Los hombres lobo (libre)

La luna nueva indicaba que esto iba a ser difícil. Anton se encontraba caminando sobre el césped, con la espada en el cinto, esperando a que uno de esos temibles hombres lobo vinieran a comérselo, pero ése era el plan: matarlos a todos para que ya no molesten más a los humanos.

Se iba acercando cada vez más al templo. Las nubes se esclarecieron y bajó la luz de luna brillando sobre el gran templo. Había movimientos en los cerros que estaban cerc a, se escuchaba cómo esas tropas de temibles licántropos se acercaba. Tomó su gema en el cuello y comenzó a orar el Padrenuestro para pedirle perdón a Dios de lo que iba a realizar. Pese a haber vendido su alma a Satanás, él siempre lucharía por el bien.

-Era de noche, posiblemente a altas horas, tal vez hasta media noche. El frío inundaba el lugar, efectivamente hoy sería una fría noche pero eso no impedía que el joven mago quisiera pasear un poco. Gray quería observar algunas cosas, aun no conocía todo Japón ya que no fue hace mucho que llegó del Reino Fiore, siendo un lugar muy lejano y a causa de eso no tenia entendido cuales eran las costumbres que se realizaban en este país, pero tal vez no eran tan diferentes. Suspiró pesadamente mientras caminaba con las manos en los bolsillos, no sabía a donde ir, solo mantenía un camino sin destino alguno- Cielos... -Susurró mientras miraba a los lados solo por precaución como haría cualquier cosa, normalmente no era seguro el salir de noche-

-Desde gran distancia logró observar algo, era un templo, ¿como se dio cuenta de su ubicación?, por alguna razón una luz del cielo caía sobre el Templo, lo cual le causaba mucha curiosidad, eso le recordaba a su misión en la isla Galuna hace mucho tiempo por aquella luz. Gray no evitó querer saber que era así que comenzó a correr hacia allí, esperando llegar pronto mientras su vestimenta era movida por el viento a la vez que mencionaba algunas palabras- Eso es extraño, será mejor que vaya a ver.

-Luego de un par de segundos llegó a su destino, aquel gran Templo iluminado. Estaba a varios metros de distancia observando a dos personas que estaban allí, pero cuando quiso acercarse más escuchó algo, como unos gruñidos, y no solo eso, también podía sentir poder mágico. Gray no sabía que pasaba pero no sería nada bueno, sea lo que sea seguramente serían sus enemigos, aunque no podía decir lo mismo de aquellos dos. Para no arriesgarse Gray decidió saltar a un árbol cercano, para así elevarse lo más posible en el árbol y así poder saltar hacia donde estaban aquellos dos, con intención de caer al lado derecho de ambos a una distancia cercana, estando agachado decidiendo preguntar- ¿Quienes son ustedes y que son esas cosas? -Dijo apenas llegó. Esos dos no parecían ser enemigos pero no se guiaría por apariencias. Se levantó poco a poco, no se había lastimado ya que no fue mucha altura, solo mantendría su vista a aquellos dos esperando respuestas de su parte, era cierto que le daba la espalda a lo que estuviera detrás pero si se acercaba seguramente lograría verlo con su vista periférica- ¿Qué es lo que esta pasando?.

La noche era tenebrosa y llena de misterios, un anochecer que hace tiempo se había hecho presente mostrando una luna llena que alumbra el lugar, entre arboles y caminos de tierra un joven de vestimentas obscuras descansaba en una rama de uno de aquellos robustos arboles, una túnica negra con bordados de nubes rojas de contorno blanco le cubría la mayor parte del cuerpo, debajo de esta una camiseta y pantalon de color azul, y unas sandalias que resguardaban sus pies, en su frente una cinta azul con una placa de metal en medio, en al que se podía presenciar un extraño símbolo con una fisura de lado a lado.

Respondiendo al nombre de Itachi Uchiha, era un asesino en la antigüedad, un explorador en busca de un lugar donde poder vivir en paz, encontrando así la academia donde se asentó por el momento, paseando por las lejanías logro ver un lugar perfecto sobre los arboles cerca de un templo el cual ignoro, prefiriendo descansar dormía tranquilo hasta que escucho las voces de tres individuos en las cercanías, se levanto un poco mientras tomaba su espada y fue a dar un vistazo, moviéndose en completo silencio como una hoja mas que caía del árbol siendo guiada por el viento, permanecía sobre aquellos tres mientras miraba asombrado la criatura frente a ellos, algo que jamas había visto, no realizo ningún movimiento, prefirió observar.

Había un muchacho al lado de él. Anton sonrió y movió su espada como si fuera una especie de juguete. No había cortado ninguna criatura con esa nueva katana y esperaba no tener que hacerlo. Prefería matar a los hombres-lobo a puño limpio — Es sólo para defenderme. ¿No que está bonita? — sonrió y la movió como una serpiente. Aunque no le gustaba mucho pelear, le gustaban las espadas. Entonces, los licántropos se empezaron a acercar. El olor que emitían estos seres era asqueroso, una mezcla entre transpiración, orina y pus.

Se acercó otro muchacho que había saltado de un árbol y había aterrizado justo allí. Preguntó sobre los dos y Anton se presentó de manera humilde —Soy el profesor Blutgawain de la Academia Legacy. Ustedes se ven fuertes, deben ser alumnos o bien un colega — y cerca del chico que había llegado se acercaron más hombres lobo para rodearlos más — Bueno, basta de charla. Tenemos compañía — saltaron dos licántropos hacia Anton y con una sola patada los mandó a volar lejos. Aunque era profesor de medicina, Blutgawain sabía muy bien cómo defenderse. Incluso se fugó del mismo limbo teniendo que luchar contra huestes demoníacas y archimagos de tiempos inmemoriales. Él era todo un guerrero.

Blandió su espada con una sola mano y le pegó con ella de manera brutal en la cabeza de otro hombre lobo. Otro salió en su defensa y Blutgawain le comenzó a ahorcar — ¿No que los perros eran el mejor amigo del hombre? — preguntó de manera sarcástica, y luego no había quedado ninguno en pie. Estos muchachos eran poderosos. El conde se puso los anteojos, envainó su espada y se acomodó la bufanda — Eran licántropos de magia negra. No eran humanos transformados. Ellos no emiten ese olor tan fuerte — se sentó sobre una piedra y prendió un cigarrillo para fumarlo — Se acabó el peligro mayor... lo verdaderamente peligroso está en el templo — empezó a girar sus brazos de un lado al otro y se los hizo tronar. Al profesor le encantaba explorar lugares y sacar cosas como aceites o flores para ayudar a sus estudiantes y a los humanos en sus combates. Bernkastel se acercaba y ella no tendría piedad con estos dos chicos.

Pese a ello... sentía que había una cuarta presencia ligada a los poderes de la bruja de Svartgard.

Profesor Blutgawain... entonces eres un profesor, no me contaron buenas cosas sobre los profesores. -Hace no mucho había preguntado sobre los profesores, pero por lo escuchado ellos no eran personas de las que se pueda confiar ciegamente, ni en estudiantes ni profesores, lo cual era un problema no poder ni confiar en ellos- ¿Cuales son tus intenciones? ¿estás de parte de Legacy? -Gray dudaba mucho de el, el ser un profesor le inspiraba desconfianza, y normalmente el era duro y directo con ese tipo de personas-

Tsk... bien, luego de que acabemos con estos perros será momento de hablar. -El olor era nauseabundo, efectivamente nada agradable, pero no quedaba de otra que resistir tal olor. Este se dió la vuelta para observar a aquellas bestias, y varias de ellas se acercaron, pero aquel profesor comenzó a encargarse de ellas, y la otra persona acabó con uno, Gray no hizo nada, pues no creyó que fuera necesario, esos dos ya se le habían adelantado- Son fuertes... -Penso. Observando aquella escena en la cual al final terminó como vencedores el profesor y aquella persona-

Licantropos... ¿y que quieres decir con peligro mayor? ¿tienes planeado entrar en el templo?. -Hizo una pregunta similar que la otra persona, esperando que fueran respondidas. Gray miró aquel templo nuevamente, alzando más la vista mientras se quedaba en silencio. Tenia la duda de que podría estar adentro, tal vez más licantropos o otras cosas como un Visir. Aun así Gray estaba atento sin quitar su vista del profesor, por la simple razón de que no confiaba para nada en el y no se creía todo lo que decía- También entraré, pero será mejor que no intentes nada a nuestras espaldas... profesor. -En el otro tenía más confianza aunque no lo conociera, y es porque el no era un profesor, o almenos Gray no sabia que lo era por lo cual no desconfiaba tanto, pero aun así debía tener cuidado, en realidad cualquiera podría ser un enemigo, pero eso se le podría olvidar después- ¿Desde cuando están apareciendo esas cosas?. -Hizo una pregunta en general con un tono de voz adecuado para ser escuchado. Era la primera vez que veía cosas así, pues aunque ha visto criaturas extrañas en su vida como mago nunca vio algo similar a esas bestias, las cuales se parecían mucho a hombres lobos, pero el horrible olor decía que eso no era así. Gray dejó salir un pesado suspiro, dejando de mirar aquel templo y desviando su vista a los cuerpos de aquellos lobos, era un caso muy extraño que le llamaba la atención- Quiero saber que diablos es todo esto, pero eso podría resolverse si entro al templo, ¿tu también vienes? -Le preguntaba a aquel, parecía que iba a entrar pero Gray no estaba seguro por lo cual preguntó. Le daba igual si debía ir solo pero mientras mas compañía tuviera seria mejor-

Uno de los muchachos se había sacado uno de encima, mientras que el otro, uno con una voz algo más agresiva y desconfiado se había mantenido al margen del asunto. El estudiante desdeñaba a los profesores y también de su supuesta dudosa lealtad a Legacy. No lo culpaba, pues había profesores como Alice que era su misma discípula que se habían unido a los oscuros poderes de Bernkastel.

— Te entiendo. Soy de Legacy y no voy a permitir que nadie le toque un pelo a mis alumnos. Ni siquiera, Alice... y en el templo se esconde el mayor peligro de todos. Un dragón... deberían venir conmigo si quieren hacerle frente a los de Svartgard. Debemos entrenar juntos — prosiguió caminando, pero luego se detuvo. Percibió a la sombra que estaba oculta en uno de los árboles. Los estaba siguiendo. Esa extraña energía. Recordó a la mismísima Bernkastel. Uno de sus agentes — ¡Baja! ¡Te aseguro que no te haré daño! — exclamó dirigiéndose al árbol.

Para Blutgawain, él podría ser otro estudiante o colega más. Las únicas enemigas que él tenía eran Beatrice y Bernkastel por hacer su sucio juego de academias, y sobre todo en un lugar donde habían millones de almas — No sé qué te habrá prometido esa bruja, pero te recomiendo que no le creas. Síganme por favor... el entrenamiento empezará dentro de poco — dijo el vampiro que avanzaba por las largas escaleras del templo. Le había respondido al chico que estos licántropos eran producto de magia negra.

— Un mago oscuro planea revivir a un dios dragón aquí. Tendremos que matarlo si queremos que ningún humano muera ¿Están conmigo? — el profesor alzó la vista a sus acompañantes y entró al templo. Era grande y las antorchas estaban encendidas, como si alguien hubiera terminado su ritual mágico. Al centro había un sello iluminado de un rojo fuerte como las luces de neón de la ciudad. El extraño y nauseabundo olor apareció de nuevo y esta vez muy fuerte. Otra horda de licántropos se acercaba hacia todos.

El tiempo transcurría mientras tan solo se dedicaba a observar y escuchar todo lo que pudiese, intentando evaluar la situación para determinar si seria seguro quedarse o si debería irse de una vez, no sabia si aquellos estaban de lado de Legacy o Svartgard lo cual era un problema; unos licantropos extraños se hicieron presente en el lugar, atacando inmediatamente a los tres jóvenes los cuales no demoraron en derrotarlos, como era de esperarse Itachi no hizo nada para ayudarles, esto debido a que no lo necesitaban y no deseaba ser detectado, algo difícil ya que estaba muy cerca de ellos, un olor horrible rodeo el lugar en breves momentos, a su vez, después de haber escuchado toda la charla de los tres, el profesor finalmente dirigió unas cuantas palabras al azabache, este asombrado por haber sido detectado en tan poco tiempo se preparo para luchar, pero al terminar de escuchar al profesor detuvo todo movimiento que significara agresión y fijo su mirada en Gray, su nombre y rostro los recordaba perfectamente de aquella batalla en la isla por la torre, siendo de bandos distintos, no sabia si le atacarían al descuidarse o si enserio podría acompañarles sin tener conflictos con ellos, no le gustaba la violencia y no seria de su agrado pelear con ellos, realmente le interesaba ver a que se refería el profesor y descubrir lo que había dentro de la mansión.

Sin dudarlo mas salto de la rama dejándose caer hasta tocar el suelo con sus pies, los cuales se inclinaron un poco por el golpe y provocando que el azabache utilizara sus manos para detenerse, sin decir una sola palabra tan solo se levanto y comenzó a seguir al profesor, la batalla entre academias no suponía un problema para que lograsen convivir unos momentos, pero con Gray había tenido u encuentro hace no mucho tiempo, esto podía significar un problema a que le podría atacar, algo no muy favorable en estos momentos.

-Tenemos compañía. Fue lo único que dijo rompiendo al fin su silencio después de haber entrado al templo detrás del profesor, mas licantropos asechaban al grupo, no entendía mucho y tan solo tenia la pequeña explicación que dieron hace poco, era difícil creer que magia negra de verdad creara a estos monstruos, pero no podía negar lo que sus ojos estaban observando, aun así no se preocupo por defenderse o prepararse para atacar, confiaba mucho en su poder ocular el cual le permitía observar cada movimiento logrando anticiparse a el, así los ataques que los licantropos hicieran no serian mucha cosa, tan solo moviéndose un poco les esquivaría, por otro lado, si la situación se volvía mas complicada tendría que luchar seriamente.

// Rol Off: Pasaron 5 dias así que contesto yo. //

Entonces así está la cosa... ¿un dragón?, eso no es nada común... supongo que por ahora tendré que confiar. -Aun no estaba del todo seguro en lo que el decía, así que aun desconfiaba un poco de aquel profesor, pero sonaba convencedor lo que hacía que bajara solo un poco la guardia, pero estaría atento a cualquier movimiento como medio de precaución- ¿Que?, ¿a quien le hablas?. -El profesor dirigió unas palabras, pero era obvio que no era con Gray o la otra persona, es como si estuviera alguien más. Dió media vuelta para mirar hacia atras y ver que era o quien, esperando unos segundos hasta que alguien salió de aquel arbol, por un momento no logró reconocerlo pero cuando pasó un poco de tiempo lo reconoció perfectamente, era aquel Visir que defendió la torre- Tu... -Apretó los dientes y su expresión cambió drasticamente, siendo anteriormente una tranquila y serena, pero actualmente una de furia y odio, ya que fue aquel uno de los participantes en la guerra contra Legacy- Profesor... el es uno de los Visirs. -Gray definitivamente no confiaba para nada en el, y era obvio el porque-

-Lo que dijo el profesor lo escuchó completamente, aunque su vista seguia fija en aquel Visir que practicamente le hacía hervir la sangre, pero se calmó un poco dejando de usar tanta presión y dejar de estar tenso, no era el mejor momento para causar un escandalo- Bien, ire con usted, ¿pero estás seguro de dejar que el venga con nosotros?, está en contra de Legacy... -Ahora solo mostraba desconfianza y mal humor, no iba a darle la espalda ni un segundo a aquel, seguro sería capaz de atacarle por la espalda- Creo que no queda nada más que entrar si no queremos tener que lidiar con ellos, pero escuchame tipo... si intentas algo voy a acabar contigo, espero que te quede claro. -Sin más que decir comenzó a caminar para adentrarse poco a poco en el templo, pero iba a caminar a dos metros detrás del visir, así estaría seguro de que no iba a intentar nada-

Profesor, ¿que pasa si ese mago logra revivir al dragón?. -Sentía curiosidad por saber que pasaría si llegaban a fallar, aunque eso no iba a ser así, haria lo posible para que todo saliera como esperaban. Mientras caminaba no evitaba mirar a los lados, para así tener en su vista a ambas personas, en realidad no confiaba en ninguno, pero al que mas le tenia desconfianza era al Visir, y si el profesor le permitia estar con el eso le daba mala espina, lo que causaba tener desconfianza en aquel profesor, ¿como iba a pelear con tranquilidad estando cerca de personas a las que no les podría ni dar la espalda?, pues tendría que arreglarselas de alguna manera- ¿Aun no piensas decir cuales son tus razones de estar contra Legacy?... Visir. -Repentinamente cambió a una mirada penetrante, dedicada exclusivamente al visir-