En búsquedad de los goblings fugitivos ( priv. Astolfo, Asriel, Jannei e Itachi)

En la oficina del director de la academia legacy estaba Daisuke, un estudiante de lo más común que se encontraba asustado ya que en su antigua escuela que alguien fuera llamado a la oficina del director no era nada bueno, aunque la última vez que sucedió no fue tan malo como él esperaba. En la misma oficina se encontraban de pie el Jefe de guardia de seguridad, El profesor de las clases de invocaciones y el director sentado en una silla detrás de un gran escritorio, con el cabello blanco y lo que parecía una cicatriz en su ojo derecho el cual dejaba mucho que pensar. Nadie hablaba, aunque el tiempo que se encontraban allí reunidos no fue más de un minuto , se comenzó a poner intenso el ambiente, pero eso concluyo muy rápido cuando el chico al abrir la boca para decir algo fue interrumpido inmediatamente por un sonido proveniente de la puerta de donde entraron 4 jóvenes más, entre ellos 3 chicos y una chica.

Acto seguido el director suspiro y comenzó a hablar.
-Bien, supongo que serán todos. Gracias por venir hasta aquí. El motivo por el cual han sido llamados es que los necesitamos para resolver un problema que tenemos en la academia.-El profesor de invocaciones comenzó a hablar. – aunque es vergonzoso, se han escapado unos goblings de la clase de invocación como producto de un alumno que no tuvo cuidado y convoco más de lo que debía, por lo que la situación no se pudo controlar y para cuando la información se esparció, ya era demasiado tarde y habían salido de la academia.- dijo esto último con la mirada en el suelo como avergonzado. Pero rápidamente continúo el director. – Deben entender que esta situación es muy peligrosa para los ciudadanos, ya que, como ya deben de saber, son duendes muy traviesos y peligrosos…. Y están armados PERO!, confió en que pueden ser detenidos.- Realizo una pequeña pausa como para ver si alguien tenía alguna duda pero la pausa fue tan corta que no dejo a nadie hablar. – El Jefe de guardia de seguridad nos informó que se dirigían a la ciudad y la última información que obtuvimos de la última vez que fueron vistos, fue en los sectores periféricos y sospechamos que los encontraran en la zona de los edificios comerciales y las casas que están alrededor. El Jefe de seguridad no puede encargarse ya que si no, Legacy estaría desprotegida y el profesor tiene otros asuntos. Sinceramente ustedes fueron llamados porque eran las únicas personas disponibles, y las que asistieron a la hora, pero eso no significa que no crea que no pueden lograrlo, por lo que espero que puedan ayudarnos.-

Luego de este discurso, El jefe de seguridad y el profesor se retiraron de la oficina. – Bien, les recomiendo que se preparen, será un largo día, tienen permiso de agarrar algún arma ya que los goblins están armados.- Viendo en su escritorio dio un pequeño sobresalto y levanto su mano derecha mostrándoles unos sobres. –El profesor se tomó la molestia de hacer estos sellos que tendrán que colocarles a los goblins para que regresen a donde pertenecen. Tienen que salir inmediatamente es muy necesario que terminen el trabajo completo, en total son 9 sujetos. Les deseo buena suerte.-

Daisuke adelanto un paso y con una voz un poco alzada pregunto: -Pero ya pronto va a anochecer-  A lo que el director contesto. –Efectivamente, tienen toda la tarde y la noche, espero que entiendas lo grave de la situación, como ya había dicho antes, es prioridad el bienestar de los ciudadanos.- Luego se susurró a sí mismo –Además el papeleo y los problemas que me va a tocar soportar si sucede algo malo, uyy nooo.- Acto seguido carraspeo la garganta y prosiguió –Además es un buen ejercicio para poner a prueba lo que han aprendido aquí, y no teman que su compañero aquí presente Astolfo es un ciudadano pero buen luchador así que los supervisara y apoyara en lo que necesiten.-
-Está bien- Dijo Daisuke con un tono de resignación ya que no le quedaba ninguna excusa.
Se le entrego a cada uno 2 sobres , en lo que en total poseían 10 sellos a lo que no se entendía el por que uno adicional pero lo pasaron por alto, y se planeo que se encontrarían en la entrada general de la academia para salir con dirección a los edificios donde se creían que estaban los pequeños monstruos verdes.

El primero en llegar a la oficina pero el último en llegar a la entrada fue Daisuke quien vestía como siempre, pero con la pequeña diferencia de que traía un pequeño bolso en su espalda que era sostenido de manera diagonal por una extensión del mismo material que el bolso que se extendía de derecha a izquierda por el tronco del chico; y también una pequeña espada tipo daga que se encontraba por debajo de dicho bolso, colgado de la parte de atrás de su pantalón enfundada de tal manera que él mango sobresalía de la mano derecha de su portador.

Al estar todos ahí listos, el joven inexperto sentía una gran emoción por lo que estaba a punto de suceder, una pequeña aventura, aunque sabía que era peligrosa no podía dejar de pensar que sería una gran experiencia. –Mi nombre es Daisuke, espero que nos llevemos bien-

Ayudar a Legacy no era uno de los objetivos principales de este peculiar joven, pero no por eso iba a desperdiciar la oportunidad de participar en una aventura. Claro, lo único que podría desviarlo de su objetivo principal era, como no, una emocionante aventura, por más pequeña que fuera. ¿Svartgard realmente estaba hablando en serio con respecto a enviar a una persona como él para hacer este tipo de trabajos tan delicados? Posiblemente habían más espías, pero, por el momento el era el único, y tampoco es que hiciera el mejor trabajo del universo.
Pero ya estaba allí, no tenía la intención de retroceder. Entrando lo primero que hizo fue saludar a todos con la mano, para luego comenzar a decirlas.

-¡Buenas a todos! ¡Espero poder serles de ayuda!-Levantó el pulgar de la mano derecha, como si quisiera una "aprobación".

Al parecer la situación podría ser algo complicada. ¿Goblins? Criaturas algo feas, sí, pero que quizás puedan ser muy amigables, después de todo también podían llegar pensar que sería bastante interesante. Y esos estudiantes "problema"...lo anotó todo en una hojita que llevaba en su abrigo, para que no se le olvidara ese detalle. Después de eso, continuó anotando hasta que Daisuke mencionó de que casi anochecería. Desvió la mirada hacía una de las ventanas que daban hacía afuera, comprobándolo.  El cielo naranjo, con sus nubes negras y algunas luces , iba cambiando radicalmente a medida de que pasaba el tiempo. Era un espectáculo digno de verse, cosa que solo pasaban allí, dentro de ese mundo tan vasto y formidable, lleno de cosas y tesoros por descubrir.

Astolfo se sorprendió al escuchar su nombre. Era como si una autoridad importante se le hubiera llegado a dar un título absoluto. Era emocionante, muy emocionante. Comenzó a dar saltitos alegremente, mientras repetía en su mente "¡Me ha nombrado!". Cualquiera que lo viera diría que está muy, pero muy emocionado. Ahora estaba decidido a ayudarlos en lo que fuera, pasó de ser una simple diversión a algo muy personal. ¿No era emocionante? Lo último que hizo fue tomar los sellos e irse corriendo mientras comenzaba a gritar "¡Me ha nombrado!" a todo aquel que se le cruzara por el frente.

 Llegó al lugar indicado para resolver el conflicto de los primeros. Se le notaba algo de la emoción de hace rato, pero no por eso se le había olvidado venir preparado. A decir verdad, parecía que estaba listo para la batalla, literalmente. Estaba vestido con el suerte y armadura que lo representaban como espíritu heroico. De por si, esta vez tenía un aspecto mucho más varonil del que solía tener normalmente, dándole esa aura de "caballero".

 -¡Bien, entonces yo, Astolfo, seré el héroe esta noche!-

Dijo mientras apunta con su espada a la luna que se cernía sobre el cielo, alumbrando parte de la entrada de la Academia. Los demás seguramente pensaría que estaba loco.

Por primera vez en toda su vida, Itachi sentía una sensación de inquietud debido a su repentino llamado a la sala del director de la escuela, confuso por tal acto no pudo evitar pensar que había cometido algún error, y seria sancionado por ello, intentando recordar que hizo para merecer un castigo caminaba hasta la dirección para aclarar de una vez todas sus dudas, e intentar convencer a los superiores que él no había hecho absolutamente nada que rompiera las reglas de la academia.

-Lamento la demo…

Sus palabras fueron cortadas al momento en que vio a demás jóvenes dentro de la sala, no evito pensar que estos al igual que él estaba involucrado en una falsa acusación; termino de abrir la puerta y entro lentamente a la habitación, cerrando la puerta a sus espaldas; usualmente llevaría sus típicas vestimentas, aquella túnica negra que cubría gran parte de su cuerpo, pero esta vez llevaba una camiseta de color azul y un pantalón de color negro que le llega hasta el tobillo, y para gran sorpresa, no llevaba su espada, cosa poco común ya que no le gusta salir desarmado.

Escucho atento las palabras del director y el profesor luego de colocarse al lado del joven que ya ahí se encontraba, aquel que se llama Daisuke al parecer, guardando silencio en todo momento y solo asintió cuando la misión termino de ser encomendada, tomo el sobre con los sellos para luego dar media vuelta y retirarse a su habitación para preparase, y llegar a tiempo al lugar acordado para comenzar de una vez.

No puedo creer que exagerara tanto para que al final resultase ser tan solo eso… Debo relajarme más, bueno, nunca antes me había pasado algo así, creo que es normal que me preocupara de más… Bueno no importa, al menos no fue nada malo, es mejor que vaya rápido al lugar, ya casi es la hora.

Pensaba mientras tomaba un pequeño descanso en su habitación, ya listo para la aventura tomo su espada y salió hacia el lugar acordado, tomándose su tiempo al caminar llego un poco tarde al parecer, pues ya se encontraban ahí los demás, faltando solamente Daisuke al parecer; se detuvo a unos cuantos metros y guardo silencio esperando al último chico, mientras observaba detenidamente a los que serían sus compañeros en el viaje, todos formando un equipo, analizando todo lo que pudiera de ellos.

Una risa ruidosa y desordenada proveniente del chico pelinegro se hizo escuchar por unos cuantos segundos en aquel lugar, para que después con mucho esfuerzo lo inhibiera. Se le hizo imposible reprimirlo al momento ya que le llego de sorpresa los comentarios del chico Asriel. respirando hondo y volviendo a tener una posición seria dijo: - Me alegra que tengamos a alguien con esta actitud en el grupo, de seguro nos servirá de mucho-

Mientras buscaba algo en su bolso continuo diciendo - Entiendo que este asunto es de lo más patético, pero alguien tiene que resolverlo y ahora nos toco a nosotros y mientras más rápido lo terminemos, mejor- mirando sus compañeros, levanto la cabeza y luego se volvió a meter en su bolso, buscando algo como si no tuviera fondo , pero la verdad es que le bolso era bastante pequeño. -Llegue tarde porque...- hizo una pausa mientras seguía buscando y murmuraba como enojos, al parecer le costaba hacer las dos cosas al mismo tiempo. - porque... porque buscaba información sobre las criaturas a quienes nos vamos a enfrentar y quienes lo conocían eran el club de juegos de mesa friki, pero lo único que conseguí fue que se rieron de mí y me explicaron queeee... eran como unos duendecillos traviesos que sabían pelear pero no tanto, así que.... que...- paro de buscar y levanto la cabeza volviéndolos a mirar dijo: - yo supongo que sera como atrapar gatitos.-

Después de esta explicación con tan falta de atención, no seria de extrañar que pensaran que el joven, nuevo en la academia, no seria más que un completo novato y un estorbo. Saco algo de su bolso lo que parecía unos comunicadores. - También , me volví a encontrar al director lo que me dio estas cosas para que nos comunicáramos. Al parecer vamos a estar en los tejados de los edificios de la ciudad.-. Acto seguido se lo conecto de tal manera que tenia un audífono en la oreja derecha con un cable que conectaba al dispositivo que rodeaba su cuello. Acto seguido se dirigieron a la ciudad en su pequeña aventura La verdad es que todos parecían muy serios y tenebrosos por lo que Daisuke llego a pensar por un momento que seria un estorbo, pero no lo pensó mucho por lo que lo olvido de inmediato, ya que pensaba que sus compañeros eran increíbles a su modo y que seria divertido.

Al llegar ala ciudad, el grupo estuvo una hora sin señales de ninguna cosa rara, hasta que se escucho un grito de una mujer, lo que hizo que todos nos miráramos y saliéramos corriendo hacia donde provenía el grito. Era una señora que se encontraba a una dos calles de donde se encontraban los heroes. La victima se encontraba en el piso con unas bolsas de mercado igual en el piso, enfrente de ella se encontraba una especia de enano de color verde con una pequeña espada en su mano derecha, parecía encorvado y muy feo; Pero no estaba solo, otro parecido al primero le jalaba el cabello a la pobre señora victima de las travesuras. El joven chico pelirojo suspiro bajando la mirada en señal de depresión porque era justo lo que tenían que evitar, pero con suerte seria el ubico caso. un "OIGAN!" se escucho y los goblings mostraron sus feos rostros mirándonos hacia nosotros. -Esos deben ser los goblings , vamos!-, dijo Daisuke comenzando a correr, pero los goblings no se quedaron parados, sino que también corrieron a toda prisa dejando a la señora en le piso muy mareada.

Una pequeña persecución se dio por la noche a lo que le seguíamos el rastro por pequeñas monedas de oro que iban dejando en le camino, hasta que los pequeños traviesos giraron en una esquina, pero cuando llegamos al lugar , era una callejón sin salida y no había nadie. "Son rápidos" pensó el joven, jadeando.

-Supongo que se fueron a los tejados, necesitamos llegar rápido, nos comunicaremos por radio- Acto seguido todos se dispersaron. Daisuke no creía que su teletransportación llegara tan lejos, por lo que busco un edificio pequeño y subió por las escaleras lo más rápido que pudo, sin embargo al llegar al ultimo piso, la puerta que deba salida a la azotea estaba completamente cerrada, por lo que uso la teletransportacion para llegar al otro lado de la puerta. Para su sorpresa, uno de los goblings se encontraba en el mismo lugar con un lo que aprecia una especia de mazo con afiladas púas al final de su arma. Miro hacia donde se encontraba Daisuke y con una sonrió lleno de dientes amorfos corrió y salto hacia otro tejado.

Se llevo una mano a donde se encontraba le dispositivo alrededor de su cuello diciendo -Encontré uno , sus compañeros no deben de estar muy lejos, no suelen estar solos, búsquenlos con cuidado , recuerden que están armados y cuidado con las emboscadas... Yo perseguiré a este-. Sintiendo una gran emoción, respiro hondo recuperándose del esfuerzo que le había costado teletransportarse, y comenzó a correr detrás de su pequeño y verdoso objetivo.

-¡Me alegra que hayas podido ver a a través de mi apariencia de caballero, mi amigo albino! Pero supongo que "Rey" es algo que queda muy grande para mi...-dijo en respuesta al comentario de Asriel, que aunque no le haya molestado, decidió tener que aclarar ese punto que encontraba tan importante. Pronto fue el turno de Daisuke de justificarse, a lo que cuando terminó, corrió hacía el y lo tomó de ambas manos, con una expresión eufórica.- ¡Esa información es vital para nuestro objetivo, Daisuke! ¡Te agradezco mucho que te hayas tomado la molestia de investigar antes que todos nosotros! -entonces lo soltó y volvió a apuntar a la Luna con su espada.- ¡Ahora, mis amigos, vamos a por la aventura! -dicho esto, empezó a correr hacía la ciudad con su arma en mano, sin antes quitarle uno de esos dichosos audífonos que el mismo director les había hecho llegar. De verdad estaba ansioso, así que no tuvo deseos de esperar  a los demás sin siquiera despedirse.

La ciudad, bañada por la luz de la Luna, le recordó a la Gran Guerra del Santo Grial, de la que había sido participe hace tiempo. Para evitar bajas innecesarias, siempre se disponía a que los Servants y Masters lucharan de noche, además de que de ese modo, nadie sabría de sus actividades. Después de todo, la gente común no debería saber sobre magia y esas cosas, ¿no? Dejando la melancolía de lado, apenas entró a la ciudad, tomó el audífono con la punta de sus dedos, y con cuidado se lo puso en la posición correspondiente, para después hacer una prueba de llamada rápida.

-¿Me escuchan? ¡Supondría que sí! Me adelantaré por el espacio aéreo, ¡si ven algo volando sobre una criatura alada soy yo!-

En su voz se notaba lo emocionado que estaba, solo quería volver a revivir esos tiempos tan gloriosos de la antigüedad. Sin más espera, Astolfo materializó en a su lado a la montura que tanto apreciaba, aquella criatura que de por si ya era un error en su existencia. El hipogrifo chilló al momento de aparecer, para que luego este se agachara, de modo que el pequeño jinete se subiera. Cuando todo estuvo listo, Astolfo dio un suave golpe al costado del equino alado y se alzó en vuelo, a una velocidad increíble. Por un momento, el pelirrosado recordó su viaje a la Luna junto con el, pero fue cortado por una visión del ya lejano satélite natural a la distancia. Tenía una meta que cumplir ahora, y no tenía planeado dejarla por un impulso. Bueno, no por uno más débil que la emoción que tenía que sentir en ese mismo momento. Sentir la brisa nocturna mientras volaba a lomos de su leal compañero buscando a unas sucias criaturas.

Después de una hora sobre volando entre los edificios y no ver ninguna anomalía, pudo ver a sus compañeros en persecución de una criaturas verdes y muy feas, de aspecto sucio y pobre. Parecían portar armas, pero eso no lo desanimó, es más, esperaba por una pelea a su altura. ¿Esos eran los goblins? Realmente era la primera vez que había visto uno, y aunque no fuera la cosa más linda del mundo, su corazón palpitaba a mil por hora. Era el momento de actuar que tanto llevaba esperando, desde que terminó el asunto de las torres, una pelea que pudiera recordar siempre.

En vez de irse con los demás a pie, se elevó por encima de los edificios de la ciudad, buscando con la vista a un objetivo. Estaba todo cubierto de una manto de obscuridad, incluso con la cortes vigilancia de la luna, era difícil ver algo. Claro, para el jinete esto no sería tanto una debilidad, por lo que comenzó rápidamente la caza de los pequeñas amenazas verdes. Tuvieron que pasar unos 20 minutos antes de que pudiera encontrar a su presa.  Justamente, en el tejado de una departamento de 5 pisos se encontraba una criatura verde, de nariz larga y mirada perversa, sosteniendo lo que parecía ser un hacha de guerra, bastante grande  para su tamaño, pero al parecer la sostenía sin problemas. El hipogrifo se abalanzó contra la figura verde, la que no alcanzó a reaccionar y fue alcanzada rápidamente.  Astolfo, viendo lo cerca que estaba antes de alcanzar al goblin, quedando a unos 3 metros del objetivo, mientras su hipogrifo estaba otros 2 metros detrás del goblin. Entonces levantó su espada hacía ese enemigo, apuntándole directamente al cuello.

-¡Criatura malévola! ¡Prepárate, porque yo, Astolfo, detendré tus fechorías!-

Y así, se abalanzó hacía la extraña criatura, que viendo su situación de "encierro", no tuvo más remedio que luchar.

La noche es joven aún, ¿qué otras cosas se encontraran?

La velada había avanzado, no pasó mucho tiempo para que el pasivo se hiciera presente, un hombre de cabellos oscuros y ojos con una extraña pupila cuyo color rojizo era similar al de la joven del legado Anuunaki se presentará cierta forma, un albino que la joven de ojos rubíes pudo determinar como el clásico bufón extravagante cuyo cerebro estaba más pequeño de lo absurdo que le resultaba, aún estaba frente a su mirada de igual forma aquel de baja estatura y chillona voz cuya armadura le hacía cierto recuerdo de las eras medievales, ni se molestó en ver a los que le rodeaban y en qué orden había llegado hasta que el que escuchó la palabra director entre tanto parloteo, fue entonces que pudo notar la presencia del último integrante del cuarteto, escuchó sus explicaciones y tomó dichoso aparato con cierta duda entre sus delicadas manos. La sensación de extrañeza apaciguó un poco su mal genio, no paro de observar tal objeto hasta que noto que todos se movían a lo lejano, tal parecía que el líder había sido el menor de cabellos oscuros con ojos marrones que denotaba la obvia emoción ante la misión asignada, parecía un niño en espera de su regalo ante los ojos rubíes.

Todos parecían haberle seguido el paso al impulsivo joven Daisuke a correr por todas partes prácticamente, Jannei no se molestaba en si quiera correr puesto que había solo dicho el nombre de su tío y esta había salido en su apariencia de cadena permitiéndole a la rubia sentarse sobre él y así el créase el movimiento que le evitase la molestia de andar persiguiendo lo que para ella era la obvia osadía de aquel estúpido Mapache cuyo cuello gozaría destrozarle después. A una distancia que ella consideraba prudente para poder seguir escuchando sus planes ya que debido a su vida lejos de Gaia le había mantenido totalmente aislada de toda tecnología de categoría terrestre, no diría que no sabría usar algo su orgullo se lo impedía así que solo se lo arrojó a su tío a que lo guardase, no consideraba un problema el no poder comunicarse con ellos.

Guardó silencio hasta que les vio dispersarse, se acercó a la dama atacada que yacía en el suelo y le ayudó a levantarse sin quitar el gesto de molestia que se podía ver había logrado intimidar aún más a la víctima de los traviesos Goblins.-Lárgate, entre más tiempo andes en la calle serás un blanco fácil y nadie anduviera cuidándote.-Fueron las frías palabras que dedicó antes de irse caminando por las calles observando cada detalle de estas.-Enkidu, busca en los lugares de difícil acceso, si encuentras uno exprésalo y mételo al portal.- Solo un suspiro que sabía era el de su tío provocó que la rubia se detuviera en seco.-Eres la maldita cadena del tártaro no me salgas con que no puedes perseguir a una de esas porquerías de Gaia.-En respuesta una voz grave resonó como eco alrededor de la joven.”-Solo no vayas a matar a alguna de esas criaturas, fueron invocadas no es su culpa lo que pasa.-“De esa manera la famosa cadena del tártaro se apresuró buscando en las partes estrechas donde aquellas criaturas podían esconderse con facilidad debido a la obvia diferencia de altura de sus cazadores. La rubia continuó su caminar introduciéndose en los callejones más oscuros hasta que logro divisar uno de aspecto arrepiento y asqueroso para su gusto con aquella molesta risa chillona que mostraba aquellos amarillentos y podridos dientes, para la joven eso que podía divisar era la perfecta mezcla de la putrefacción en persona, sucio degustando de hacer travesuras mientras sacaba la basura, apestoso y con aquel color de piel que le recordaba a los hongos del pantano. Traía consigo un pequeño escudo de madera y un mazo que se enganchaba en su espalda para poder usar ambas manos en sus diabluras. –Sin matarlo, solo queda clavarlo en la pared sin tocar.- Dijo sin pena alguna mientras una onda aparecía a un lado de ella mostrando que era un pequeño vórtice dimensional del cual emergió una lanza cuya apariencia pertenecía a el legado Céltico de las viejas leyendas de Badb. La criatura escuchando su voz se dio vuelta para divisar tal arma y salir a toda prisa dando saltos entre las ventanas para escapar de ella.- ¿Es en serio? –Se abstuvo de lanzar el filo del arma contra la criatura por el hecho de que esta pasaba por ventanas y no sabía el movimiento interno de las casas, si atacaba a la criatura podría de paso matar o dañar a alguien del interior cosa que le atraería muchos problemas a la Anuunaki. –Maldita porquería.- Expresó a un tono bajo de aspecto agresivo sin perder de vista al Goblin que al parecer había decidido escapar al techo pensando que ella no podría darle alcance.

Lanzó la alargada arma blanca en contra de una pared causando que esta se clavase al grado de quedar completamente firme, sin pensarlo la joven corrió hacia donde se había clavado la lanza y dándose impulso corrió unos cuantos pasos sobre la pared y saltar para que sus manos se sujetaran de la barra metálica que formaba el cuerpo del arma y subir de un giro impulsado por un brusco columpio para quedar de pie sobre esta, salto hacia el techo en el cual el Goblin estaba corriendo para sujetarse de la orilla de este y usar sus piernas para impulsarse de un empujón del muro y tomar el suficiente impulso de subir hasta obtener a la vista al pequeño inquieto que seguía alejándose. –Bien tú lo pediste.- Otra onda volvió a aparecer sacando una larga varilla de madera delgada cuyo centro se encontraba envuelto en pieles de color rojo y un pedazo de tela de algodón color blanco, la delicada mano derecha de la joven tomó de otra onda una flecha de aspecto largo y delgado para jalar un hilo grueso casi pegado a tal palo que era sostenido por su mano izquierda creando que tal varilla se doblase al mismo tiempo que comenzaba a apuntar al Goblin con la flecha, lo que la rubia había posado en sus manos era un arco egipcio característico ante el ataque a gran escalas de distancia debido a la fuerte tensión provocada al extender no solo el hilo especial si no la misma madera. Todo había sucedido en cuestión de segundos, su especialidad era el tiro a distancia y sabía que entre este mas lejos mas mortal sería la flecha que le dedicara –No habrá diferencia.- Dijo mientras soltaba la flecha apuntando a matar a la criatura. Alguien pagaría por el mal humor que tal director de forma indirecta cultivo en la joven de cabellos dorados.

Off: Enkidu es el del colorsito verde, hablo en forma de que cualquiera cerca de jann podría escucharlo aunque no lo viera.

La noche era joven, el sonido del viento mientras corría entre tejados era lo que percibía el muchacho de cabello negro mientras perseguía a su objetivo en la comodidad de la oscuridad. Le persecución duro más de lo que el novato aventurero se había imaginado. Llevaban bastante tempo saltando ente los edificios y subiendo hasta sus tejados y le costaba alcanzar al pequeño monstruo verde aunque era muy rápido y ágil también. Poco después, el gobling perseguido salto a una distancia que no calculo muy bien hacia otro edificio que era más alto, por lo que quedó agarrado en el borde. Daisuke pensó por un momento que no lo lograría pero luego pensó en sus compañeros que de seguro también se estaban esforzando y con ese pensamiento logro reunir la determinación que le faltaba para seguir adelante. Así pues, agarro la empuñadura de su pequeña arma y sacándola de la funda saltó con su pie derecho, mientras sacaba la pequeña espada, lo más fuerte que pudo sobrevolando al gobling que guindaba de la estructura de 17 pisos.

Al caer sintió alivio, y al voltearse hacia donde se encontraba la criatura, está ya se encontraba de pie frente él con una respiración agitada dado el susto que paso al casi caerse. El joven pelinegro llevo su pequeña espada enfrente de él amenazando a su contrincante de que la batalla comenzaría partir de ese momento. Sin embargo el travieso monstruo no reacciono como lo esperaba su Daisuke, comenzó a reír con una voz como de viejo con algo atravesado en la garganta y a dar saltos de manera alocada agitando su brazos en el aire nocturno. Esto le molesto ya que sentía que se estaban burlando de él. - No se de que te ríes, ya no huirás más, te detendré y te sellare a toda costa- Dijo el muchacho de cabellera negra que se combinaba y armonizaba con le negro de la noche y la brisa que se sentía a esas alturas.

El gobling dejo de reír e inmediatamente comenzó a correr en dirección al pequeño humano con su arma tipo mazo levantada sobre su cabeza y dejando rastros de baba que salían de las aberturas que hacían sus dientes deformes, como is tuviera rabia. El joven no pudo reaccionar, estaba paralizado, pero del miedo o de la emoción?, sin embargo logro reaccionar en el ultimo momento para bloquear el primer golpe del gobling con su pequeña arma que por suerte resistió el impacto. Un fuerte pero corto sonido de metales chocando se hizo escuchar en que área en la que había comenzado una batalla. Al joven guerrero le dolía su mano derecha, a causa del impacto inesperado, pero estaba vivo. "Como es posible que me haga tanto daño una criatura tan débil", pensó Daisuke mientras se sentía frustrado y débil, pero esas emociones no duraron mucho gracias a que la criatura ya se preparaba para el siguiente ataque. El pequeño duende verde salto muy alto, a lo que Daisuke aprovecho para realizar un voltereta (rol) por debajo de su enemigo quedando a espaldas del feo monstruo verde. Los dos rápidamente se voltearon para quedar otra vez frente a frente, y de nuevo fue el gobling quien comenzó el ataque con su arma puntiaguda para darle un golpe en diagonal de derecha a izquierda al molesto humano, sin embargo justo cuando el brazo comenzó a descender, el joven se desplazo rápida y fluidamente por debajo de la extremidad, esquivando y colocándose por detrás del enemigo, aprovechando y apuñalando al gobling por la espalda a lo que reacciono con un fuerte grito , mucho más agudo que cuando se reía. Era extremadamente molesto, pero el aventurero no fue tan rápido para alejarse de su objetivo , por lo que entre alaridos y llanto, la criatura balanceaba su arma de manera aleatoria con desesperación, impactándole al pobre novato quien no sabia que quedarse tanto tiempo en un lugar, era un error fatal.

Al quedar alejados uno de otros, el gobling se reincorporo la pelea, por supuesto ellos están acostumbrados a los combates. El gobling estaba decidido a matar al joven humano lo más rápido posible y con un rostro de máximo enojo, se dirigió hacia su contrincante que se encontraba en le piso. Sin embargo no estaba inconsciente, cuando el muchacho vio que su verdoso enemigo se acercaba se despertaron sus instintos por sobrevivir, se levanto garrando su corta espada rápidamente, y se dirigió a atacarlo. Agarrando la daga como una espada larga, la levanto por sobre su cabeza y con un fuerte grito la impacto en la cabeza del verdoso y mal oliente gobling, pero este tenia un casco, por lo que le golpe solo lo dejo aturdido; Pero el ataque no terminaba allí, dándole dos vueltas de manera circular a la daga la guardo en la funda que se encontraba detrás de él y saco del bolso con su mano izquierda uno de los sellos que se le había entregado mientras volvía a correr en dirección al aturdido y herido monstruo quien daba pasos hacia atrás de manera tambaleante.

En el aire, Daisuke le dio una patada en el centro del pecho verde y lleno de pequeños pelos, haciendo que este se postrara en el piso y su casco saliera de su cabeza a varios metros de distancia. Acto seguido EL joven se coloco encima de él y coloco el sello en su frente, el cual era un papel blanco rectangular con runas escritas a lo largo y en el medio un espacio en blanco.Una luz brillante segó al victorioso de esa noche, y segundos después el gobling ya no estaba, solo quedaba el sello con algo extraño escrito en el centro donde antes no había nada. Suspiro aliviando todo el estrés y adrenalina que tenia en su cuerpo y guardo el sello en bolso.

Pero su descanso no duraría mucho, el escuchar el inconfundible y extraño sonido que hacían los goblings , observo que ahí se encontraba uno mirando con una cara de trauma y miedo a lo que a parecer había presenciado lo que había ocurrido en ese tejado. Era más falco , con una nariz más puntiaguda y este poseía un espada larga y a la vez un casco sobre su cabeza de donde sobresalían sus verdes y puntiagudas orejas. Cuando se dio cuenta que el muchacho lo vio , dio un salto de susto y salio corriendo.

-Pero , no corras, eso hace mas difícil mi trabajo- Con un alarido de como cuando uno no quiere hacer nada, se levanto y se dirigió a perseguir al segundo gobling de la noche. Antes de eso comunico por el comunicador que había logrado sellar a uno y que comenzaría a perseguir a otro que había visto. El chico de cabello negro que se agitaba por el viento pensó "de 9 faltan 8, un paso más para irnos a casa" o eso creían todos...

Todos estaban ya reunidos y era momento de comenzar con la tarea asignada, no sin antes escuchar la peculiar introducción que uno de los chicos brindo de cada uno de los presentes, ante lo dicho sobre él, Itachi solo mantuvo su expresión seria acompañada de una mirada fría, pero aunque no lo demostrara, las palabras del chico le habían causado gracia; tomo a continuación uno de los comunicadores y lo coloco tal y como Daisuke lo hizo, no se molestó en probarlo y guardando silencio se limitó a seguir al grupo cuestionándose: Sé que es una orden pero… Bueno, quejarse no funcionara de nada, será mejor que termine con esto pronto.

Sus pensamientos no mejoraban, ya comenzaba a irritarse por la situación que experimentaban hasta que un grito le salvo de la desesperación que le causaba el perder tanto el tiempo, al llegar al lugar donde el grito tenia origen lograron ver al fin al objetivo, una señal de que la noche no sería tan aburrida, los enanos corrieron rápidamente y el grupo entero le siguió mientras Itachi mantenía su distancia de ellos, ya que aún intentaba analizarlos lo mejor posible, y hasta ahora solo había llegado a la conclusión de que era el peor grupo que se podía formar, las personalidades eran muy diferentes, un grupo extraño mejor dicho.

Luego de separarse del grupo al llegar al callejón sin salida, utilizo su Sharingan para localizar a uno de los objetivos, esto gracias a que el Sharingan le permite ver la energía clasificándola en colores, por ejemplo, la energía que la chica rubia emanaba era roja, al menos así los percibían los ojos de Itachi, la energía de Daisuke era azul, la de Astolfo verde limón y por último la del cómico era blanca, sin mencionar que la energía que emanaban los gobling era de un color verde oscuro; gracias a esto no le costó mucho localizar a su primer presa de la noche.

Siguiéndole hasta otro callejón sin salida Itachi estaba listo para sellar al molesto ser, su nariz puntiaguda le molestaba al igual que el tamaño de sus orejas y su tan desagradable rostro, el gobling llevaba una armadura que le cubría todo el cuerpo excepto la cara, sosteniendo una oz con ambas manos apunto hacia Itachi intentando asustarlo pero, después de escasos cinco segundos el gobling dejo caer el arma que antes sostenía con tanta rabia, su expresión de ira se fue en cambio ahora no mostraba sentimiento alguno, con una mirada perdida observaba los ojos carmesí del azabache el cual había llevado a cabo su plan a la perfección, pues con tan solo una pequeña mirada a sus ojos es capaz de encerrar en una ilusión a cualquiera que desee, y eso fue lo que hizo con el enemigo frente a él, quien nunca tuvo ninguna oportunidad de ganar; acercándose lentamente hacia el inmóvil ser tomo uno de los sellos que le fue entregado antes y lo coloco en la frente del gobling, haciendo que este desapareciera en un instante devolviéndolo a donde pertenece, victorioso dejo salir un suspiro para luego comunicar al grupo su victoria y retirarse del lugar.

-He sellado a uno de los enemigos.