Reencontrarse [Luciela]

Gray había decidido dar una vuelta por los alrededores mirando al suelo y con ambas manos en los bolsillos, debía pensar muchas cosas.
Todo estaba tan solitario, la gente tenía miedo por lo que podría suceder con toda esta guerra, la cual se había alargado mucho.
— Creo que ya es demasiado tarde, no hay nada que pueda hacer, lo mejor será que ni lo intente... — Susurró, estaba pensando en abandonar todo.
Sin darse cuenta pasó al lado de alguien, quien dirigió unas palabras a Gray estando detrás de él.

— ¿En verdad ya te diste por vencido? Es una pena... —

Gray se dio la vuelta, pero no vio a nadie, aunque estaba seguro de que había escuchado una voz.
— ¿Quien eres? ¡Muéstrate! — Exclamó.

— Quién soy no es importante, lo importante es que sepas quien eres tú y de donde vienes —

Gray miraba a todos lados pero no veía a nadie, eso lo ponía algo nervioso pero dejó de intentarlo y se resignó a solo escuchar y contestar.
— ¿De qué demonios hablas? Yo sé quien soy y de donde vengo — Le confirmó.

— ¿Entonces por qué te estás rindiendo? No puedo sentir tu espíritu de batalla... —

— ¿Y qué mierda quieres que haga? — Dijo enfadado

— El poder no lo es todo... Es hora de que hagas un viaje. Enviaré a alguien más a donde tú estarás, alguien que no conoces; no podrán volver hasta que ambos superen su historia —

— ¿Eh? ¿De qué estás habla....? — Comentaba antes de ser interrumpido.
De pronto se había creado una especie de portal debajo de él que hizo que cayera, el mismo se había cerrado por completo.
Estaba cayendo a gran velocidad mientras gritaba y también estaba confundido, no sabía lo que estaba ocurriendo.
Intentó usar su magia pero por alguna razón no era capaz de hacerlo, no podía utilizar ningún hechizo, cosa que le preocupaba mucho debido a que caía sin ninguna aseguranza.
Pasaron minutos hasta finalmente caer, fue una dolorosa caída e hizo que estuviera en el suelo boca abajo varios segundos hasta que se levantó.
— Tch... ¿Qué pasó? ¿Donde estoy? — Decía confundido mirando a su alrededor.

El cielo era como una especie de arcoíris, eran muchos colores, algo imposible realmente.
El suelo también lo era, brillaba con colores muy hermosos pero seguía siendo algo imposible de creer, no era un lugar normal.
Aquel hombre sea quien sea le había enviado a una dimensión desconocida donde no se podían usar poderes.
— ¡Sácame de aquí¡ ¡No quiero estar aquí! — Gritó al cielo.
Sin embargo sólo se escuchó el silencio, nada ni nadie le contestó... estaba atrapado.
Sin embargo, el había dicho que Gray no estaría solo, quizás sería conveniente esperar allí...