》❈• τhε fιrsτ αρραεrαncε •❈《

꧁(βylετh)꧂

✦| ❝ Por lo general, las personas no muestran lo terribles que son. Basta que se dé la ocasión para que muestren su horrenda naturaleza. Recuerdo que se me llegaba a erizar el cabello de terror al pensar en que este carácter innato es una condición esencia para que el ser humano sobreviva. Al pensarlo, perdía cualquier esperanza sobre la humanidad. Siempre me había dado miedo la gente y, debido a mi falta de confianza en mi habilidad de hablar o actuar como un ser humano, mantuve mis agonías solitarias encerradas en el pecho y mi melancolía e inquietud ocultas tras un ingenuo optimismo. Y con el tiempo me fui perfeccionando en mi papel de extraña bufón.

Para entonces hasta yo estaba empezando a tener una ligera idea de qué se trataba. O sea, una lucha entre individuos. Y una lucha que el ganarla lo supone todo. El ser humano no obedece a nadie. Hasta los esclavos llevan a cabo entre ellos mismos sus venganzas mezquinas. Los seres humanos no pueden relacionarse más allá de la rivalidad entre ganar y perder. A pesar de que colocan a sus esfuerzos etiquetas con nombres grandilocuentes, al final su objetivo es exclusivamente individual y, una vez logrado, de nuevo sólo queda el individuo. La incomprensibilidad de la sociedad es la del individuo. Y el océano no es la sociedad sino los individuos que la forman. Y yo, que vivía atemorizada por el océano llamado "sociedad", logré liberarme de ese miedo. Pese a que temía tanto a la gente, al parecer era incapaz de renunciar a ella.

Ahora no tengo ni la felicidad ni la infelicidad. Todo pasa. Eso es lo único que creo que es verdad en la sociedad de los seres humanos.

Mi vida ha estado llena de vergüenza. La verdad es que no tengo la más remota idea de lo que es vivir como un ser humano.

Me pregunto si soy feliz. Desde pequeña me han dicho muchas veces que soy afortunada; pero mis recuerdos son de haber vivido en el infierno.

He pasado por tantos infortunios que uno solo de ellos podría terminar más que de sobra con la vida de cualquiera. Hasta eso he llegado a pensar. La verdad es que no puedo comprender ni imaginar la índole o grado del sufrimiento de los demás. Quizá los sufrimientos de tipo práctico, que puedan mitigarse con una comida, tienen solución y por eso mismo sean los menos dolorosos. O puede tratarse de un infierno eterno en llamas que supere mi larga lista de sufrimientos; pero esto los hace todavía más incomprensibles para mí. ❞

—Oh, quisiera escribirlo todo, volcarlo todo, sin guardar nada.

Mencionó aquella chica con cabellos azulados, pues buscaba con aquel viaje romper la monotonía de su existencia; hacia el sur de la colina se expandía la dehesa como una inmensidad de pastos alterada en su monotonía hiriente por algunos árboles.

¿Cuál era su objetivo? Simple, básicamente se trataba de nada más y de nada menos que de llegar a la gran Academia Legacy". Pronto lo lograría, su subnombre seguramente sería "la nueva" o algo parecido, no obstante, a Byleth no le ocasionaba problema. Puesto que realmente su interés bastaba al ser dificultado, de por sí, ella es una persona muy misteriosa, por lo que en muchas ocasiones sus intenciones no son reveladas.

El choque del viento ocasionaba una melancolía de ráfagas de aire, con ello, la capa de Byleth se agitaba danzando a la par de la dirección del viento. Podría ser algo simple, pero a la chica de cabellos azules le causaba mucha relajación.

Bueno, de todos modos esto no duró mucho, puesto que sus pasos apresurados hacia aquella institución terminaron en un abrir y cerrar de ojos. La primera cosa presente en sus ojos, la "Academia Legacy".

Posteriormente dió una sonrisa algo macabra, aunque realmente en pocos segundos la quitó. No quiso adentrarse como primer paso, solamente se dispuso a detenerse en seco mientras admiraba lo poco que había adelante de ella. Bueno, dió una mirada normal, seca y nula ¿por qué? Ni ella misma lo sabía. Giró los ojos levemente a su lado derecho, comenzó a pensar en que tal vez debería quedarse afuera, terminó obteniendo aquello.

Su siguiente movimiento fue disponer a que sus piernas se encaminaran hacia una pequeña banca del fondo, sus pasos no fueron tan estruendosos debido a los materiales del suelo. Ya con ello, se propuso a sentarse obteniendo así un suspiro de su parte.

Después ¿que hizo? Sacó un libro de su capa ¿cómo? Ni idea, seguramente ella ya lo cargaba anteriormente. Lo abrió y comenzó a leerlo, su vista se perdió de los alrededores y se concentró únicamente a este libro. Era como si ahora lo único que importara fuese una conexión entre letras, a Byleth realmente le encantaba esa conexión de lector a libro, era sumamente curioso. De vez en cuando alzaba la vista y recitaba algunos versos en otro idioma ¿de qué eran? ¿acaso se trataban de hechizos? ¿o solamente le gustaba la grandiolecuente idea de recitarlos?