"Secuestro Exprés" [Team Verde, con Samatoki]

No era para nada un secreto que el bajo mundo tenía problemas y no siempre se trataba de personas malas que perdieron el camino, si no también por culpa de criminales de alto rango que vendían sus cochinadas para envenenar a jóvenes y adultos, que están confundidos o no encuentran salía a sus desgraciadas, tomando el camino más fácil… Ese enemigo era difícil de detener, pero no imposible y aún que tenían sospechosos, no habían pruebas suficientes para encerrarlos de por vida.

Una tarde, Shinobu salió de la academia para hacer sus compras ilegales, quizás era algo inadecuado, pero en el mercado negro podía encontrar insectos exóticos o venenos que no podía encontrar por ella misma, los necesitaba para hacer antídotos en su mayoría, aún que también los usaba para uso personal en si espada, para aniquilar a demonios u otro tipo de criaturas, debía extenderse en ese ámbito.

Encontró no muy lejos del puesto, un hombre, era conocido por estar envuelto en todo eso de drogas, podría decirle que era el cabecilla, era difícil encontrarlo y que esté a un par de metros de ella era una maldita suerte, pero tenía que ser precavida, no tenía autorización de atacar, menos sola , pero tenía tantas ansias de verlo pagar por sus crímenes que no lo dudo, se abre paso entre las personas y antes que pueda hacer algo, dejo caer un par de bombas de humo, estás al ser contacto con el suelo, liberaron una gran cantidad de humo púrpura con algunos destellos rosados, las personas a su alrededor caían inocentes, incluyendo al criminal de Ossor.

El traslado fue lo más difícil, ella a diferencia de muchos de sus compañeros, no tenía la fuerza, pero sus intensas ganas de hacerlo pagar, fue la motivación para arrastrarlo de los pies y llevarlo a una bodega cerca del mercado, su querer, al transportar al hombre, este pegaba con algunos muebles incluso, un frasco de líquido de dudosa providencia, le había caído encima, pero eso no la detuvo para comenzar amarrarlo contra unos barrotes de metal, usando la técnica más rara que pudo usar, nudos de bondage.

Podría ser curioso que una adolescente y guerrera de una prestigiada academia, sepa de este tipo de ataduras, pero cuando tenía tiempo libre le gustaba mejorar sus nudos y encontró un libro interesante de este tipo de prácticas y los nudos eran lo suficientemente firmes que era difícil de quitar si no sabían su truco.

—Ahora si… con esto no te podrás soltar—

Le decía al hombre inconsciente, había atados sus manos tras su espalda, con un nudo lo suficientemente fuerte que conectaba con las cuerdas que tenía en las piernas y pies, lo puso en una posición incómoda, al doblar una de sus rodillas y conectar una cuerda de su tobillo a la los antebrazos, de esa manera mantendría sus rodilla doblaba y si intentaba soltarse, terminaría cayendo de cara contra el suelo, la única extremidad libre era una de sus piernas, pero mantenía una cuerda en su muslo el le presionaba tan fuerte que le cortaba la circulación.

—Listo… joder, me quedo mejor de lo que creí.

Decía para sacar su teléfono móvil y tomarle una foto, estaba orgullosa de su trabajo.