Flor de la melancolía. [Libre]

El sonido del mar chocando contra las rocas de aquella playa de arena blanca, los cálidos colores del atardecer que era reflejado por el inmenso mar, la suave briza que soplaba levemente haciendo que mi larga cabellera se ondulará con el movimiento del viento, el aroma de las algas marinas y el aleteo de las aves era lo único destacable de aquel solitario lugar.

Respire profundamente mientras caminaba en dirección a la orilla, empapando mis pies con las pequeñas olas del mar, el sonido del agua golpeando la arena me parecía lo más tranquilizante, a veces me preguntaba la razón del por qué estaba aquí y no en el bosque donde normalmente suelo explorar. Pero entonces… comprendí el por qué…

Fue un 14 de febrero cuando te vi por primera vez… la razón de que nos reuniéramos en el bosque fue a causa de una “cita a ciegas”, la primera cita que ambos teníamos en ese momento. En un principio me parecías intimidante por la forma en cómo te mostrabas molesto cuando llegué tarde al punto de reunión, pero… cuando vi aquellas flores rojas que me entregabas… me pareció un lindo detalle, aunque te excusaste de que fue idea de tu madre.
Cuando elevé la mirada, vi por primera vez tus ojos carmesíes, te habías percatado de que no dejaba de verte y rápidamente desviaste tu mirada con cierta vergüenza.
Tus mejillas ruborizadas, tu intento de evadir la situación y la pasión que demostrabas cuando me hablabas de tu sueño de ser héroe…fue lo que me cautivo.

Quería ser tan fuerte como tú, quería ayudar a otros como tu intentabas hacerlo, así que decidí ser más fuerte, pero… no podía luchar del mismo modo que tú, así que decidí ayudar a mi manera, creando pociones y medicinas para auxiliarte, sin embargo, me equivoque en un ingrediente mientras mezclaba y provoque una explosión en el laboratorio, esto causó que casi me ahogara con el humo y que mis oídos fueran afectados en el incidente, el dolor fue demasiado que empecé a gritar, con la poca visibilidad que tenía y mi equilibrio afectado, intente salir de la sala de experimentación pero choque con una vitrina de mis pociones fallidas, terminando por empapar a la persona que vino en mi auxilio, cuando salimos del aula, no esperaba que esa persona fueras tú, no quería que nuestro reencuentro fuera en una situación como esa.

Al final termine por convertirte en mi Servant debido que las pociones afectaron tu organismo, evitando que pudieras controlar tu poder con libertad, me sentía responsable por ello y quería compensarlo, los primeros días fueron algo estresantes para ambos, dado que no estábamos acostumbrados a la nueva situación en que ahora estábamos relacionados.
Pero siempre intentaba dar lo mejor de mí, aunque siempre me metiera en líos, recuerdo las veces que me regañabas por desvestirme en tu presencia o cuando me apegaba demasiado a ti.
En un principio no entendía la razón de ello, siempre trataba de demostrarte mi confianza hacia a ti y también mi gratitud por ayudarme… Como… aquella ocasión que tuve pesadillas y me alteré al grado de llegar a congelar todo a mi alrededor, como tú estabas conectado a mí, fuiste a mi habitación solo para calmarme y estuviste conmigo hasta que mi respiración se apaciguaba.
Esos momentos en que estabas para mi… me hacían entender lo mucho que te necesitaba, pero sabía que si continuaba así, te cansaría, así que intentaba darte algo como agradecimiento.

Pero un día… no te encontré, no podía saber dónde te encontrabas y te buscaba por toda la ciudad, finalmente logre localizarte en ese desagradable lugar donde la gente se emborracha y hacia desastres. Cuando entre, lo primero que recibí de tu parte fue un botellazo directo a mi rostro, por suerte lo esquive gracias a mis habilidades y empecé a discutir contigo en ese lugar.
Ahí fue donde supe de tus sentimientos…

“¡Ya no quiero ser tu maldita niñera! ¡No soporto tener que estar al pendiente de ti! Además… odio tener que depender de ti… ¡¿Cómo podre ser un héroe si a cada rato necesito de ti?! ¡Ya déjame en paz!”

Supe entonces que era una carga, en lugar de ayudarte, te perjudiqué… fui un obstáculo para cumplir tu sueño y yo solo quería tenerte cerca… fui egoísta, no sabía el daño que te causaba por mi dependencia hacia a ti, entonces…fue cuando te dije: Entonces ya no serás mi Servant.
Me di la vuelta… y fue la última vez que llegue a verte, perdí el rastro de tu aroma, el lazo que nos unía y poco a poco perdía la sensación de tus labios…
¿Fue un error dejarte? ¿Hice algo mal? ¿Qué tuve que hacer para ayudarte? . . . ¿Por qué duele tanto tu ausencia?
Sin darme cuenta, mis lágrimas recorrían mi rostro mientras poco a poco perdía la fuerza en mis piernas, había quedado de rodillas mientras me rompía en llanto, grite con todas mis fuerzas hasta quedarme casi muda, golpee la arena con furia hasta perder las ganas de seguir golpeando.
Solo dejé que poco a poco la marea se llevara lejos de aquella playa y lejos de aquel recuerdo doloroso… entonces, fue cuando sentí que algo apretaba mi brazo para ir cortándolo levemente.
El dolor me hizo reaccionar y di la vuelta para ver quien me sujetaba, era Colt, quien con una apariencia siniestra me sujetaba con firmeza en un intento de evitar que diera mi último suspiro en lo más profundo del mar.

─¡¡AYANA!! ¡¡RESPONDE!! ¡¡NO VAYAS A ADENTRARTE AL MAR!! ¡¡TU NO SABES NADAR!!

Me gritó con desesperación, parecía estar al borde de la locura por las emociones que yo emitía, era de esperar, un Ente oscuro como Colt necesita de energía negativa para sobrevivir, pero tenían cierto límite, si la energía era puramente negativa y de un sentimiento demasiado potente, aquellos seres perdían el control y llegaban a ser peligrosos.

─¡¡AYANA!! ¡¡NO PUEDO SOPORTAR MUCHO!! ¡¡DEJAME AYUDARTE!!

Empezó a apretarme fuertemente al grado de rasgar mi piel con sus filosas garras, poco a poco mi brazo se teñía de un cálido carmín mientras que la forma de mi guardián se volvía cada vez más siniestra.
¿Así voy a terminar? ¿Seré devorada por mi leal guardián? No lo sabía, pero si eso terminaría con este sufrimiento, me entregaría a sus garras sin ningún problema.

A pesar de que los recuerdos quedan en el pasado...¿Que es lo que puedes hacer cuando tienes un principio firme pero básicamente nadie está de acuerdo con el a pesar de que sea para su bien?

Bueno, este es el dilema en el que se encontraba el castaño tras haber estado con Yuno y algunos de sus compañeros de Merak en lo que parecía ser el futuro. A diferencia de lo que parecía con los demás este no buscaba nada a cambio pues tenía ciertos planes para el mundo que quería concretar, más no podía confiar en Yuno y siempre estaba con la sensación de que algo andaba mal y estas dudas lo llevaban a querer despejarse un poco en un lugar que siempre se había quedado mirando en calma desde su niñez, el mar.

Aunque no escogió cualquier playa para esto. Su elección fue una playa en Japón no muy lejos de lo que se podía llamar terreno peligroso, es decir legacy, pero que otra elección podía tener cuando fue el lugar en donde comenzarían muchas cosas...donde recapacitaria ciertas elecciones y poco antes de conocer a quien le tenía bastante afecto, su pareja Luciela.

Consecuente a estos pensamientos que no parecían ayudar a el estado mental de nadie, venía el descuido, y es que no se percató de la presencia de alguien hasta que ya estaba ahí, con los pies en la arena viendo a la chica pelirrosa que lo había recibido en su primera llegada a Legacy, resultaba intrigante saber que pensaría de su nueva elección a Merak, pero aún así procuraría avanzar con precaución.

Más curiosa resulta esta elección una vez conociendo sus ideales, pero todo se puede resumir en una pregunta y es "¿Acaso todo está bien como para abogar porque se quede como está o como estaba en un pasado cercano?"

Así que aún con este caos dentro de su mente se aproximó a lo que parecía ser un loco arrebato de los cuales escuchó una vez sobre Ayana...aunque sabía que algo tenía que haber detrás de todo esto.

—Bueno, por lo menos veo que no soy el único que llega a este lugar en ciertos momentos fuera de lo usual...es algo tranquilizador ¿No? Al menos mientras no te dejes arrastrar por la corriente

Musitó esto con un tono de voz algo bajo, para que solo los presentes escucharan, esto con el motivo de que era posible que su pareja llegará al lugar... y bueno, tal vez había ciertas cuestiones con las que diferían.

Cuando menos lo espere, una voz conocida se escuchó en la cercanía, se trataba de aquel chico de cabello castaño que alguna vez ayude a explorar el castillo de la academia, hacía tiempo que no veía aquella inexpresiva mirada, llena de misterio y quizás conflicto.
Nunca llegue a saber mucho de aquel chico, siempre evitaba hablar de sí mismo, pero era alguien que sabía escuchar.

Empecé a preocuparme por el bienestar del chico dado que Colt no se encontraba del todo bien, si Eukene se acercaba a nosotros, causaría que mi familiar, corrompido por mis emociones, lo llegué a lastimar con uno de sus zarpazos.

─Eukene… ¿Qué haces aquí? Hace…tiempo que no te veía por estos lares…

Intente entablar una comunicación para evitar que Colt lo dañara, si trataba al castaño con familiaridad quizás y no lo viera como amenaza.

─Si…es un lugar relajante… te ayuda a pensar con más claridad… supongo…

Mi voz se escuchaba débil, quizás por la sangre que estaba perdiendo debido que mi familiar enterró sus garras en mi brazo y no ha dejado de hacerlo.
Intente apartarlo, pero él comenzó a aferrarse con más fuerza, provocando que soltara un quejido de dolor.

─C-Colt…me lastimas…

No reaccionaba, aquel oscuro ser solo se mantenía al margen, mirando de reojo al castaño mientras mantenía su agarre.

*Kurumi Tokisaki, se había dado a conocer por sus actos fríos y violentos a lo largo de ya casi dos años, saliendo impune de cada acción realizada, tenía especial talento para el espionaje y se sabía que no poseía lealtad alguna pese a pertenecer a Merak, en más de una ocasión se le había visto confrontar a Yuno, algunos rumores decían que la quería derrocar.  Parecía que se sabía mucho sobre ella, la realidad no podía estar más alejada, solo se conocían sus crímenes, pero no sus motivaciones o métodos exactos.

La joven gótica era un libro abierto con múltiples páginas en blanco, pocas personas habían llegado a ser muy cercanas a ella, los pocos habían muerto o desaparecido sin dejar rastro. Alguna vez se tuvo una gran amiga llamada Shiro, a quién juro fervientemente ayudar, pero no lo logró pues desapareció sin dejar rastro, quizás solo se fue o la capturaron en Wonderland, ella no tenía idea. Más tarde su amado Logan desapareció, tras un ataque a Merak, después se decía también había muerto. Lo cierto era que Kurumi había tenido pérdidas, la única exacta fue la de su maestro Lacenlot, quien murió en una incursión contra legacy. Tres personas importantes para Tokisaki, pero sus ausencias lejos de debilitarla, la fortalecieron.

Entre tanto, reafirmo que si ellos habían perecido eran porque fueron débiles, y continuó su camino haciendo el mal de manera solitaria, en esta ocasión había decidido salir hacia la playa, cualquier desconocido podría creer que ella era solo una dulce adolescente. Arribó al lugar vistiendo un pequeño traje de baño, cubierta por pareo, su pálido y bien torneado cuerpo habría de destacar, le flequillo cubría su ojo izquierdo, el que se escondía parte de su enigmática esencia.

Se percató que había llegado en un excelente momento, parecía que las cosas estaban tensas en el lugar, sobretodo la esencia en el ambiente no parecía de humanos así que contoneando su cadera y relamiendo sus labios.*

Ara, ara...buenas tardes ~ espero no interrumpir...aunque de hecho creo que lo estoy haciendo...* Kurumi caminó hacia la joven y acarició su mejilla, había notado su nerviosismo y daño físico, de cierta manera eso le había irritado ¿Acaso ella estaba teniendo un momento de amor por su prójimo? tal vez, o quizás solo quería entender la situación para sacar provecho a futuro, como sea, tenía la intención de ayudar*. ¿Estás bien? ¿ te están molestando?

De repente, una voz femenina se escuchó cerca de nosotros, era una joven chica de piel pálida y cabello negro como la noche, era hermosa, tenía cierto encanto al moverse y claramente al hablar, se había acercado a mí con la intención de ayudarme, acariciando mi mejilla con tal de calmarme.

─Y-Yo… n-no es eso… Solo…aléjate…por favor…

Me aparte de su caricia, dando pasos hacia el mar, esto claro, provoco que Colt se reafirmara en su agarre, evitando que me alejara demasiado de él.
El dolor se volvió insoportable, al parecer llego a romperme el brazo sin mucho esfuerzo, era claro que se volvía cada vez más fuerte con la cercanía de la noche.

Y lo peor no fue eso, sino que, al percatarse finalmente de la presencia de la chica, Colt empezó a formar un ataque con tal de alejarla, esto porque sabía que tarde o temprano, tanto él como yo estaríamos tan descontrolados que podríamos causar un caos.
El azabache lanzaría un ataque compuesta de unas lanzas de oscuridad que podrían provocar un muro una vez que tocaran una superficie plana, sin embargo, aquel ataque estaría sobrecargado por el plus de la noche y el descontrol que tenía, si llegaba a tocar la arena, podría provocar una explosión de cristal, lastimando a todo aquel que estuviera cerca.

─¡¡No!! ¡¡Espera!!

Grite para ordenarle que negara ese ataque, podía ver a través de mis ojos el caos que causaría si dejaba que él continuara con su movimiento, entonces alce mi mano, robando la poca luz que había alrededor mío y lo use en contra de Colt con tal de desviar el trayecto y liberarme de su agarre.
Las lanzas fueron lanzadas y llegarían justo al costado de la extraña de cabellera oscura, aquella inocente chica seria dañada de una forma u otra si no se movía.

─¡¡Chica, ven aquí!!

Sin saberlo, mis piernas al igual que mis poderes se movieron y activaron con tal de proteger a la chica del ataque de mi familiar, tome su brazo con mi diestra y la jale hacia mi mientras conjuraba un hechizo de protección, que gracias a mi insta-hechizo, fue creado inmediatamente antes de que la explosión de cristal diera comienzo.

La arena se tornó oscura al tener contacto con las lanzas de Colt, e inmediatamente empezó a crear muros de espinas que al instante fueron explotando por la sobrecarga de energía mágica, los trozos de cristal llegaron a todas partes, tanto en el mar como en el área donde el castaño se ubicaba, cielos…no lo pude proteger, espero este bien…