Los ecos del pasado resuenan en el presente (Min Daesung)

Solo sería una víctima esa noche. Eso era lo que se había dicho a sí mismo Dae Sung, pero realmente lo primordial era encontrar quién fuese dichosa víctima.

Desde que había llegado a Legacy varios días atrás, se le había complicado en demasía no salir de noche a atacar a cualquier humana o raza existente que tuviese sangre corriendo por sus venas, lo que le tenía algo agotado físicamente puesto que la sangre solía darle la energía y fuerza necesaria, bien podía vivir sin ella durante semanas, pero el cambio tan marcado que había sido dejar Corea del sur e instalarse en la isla Rokkenjima había sido bastante pesado, al menos para él.

Por ello es que había ido hasta ese lugar, sabía que muchas personas solían ir cerca de los cementerios sin compañía, un hábito que a pesar de los años parecía no cambiar ni siquiera por tratarse de otro país. Puesto que muchos tenían vergüenza de pedir compañía para ir a ese sitio o porque ya no tenían a nadie más que les acompañara.

Podría decirse que Dae Sung también entraba en la descripción de las segundas personas, pero claro, la tumba de su madre no existía. Al haber sido una vampireza, la única forma de matarle había sido quemarla hasta las cenizas y como él no había estado presente cuando había ocurrido, ni siquiera tenía dichas cenizas como para tenerles un cierto lugar dónde darle sus merecidos honores, pero eso era un tema que no debía preocuparle ahora, era curioso que pensara en aquella muerte siempre que se acercaba a sitios como los camposantos y cementerios.

Lo que le parecía en gracia era la absurda creencia de las iglesias sobre que los vampiros no podían entrar en dichos sitios por ser "sagrados", mentiras similares al mito de que el ajo les repudiaba o que el agua bendita les hacía daño. Él podía entrar y pasearse sin ningún problema en dichos sitios y ni siquiera le pasaba nada.

Pensaba en ello cuando una niebla cubrió el sitio, aunque eso no le importaba, si no que entre la niebla vio a una mujer que parecía desubicada, era su momento perfecto. No lo pensó siquiera, cuando se acercó hasta a ella, fingiendo una expresión de sorpresa al toparsela.

Sus grandes actuaciones le permitieron que esa mujer se sintiera segura de estar acompañada por alguien en aquella niebla, aunque finalmente Min apresuró un poco las cosas, utilizando parte de su hipnosis para lograr clavar sus colmillos en el cuello de la mujer, solo escuchando las quejas de parte de ésta, antes de dejarla recargada en una de las lápidas. Sabía que estaría débil por la sangre que le había quitado, pero tampoco la mataría, iba a llamar la atención y levantaría sospechas, algo inconveniente para su situación en Legacy.

— Bien, con eso me doy por servido por hoy. —Se mencionó a sí mismo, ignorando las gotas de lluvia y con toda decisión de retirarse, excepto por una cosa. Apenas se había alejado unos metros de la mujer a la que había atacado cuando a la distancia notó otro ser, no podía asegurar qué era por la niebla así como el agua que caía, tendría que inventarse alguna excusa si es que el contrario llegaba a preguntar de su presencia en dicho sitio.

— Joder... si me quedo más aquí va a ser malo. —Pero apenas decirlo, sus pies chocaron contra algún objeto metálico, que provocó el suficiente ruido para atraer la atención de quienes estuviesen alrededor.

Sabía que su posible escape sin ser visto o sin llamar la atención había pasado a segundo término en el momento en el que provocó aquel ruido, al menos ya se encontraba lejos de la mujer, así que por mera salvación propia se aseguró de no hacer evidente que había atacado a alguien, simplemente actuó como si él no tuviese nada que ver ahí en realidad.

Ignoró los primeros llamados, haciéndose el desentendido, como si no hubiese escuchado, pero al notar la actitud ya a la defensiva y al ataque de la otra persona, era obvio que no iba a salir nada bien si simplemente le ignoraba.

Era obvio para él que se trataba de un chico debido a su tono de voz firme y grueso, una chica obviamente no le amenazaría de esa forma para que se mostrara. Claro que, si hubiese sido en un campo de batalla, no haría ruido ni se presentaría ante el contrario pues eso daba desventaja, pero ahora mismo se suponía que él no era un enemigo.

«Sigues dentro de Rokkenjima, así que es mejor guardar apariencia.»Pensó a sus adentros mientras decidía hacerse finalmente visible al chico contrario, acercándose lo suficiente para ser visto debido a la niebla, pero tampoco tan cerca como para que pudieran atacarse, de esa forma aseguraba su propio bienestar físico.

— No hace falta la violencia, chico. —Habló con serenidad mientras le miraba con cierta curiosidad y detalle. Debido a la niebla apenas era capaz de notar el cabello negro del contrario y cosas básicas como su complexión y su altura.

— Si hubiera creado esta niebla no estaría atrapado dentro de ella, ¿no te parece?A decir verdad, es complicado caminar sin ver mucho más allá de lo que se tiene por delante, casi caigo hace un momento cuando iba de regreso. —Y si, no era una mentira, él mismo quisiera saber de dónde mierda había salido tanta niebla, pero vamos ¿qué le iba a hacer? Ahora mismo no creía poder recordar con exactitud por donde había llegado al interior del cementerio.

— Veo tan poco en estos momentos que sería complicado siquiera hacer algún daño o defenderme si tú atacaras, ¿no te parece? —Añadió al final mientras mostraba aquella típica sonrisa falsa que ya se había acostumbrado a mostrar a todos.