La gran ciudad. [Erza Scarlet]

Habían pasado unas horas en la ciudad en las que Rokudo paseo sin cesar por el centro de la ciudad y los barrios bajos, no tenía nada más que hacer y peor aún tenía realmente pocos amigos así que no podía hacer mucho más que pasear y en el proceso conseguir a alguien más que se una a el.

La tarde entera fue pasar por aburridas calles sin fin, ver grandes edificios por todos lados con respecto al centro de la ciudad así como también establecimientos de comida entre los callejones de este lugar, parecía una selva de concreto, fácilmente se podía perder en ese lugar, y, respecto a los barrios bajos solo eran un montón de casas con pequeños establecimientos, escuelas y tiendas de paso.

Por otro lado la noche empezaba a caer y luego de caminar cuanto menos unos 5 km el peliazul buscaba un lugar en el cual pasar un rato de la noche, tenía un lugar donde dormir, sin embargo creía que la ciudad nocturna era mejor aún.

Entre pensamiento y pensamiento Rokudo logro recordar que habían edificios muy variados y pensaba que desde ahí se vería toda la ciudad, sería una gran vista y le permitiría familiarizarse con las calles de la ciudad sin perderse tanto.

Camino de vuelta desde los barrios pobres y llego después de un rato al edificio que vio más grande de entre todos, se trataba de al menos 25 pisos, realmente una gran altura. Y ¿Cómo subiría? Pues era sencillo, un chasquido y haría creer a toda la empresa que el es el dueño de la misma, así le sería todo más sencillo.

Afuera de la misma había una imagen del dueño junto con su nombre, parecía una propaganda, apenas pasó por la puerta su apariencia para todos los demás empleados cambio, no tuvo problemas con nadie y pudo llegar hasta el ascensor para subir hasta la azotea, ahí por fin elimino esa apariencia de si mismo para poder disfrutar de un rato, sin embargo parecía no se el único, a lo lejos pudo ver un tono rojo en la orilla de la azotea.

—¿Quién eres tú?

Mencionó aunque no sin antes cambiar de nuevo a la apariencia del dueño así como el tono de su voz quizá era alguna empleada.

Luego de aquello camino hasta ella para dirigirle una sonrisa pequeña mientras mantenía sus manos detrás de él.

— Es inusual, no suelo ver ni siquiera a mis empleados por aquí, ¿Buscas algo en particular?