Desatando una Maldición

La extraña y evidentemente pálida Pelinegra camino por los pasillos de la academia, sus tacones en el suelo haciendo eco en el silencio de la noche, todos los estudiantes y profesores estaban plácidamente dormidos, pero ella no, siendo una criatura de la noche la necesidad de alimentarse puede ser un factor suficiente como para atreverse a salir de los dormitorios a escondidas.

Una vez que había satisfecho su apetito se precisaba a volver a la habitación, hasta que se dió cuenta de un extraño pasillo el cual no había notado antes, un letrero de
"PROHIBIDA LA ENTRADA"
engalanaba el portal despertando la curiosidad infinita de la Vampiresa, que embelesada de emoción miro hacía ambos lados para asegurarse de que nadie le estaba mirando, mordió su labio inferior y sus ojos carmesí brillaron alentados por la travesura y la adrenalina.

Una vez comprobada su soledad, procedió a abrir la puerta ayudada por su telequinesis, poco a poco los seguros de la enorme puerta de madera fueron cediendo abriéndole paso a la rara habitación.

Empujó la enorme puerta y deslumbro una enorme, realmente enorme biblioteca sumergida en la penumbra, cuyos muros y muebles estaban repletos de piso a techo, entro cerrando la puerta por detrás con la delicadeza que la caracterizaba y tomo un candelabro lleno de polvo que yacía en la mesita de madera a su lado.

Las partículas de polvo volaron a causa de un sóplido provocado por ella y al tiempo susurro una palabra.

- Fos aktinovoleí

Un pequeño pero útil hechizo para invocar fuego, la llama de las velas ardió calentando la cera, ya con mejor visibilidad Momo recorrió uno a uno y sin prisa los pasillos del lugar, leía los títulos de los libros. Todos eran milenarios y lo más probable es que fueran de alquimia cosa que en vez de apagar la llama de la curiosidad en ella la enardecierón,
hasta que en el pasivo contiguo fijo su pícara mirada en uno específico.

Algo en el llamaba poderosamente su atención,
estaba forrado en piel de color café, no pudo evitar tomarlo entre sus manos y al hacerlo se dió cuenta de que no llevaba título alguno en la carátula, además estaba cerrado por una especie de cordón tejido con lana que a su vez mantenía una gema pegada a este.

Dudo varios segundos, pero la curiosidad y tentación hicieron mella en ella y finalmente desató el dichoso cordón que cayó al suelo junto a sus pies, una vez hecho esto abrió el libro, no parecía tener nada en especial hasta que un líquido negro y vizcoso empezó a descender de sus páginas goteando a chorros, provocando que la Pelinegra soltará el libro de golpe y se alejara pegando un brinco hacia atrás, el objeto cayó enmedio del charco que cada vez crecía más y más sin detenerse, daba la sensación de que en realidad el líquido era un vacío tan obscuro que se podía caer dentro de el.

Y por si no fuese suficiente una mano se hizo presente saliendo de la viscosidad como un muerto saliendo de su tumba, un gruñido le siguió, luego otra mano.

Momo retrocedía paso a paso sin quitar la mirada de "eso", su respiración se entrecortaba llena de terror, su cara ni podía reflejar otra cosa que no fuera pánico y asco, en algún momento sus paso se vieron interrumpidos por el librero detrás de ella, mientras que del liquido por fin se asomaba una cara espantosa que hizo un sonido gutural haciendo retumbar las paredes del lugar.

Mérimée había desatado una maldición que permanecía atrapada en las páginas de aquel libro.

El grito de la chica no se hizo esperar interrumpiendo la quietud de la noche en Legacy.

Ya tarde en la noche, no pude dormir, sufría como era regular de insomnio, y tras dar un par de vueltas en mi cuarto, salí a dar un par de vueltas por la academia, tal vez practicar tiro en las afueras, calcular el tiempo de caída de la bala al ser disparada al cielo, o simplemente permanecer acostado afuera apreciando el cielo, muchas cosas pasaban por mi cabeza pero me negaba rotundamente a hacer algo con el estomago vació.

Pero, al ser nuevo en la academia me perdí fácilmente entre los pasillos, todos similares, ya comenzaba a darme pereza la idea de salir, pero ya estaba listo y me dispuse a seguir, y en eso, un grito que me hizo helar la sangre y dejando mi piel de gallina me agache por instinto mas al instante entendí que alguien necesitaba mi ayuda o al menos eso esperaba, el corazón me latía muy rápido al pensar que era una especie de espectro en la academia pero igual proseguí y escuchando nuevamente los gritos cerca corrí y entre en una basta biblioteca y al entrar se sentía lo antiguo, puro polvo en el aire.

No veía muy bien, casi nada para ser preciso y la luz de la luna no ayudaba del todo, con lo que me arranque mi manga derecha y rompiendo una de las patas de una silla cercana hice una antorcha improvisada, no duraría mucho pero me permitiría ver unos minutos.

Ya estoy aquí, hay alguien acá... Pero que cara-

Al trotar pude ver una joven muy asustada en el suelo y algo saliendo del suelo, era algo verdaderamente asqueroso y horrendo, no dude en dispararle a la cosa que salia del suelo y lanzandole la antorcha para ver si en algo le afectaba el fuego pero mis intentos fueron en vano, pero mis disparos en sus manos si le dolieron o eso parecía y ahora se dirige hacia donde estoy.

Corre niña, esta cosa debe ser alguna especia de demonio de biblioteca, salgamos de acá antes que sea mas peligroso

Le gritaba a la niña, corriendo entre los pasillos de biblioteca disparandole a la cosa que salia del suelo, al menos eso ya no iba tras ella, pero como detenemos este monstruo tan horrendo

La Joven en cuestión estaba paralizada del miedo, entre su shock logro escuchar el ruido de la puerta abriéndose seguido del estruendo de lo que parecía una madera crujiendo, no pudo evitar voltear y buscar el origen de este, rogando que fuera ayuda se vio deslumbrada por la luz del fuego y al escuchar la voz del contrario pudo reaccionar y moverse lejos de aquello que ya estaba casi por completo afuera, luego de escuchar la orden del recién llegado corrió hacia la salida no sin antes contestar:

- ¡Salga pronto de ahí no podemos solos contra el! ¡Necesitamos sellarlo de nuevo!

El demonio gruño he hizo el intento de atacar a su oponente, se arrastró por el suelo rápidamente como una alimaña mocosa dejando un rastro trás de si y lanzo un manotazo hacia Vash, la Pelinegra miro un momento hacia atrás antes de salir de lugar alcanzó a ver el ataque del ser, así que se armó de valor para al menos aturdir momentáneamente al monstruo.

Respiro ondo y cerró los ojos repitiendo una frase casi para si misma.

- "aimolipsía alysída tou kérverou"

Al momento unas extrañas marcas aparecieron en la piel de la chica, y en un rápido movimiento unas cadenas echas con sangre doblegaron a la criatura, esto no duraría más de 2 minutos pero era tiempo suficiente para escapar y cerrar la biblioteca conteniendole hasta que averiguar cómo volverlo a su prisión literaria.

- ¡Vamos! ¡Esto solo dura un par de minutos! ¡Deprisa!

Al escapar y correr pude oír al instante una voz pero no pude oírla muy bien e intuí que ya había salido la joven y cuando me di vuelta para darle un par de disparos, pude verla en la salida con sus ojos cristalinos haciendo algo y de inmediato la bestia quedó paralizada y a prestarle atención a ella le entendí y corrí hacia donde estaba, no sin antes darle un par de disparos

trágate eso bestia asquerosa

Salí corriendo del lugar y al pasar por un lado entendí que ese demonio estaba allí para proteger el lugar o algo hizo la muchacha que terminamos en esta situación tan precaria, dudo que algo así se encuentre en cualquier libro que haya abierto al azar, entonces, velozmente agarre el libro que estaba en el piso de donde estaba la joven, y salí corriendo a donde estaba.

Ella estaba parada haciendo su conjuro y no podía moverse, con lo que la cargue con la carrera que traía y al salir nos golpeamos un poco pero salimos, cerré la puerta rápidamente y con el miedo del momento le alce un poco la voz sin querer a ella.

Como estas?! Que paso allí dentro?! Que hacías en un lugar así en primer lugar?! M-mis balas normales no le hicieron nada, que cosa era esa?!

La chica en cuestión despertó del aturdimiento al sentir el "jalón" del caballero contrario, sacudió un poco la cabeza intentando reaccionar adecuadamente, esa clase de hechizos consumen un poco más de energía de la debida ya que es la misma energía del usuario quien retiene a su rival en turno.

- ¡E..eh! Yo no sé que sea esa cosa, s..solo quería leer un libro pero cuando lo abrí una masa oscura salió de entre sus páginas y "eso" emergió dentre la oscuridad...

Ella lucho por recuperar el aliento, necesitaban encontrar una solución eficaz y rápido, ya que esa vieja puerta de madera no sería lo suficiente para contener a tan grotesca criatura


- Debe ser un demonio que fue utilizado como maldición, alguien más le encerró en el libro pero por desgracia mis conocimientos sobre alquimia son escasos no sé cómo devolverlo

La Pelinegra se paró en seco por el pasillo haciendo rechinar los tacones, no podían dejar esa biblioteca sin custodiar, el demonio podría derribar la puerta y atacar a los estudiantes o personal de la escuela, se puso frente al rubio y con una vo decisiva exclamo:

- usted es profesor ¿Cierto? Debe haber algún alquimista o mago entre las filas del colegio, ¡Busque a alguien! Yo me quedaré aquí y no dejaré que esa asquerosidad salga o avance, ¡es mi responsabilidad detenerlo y no dejar que dañe a alguien!
¡NO TARDE!

Dicho esto último la aparentemente joven corrió dirección a la biblioteca de nuevo estaba decidida a detener al demonio así túviera que utilizar toda su energía vital.

al salir pude respirar aliviado por el susto que tuve de la bestia de biblioteca, poniendo mi mano en el pecho y recostándome en la pared agarro aire y lentamente me coloco de pie

Dudo que esa cosa salga de allí, se supone que resguarda la biblioteca o al menos el libro, que por cierto, antes que abrieras ese libro, ¿¿que decía o que apariencia tenia??

Al escucharla me pongo de pie y le doy unas palmaditas en la espalda, y observa aquella puerta de madera y de reojo detallo su determinación pero algo que me molestaba fue lo complejo que fue detenerlo por momentos y pretendía quedarse allí cuidando la puerta, no la iba a dejar sin dejarla con algo que supiera la cuidaria

No soy docente, tan viejo parezco? óyeme, estoy en una edad esplendida como para llamarme viejo Viéndola un poco molesto pero obviamente actuando para intentar hacer que se relajara por la precariedad del momento Tal vez haya alguien que nos ayude pero lo dudo... Yo pudiera ayudar a contener la bestia pero, por tu cara no me harás caso, ten esto, es parte de mi, de cierta forma podre cuidarte estando lejos, solo prométeme que no lo soltaras, ¿de acuerdo?



Alzando mi brazo despliego un pequeño puñado de plumas, estas que sirven tanto para atacar como para defenderme, las quitaría con la intención de cuidar a su portador

Escúchame, veré si puedo conseguir a alguien, pero lo dudo mucho, es muy tarde y conociendo a los bastardos que pudieran ayudarnos, pues, estamos casi solos... Prefieren dormir a ayudar, te lo aseguro Quitando así 3 plumas relucientes, blancas profundas, hermosas que parecieran soltar brillo Guardalas, si algo llegara a atentar contra tu vida, esto te ayudara, tienes 3, si por cosas del destino, llegase a consumirse la ultima, esa te teletrasportara a donde yo este, pero esto no querra decir que no te harán daño, solo evitaran que no te maten

Al terminar de quitarme las plumas, guardo el resto de estas para partir a intentar buscar a alguien que pueda ayudarnos en esta complicada situación.