Un día de relajamiento en los termas (Juvia Locksar)

Había quedado de verse con Meredy, su fiel amiga pelirrosa que hace poco llegó a la Academia, su invitación a las aguas termales por parte de la contraria le pareció tentadora, por lo que no dudó en aceptar. Quedaron de verse afuera del lugar, llevó lo necesario en un bolso y se apresuró a salir de la Academia antes de que se le hiciera tarde.

Durante el camino su móvil vibró, un mensaje había recibido, lo sacó de su bolsillo y empezó a leer. Su semblante sonriente cambió a uno más triste, comenzó a teclear entristecida, finalmente pulsó a “enviar” el mensaje que escribió y guardó el celular.
A causa de su corazón afligido el cielo se tornó gris, casi a punto de soltar gotas de agua reaccionó preocupada mirando hacia arriba, no era su intención causar eso, tampoco era algo que podía controlar del todo. Pensaba que ya había superado ese trauma de su doloroso pasado.

« Fuera pensamientos malos, no pasará nada, todo estará bien. » repitió en su cabeza una y otra vez, evitando que la lluvia cayera, pero no logró que el cielo se despejara y volviera a iluminar las calles. A pesar de eso trató de pensar en algo feliz, como la vez que despertó en un lugar nevado, siendo encontrada y rescatada por cierto chico de cabello muy singular y azulado. Una sonrisa se dibujó en su rostro, hasta llegar al sitio acordado.

Se detuvo, observando el lugar con poca gente alrededor y su amiga sentada en una banca con un libro en las manos. « ¿se habrán marchado por el cambio del clima…? » pensó nuevamente. — Ahh, ya basta Juvia, contrólate. — susurró para si misma y se acercó a la pelirrosa, quien estaba concentrada en su lectura, “El arte de la guerra” lo supo al leer la portada que apenas se alcanzaba a percibir.

— ¡Meredy! — esbozó una sonrisa al saludar a su preciada amiga. — Vaya… el lugar está muy solitario ¿no? el clima también cambió mientras venía para acá. Jeje — trató de disimular que no era culpa suya, no quería preocuparla ni mucho menos arruinar el momento.
— Bueno, no perdamos tiempo, Juvia quiere relajarse en esas termas. — mencionó entusiasmada tomando a Meredy del brazo. Entraron juntas al lugar, se quitaron las prendas llevando simplemente toallas encima. Ató su cabello en una coleta dejando dos mechones sueltos al frente, después se quitó la toalla, el vapor cubría sus partes más íntimas, y cuidadosamente se agachó hasta sumergirse en el agua.

La temperatura era deliciosa, como suaves masajes por todo su pálido cuerpo dándole bastante relajación. Cerró los ojos y en sus labios se dibujó una sonrisa. Pasados unos segundos abrió nuevamente los ojos dándose cuenta que la pelirrosa estaba muy perdida en sus pensamientos.
— ¿Uh? ¿estás pensando en alguien en especial? — preguntó de forma burlona y con una mirada pícara.

El ambiente era agradable en esas aguas, que mejor que un momento a solas con su amiga. Los orbes de la maga azul se iluminaron al escuchar que sus sospechas eran ciertas.

— Fufu~ Juvia tenía razón, estabas pensando en alguien. — su mirada pícara seguía presente.

— Umm, Juvia no está segura, Lyon al comienzo parecía coquetear con Juvia, pero desde que te vio sólo tiene ojos para ti. Juvia espera que algún día Lyon venga a Legacy y le pida matrimonio a Meredy. — mencionó mientras en su mente imaginaba a Lyon llegando a la Academia en un corcel blanco para pedirle matrimonio a la pelirrosa, y ésta con su vestido de novia dichosa aceptaba a la petición. Su mente era tan vaga e imaginativa todo el tiempo, más cuando se trataban de cosas románticas.

— Ahh el amor~ — decía llevando sus manos a sus mejillas. — Si algún día aparece, Juvia ayudará a que sean pareja.