Misión (C3) - En búsqueda de un asesino.

【 Introducción 】


➤  Son las 4 de la tarde, el sol se encuentra en camino a posarse sobre el horizonte, sin embargo las nubes impiden ver su paso a medida que llueve de manera descontrolada, sobre acres y acres de arboledas que llevan con un camino pavimentado hacia un sitio recóndito de la ciudad, un lugar apartado por alguna razón del ruido de la locomoción urbana, una zona que hace mucho tiempo se consideró segura. Donde el bosque dejaba espacio para que la mano del hombre pudiese tocar.

Una casa, no... Una mansión de tamaño regular, envuelta por las hierbas sin cortar y helechos que salían incluso de las ventanas, con una estructura de aspecto europeo. ¿Por qué un sitio tan hermoso fue abandonado? No se sabe, pero lo que si se sabe es que sitios como estos, pronto son reclamados como lugares sin ley, lejos de la mano del hombre, donde cosas extrañas suelen suceder... Cuando la mano del hombre abandona un sitio, es en ese momento que un portal se abre, uno hacia un mundo aislado y aterrador. Donde cualquier criatura desconocida podría salir de las sombras... Sin embargo, hay quienes no le temen a lo desconocido, personas con valor o bien, personas sin alma. Hans (un espectro), profesor de la academia Legacy oyó de sus contactos de su lugar de origen, que un sujeto había hecho de este lugar, su hogar. Cosa que estaría bien, si no fuese porque este es uno de esos sujetos sin alma que pueden asustar incluso a las mismas criaturas que se esconden entre las sombras.

A él le aterra que alguien así ande suelto por allí. Asechando, en la oscuridad, esperando a que una presa entre a sus fauces, sus estudiantes, podrían ser esas presas... Y ya que los cuerpos de seguridad están ocupados en asuntos aún más importantes. Este, junto a algunos acompañantes voluntarios, decidió ir a confirmar los rumores. Pero. ¿Podrán encontrarlo a él antes de que él los encuentre a ellos?



>Lluvia cayendo<


—   Este es el sitio... Bueno, entremos.


.- El pequeño hombre, mientras que vestía sus ropas casuales, sostenía su bolso de lado, viendo las escaleras del adoquinado piso, con una fuente en el jardín central que hacía de intersección entre las rejas del terreno y la puerta de entrada a la mansión, arbustos que se convirtieron en paredes de hierbas y ramas impedían la visión completa del sitio, y solo dejaban ver las esculturas y la fachada de la mansión. Este llegó a las escaleras que iban a la puerta de entrada, y evitó tocar la puerta. -.


—   Sería bueno no avisar que hemos llegado... Aunque, con lo grande que es este sitio, no creo que nadie pueda oírnos.

Tan solo de escuchar la rasposa voz de su profesor, se disiparon sus pensamientos así como sintió un breve escalofrío, ya que, minutos atrás había olvidado el verdadero motivo por el cuál se encontraban allí. Después de todo, era un deleite visual poder presenciar el extentrico estilo de construcción que tenían al frente, más, aquellos vitrales que variaban en diversas tonalidades, al punto de lucir complejos que hacian alusión a una estética primeramente conocida como Opus Francigenum.

— uh claro...—

Soltó acatando la sugerencia del espectro seguido de que intento que ​sus pisadas fueran discretas o el mínimo error podría resultar en un infortunio aunque quizás no podrían evitar, porque de cierta manera estaban en desventaja, es decir, se estaban adentrando en la vivienda "abandonada" e implicaba la posibilidad de que pudieran ser atacados por sorpresa.

—acaso no ha considerado que el sabe de nuestra intromisión a "su morada"?—

Respondió divertida al comentario del albino para luego trasladarse en el interior de la lugrube mansión que dejó de emitir total silenció, consecuencia del azulejo de madera que crujía a cada paso que daba así como la ausencia de luminosidad no permitía divisar los inmuebles con los que podrían toparse.

—¿Deberíamos separarnos?—

— Si están buscando a quien creo que buscan, seguramente esté en las últimas habitaciones —

De debajo de las escaleras principales salía un joven de cabellera azabache, ojos ámbar y una piel que lucía ceniza por el polvo que rodeaba el interior de aquella estructura.
No lucía del todo bien, parecía cansado y algo desorientado, además de que sus ropas estaban casi echas trizas pero ¿Qué se podía hacer cuando el único “hogar” que has conocido queda completamente destruido y no tienes a nadie que te ayude más que tú mismo?

— Como están apartadas del resto, es difícil que escuche a alguien estando aquí —

En su espalda se notaban unas imponentes alas de dragón, cuyos huesos parecían ser acero oscuro y, lo que debía ser la piel del interior, era más como una tela naranja; había pasado días utilizando sus alas para cubrir su cuerpo y no ser detectado en aquel pequeño rincón donde se escondía.