¡Fiesta en la Playa! (LEGACY - ROL COLECTIVO)

El sol se achataba a medida que hundía en el gran horizonte de tonos anaranjados. Los rayos dorados acariciaban las palmeras de la playa, en la cual se escuchaba un ambiente relajante.

Había guirnaldas y bombillas de colores colgando de un árbol a otro, y una música ligera. Habían muchas mesas en las que había distintas clases de comidas y bebidas. Era un ambiente especial como para conocer a los demás. Era la tarde perfecta como para hacer una fiesta y bailar junto a todos.

REGLAS DEL EVENTO
1) No hay turnos. Puedes postear cuando quieras, pero no puedes hacer doble post.

2) En tu primer post debes adjuntar en una imagen como se viste tu personaje.

3) Mínimo de 12 líneas.

Hacía mucho que el peliazul no tenía un momento ameno en la Academia. Habían anunciado por cada diario mural y sala de clases que vendría una fiesta en el atardecer. Tal vez estar en un ambiente alegre le refrescaría su corazón de tantos pensamientos ominosos que le revolvían en la cabeza.

Se quedó al lado de una mesa para llevarse a la boca unas papas fritas y mirar como el astro rey ya le decía adiós a esa parte del mundo. Las primeras estrellas ya aparecían en lo alto. Cerró sus ojos, y la música acompañada de las olas del mar lo hacían calmar. Estaba vestido con una polera azul, shorts rojos y sandalias de cuero. Era algo extraño verle con ropa informal.

— ¿Vendrán los otros chicos? — se preguntó el peliazul mientras un mueble de Beatrice le servía jugo de naranja en un vaso, probando un canapé de jamón y queso. Era delicioso.

A la diosa le pareció que asistir a una pequeña fiesta con sus aliados sería buena idea, quizás así podría darse una idea sobre las fiestas que los dioses solían organizar durante la Era de los Dioses (eventos a los que ella no era invitada). Durante los días previos a la reunión, ella se dedicó a ensayar sus diálogos frente a un espejo, no planeaba decir mucho mas que solo saludar y seguir una conversación lo mejor que pudiera.

Se dirigió a la playa a la hora acordada llevando un atuendo veraniego que consideró adecuado: una blusa sobre la cintura color carne con un moño en el centro, una falda de un tono suave de cían y estampado floral con un bolso que hacía juego y sandalias que combinaba el tono de su blusa y falda. Como complementos llevaba un sombrero de paja y unos aretes. También, llevaba un paquete de tamaño medio bajo el brazo con un regalo obligatorio.

Se sorprendió al ver que fue una de las primeras en llegar. Sintió el deseo de escapar en cuanto pisó la arena, pero se armó de valor y avanzó hacia una de las mesas, siendo escoltada por uno de los muebles que le ofreció un vaso con jugo igualmente.

—Mhm... —soltó, bajando la cabeza en modo de saludo.

No había sido capaz de decir ni una palabra. Al menos el sombrero cubría su rostro lo suficiente como para que sus mejillas sonrojadas por la pena no queden al descubierto.

Durante los días previos se había adentrado en un gran debate interno sobre si ir o no a la fiesta, después de todo no conocía a mucha gente y creía que su presencia simplemente pasaría completamente desapercibida, al menos eso creía hasta que se dejó convencer y terminó por aceptar la invitación.

Pensó que podría quedarse un par de minutos, después de todo sería una completa grosería no asistir a una fiesta a la que amablemente le habían invitado. No contaba con ropa apropiada para la playa, así que opto por algo muy cómodo, una blusa blanca de manga larga, unos pantalones azul marino y unos tenis negros con adornos de llamas era su vestuario de aquel día, el calor iba a ser molestia para él ya que estaba habituado a los entrenamientos bajo el sol.

— A pesar de todo hoy parece ser un buen dia, espero haya comida

Expreso al caminar sobre la arena y bajo el sol abrasador de la tarde; tenía la sensación de que hoy sería un gran dia y probablemente podría empezar a acercarse a más gente de Legacy, ya que solamente conocía a unos cuantos por el momento.

Desde que llego a la academia su vida había dado un giro de 360°. Tuvo que acostumbrarse a muchas cosas; como por ejemplo tu vestimenta. No le apenaba usarla, pero para sentirse cómoda entre los demás comenzó a usar vestidos, jeans, blusas, faldas y más [. . .] Días anteriores le habían hecho una invitación para una pequeña fiesta en la playa, jamás había asistido a tales eventos pero acepto encantada, sin embargo, se la paso pensando en qué haría en ese lugar si no conocía a nadie, además tenía que llevar un pequeño obsequio. Le aterraba la idea de ser ignorada. Dio un gran suspiro al momento que flexiono su mano diestra hacía su pecho con un puño cerrado.

—¡Lo haré! Asistiré a la fiesta

Dijo con determinación mientras se encaminaba a buscar algún vestuario para la ocasión. . . Después de unos minutos encontró un traje de dos conjuntos de color azul eléctrico con varios puntos medianos de color blanco y en la parte del pecho un lazo con los mismos colores ya mencionados. Para darle fin a su vestuario, por fuera usaría una blusa blanca con las mangas remangadas, un short, unas sandalias planas desnudas simples y kimono con mangas cortas, era más bien una túnica de encaje bordado color blanco. Ya todo estaba listo y sin más se fue a la fiesta muy emocionada con tres obsequios dentro del bolso que llevaba.

Llegando al lugar se percató que no había llegado casi nadie, supuso que sería por el sol que estaba muy fuerte y de seguro estaban tardando. Fue directo a una de las mesas, ahí se encontraba una mujer rubia de largos cabellos, solo tomo un vaso de jugo sin articular ninguna palabra con la susodicha. No la conocía y le daba pena hablarle, pero tampoco se iba a quedar ahí sin hacer nada, así que agarro la iniciativa de entablar una conversación.

—Oye...disculpa, ¿cómo te llamas? ¿ya nos habíamos visto antes?

Se dedicó a observar el atardecer durante un par de minutos para recuperar la calma, amaba aquel escenario tan poco común para ella, los atardeceres eran una de las tantas cosas que no tuvo oportunidad de ver durante su longeva vida. Repitió sus diálogos en su cabeza para asegurarse de que no los había olvidado, sus manos jugaban con el envoltorio de su regalo de manera inconsciente, estropeando un poco el papel.

Dio un pequeño saltito cuando oyó la suave voz de la mujer, girando su mirada hacia ella con sorpresa ¿Estaba hablando con ella?

—¿Yo? —preguntó, señalandose a si misma con su indice. Parpadeó un par de veces y aclaró su garganta para continuar —. Dudo que nos hayamos visto antes, pero probablemente hayas visto a alguien con mi rostro en alguna ocasión.

Respondió en un tono un poco incomodo, después de todo ella tenía la misma apariencia de una de las jóvenes de Asgard. Soltó un suspiro y evaluó la apariencia de la recién llegada para determinar su raza ¿Era solo una humana?

—Soy Ereshkigal, la diosa del Inframundo y la reina de Kur —hizo alarde de sus títulos con una sonrisa orgullosa decorando su semblante —. Normalmente un dios se molestaría si no lo reconoces rápidamente pero tengo entendido que hoy en día los humanos se han separado bastante de los dioses, uhm... Ahora dime, ¿Cuál es tu nombre?

La hora había llegado, la fiesta en la playa que tanto había esperado. Traía puesto un traje de baño y sobre del mismo un vestido corto. Su intención era pasar un buen tiempo en el mar, por lo que optó por escoger ese tipo de vestimenta, después de todo, no tenía la oportunidad de visitar la playa tan amenudo como le gustaría. — ¡Vaya! Ya hay algunas personas, que alivio, pensé que sería la primera en llegar— mencionó en voz baja mientras entrecerraba sus ojos tratando de distinguir a la distancia a aquellos invitados que ya estaban degustando los manjares del lugar. Desafortunadamente, no había tenido la fortuna de tener una plática amena con ninguno, sin duda, esa oportunidad no la iba a desaprovechar.

Traía consigo una pequeña bolsa en una mano y en la otra sostenía una caja pequeña envuelta con papel de regalo color azul. Esa tarde se encontraría con su muy amado amigo, el chico suicida, Osamu Dazai, quien sería el dueño de aquella caja misteriosa. Procedió a acercarse a donde los demás estaban. Observó que un par de chicas estaban charlando, decidió no interrumpirlas, así que procedió a saludar a un joven con un cabello bastante llamativo, juraría que había fuego en su cabeza, el color amarillo y rojo brillante llamó mucho su atención. —Hola, linda tarde. Aoko Aozaki, un gusto conocerte— añadió haciendo una leve reverencia en señal de saludo al compañero que tenía enfrente

Desde el anuncio de la fiesta, el suicida decidió ir, muy emocionado. Aunque no asistía a muchas reuniones de ese tipo, era el lugar indicado para hacer nuevas amistades. ¿O por qué no? Hasta un suicidio. Podría incluso conocer a alguien que aceptara cometer un suicidio doble con él. No perdía nada intentando.

Una leve sonrisa adornaba su rostro mientras se dirigía al lugar. No acostumbraba a salir mucho de playa, por lo que su atuendo había sido muy improvisado. Vestía una camisa estilo tropical en tonos grises que, por mucho, le quedaba grande. Un pantalón ligero en color negro y unas sandalias color azul completaban su outfit y, por supuesto, las vendas cubriendo su piel eran indispensables. Incluso su ojo derecho y su mejilla izquierda modelaban ese estilo de vestir que, más bien, parecía darle la pinta de estar herido. Y probablemente lo estaba. No sería sorpresa que hubiera intentado suicidarse días antes, o incluso horas.

Consigo, llevaba dos cajas de regalo. Una grande color rosa y otra más pequeña color azul, presentes que daría a dos personas en dicha reunión. Una vez en el lugar, se dirigió a los legacianos que ya se encontraban ahí. No eran muchos, pero parecía que ya empezaban a convivir entre ellos. Fue entonces que visualizó a aquel peliazul que le causaba mucha simpatía de solo verle, por lo que se dirigió a él para saludar.

—¡Hola! ¿Qué tal va todo? —preguntó amablemente y mostrando una sonrisa, evidenciando su ánimo por la fiesta.

⠀⠀La idea de una fiesta por la playa siempre suena bien a oídos de cualquiera, para Izuku no era la excepción pues disfrutar de un rato en la playa con sus amigos era la mejor forma de desestrezarse, o incluso solo divertirse.
De cualquier modo su intención era divertirse lo mayor posible junto a Usagi, compartir tiempo con ella es de sus objetivos hoy en día.

⠀⠀La fiesta ya había dado inicio, Izuku no sabía por dónde comenzar a buscar a Usagi, traía en sus manos una pequeña caja de regalo, esperaba no decepcionarla. Sabía que ella no era muy exigente, pero aún así esperaba de verdad que le gustara.
Su vestimenta era sencilla, no muy llamativa pero tampoco tan conservadora, poco le importaba como se veía.

Caminó entre los demás chicos y buscó, probando suerte ahora por gritar su nombre. –¿Usagi, estás por ahí?– Antes de siquiera pensar en convivir con los demás, necesitaba encontrar a la chica. ¿Acaso iba a faltar a la fiesta? ¿O es solo que llegara tarde como de costumbre?