Huída

La noche era fría, probablemente todos se encontraban durmiendo exepto ella

Había salido del lugar al que ahora llamaba "Casa" si ponías atención sus pasos se oían pero si prestarás aún más escucharias unos pasos un tanto peculiares eras unos pies bastante grandes

Está vez no trataría de enfrentarlo estaba huyendo lo más rápido que podía incluso se hacía pequeña para pasar por algunos estrechos lugar

— Corre corre corre...

Era lo que la más joven y hasta ahora única de los Kamado decía mientras los árboles se movían, no había vuelta atrás

Aquello que la seguía no era nada más y nada menos que otro demonio, pero uno mucho más grande que ella

Aún así ella logro despistarlo y perderlo de vista, sus respiracion era agitada debido a todo aquellos que había corrido por el bosque ¿Que era lo que haría ahora?

Alguien, en el lugar menos concurrido de la zona menos transitada, caminaba con lentitud tambaleándose ligeramente, se trataba de una chica de cabellos salmón con una mirada perdida. No sólo su mirada, ella tampoco sabía dónde se encontraba actualmente, no tenía idea siquiera de porqué caminaba sin rumbo desde hacía un rato pues sus pasos sólo la hacían avanzar, más no llevaban un rumbo fijo.

—(¿Por qué estoy aquí? ¿Que hago aquí?...¿A dónde voy?...¿Dónde estoy?...¿Quién soy yo...?)—

Se preguntaba para sí misma, no pareciendo saber ni siquiera su nombre, menos en dónde estaba ni cómo había llegado hasta dónde se encontraba, un probable caso de amnesia parcial. Con algo de suerte, alguien en algún momento se preguntaría del porqué de su dirección tan vaga o de su expresión sin vida, tal vez hasta podría llegar a algún pueblo cercano o algo parecido.

No fue, hasta que una pequeña pero rápida figura pasó enfrente suyo a un par de metros, ocultándose algo lejana a su actual paradero. Su cuerpo se detuvo, estaba inerte mirando hacia dónde se había ido esa presencia tan apresurada, comenzando a formularse nuevas preguntas, y por primera vez, deteniendo su aleatoria dirección.

—(¿Que es eso? ¿de que huía? ¿Por qué huía?...)—

Mientras ella miraba a una dirección contraria, una gran presencia probablemente se acercaba detrás suyo, actualmente no era capaz de preveer ataques ni contrarrestarlos, así que estaba totalmente inofensiva...Por el momento.

—¿Qué...eres? ¿Quién eres?—

Dijo a lo alto con una voz suave hacía lo que parecía tener una altura no más alta que la de un niño pequeño, pero ella no se encontraba en sus completos estribos cómo para saberlo, ni siquiera percatandose del que podría no escucharla a la distancia en la que se encontraban.

Aquel se encontraría en aquel bosque con amnesia por qué no sabía en dónde estaba o que hacía en esa noche para él era como un pasatiempo antes de ir a descansar, salir a meditar o tomar aire.
Pero esa noche estaba un poco más fría que de costumbre a lo cual el no le importo más que seguir caminando por aquel bosque para encontrar respuestas de a dónde había llegado o donde se encontraba

— (al parecer hacer la guardia un poco no afectará a nada mi descanso).

Aquel al parecer sentiría dos presencias en aquel mismo bosque por qué no tenía el minimo conocimiento de saber dónde estaba y quién era al parecer sus recuerdos no eran lo bastante claros, a lo cual siguió caminando hasta esas dos más presencias que estarían por ahí hasta que vio alguien que al parecer huía de algo a lo cual el solo vio como se oculto aquella chica de complexión pequeña, así que decidió ir tras ella

Entre susurros decía:

— debo de tener cuidado no sé si aquella persona que sigo pueda ser peligrosa.

Fue entonces cuando, y tumbando dos grandes árboles, que una figura de tamaño colosal aparece en frente de los tres muchachos que estaban en el bosque. Su aspecto fornido y su cara tan feroz, y sobre todo esa esencia, indicaban a todas luces que se trataba del demonio del cual estas chicas huían. Ahora estaban sin salida. Ahora debían luchar.

Después de tanto tiempo por fin pudo descansar con tranquilidad en un árbol cercano, sin embargo aún permanencia alerta, Hacia ya un rato sentía a dos personas aún detrás suyo

Sus rodados ojos brillaban un poco en aquella inminente Oscuridad ¿Que haría ahora? No tenía a dónde ir ni a quien acudir, sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz, al principio se asustó un poco no era de su agrado que alguien apareciera de la nada

— Buenas Noches para ti, un gusto Soy nezuko y Soy un demonio

Se presentó de la forma más amigable posible, no quería que se asustara o algo por el estilo

Mientras a mi lejos miraba a alguien rubio con mechas Naranjas como si de una Flama se tratara

Lo que en un inicio parecía ser una chica sonámbula o en una laguna mental, había reaccionado tan pronto cómo aquella autonombrada demonio se le había dirigido para presentarse con cordialidad, siendo cuidadosa para no sorprenderla, pero un sobresalto de su parte no se hizo esperar, y junto con ello, el brillo volviendo a sus ojos. Redirigiendo su mirada a sus alrededores, sólo logra ver bosque, por lo que nuevamente dirige su vista a la joven enfrente de ella, bastante confundida.

—¿N-nezuko? Ya veo...No podría decirte cómo llegué aquí, pero al menos sé mi nombre. Me llamo- —

Sin embargo, antes de siquiera completar su oración, otra presencia mucho más intimidante apareció frente a ambas, teniendo una apariencia monstruosa y horripilante que sólo causó un escalofrío por todo su cuerpo, no sabiendo que hacer si lo suyo no era precisamente la batalla de cerca. No sabiendo bien que hacer, su primer pensamiento fue querer proteger a la persona que no parecía hostil detrás suyo, a pesar de no tener gran fuerza para ello y desconociendo sus habilidades siendo aquella una demonio.

—Pues no parece haber tiempo para presentaciones...Tch, ¡lo voy a distraer! ¡Corre!—

Exclamó con confianza mientras fruncía el seño y una gota de sudor frío bajaba por su cien, fue que cuando tomó una pequeña piedra y una vara de madera del suelo, lanzando la piedra a la criatura para llamar su atención y tomando aquella pieza de tronco cómo un tipo de espada.

—¡Acá, cosa rara! ¡Ven por mí!—

Le habría gritado, con la intención de que desviara su atención de Nezuko y fuera directamente contra ella. Si su vaga memoria no le fallaba, desde un inicio parecía estar huyendo de algo, ahora podía saber de qué se trataba.