Un encuentro "desagradable".

⠀⠀Iba de lo más tranquilo por la sala de estar, un lugar al que comúnmente solía visitar gracias a lo poco recurrente entre los estudiantes. No era uno de ellos, a diferencia del resto que entró a la academia con fines educativos, tenía sus propias razones para andar por la isla y el castillo. Y, pese a que deseaba tener un rato libre en aquel salón tan relajante, antes de siquiera poder dirigirse a uno de los asientos del sofás del lugar, se topo con una chica.

Aunque, hubiera preferido toparsela de frente sin más, terminó recibiendola en brazo izquierdo, provocando que ella cayera al suelo. Le fue molesto, ¿Cómo podía interrumpir su quietud de tal manera? Le miró con cierto desprecio desde su posición, sin sentir una mínima pizca de culpa en su interior.

── Espero tengas una buena razón para haber ido tan descuidada por aquí. ─ Se hizo a un lado, y tampoco se dignó en mirarle a los ojos, solo desvió su mirada y ahora si, sin vergüenza alguna, tomó asiento en el sofá que es para una sola persona y esperó su respuesta sin más.

Y, curiosamente, para haber tenido en mano todo momento una copa de vino para disfrutar de lo que esperaba ser un buen descanso, jamás se le derramó encima o cayó sobre la chica. Afortunadamente no estaba llena, todo el tiempo la tuvo con cuidado. Bebió de esta, mirandole ahora si a los ojos y observando como es que se levantaba luego de su pequeño accidente.

La joven solo estaba buscando una biblioteca que le avían indicado pero como era nueva posiblemente se acabó perdiendo y ya preocupada se chocó con él por accidente cabo cayéndose por el golpe puesto que no parecía mayor a unos 15 años pero solo se acabó levantando y al escuchar el comentario  de mal gusto solo suspiro.

-Lo siente mucho no fue mi intención pero creo que me e perdido solo buscaba llegar a la biblioteca, podría decirme hacia donde ir por favor . Así me voy lo más rápido
posible.

trataba de ser amable como le avía enseñado Jack diciéndole que se atraen más moscas con miel que con yel, pero bueno solo espera que le pueda dar la dirección y seguir su camino para hacer lo que debía y después poder irse a descansar .

Por qué me tenían que dejar tarea hoy y para acabar por qué la mala suerte me persigue

Pensaba en silencio mientras esperaba una respuesta.

⠀⠀Muchas veces se comportaba como un completo descarado, pero ¿Cómo no hacerlo? Después de todo era un rey, y se jactaba de ser el único entre tanto farsante y pretencioso. Así que si, se dió el lujo de mirarla de pies a cabeza, juzgando tanto su apariencia física como la respuesta que había escuchado por parte de ella; porque claro que le prestó atención pese a haber estado criticando su cuerpo.

Asintió con su cabeza, bebió un poco de su copa, casi como sí hubiera dado más que un sorbo con tal de poder deleitarse cada vez que ingería. ── ¿Eres nueva, cierto? ─ Preguntó ignorando aquella petición, sabía perfectamente donde se encontraba la biblioteca, pues incluso alguien desinteresado en toda la humanidad actual, se dió la tarea de recorrer el castillo en busca de algo que llamara si atención. Nuevamente dejó de verle, solo para ahora dedicarse a su propia bebida, pues giró un par de veces su copa.

Todo mientras respondía, pues antes de darle la dirección tenía mucho más por preguntar. ──No te había visto antes, recordaría ese rostro tan inocente. ─ Y sonrió, mirandole nuevamente con una actitud mucho más pícara.

La pobre Valquiria que trataba de mantener la calma tras la actitud de aquel desconocido, pero aún así esperaba que le dijeran dónde estaba la biblioteca ya que le esperaba mucho que estudiar puesto que venía de una dimensión distinta y con conocimientos en parte diferentes pero bueno solo tocaba esperar y tratar de ser cortes , quizá su primera prueba para cambiar.

–Si soy nueva por eso aún estoy tan perdida, gracias por el alago pero ase años no me decían éso.

Menciona  relajada y amable tratando de esperar la respuesta de la biblioteca mientras recordaba que su libreta estaba guardada por si acaso aún que el hombre le estaba poniendo algo alerta, trato de mantenerse más tiempo relajada, seguro después de hablar le indicaría la dirección, eso le gustaba pensar, aún que su actitud le recordó a alguien de años atrás un humano que reinaba un reino...malos recuerdos por cierto pero solo se puso las manos en las mejillas para no recordar eso y siguió apacible esperando la respuesta .

⠀⠀Con un ademán indicó que la chica podía irse, como sí ahora el hombre estuviera adjudicandose de alguna especie de autoridad en el lugar. Claro que estaba lejos de tenerla, pero en sus pensamientos no había forma diferente de comportarse, merecía el servir de todos en esa academia por muy necios que se mostraran. ── La biblioteca está al final del pasillo donde la cocina, justo encontraras una puerta antes de toparte de frente con la ventana. ─ Y sin más, respondió a la duda de la chica.

Volvió a sorber de su copa, muy poco nuevamente. Creyó haber resuelto el problema, pero en cuestión de segundos cayó en cuenta; probablemente ni conocía la cocina. ── ¿Sabes dónde está la cocina, verdad? ─ Esperaba estar subestimandola, aunque claro no la jugaría de no conocer su ubicación, después de todo, ella misma mencionó ser nueva en el lugar.

Y ahí, ahora cuando era él quien esperaba la respuesta de la chica, bebió con mucho más tranquilidad mientras le observaba a los ojos. Faltaba muy poco para terminarse su copa, y por ello, nada más por ese pequeño hecho, estaba dispuesto a ofrecer su compañía y guía hasta la supuesta biblioteca.

Aún que veía la seña y escuchaba las instrucciones estaba totalmente perdida en general no avía nunca ido a la cocina y por otra parte menos a la biblioteca así que como pudo miro a ambos lados y escucha la pregunta de que si conocía la cosina a lo cual le mira con sus grandes ojos.

–No, la verdad no conozco nada y el mapa que me dieron aún no me queda claro, tampoco me puedo transportar ya que no conozco el sitio nisiquiera en fotos como para mínimo tener una idea de lo que buscó.

Menciona mientras ve a aquel hombre beber aún de la copa y ella empezando a perder un poco la paciencia, por toda la chingada ella ni quería venir a la escuela sus hermanas la obligaron y ahora tenía que no solo estudiar si no aprender a estar en ese lugar.

La joven obviamente insultaba en sus adentros tanta mala suerte a su ver pero guardaba la compostura por fuera solo inflando un poco las mejillas.

No acostumbraba usar su clarividencia con fines de conocer personas, era lo que menos quería, y ahora mismo no era diferente, pese a que ya estaba entablando una conversación con la chica. Averiguar sobre sus pensamientos estaba lejos de sus intenciones, pero claro que a su alcance. No obstante, tan solo escuchar el tono de voz tan distinto con el que ahora ella se comunicaba, bastó para darse una idea de la desesperación en la que se encontraba, ¿Qué hizo él para tener que soportar algo así?

Sin más, se levantó. Desvaneciendo su propia copa dorada en cuestión de segundos, dejando nada más que particulas doradas en su lugar hasta dispersarse; volvió a su boveda dorada, dónde sus más grandes tesoros residen. ── Bien, te llevaré hasta la biblioteca. ─ Pero no iba a hacerlo por ser una persona altruista o algo similar, tramaba algo entre manos; nada bien elaborado, simplemente pensaba que podía sacar provecho sí es que se trataba de una chica interesate.

Pasó frente a ella, hasta llegar a el marco que dividía la gran sala de estar de los enormes pasillos del castillo. Guardó sus manos dentro de sus bolsillos, portaba un atuendo bastante casual, pues era un pantalón negro y una playera blanca de algodón, muy cómoda. ── Por qué, entraste...? ─ Y dejó un pequeño silencio, pues desconocia el nombre de la chica. ── ¿Cuál es tu nombre, por cierto? ─ Y volvió a preguntar, avanzando y esperando que ella le siguiera el paso; no iba rapido, ni cerca de hacerlo, pues no tenía prisa alguna a diferencia de ella.

La joven se trataba de calmar una vez más y volver a parecer en calma bajando sus ganas de hacer una rabieta o coraje y cargarse los muebles que avía de por medio en el lugar .

–Muchas gracias es usted muy amable.

Respondió al por fin saber que la ayudaría y podría acabar los deberes pronto, pedir los libros e irse a su abitacion de regreso, o hacerlos en algún lugar tranquilo al aire libre, es sacada de sus pensamientos al ver que le pregunto otra cosa.

–Mis hermanas me obligaron era eso o otra cosas así que preferí venir a la escuela...

Responde tranquila para después escuchar la segunda pregunta.

[b]–Un gustó me llamo Hlokk como te llamas tú?[/b]

Responde de regreso mientras camina a su lado como si nada memorizado en parte el camino para poder llegar sola la próxima vez y evitar tener que preguntar o tener que molestar a alguien más, así también hacer anotaciones en el mapa, mientras más rápido se ubicará mejor sería para ella.

¿Podía tratarse de una persona totalmente opuesta a lo que esperaba? Fue demasiado optimista al creer que dentro de una academia encontraría gente con potencial, y tan solo era la primera vez que se topaba con uno de los estudiantes directamente. Aún debía ponerla a prueba con respecto a sus habilidades, y sí aún no contaba con sus propios propositos, entonces podía meter su mano para el crecimiento de esta; ahora se preguntaba que tanto podía influir en ella.

── Gilgamesh. ─ Por un momento no dijo más. Entendía que no iba a reconocerlo vistiendo de un traje negro sin su saco, nada más que pantalón, zapatos y un chaleco negro encima de su camisa blanca. No portaba su armadura dorada, ni mucho menos utilizó sus majestuosas armas como para delatar su identidad. Quizá, se sentiría ofendido en otras circunstancias, o tal ez le vería como una ignorante más, pero solo por esta vez lo permitiría. Obvió lo anterior y continuó caminando.

── Y entonces... ¿Que planeas hacer con lo parendido aquí? ─ Le miró por encima del hombro, pues giró lentamente con la intención de verle perfectamente. Poner atenvión ante sus expresiones era vital para conocerle, y justo en ese momento estaba ahí para juzgar en todo momento. ── Es más ¿Qué eres capaz de hacer? Estoy ansioso por descubrirlo. ─ Y sumió su rojiza mirada, dilatando ligeramente sus pupilas de gato con una sonrisa bastante curiosa.[/color]

La joven al ver al hombre y escuchar su voz no contesto nada asta que acabo de escuchar sus preguntas y le volteo a ver tranquila mientras le miraba de arriba a abajo con los ojos cafés que tenía.

–Mucho gusto Gilgamesh, por lo que veo eres un noble de algún lugar así que bueno proseguire, no soy de este lugar así que usaré los conocimientos a mi conveniencia dependiendo como los necesite en el futuro, segunda soy una Valquiria mi mayor avilidad es convertir en arma sagrada cualquier cosa que toque con mi avilidad, así sea solo una canica o algo tan tonto como un pedazo de papel, se convertirá en un arma capas de matar dioses..

Respondiendo tranquila a la duda del caballero, también tenía avilidades secundarias como velocidad, agilidad y transporte pero eso era muy aparte.

–Mis hermanas no me quieren ver de ociosa en casa así que pensaron que venir a la escuela sería una buena opción de que explore y aprenda a dar mejor ido de mi avilidad a y sea más...como se dice... empática.

Está claro que la valquiria no se agacharia ante ningún rey, si se rehusó a seguir la orden de los dioses más la de los reyes o cualquier  persona pero solo se limito a seguir tranquila y hablando dentro de lo que cabe gentil.

La biblioteca no quedaba muy lejos, pese a que la academia y el castillo eran enormes, ciertos pasillos concurrentes solían estar tan cerca uno de otro por la misma razón. Ya incluso podía ver el final del pasillo al que se refería, con una entrada justo en donde una ventana iluminaba de forma bella con la luz de la luna la alfombra del suelo, adoraba los elegantes detalles del castillo; aunque pocas veces solía admitirlo.

── Estaré encantado de alguna vez observar cmduchas habilidades... Suenan bastante convenientes, puesto que no suelo compartir mis armas. ─ Dejó de mirarle, solo para concentrarse en el camino, y una vez por fin llegó a la habitación correcta, se posicionó al otro extremo de la entrada, esperando a que fuese ella quien entrara, pues hasta ahí había llegado su camino. Por lo menos el de Gilgamesh, a menos que hubiera un cambio de planes en la chica.

Una vez detenido, fue que nuevamente tuvo la virtud de observare bien, de frente. ── Bien, es lo que querías ¿No? La biblioteca, así podrás terminar tus asuntos. Después me veré en la necesidad de cobrar de alguna vez mi benevolencia, quizá con una muestra de esas supuestas habilidades tan curiosas. ─ Soberbio, sonrió y cedió el paso sin más. Aún con la noche, el cabello dorado de Gilgamesh se mostraba brillante ante la luz de la luna, radiante como su armadura misma, que, actualmente se encontraba nada más que en su bóveda dorada; lugar donde residen sus armas y preciados tesoros.

La joven por fin sonríe al ver la biblioteca y solo escucha con atención como quiere algún día probar el poder y solo pensó hacia sus adentros.

(Espero que no sea otro maníaco con las armas o creo que se lo que va a pasar y eso no es nada bueno)

–Gracias por todo y si podré acabar mis pendientes, espero que le valla bien y tenga un buen día y si se ve que no comparte armas y quizá algún día.

Al no tener nada que decir o hacer ahora solo se limitó a inclinar un poco la cabeza como gracias y adentrarse a la biblioteca donde fue asta el rincón y tomo asiento, saco el mapa y marco el camino, también saco sus cosas y empezó a estudiar atrayendo los libros que necesitaba con algo de magia básica por así decirlo, y el resto del tiempo se la paso leyendo y estudiando, al punto de ser la última que dejó la biblioteca.