en donde vivía la gente de clase obrera y lamentablemente, personas del hampa. — ¿Y cómo se siente estar en la Academia Legacy? He oído que solo los mejores son aceptados — comentó Jellal mientras veía los pequeños edificios en donde residían las personas.

Al parecer un grupo de maleantes desde las alturas los estaba viendo, y por eso no salían. Solo eran humanos y no se querían enfrentar a alguien de Legacy, pues era prácticamente un suicidio. Seguían caminando cuando un grupo de sujetos extraños pasó por el lado. "Buenas noches" dijeron e inclinaron la cabeza en señal de respeto. Jellal se dio media vuelta con las manos en los bolsillos. Sí, era la misma peña que había asaltado a una mujer. El peliazul les dio se merecido a los tres.

— Bueno, sigamos caminando. La gente está con miedo — y acompañó al albino en su andar en ese barrio de poca iluminación. Sin embargo, sentía que no estaban solos, y era algo más poderoso que un simple delincuente humano.

Este se encontraba bastante relajado, sin embargo eso no quitaba que el ambiente sea inquietante debido al lugar donde se encontraba, al menos contaba con la compañía de alguien que tenía pinta de ser de buena fe así que eso le otorgaba su tranquilidad. Le pareció un tanto curiosa la pregunta del joven y deprimente a la vez.

-Bueno... no es nada del otro mundo creo, al menos yo no la siento así, no se si es porque no conozco a nadie diría o porque aún no la conozco al completo la academia.- Sigo dando un suspiro y dejando caer sus brazos para balancearlos al caminar- Verás, llegue hace poco así que soy un novato allí, supongo que debo hacerme conocer y destacar de alguna manera.-

Echó una sonrisa sincera y serena mientras su mirada se desviaba al suelo, realmente quería destacar pero no sabría si lo lograria con su habilidad, aunque con un poco de esfuerzo y dedicación probablemente algún día lo lograría. No sabía cuanto tiempo le tomaría pero de alguna manera lo haría.
A todo esto el ambiente se tornó algo tenso, eso le incomodó aún más, sentía miradas que recaian sobre él pero no prestaba atención de donde ya que quería evitarlas.
Un grupo extraño pasó diciendo "Buenas noches" al que este solo asintió con algo de timidez poco notable.

-Tienes razón, prosigamos.- Dijo con seriedad apoderandose de su rostro.