Poses, polvo y cosas extrañas. [Priv. Jannei M.]

El castaño aun no se podía creerse la suerte que estaba teniendo en los últimos meses. Trabajar en un lugar púbico como era un bar le estaba ayudando mucho respecto a su afición a la fotografía, a pesar de que ni lo intentase.

~Flash Back~:

Pasaron los días y llego el fin de semana.
No tenia coche ni medio con lo que ir a los exteriores de la ciudad así que, una vez mas, se dispuso a ir a pie. En su bolsillo llevaba el post it con la dirección y el nombre de la fábrica, el cual no le daba ningun tipo de idea para saber que era lo que en su día fabricaron en ella. Y en su cuello, la cámara.

Opto por una camiseta de manga corta y unos pantalones de chándal. Ambos negros. Los creyó adecuados, estaba casi seguro de que tendría que saltar o correr.

Su cuerpo temblaba. No por frío. Estaba tenso y nervioso. Pero a pesar de eso seguía caminando  hacia aquella fabrica.

Despues de recorrerse la ciudad para salir de ella el paisaje no tardo en cambiar, volviéndose algo  desértico y aun más dejado.

Estaba un poco inseguro respecto a si estaba yendo en la dirección correcta pero afortunadamente no tardo en ver el que se suponía que era el edificio abandonado.
Cuando lo tuvo en su total visualización, se paró y no dudo en hacer la primera foto. A primera vista aprecia una fábrica de ladrillos rojos normal y corriente, incluso su estado era bueno. Enseguida se extraño de que sus paredes no estuvieran llenas de graffitis, pues según le había contado Mike, su compañero, llevaba abandonada varios años.

Se fue acercando hasta llegar a la gran puerta. Trago duro al pensar que era lo que  se encontraría dentro porque aun no sabia que era lo que contenía. "Bueno, vamos allá" Pensó en sus adentros mientras con el corazon en un puño cogió el picaporte para entrar en dicha fábrica.

-Cerrado...- Murmuró mientras inútilmente movía el picaporte. Suspiro levente y empezó a rodear el edificio. Era muy grande y con un poco de suerte encontraría alguna ventana que estuviera rota o alguna apretura por donde entrar Al fin y al cabo, según le habían dicho, la gente se colaba para hacer pruebas de valor.

Caminaba en silencio, mirando bien por todos lados, buscando algun punto desde donde poder entrar. Pero todas las ventanas, a pesar de estar llenas de polvo y con los barrotes algo oxidados, seguían completamente intactas y demasiado altas para el castaño.

"Mierda.. ¿cómo lo voy a hacer..?" Shizuke empezaba a desesperarse antes de haber terminado de inspeccionar todas las caras del edificio.

Por suerte aquella noche no era fría y la luna iluminaba por completo el lugar. Igualmente su cámara tenia un buen flash, con lo que, si no había electricidad, que era lo mas probable, la iluminación no seria un problema cuando tuviera que hacer las fotos.

Siguió caminando hasta que un fuerte estruendo le alarmo. Su cuerpo se tenso al instante y un sudor frío le recorrió casi por completo. Tomó la cámara con fuerza. Estaba preparado para cualquier tipo de escena o fenómeno.
Aunque no estaba muy seguro de poder fotografiar a un fantasma, dependería mucho de en que estado se encontrase o que forma tuviera. Había podido conocer criaturas, seres y lugares de los cuales estaba seguro que muchas personas de su alrededor desconocían su existencia y ni siquiera debían creer. Sin embargo sabia que aun le quedaba muchísimo por aprender y ver y por eso tenia dudas.

Al instante de rodear la casa tuvo que dejar ir su camara para taparse con el brazo la boca y nariz. Su garganta quedo llena de polvo y tierra. Tuvo que toser, intentando extraerla de sus paredes mucosas.

Se esforzó por dejar de hacer ruido y sus ojos buscaron por su alrededor. El polvo se disipaba con lentitud; Entraba dentro de la fabrica y se volatilizaba por alrededor de esta, dejando ver el enorme agujero que había destrozado la puerta y los barrotes. Sin embargo la oscuridad del lugar guardaba lo que contenía aquella fabrica.

No se atrevió a moverse. Aun no había localizado los causantes de aquella explosion.

Aunque no tardo mucho en verlos. Eran dos personas. Un hombre y una mujer. La fémina parecía traer algo en manos. Sus ojos se agrandaron al ver de que se trataba y enseguida se resguardo detrás de la esquina que hacia unos momentos había dejado atrás. Nunca había visto nada igual. No sabia que hacer.

¿Esconderse y dejar que hicieran lo que quisieran y luego entrar?

¿Decirles lo que quería hacer, llevarlo a cabo e irse?

Tal vez ninguna de las dos opciones no eran adecuadas. Lo mejor que podía hacer ,por el momento, era observar sin ser visto. A saber que tipo de personas eran e iban armados, Si se arriesgaba a aparecer de de golpe podía ser disparado.

Esperaría a saber sus intenciones y luego vería lo que haría.
Suspiro al pensar que lo que se creía que iba a ser algo minimamente sencillo se iba a volver en un verdadero problema y algo con un riesgo mas que claro.

Sin embargo en ningun momento pensó que su nueva suerte era una ilusion. Aquello era un poco emocionante y le gustaba sentir aquella sensación de excitación en su interior.

Solo esperaba no haber sido visto, no tenia ningun poder ni cualidad que le pudiera ayudar en casos de riesgo.

Su cuerpo se tenso cuando escucho esa oración para él. Trago duro sin aun estar muy seguro de salir.
Tal vez si lo hacía lo primero que harían sería atravesar le la cabeza con una flecha. Pero igualmente sus posibilidades de sobrevivir si seguía escondido no parecían ser mucho mas altas. Así que no dudo mas. Fuera lo que fuera, no había vuelta atrás. Eso le pasaba por aceptar trabajos extraños.

Lentamente fue despegándose de la esquina que lo cubría y a pasas lentos se fue acercando hacia donde estaba aquella chica. Durante el camino parecía estar hablando con alguien pero no entendió sus diálogos. Solo algunas palabras, como portal, Legacy o espectros, las cuales encontró muy curiosas e intrigantes. Tal vez estuvieran relacionadas con lo que pasaba dentro de aquella fabrica. O no tener nada que ver.

Legacy siempre despertó su curiosidad y que esa chica tuviera que ver con tal lugar le llamaba la atencion y las ganas de saber mas pero esa vez no estaba para curiosear, sino hacer fotos.

El humo casi se había diluido del todo. Cosa que agradecido de sobremanera. Era realmente dificil respirar con ese polvo flotante.

Se sorprendió al ver de cerca aquella muchacha. Las palabras que había usado para amenazarle para que saliera no concordaban con su aspecto. Una vez mas la frase "No todo es lo que parece" daba en el clavo y le enseñaba que uno no podía fiarse de una persona a primera vista. O casi nunca. Pero tampoco podía rechazarla.

Se paró cerca de ella pero no al lado. Aunque lo suficientemente como para poder ver el interior de la fabrica.

Por un momento temió que su corazon se le saliera del pecho al casi parecerle que el interior de la fabrica estaba lleno de cadáveres.
Pero no. Eran maniquíes rotos, de pie e incluso tirados por el suelo. Curiosamente todos mirando hacia ellos, si tuvieran ojos.

En esos momentos comprendió porque su compañero parecía inseguro sobre su respuesta ante aquel trabajo. Pero eso ya no importaba.

No sabia como tenia que reaccionar. Si estaba estorbando o simplemente podía entrar y hacer las fotos que había prometido. A pesar de las circunstancias optó por ser educado a pesar de las circunstancias. Se acerco un poco mas a esa chica e intento llamar su atencion.

-Perdona...-Hizo una pausa, repitiendo la palabra hasta que la chica le miro.- No se si seré una molestia pero solo quiero tomar unas fotografías dentro de la fabrica. Y luego enseguida me iré...-

La miro intentando no parecer un aprovechado. Pues sin ese agujero no habría tenido forma de entrar.

No obstante pensó que le había llamado la atención por algo y haberse adelante a sus palabras había sido un gran error. Pero los nervios de terminar aquello, por miedo a ser descubierto por algun vigilante o a saber quien le estaban empezando a dar prisa.

Tambien la presencia de la chica influyó bastante en su temperamento. No podía fotografiar de la misma manera sino era que su única compañía fuese la soledad.

Se sintió un poco aliviado cuando escucho una respuesta positiva ante su anterior petición. Al menos sabia que no iba a molestar, ni causar incomodidad a nadie.
Sin embargo y dadas las circunstancias el castaño podía llegar a la conclusión de que aquella fabrica realmente estaba encantada o que en ella había algo que no era de aquel mundo.
Justo como aquella chica. Eso o tenia algo que no era común y corriente. Y por eso mismo estaba tan seguro de que las leyendas y chismes sobre aquel lugar, que estaba pisando en esos momentos, eran ciertos. Sino ¿qué haría una persona como esa chica en ese lugar?

-Esta bien.- Contesto mientras iba dando unos pasos algo lentos e inseguros detrás de ella hacia aquel oscuro agujero.

Se mantuvo callado ante su segunda oración, tampoco parecía estar muy interesada en saber que era eso de las fotos.

Saber que aquella chica no pertenecía en la Tierra le causa un poco de intriga, pero nada mas. Había conocido gente de todo tipo y empezaba a costumbrarse dentro de aquel enredo de incertidumbres y cosas desconocidas.

Una vez dentro Shizuke se encontraba totalmente indefenso. No veía nada. Todo lo que momentos atrás había visualizado gracias a la luz de la luna y de un lejano foco iba diluyéndose en la oscuridad de aquel lugar.

Su corazón latía cada vez con mas fuerza. Tomó entre sus dedos su cámara, preparado para tomar cualquier foto. Aunque si quería hacer alguna debería de poner el flash e ir captandolas hasta encontrar algo que valiese la pena.

Podía escuchar los murmullos de la chica y los maniquíes que estaba pisando pero no le dio mucha importancia. Quería terminar aquel trabajo lo más pronto posible y volver a su casa. Y así, al menos, no sentir aquella sucia humedad envolver su cuerpo y aquel olor a moho, que probablemente, provenía de los mismos maniquíes que se estaban pudriendo por el mal estado de las instalaciones.

Iba hacer la primera foto completamente al azar cuando escucho a la chica caerse al suelo. No pudo evitar erizarse y girar su cuerpo hacia donde estaba ella, pero no veía nada.

-¿Todo bien?- Pregunto con un hilo de voz. Y con un nudo en la garganta apretó el accionador y el flash lo ilumino todo, mostrando como aquella muchacha estaba rodeada de maniquíes que parecían arrastrarse como bestias anormales y a la vez como uno de ellos se le enroscaba, acercándose peligrosamente a su cuello.

-Joder..- Dijo apretando con fuerza los dientes. Sin saber que hacer, pues no tenia tiempo de ir haciendo fotos a su alrededor, se acerco sin tener ningun tipo de cuidado ni precaución hacia aquellos maniquíes.

Tomo el primero que se encontró por la pierna y lo lanzo hacia la nada. El estruendo no se hizo de esperar. Aunque antes de que el primero cayera,había cogido del brazo a otro. Pero este, se fue más rápido.

-Mierda... mierda...- Grito sin abrir al boca mientras no sabia como soltarse de ese objeto que cada vez lo agarraba con fuerza. Parecía que los había hecho enfadar.

El agobio no tardo mucho en hacerse notar, al igual que sus respiraciones aceleradas, por sentirse acorralado.

Esa era la misma sensación que en sus días tuvo por no ser alguien querido por nadie.
Y ahora la ignorancia de no saber que estaba pasando a su alrededor, sin dejar de lado la inmovilidad que empezaba a sentir. Todo aquello se hacia un revoltijo entre su pasado y su presente. Y a pasar de que formara parte de él no las quería para nada por mucho que formara parte de su vida y con ello se sintiera, de alguna forma más"vivo". No le servia.

-¡Basta!- Grito mientras empezaba moverse a tientas por aquella fabrica, buscando algo que usar antes de que cayera al suelo.

Camino hasta que se encontró con una pared.

-¡Basta!- Volvió a gritar con la voz rota mientras empezaba a golpearse contra ella,dándole de lleno al cuerpo del maniquí que parecía no afectarle para nada.

Siguió golpeándose, ignorando la suciedad y cualquier cosa que se pudiera encontrar por el camino o el mismísimo dolor. Quería liberarse de esa presión física y mental que le estaba causando aquello y la forma bruta era la única manera.

Siguió hasta que su cuerpo apretó algo. Un extraño sonido inundo la estancia y una intensa y cegadora luz blanca ilumino todo el lugar. ¿El generador de casos de emergencia?

El maniquí cayo al suelo, como si la vida le hubiera abandonado el cuerpo al instante o la mismísima medusa lo hubiera vuelto en piedra.

El castaño abrió los ojos descubriendo un paisaje que le hizo revolver completamente el estomago. Estaban completamente rodeados. Todos los maniquíes estaban situados mirando hacia ellos, con los brazos estirados, intentando alcanzarlos.
Todo excepto unos cuentos que se habían situado delante del agujero hecho con antelación, tapándolo por completo.

¿La luz les volvía inanimados? Antes hice una foto con flash y no paso nada. Pensó el castaño.

¿Eran esas luces? Trago duro mientras alzaba su ojos para verlas aunque enseguida le volvió a al cabeza la chica. Fue corriendo donde ella aun acelerado por lo pasado hacia nos segundos.

-¿Estás bien?- Pregunto mientras le sacaba de encima mas de aquellos seres, los cuales lanzo bien lejos. Aunque durante ese periodo de tiempo la luz parpadeo y durante esos segundos, los maniquíes avanzaron su paso sigilosamente.

Antes de que se diera cuenta estaba corriendo. La verdad era que ya había perdido la cuenta de las veces que habían tirado de él en poco tiempo. Aunque no les culpaba. Siempre parecía que estaba en las nubes.

No tardo mucho en darse cuenta de que estaban corriendo por sus vidas. Era como si estuvieran escapando de la mismísima muerte encarnada.
La adrenalina recorría cada centímetro de su cuerpo. Nunca pensó que se tendría que enfrentar a ese tipo de seres, ni tan siquiera sabia que existían.

¿Eran demonios que habían tomado el cuerpo de los maniquíes para poder moverse? ¿O habían nacido dentro de aquel cuerpo?
Las posibilidades eran infinitas y siempre mas complicadas que las anteriores.

El terror y la angustia de ser alcanzados y destrozados por aquellos seres lo estaba matando por dentro, haciéndolo acelerar de una manera que probablemente nunca se hubiera llegado a imaginar ni querer llegar a correr.

Tuvo suerte de que la rubia fuera la que estaba guiando, pues él habría dejado de lado aquella puerta y probablemente al final del pasillo lo hubieran devorado o simplemente hecho a pedazos.

Sin poder recobrar el aliento miro a su alrededor después de escuchar sus ordenes. Por mas que miraba no veía nada. Estaba muy nervioso y después de aquella intensa dosis de adrenalina la sangre no le llegaba correctamente al cerebro. Hasta que por fin entiendo correctamente esas palabras.

Sin saber muy bien donde estaba tomo una estantería y la puso en al puerta, seguidamente otro mueble. No sabia si era suficiente pero era lo único que tal vez sirviera para poder poder poner mas fuerza en aquella fina puerta.

La luz siguió parpadeando hasta que por fin se apago, dejándolos en una completa oscuridad y con el único signo de movimiento de los maniquíes golpeando y arañando la puerta, pues estos habían avanzando hasta esta al estar a oscuras.

Shizuke, el cual aun respiraba con dificultades se había puesto a aguantar la puerta tras de los mueblo junto con la chica, de la cual no sabia aun su nombre.

No sabia que decir o hacer parte de hacer toda la fuerza posible para que no entrasen, estaba completamente aterrado. Los golpes cada vez eran mas intensos pues la cantidad de maniquíes iba aumentando y aquella completa penumbra no ayudaba a que la ansiedad de, almenos Shizuke, disminuyera un milímetro.
Solo podía desear que aquel horrible ruido cesase. Por la razon que fuera pero que cesasen.

Y así fue. Una vez mas la luz regresó. Sin embargo no se dio cuenta hasta que abrió los ojos y vio lo descubierto a la vez que el pútrido olor inundo sus fosas. Se llevo una mano en la boca, con ganas de vomitar al ver con claridad lo que estaban escondiendo aquellos muebles que había movido segundos antes.

Un montón de huesos e incluso extremidades medio momificadas se hallaban apiladas.

¿A caso se habían metido en el desván de aquellos demonios? Por unos segundos quiso reír aunque su rostro quedó clavado en aquel montón de podredumbre. Muy probablemente pertenecían a vagabundos que únicamente quisieron pasar una noche en un lugar tapado y escogieron aquella fabrica.

¿O a caso se trataba de una cosa distinta? La luz volvió a parpadear.Tal vez no tendrían una tercera oportunidad.

-¿Qué podemos hacer?- Al girarse y mirarla vio que las cosas aun estaban poder. Tenia muy mala cara. No tardo mucho en darse cuenta de que estaba herida.- Joder...buscare algo para tapar o desinfectar eso...- Apretó los dientes con fuerza, Parecía muy doloroso. Con las manos temblorosas no dudo en volver a ponerse a buscar. Aquello antes de convertirse en un al macen de huesos era un despacho. Tal vez hubiera algun botiquín...Tenia que ser rápido.

Al escuchar su respuesta la miro sin estar muy convencido, pero tenía la sensación de que como intentara llevarle la contraria o insistir se llevaría un bue chasco, y la verdad, no estaba para aquello. Sin dejar de lado que detrás de aquella puerta tenían problemas mucho más gordos, o eso creía.

Suspiro con levedad y siguió con la mirada hacia aquella chica. Viendo como cojeaba de una forma bastante alarmante, pero lo dejaría pasar, almenos hasta el momento que encontrase un botiquín, aunque fuera por causalidad.

Su cuerpo temblaba y se sentia débil. Nunca creyó que ver aquel tipo de escenas en la vida real lo dejarían tan tocado.
¿Por qué seria? Por el olor? ¿Por qué eran de su misma especie? ¿O por qué probablemente aquellas personas habrían sufrido de una forma descomunal y lo más seguro es que aquella visión fuese su futuro?

-Tienes razon...-

Las palabras de la rubia no le parecieron tan descabelladas.

Se quedo mirando la pila de cadáveres y busco algo que tambien le pudiera ser de utilidad. Por suerte encontró lo que parecía ser otro fémur.

"Intentare que tu muerte...no sea en vano.." Pensó mientras con algo de indecisión y cuidado tomaba la pieza. La usaría para intentar proteger su vida.

Ahora que tenia el hueso en mano el olor ya impregnaba toda su piel. Sin dejar de lado el interior de su cuello y boca. Pero cualquier cosa estaba bien si con ello podía defenderse, era lo ultimo que le quedaba y que podía hacer. Sonrió para sus adentros al pensar que meses atrás se habría sentado a ser devorado.

Se quedo callado, observando aquel hueso, disfrutando de aquel silencio que les ofrecía la tenue luz que aun los iluminaba. Tal vez podría librarse de alguno de ellos pero sabia que terminarían devorándole. No sabia defenderse y mucho menos luchar pero iba a intentarlo, no por él, sino por las personas que apreciaba,las que le hacían querer sonreír.

La miro de reojo al presentarse. Parecía una chica de clase alta.

-Yo soy Shizuke.- "Shizuke a secas." Pensó mientras se acercaba para ayudarla con aquel mueble que parecía tan pesado. Estaba casi seguro que aquel pie le estaba doliendo mucho.
La verdad era que no sabia si admirar o sentir pena por las personas orgullosas.
No podía evita segur mirando para buscar algo para aliviarle el dolor. Tenia muy mala pinta esa mordedura.

-Fuego...Es una buena idea.- Tal vez pudieran mantener a raya esos demonios, al fin y al cabo su cuerpo estaba hecho de madera entre otras cosas. O eso creía.

La luz cada vez era más débil y desde dentro se podía escuchar como algo empezaba a moverse en el exterior.

De nuevo una expresion de horror se formo en el rostro del castaño. -Tenemos que empezar YA.- Casi dijo sin voz. -Podemos hacer antorchas... con papel y huesos...-

Pero tendrían que ir con mucho cuidado, porque si se incendiaba la habitación morirán sino quemados, ahogados por el humo.

Desgraciadamente, una vez mas, por mas que quería los nervios le hacían perder la calma y no ver nada delante de sus narices. Los dedos de aquellos seres empezaban a arrancar madera de la puerta y a golpearla. Cada vez estaba todo más oscuro.

-Papel...papel..- Se acerco a la estantería y tomo un libro del cual empezó a arrancar paginas. Y luego se arrodillo en frente de aquel montón de carne podrida y empozo a palpar con las manos temblorosas, porque no veía prácticamente nada. Aun no sabia como iba a encender el papel pero tenia que hacer algo antes de que el color negro los cubriera por completo.

[justify]Realmente agradeció aquel toque por parte de la rubia. Aquellos arañados lo habían puesto histérico. Era muy estresante saber que te estaban acechando para matarte, aunque a la vez tambien excitante.
No le temía a la muerte, pero a la vez estaba luchando con todo lo que tenia para que no venciera.
¿Y por qué? Ni el mismo lo sabia. Probablemente porque era lo que su cuerpo y mente le pedían.
Pestañeo un par de veces. Agarro el hueso con las manos y asintió. -Gracias..- Susurro mientras daba unos pasos hacia delante. Estaba seguro que hubiera seguido buscando sin resultado alguno por un largo rato.

Miro la puerta y trago con fuerza. La luz cada vez era más debil y los golpes y arañazos más fuertes.

-¡Mierda!- Grito mientras veía como una parte de la puerta empezaba a quebrarse. Tomo otro mueble y lo puso encima del otro para taparla.

Se quedo apretando, intentando aguantar de esa manera todo el tiempo posible. Jannei se estaba esforzando y él tenia que hacer lo mismo.

No muy lejos de la primera grieta otro maniquí consiguió meter la mano.
-Joder, apártate hijo de ...-

Con el hueso empezó a golpear la mano. Hasta que entendió que si quería vencerlos no seria suficiente con golpearlos, porque no sentían dolor. Así que alzo si pie, ya que el agujero casi estaba arras del suelo, y lo piso con todas sus fuerzas. Lo rompió.

-¿¡Pero qué..?!- La mano empezó a arrastrase hasta agarrarse de su pierna. Lo hacia de tal forma que era imposible sacarla. Pero no parecía hacer nada mas, así que la dejo allí. Tenia cosas más importantes que hacer, pues en el agujero que quedó ya había otra mano y unos dedos que pretendían hacerlo más grande.

-¡Mierda, mierda!- Siguió gritando, desencadenando todos aquellos nervios y tensión que le estaba provocando aquella escena. Estaba empapado en sudor y sus manos seguían temblando.

Volvió a golpear y a dar patadas con los pies, pero era inutil. Mas arriba de la puerta se había formado otra grieta.

-¡Van a entrar!- Grito desesperado. Sin embargo detras de él ya podía sentir el olor del humo. Jannei lo había conseguido. Miro hacia atrás aun siguiendo aguantando como podía la puerta, viendo justamente como encendía los cuerpos. La imagen era absolutamente impactante. Trago duro sintiendo enseguida como el calor subía con rapidez en la habitación.

-¡Joder!- Volvió a maldecir. Mientras un maniquí lo cogida de la ropa, tuvo que romperse la camiseta y tirar para atrás para no ser capturado. La puerta no iba a aguantar mucho mas.

-Tal vez no les haga retroceder ni sea su punto débil...pero si les quemara, siguen siendo maniquíes.-

Al romper el brazo del primero pudo observar como en al primera capa había una especie de tejido, el cual esperaba que fuera inflamable. -Parecen estar recubiertos de algun tipo de tela... y la tela.. arde....-Murmuro mientras se terminaba de quitar la camiseta y se la enrollaba, atándola en su hueso para luego mirarse la pierna. Le empezaba a doler. No dudo en golpearse, causando un montón de chispas para quitarse esa mano, la cual se soltó y empezó a arder con facilidad, a la vez que a retorcerse, pues se estaba derritiendo. Por un segundo pensó que podrían darse paso así pero eran demasiados para avanzar a golpes.

No iba a discutir para cambiar lugares, lo importante era avanzar. Y a la vez tal vez era la mejor opción, pues ella tampoco podía moverse mucho y aquel despacho era bastante lago así que se acerco a la pared, buscando una salida. La ventana era extremadamente pequeña, no cambian y las paredes eran lisas, no parecía haber nada que pareciera otra puerta. Empezó a apartar los muebles, removiéndolo, pero era inutil, no había nada y el fuego de la habitación cada vez era mayor. Iban a morir asfixiados.

En un acto de desesperación se acerco al fuego e intento apagarlo entre ahogos y toses, ya no sabia que hacer para poder salirse de aquel sitió, hasta que lo vio.

No podía ser. Una hendidura con una anilla de metal. Estaba casi cubierta por los cadáveres pero allí estaba. Al intentar apagar el fuego apartándolos la había encontrado Aunque tal vez solo era una bodega o algos semejante.

-Jannei... hay..hay una puerta aquí!.. Grito el chico mientras empujaba los muertos, dándole igual lo que eran y dejando de lado lo caliente que estuviera.

Aquello iba a ser un milagro o su muerte.

Aunque al intentar abrir la puerta, no pudo. Estaba cerrada.

-No puedo, ¡esta cerrada! Joder!!- Grito ya entre lagrimas. Debía que seguir buscando. La llave tenia que estar en esa habitación aunque no había tiempo. No lo había. Así que tomo su hueso y empezó a golpearla, intentando almenos romper la cerradura.

Shizuke quedo petrificado ante su orden. Estaba muy asustado. Solo quería ayudar para poder salir ambos a salvo de aquella situacion pero por mas que lo intentaba no lo conseguía. Y probablemente eso era lo peor de todo.
Se limpio el sudor y las lagrimas mientras veía como aquella muchacha no paraba de hacer fuerza para abrir la puerta. Quería intervenir y ayudarla pero sabia que sería peor. Así que espero, intentando no perder la calma. Los maniquies estaban a punto de entrar. Los brazos y cabezas asomaban por todos lados. Incuso parecía que podía escuchar unos rugidos provenientes de esos cuerpos de plastico inflamable.

Pasara lo que pasara iba a luchar hasta el final. Eso lo tenia claro. Sus ojos se habían quedado clavados en al puerta hasta que por fin lo escucho. Jannei consiguió abrir la puerta. No se lo podía creer.

Al entrar ambos cerraron al puerta, escuchando como pocos segundos después los maniquies entraban en la sala y empezaban a internar entrar rasgando y golpeando la pesada y dura puerta de madera.

Estaba aclaro que no podían quedarse allí, porque tarde o temprano, lo mas provable era que consiguieran entrar.

-¿Qué? ¿Cómo es posible eso?- Pregunto el castaño. Acababan de descender No podían haber subido. Pero la verdad era que tambien acababan de escapar de una bandada de maniquies poseídos por demonios carnívoros, así que, tampoco era tan extraño.

Las llamas de la antorcha ya casi no iluminaban.
-Jannei...- El castaño se inclino para que la chica se subiera a su espalda.- Sera lo mejor para ambos porque no te voy a dejar atrás si llegan a encontrarnos de nuevo...-

No quería jugar con su orgullo.

Tal vez podrían llegar a algunas escaleras exteriores las cuales podrían usar para salir de esa fabrica sin tener que volver a toparse con esos seres.
Por el momento parecían estar solos aunque estaba casi seguro de que si quedaban quietos no tardarían mucho en volver estar rodeados. -No veo nada pero..si seguimos alguna de las paredes probablemente encontraremos una puerta.-