Reencuentro Incómodo

Había hecho lo posible por evitar a todos sus " amigos" desde que regresó de aquella misión. Estaba avergonzado, pues aunque habían ganado, él había perdido un brazo y su rival lo superó, lo dejaron fuera de combate en los primeros minutos, incluso con todo su entrenamiento, sentía que era una decepción.

Habían pasado ya varios días desde que su rutina se había convertido en salir de casa a trabajar, asistir a clases y volver a casa, incluso Aisha ya le había intentado subir el animo de distintas maneras, pero no lo lograba, esforzándose al punto de caer enferma, obligando a Paper a salir por medicamento para la fiebre, compresas y jarabes para la tos. Iba tan distraído y centrado en llegar a la farmacia, que chocó con alguien, cayendo sentado en el suelo.

—¿Pero qué dem–...?—

Levantó la mirada, encontrándose con una cabellera rosa, la cual conocía bastante bien.

—¿... Ayana?— dijo, en una especie de suspiro asustado —¿Qué haces aquí..?—

“¿Qué le estará pasando?” Pensó mientras caminaba por la ciudad, últimamente Paper había estado evitándola desde que había llegado, no comprendía su extraño comportamiento, especialmente por las cosas que le había dicho antes de irse a la misión.
¿Por qué le había dicho que la amaba y que esperara su regreso? Si al final él la evitaba sin siquiera poder darle una respuesta clara.

─En verdad que es un li-

Repentinamente había chocado contra alguien al grado de caer de sentón, eso le pasaba por andar pensando en otras cosas y no fijarse.

─L-Lo lamento mucho…¿he? ¿Paper?

Para su sorpresa, la persona del cual la tenía preocupada estaba justamente frente a ella, parecía ciertamente asustado por alguna razón.

─¿Estas bien? Perdona, no me fije hacia donde iba…

Se fue levantando para reincorporarse, agito su falda levemente y miro nuevamente al azabache.

─Bueno, estaba dando un paseo, me ayuda mucho para calmar mis pensamientos… me tenías preocupada, casi no supe de ti… ¿Esta todo bien?

Un suspiro ahogado surgió de su garganta al escuchar su nombre, lo cual lo hizo retroceder para cubrir su brazo amputado con el contrario, haciéndolo caer de espaldas y golpearse la cabeza.

—Itte...— se resintió del golpe, sin embargo, siguió con la cabeza agachada y evitando que Ayana le viese el brazo —Y-yo... Si... Estoy bien, vine por medicamento para Aisha, amaneció enferma—

Utilizó una ráfaga de viento en su espalda para levantarse, y se cubrió con un torbellino para sacudirse el polvo.

—Ayana... ¿podemos hablar en otro momento?—

En su mirada se notaba el remordimiento y temor que sentía en eso momento.

Se mostraba ciertamente preocupada por el aspecto de su contrario, el lenguaje corporal, el que desviara su mirada y que actuara temeroso la ponía ciertamente nerviosa, algo malo estaba pasando con aquel chico y tras saber que Aisha se encontraba enferma esto la alteró.

─¡¿Q-Que?! ¿Cómo que enfermo? Dios mío, ella es un demonio, necesita medicamento especial… la medicina general no será tan efectiva, lo mejor es que vaya y la trate.

Lo que decía era verdad, no suelen hacer medicinas para demonios puesto que estos difícilmente se enferman, además de ser una escasa población de estos en la isla, incluso si ella misma tomara la medicina de una farmacia, no le daría el mismo efecto a los medicamentos que ella crea.

─Lo lamento, pero evitarme de ese modo no es correcto, especialmente si Aisha está en esa condición… debe ser demasiado grave como para comprar medicamento.

—No es la primera vez que se enferma, conozco personas que cambiarían medicamento para gripe que ayude a los demonios por un poco de mi sangre...—

Comentó en voz baja, pues realmente no quería estar con ella por un tiempo prolongado, no estaba emocionalmente preparado para lidiar con su promesa, necesitaba más tiempo.

—Necesito irme... Sino perderé el rastro de mi contacto— le tomó una mano y le entregó una nota —Te lo suplico... No vayas a mi departamento... La gripe afecta de manera distinta a Aisha...—

Se notaba que su ropa estaba algo quemada de los bordes, y que había usado la poción anti fuego que Ayana le había enseñado aquel día.

─¡Pues no pienso dejarte solo ante esa situación!

Aparto su mano para dejar caer la nota, no se había percatado de ella, sin embargo, su familiar lo absorbió.

─No entiendo que es lo que te ocurre… ¿Por qué me estas evitando? Has estado días así, y no solo a mí, también a los demás.

Lo miró ciertamente molesta por su actuar, y más porque aquel chico no dejaba ver sus ojos, por lo que no podría descubrirlo de ese modo, así que debía forzarlo, temiendo en como terminaría.

─Pensé que querías que estuviéramos juntos… ¿Acaso eso fue una mentira? Paper, ¿tú me odias? ¿por eso me evitas?

Apretó sus dientes para comprimir sus emociones, no sabía la reacción de su contrario y lo que desencadenaría esas palabras en él.

La situación se estaba saliendo de control, iba a comenzar a llover y las personas a su alrededor comenzaban a murmullar y poner atención de más.

—... De acuerdo, ven conmigo—

La tomó de la mano, teletransportandose con ella un par de metros hacia el frente, en dirección a su casa, llevándola de la mano con su brazo izquierdo un par de calles, hasta que, en cuanto comenzó a llover, se detuvo, necesitaba algo de concentración para hacer una burbuja de aire.

—Ayana... ¿quieres saber por qué te he estado evitando?— la soltó, volteandose hacia ella —Está bien, pero con una condición... Ayuda a Aisha, sin importar que pienses de mi tras conocer la verdad...—

Levantó la mirada, dejándola ver sus ojos, estando uno de ellos más gris que plateado, puesto que no podía ver con él.

—Adelante...— dijo, con un hilo de voz —Tienes mi concentimiento para ver todo lo que quieras ver, no sólo lo que sucedió en ese lugar—

Ella asintió para luego ser tomada de la mano y llevada a otro punto del lugar, empezaba a llover levemente, pero Paper se dedicó a crear una burbuja de aire para evitar empaparse.
La voz del mismo indicaba algo serio y ante la condición que él le pedía, era evidente que aceptaría, Aisha es su amiga y haría lo que fuera por ayudarla.

─¡Claro que la ayudare! Así que por favor… muéstrame que pasa…

Finalmente el azabache se dejó ver, mostrando que uno de sus ojos estaba ciertamente dañado, posiblemente por un ataque en la misión en el puente, cuando ella se acercó lo suficiente para verlo mejor, se enteró de lo que había pasado, todo lo que debió pasar y lo que llego a sufrir.

─Paper… ¿Por qué no me lo habías dicho antes?

Ella simplemente lo abrazo, sin importar las cosas que ocurrieron y la apariencia actual de él, no significaba nada, solo quería tener a la persona que as apreciaba con ella.

─Sabes perfectamente que yo nunca te juzgaría por tus acciones, o por tu apariencia… lo importante para mí es que sigues aquí… vivo… has tenido que pasar todo esto tu solo… y no dejarte ayudar provoco que Aisha se enfermara… por favor…déjame ayudarte… de ese modo, ella podrá recuperarse más rápido… ¿Comprendes?

No sabía que decir, tenía claro que a Ayana no le importaba su apariencia o si hizo algo malo durante una misión, sin embargo, a él si, al menos lo último. El daño que causó en aquél lugar no era la causa de su comportamiento, sino que fue el detonante, lo hizo recordar todas las vidas que había tomado, las vidas que habían sido tomadas de él, y su ojo parcialmente ciego era la consecuencia de pensar en eso durante una batalla a muerte, ya que su brazo fue el precio para darle tiempo a sus camaradas.

─Y-yo... Lo siento... Sé que no te importa, pero... Estaba aterrado─ en su mirar se notaba el terror ─Mis heridas... fueron por temer en el campo de batalla... Pues a pesar de estar ahí por mi voluntad, llegó un momento en que deseé huir... Deseé volver a ti, y no puedo perdonarme eso...─

Asintió ante la oferta, pues Aisha era sumamente importante para él, más que su propia vida incluso, era lo más parecido a una familia que le quedaba.



Una vez llegaron a su departamento, la dejó pasar primero, dejándola ver un apartamento quemado y repintado innumerables veces, algunos extintores pequeños repartidos por la casa y una Aisha sudando frío, tapada en la única cama en todo el apartamento, susurrando el nombre de Paper.

─Aisha... Aquí estoy...─ le tomó la mano ─Todo va a estar bien... Ayana está aquí, ella te va a ayudar... O al mennos lo intetnará... Te prometo que te mejorarás pase lo que pase─

La pelirrosa al escuchar aquellas palabras llenas de dolor y miedo, acaricio la mejilla de su contrario con tanta ternura con tal de aliviar su pena.

─Todo ser con buen corazón tiende a sufrir de más ante cosas como esa…también pase por algo similar… pero… lo importante es que, a pesar de querer huir, permaneciste ahí con tus compañeros, luchaste en lo que creíste correcto y ahora estas aquí… No debes culparte demasiado… muchas veces, las cosas no resultan como queremos… pero tenemos que vivir con ello.

Ayana, tras decir aquellas palabras, se acerca más al azabache para darle un beso en la mejilla, muy cerca de sus labios, se apartó lentamente para sonreírle de forma cálida, intentaría hacer lo posible para verlo mejor, ahora debía ayudar a la compañera de Paper, quien sin duda estaba sufriendo demasiado por la enfermedad.

Apenas entrar al hogar del cuervo, pudo percibir la energía de Aisha, además de la madera quemada y pintura fresca, aquella demonio se encontraba en cama, sudando y temblando, murmurando el nombre del azabache, realmente estaba mal, demasiado mal.

─Eso… no parece un simple enfermedad…

Fue acercándose y colocándose al lado de Paper, quien había tomado la mano de la albina, Ayana la inspecciono de cerca, toco su frente para deducir su temperatura, estaba hirviendo, pero era claro que sentía escalofríos.

─Debió estar con mucho estrés al grado de que su cuerpo y mente se agotara.. sumando que tiene síntomas de un fuerte resfriado, lo cual para una demonio, se manifiesta de distinta forma… empezare a hacer la medicación, por el momento, intenta calmarla.

Fue alejándose de ellos para tomar una silla y una mesa, colocar los ingredientes necesarios que guardaba en su bolsa, era buena idea llevar sus hierbas a todos lados para emergencias como esta, fue picando, moliendo y mezclando cada ingrediente para terminar por hacer una poción medicinal, tenía un color morado oscuro con algunos destellos dorados, probó un poco y al notar que el sabor no será pasable para Aisha, fue colocando unas bayas dulces para ser más agradable el sabor.

─Con eso bastara…

Se acerca a la albina con la medicina en mano y lo acercó a su boca.

─Aisha, por favor, bebe esto, requiero que lo tomes por completo, ¿puedes hacerlo?