Just One Day || Priv. Alice

Sus pasos se hacían cada vez menos sigilosos conforme se adentraba en los bosques. Los arboles de pino daban una sensación de ser un bosque encantado, algo que Min no tomaba en cuenta por el simple hecho de que no le interesaba en lo más mínimo, él simplemente escuchaba el crujir de las hojas contra sus pies, así como el choque entre algunas pequeñas piñas cuando eran pateadas o echadas a un lado con sus pasos.

El bosque parecía demasiado silencioso, mucho había que recalcar, puesto que parecía que no había animales alrededor o posiblemente éstos sabían de la presencia de un vampiro por dichos rumbos. No era difícil saber el destino que le deparaba a un indefenso animal ante un vampiro, incluso ante un damphir ya era peligroso, puesto que el llamado de la sangre hacía que actuaran por instinto y atacaran a dichos seres para dejarles secos, sin gota alguna de sangre en sus cuerpos.

Pero eso no era lo importante en realidad.

¿Qué estaba haciendo Min ahí, a cercanas horas de la noche, con una sudadera que cubría gran parte de su rostro? Oh, porque ciertamente la ropa que el joven de cabellos púrpuras estaba utilizando tampoco era muy normal: botas negras tipo militar, un pantalón negro que se ajustaba bien a sus piernas pero también permitía el movimiento, su camiseta blanca era imposible de ver debido a una chamarra gris oscuro, la cual contaba con un gorro capaz de esconder gran parte de su cabeza e impedir que se viera su cara.

Era simple la razón.

Estaba en ese sitio puesto que pensaba realizar algo que llamara la atención de los Legacianos, hacerles notar que Merak estaba invadiendo ya sus terrenos, que harían lo mismo que había ocurrido en su país natal: invadirían y no les permitirían huir. Y claro, DaeSung podría ser imprudente a veces, pero no idiota.

No podía actuar de dicha manera entre las cuatro paredes del castillo Rokkenjima, mucho menos cerca de la ciudad sin que llamara la atención y fuera descubierto cuál era su lealtad, si es que podía llamarle así a la conveniencia de ser parte de Merak.

Un suspiro pesado abandonó sus labios conforme sus pasos le llevaban cada vez más cerca del centro del bosque. Su cabeza se movió de izquierda a derecha, tronando los huesos de su cuello para prepararse. O al menos intentarlo, pues el ruido de más pasos le pusieron en alerta, aunque ahí no era necesario actuar cual caballero, no había nadie de la academia Legacy por ahí.

Vaya sorpresa resultó ver aquellos cabellos rubios por una segunda vez. Una sonrisa sutil apareció en su rostro cuando supo que sus miradas se habían cruzado. — Qué grata sorpresa, Dollangager. —Pronunció con seguridad en sus palabras, aquella chica, la única chica -a parte de Kurumi- que se había presentado a la reunión en la academia Merak, imposible de olvidar con tan fuerte presencia.

Oscuridad en una noche de verano, ya lista para el ataque.
Su única arma, su presencia misma, su único objetivo, destruir Legacy, su único punto clave perfecto para un ataque, el bosque. Ya estaba preparada mentalmente para todo lo que pudiera pasar, tenia sus hechizos ya listos, su capa puesta, quizás su único peligro seria estar sola, pero iba a sobrevivir. Salió de su hogar, y en cuanto tocó tierras Legacianas, automáticamente se cubrió la cabeza con la capa que llevaba puesta, y decidió entrar al bosque.

El bosque era grande, frio, el eco sonaba con solo dar unos pasos, todo sonaba tan silencioso, todo era tan quisquilloso, las pisadas, las miradas, incluso la respiración. Para ser una noche de verano, el frio era inmenso, y por la piel de la dama, parecía transparente entre la noche. Sentía como las hojas iban cayendo sigilosamente a un costado de ella, sus manos temblaban lentamente, podía escuchar voces a lo muy lejos de lo silencioso que era el lugar, por lo que procuraba ser lo mas cuidadosa posible con sus pasos y con sus respiros.

Cada ves caminaba mas lento con ese sentimiento de adrenalina en su pecho y sintió una respiración ajena, ella estaba nerviosa, pero no le impidió acercarse con un hechizo de manipulación directo, asi que se acerco de manera rápida para el ataque, hasta que reconoció ese cabello de manera automática junto con esa sonrisa de caza nova, era el chico de la reunión pasada, Dae, un suspiro de alivio salió de sus labios, mientras tocaba su pecho, luego le puso la mano en los labios, cualquier ruido los delataría, hasta escuchar unas palabras provenientes de afuera diciendo “ESCUCHE ALGO”.

-Mierda…- lo jaló automáticamente para correr a la parte trasera del bosque corriendo lo mas rápido posible. - ¿Qué tal Dae?- dijo corriendo volteando constantemente atrás esperando a ver a los contra atacantes.

–¿Me hechas una mano?, los vampiros son más rápidos que los hechiceros- dijo con una sonrisa mientras proseguía volteando a la parte de atrás, ya los miraba acercarse, a lo que en su reacción se detuvo para atacar con un hechizo de inmovilización. –Eso los va a mantener quietos… - Paró el paso mirándolos directamente. No eran mas que un simple humano y una bestia. Sus ojos permanecieron mirándolos un momento, manipulando sus mentes, para confundirlos y que sus identidades no fueran reveladas.

Apenas acabó los dejó dormidos; un suspiro de alivio salió de sus labios, rodando sus ojos. –Que alivio que eran tan torpes y seres tan inútiles- dijo recargándose en el árbol cercano. –Han de haber sido guardia de Legacy-
Su vista fue al chico directamente, ahora que lo pensaba, que raro era que ambos se hayan topado en el mismo momento por lo que hizo una cara de confusion. -A todo esto, es una casualidad encontrarnos en este preciso momento-

La expresión de la joven rubia le daba a entender que ella también estaba buscando el silencio del lugar y no ser descubierta, plan que se vio inmediatamente descubierto cuando unas voces a poca distancia de su ubicación actual se hizo eco llegando hasta sus oídos. Una sensación que podría ser comparada a la adrenalina recorría ahora su cuerpo, decía ser similar porque sabía que provocaba un aceleramiento en los latidos y prácticamente su corazón ni siquiera latía en primer lugar.

Pero el punto en realidad era que no tenían tiempo para detenerse a esperar a sus acompañantes y parecía ser que la chica contraria pensaba de esa misma manera pues, tras aquella maldición, fue arrastrado por la rubia. No se quejaba, al contrario estaba sorprendido por la fuerza que tenía aquella chica, obviamente desde la reunión anterior sabía que no era una humana, solo que el hecho de ese tipo de fuerza era un poco sorpresivo.

— Vaya forma de romper la tensión de un momento tan intenso. —Bromeaba, era algo evidente, aún así no detuvo sus pasos, el cansancio era algo irrelevante para él, así que eso también era un tema sin importancia. — Pero diría que me encontraba perfectamente, antes de que tuviese que correr. —No era enemigo del ejercicio, vamos, por algo algunas veces era un bailarín en su tiempo en Corea.

Mantener su físico era una cosa que parecía darsele a diario y sin necesidad de que alguien se lo pidiera.

Su mirada se paseó un par de veces detrás de ambos intentando reconocer el número de seres que les perseguían. Cuando escuchó que la joven le pedía un poco de ayuda se esperó un poco para ver contra quienes es que se enfrentaban. Su fuerte se enfocaba más en ataques a distancia, sin embargo de cerca podía utilizar la hipnosis a su favor y era algo que podría haber sido útil, pero parecía ser que Alice había hecho bastante bien su trabajo en pocos segundos.

Tampoco es que fuesen muchos, dos seres, a uno lo reconocía como un humano por el simple hecho de que podía percibir el olor de su sangre así como oír el eco de la misma corriendo por todo su cuerpo.

— Aún no entiendo cómo con seres tan inútiles es que Merak se sigue resagando y no ataca. —Se quejó un poco, la verdad es que cualquiera que no fuese de una raza similar a la suya lo consideraba no tan útil como los de su especie. No hacía de menos a todos, había que aclarar, pero tratándose de los humanos era otro tema. Para DaeSung siempre serían los más débiles y sobre todo serían los culpables de su terrible vida actual así que si podía hacerles la vida imposible eso era más que perfecto.

— Admito que eres bastante buena con el manejo de tu magia y tus habilidades. —Una parte de Min sonrió, después de todo sus poderes seguirían estando en un segundo término y no tendría que demostrar de qué era capaz por ahora.

Sus ojos se fueron directamente a los de la Dollangager, definitivamente era bastante casualidad que se encontraran ambos en dicho bosque y era seguro que esos dos guardias estaban buscando a alguno de los dos o tal vez a ambos en el último de los casos. — Ciertamente lo mismo podría decir yo. —Masculló antes de mirarle. — Los bosques son sitios perfectos para incautos e indefensos humanos, parte de mi naturaleza me conecta a los bosques, así que no me parecía mala idea comenzar a demostrarles que Legacy y su estúpido idealismo de una utopía es inútil. —Explicó antes de acercarse hacia los guardias inconscientes.

— Humanos y vampiros nunca congeniarán, así que su idea de vivir todos "felices" es una simple estupidez. —Mencionó observando a ambos tipos. La verdad, en esos momentos Dae no tenía sed, pero con tal de joder al humano en el suelo era capaz de beber de su sangre. Pero no estaba solo y la verdad tenía interés en algo... — Y bien, ¿qué haces tú aquí? —Preguntó.

La ultima reunión que habían tenido ambos en Legacy, fue un desastre completo, odiaba sonreír con hipocresía y con ardor a todo el mundo, cuando ella lo único que deseaba era su propio espacio personal. Era un completo cliché reunir a todos con el fin de planificar nuevos proyectos de un estilo de estúpida hermandad.
A parte, todo eso le recordaba a su estúpido ex, su ultima visita fue tan dolorosa, que ahora solo quería destruir Legacy, y si encontraba a alguien que lo matara, quizás y ella podría terminar con ese fuerte dolor de corazón que sentía encajado en lo mas profundo de su interior. Las cosas no iban bien, y aun sentía ciertas pinchadas dentro suyo, y es por eso su desesperación con atacar.
Ante las simpáticas respuestas del vampiro ella solo sonreía atentamente negando con la cabeza. –No soy deportista, solo artista, y no me sirve para estas cosas- no pudo evitar soltar un suspiro para relajar su agitación que había ocasionado la huida. De hecho, la rubia de ojos jade detestaba el movimiento físico, por su costumbre a siempre estar tranquila.
-Gracias, yo admito que te mirabas bonito mientras yo hacia el trabajo sucio- bromeaba estirándose un poco. –Odio a los humanos, realmente no tienen nada que hacer aquí- sus manos se aproximaron a sus caderas mientras que a lo lejos miraba la academia y su cabeza negaba, su desprecio a las otras razas podía incluso ser demasiado racista, por el simple hecho de que no le sacaban el suficiente provecho, pero los humanos no podían tener ni la oportunidad de tener un provecho.
Al escuchar la pregunta solo sonrió, no le iba a admitir que estaba presente porque quería vencer el reino donde su ex novio pertenece. –Quizas por la misma razón que tu- Sus ojos jade no dejaban de mirar los guindosos ojos del atractivo joven, es como si estuviera cayendo en su propio hechizo, pues le arrullaba, pero no, se mantenía firme.

— Un poco de deporte no te vendría mal, ayuda mucho cuando la magia no es suficiente. —Él, siendo un tirador, se encontraba más acostumbrado a ser ágil y veloz, sus tiros debían ser certeros para asegurar su sobrevivencia y si eso no funcionaba siempre estaba el plan b: la invisibilidad o la hipnosis. Aquello siempre ayudaba a hacerse menos visible a sus enemigos y así hacer una retirada estratégica.

— Además, el arte y el deporte pueden estar juntos, señorita. —Comentó con cierta gracia, después de todo, él era bailarín y algún tiempo estuvo siendo un "idol", claro que había desaparecido fingiendo su muerte para no llamar la atención por no envejecer. Desventajas de ser un vampiro quizás.

— Wow, gracias por el halago. Sé que me veo perfecto hasta sin hacer nada. —Sabía que no se lo había dicho en manera de hacerlo sentir bien, si no como cuando se da un comentario sarcástico, pero le encantaba responder a todo y no quedarse con un mal sabor de boca por quedarse con las palabras sin decir. — Sinceramente, no son más que... uh, como un ganado para mí. —La única función que le encontraba a los seres humanos era el de ser su alimento, especialmente por que su sangre era más deliciosa, de ahí en más no les encontraba otra cosa útil.

Solo sabían destruir lo que construían, matarse entre sí, pelear por dinero, poder y terrenos. ¿Y así se atrevían a veces a decir que los vampiros eran criaturas monstruosas? Por favor, tenían más clase y modales que esos seres cavernícolas.

— Así que la misma razón. —Una sonrisa sutil apareció en su rostro, pero su mirada daba a entender que tarde o temprano le haría decir su principal motivo de estar en dicho lugar. Aprovechando que aquellos dos tipos estaban inconscientes, mordió su dedo un poco para luego dejar una marca en la ropa de la bestia, dejando el sello de Merak antes de caminar hacia Alice.

— Si es la misma razón, entonces cuando encuentren a estos dos deberíamos estar lejos de aquí y ya habiendo hecho algo en contra de la academia Legacy. —No tuvo ningún reparo en decirlo de forma directa, después de todo, la rubia que tenía enfrente también era participe de Merak.

Una pequena risa salió de sus labios al escuchar el primer comentario salir de sus perfectos labios carnosos, a lo que solamente negaba con la cabeza y alzaba los hombros. El deporte a Dollangager se le daba tan bien como a los perezosos saltando en un solo pie, nada, nada, de nada, pero era un comentario fácil de hacer reír, para la dicha situación de ambos en el silencioso bosque cerca del templo enemigo.

- ¿Tu crees que se pueda?, creo que no es mi caso-
Una sonrisilla abierta salía de sus labios mientras comenzaba a caminar lentamente hacia Legacy nuevamente mientras el la seguía, para que por lo menos se alejaran un poco del desastre que tal vez se les podría atravesar en unos instantes.
-Vaya, si eres como todos dicen, “vanidoso y dichoso”-
Dijo haciendo énfasis en la ultima palabra mientras soltaba una leve risa. Porque vaya que el nombre de “Min Daesung” era resonado en todos los salones de su grado e incluso en toda la escuela, era titulado asi por ser el mas atractivo de los jóvenes, para tener rasgos asiáticos si era demasiado atractivo para las alumnas ¿Y porque no? Entre los alumnos también.

-Ganado… es una forma interesante de llamarlos, yo diría que son como esos puercos que encierras en un lugar y que cuando los sacas se ven estúpidos y divertidos-

Los humanos eran la raza mas baja entre todos estos seres, normalmente los que mueren al instante, los que no tienen la oportunidad de nada, los mas inútiles, Dollangager les guardaba un fuerte rencor y desprecio, similar al sentimiento racista, que mientras menos haya en Legacy, mas fácil sería deshacer tanto desastre presente en la escuela.

Unos segundos de seriedad causaron en su rostro al escuchar sus palabras y volteo a ver Legacy un poco inseguras.

–Podríamos espiar, pero no sabemos a qué razas o a que estudiantes nos estamos enfrentando, yo digo que mejor vayamos a ver a quien nos enfrentamos-

Pues era tan cierto, se podrían encontrar a un excelente demonio, a un muy buen vampiro, a una bestia… o quizás a todos ellos juntos; no era una buena idea arriesgarse así de rápido.

Escuchó la risa de la chica, la verdad es que no le parecía tan molesto como en otras personas el hecho de que se rieran, no es que DaeSung fuese una persona amargada, pero le gustaba joder haciéndole creer a la gente que sus risas lo ofendían, pero con la joven Alice era algo diferente, pues era evidente que su risa no era precisamente por su comentario o algo similar, algo que le mantenía en calma.

— Puede o no serlo, pero nunca olvides, las manos son a veces más rápidas que la magia. —Y es que, mientras la magia realmente era efectiva y ayudaba en mucho (no lo negaría), la verdad es que llevaba su tiempo pronunciar hechizos o hacer los movimientos exactos con las manos para que pudieran realizarse los ataques o defensas que el mago en cuestión estuviese intentando. — Nunca está de más aprender a defenderse físicamente. —Y era algo que él mismo estaba aprendiendo, ya que el centrarse en ataques a distancia, podría resultar un poco complicado en batalla cuerpo a cuerpo, claro que por eso tenía sus trucos bajo la manga.

— Dichosos los que puedan tener oportunidad de que les haga caso. —Sí, comentarios de ese tipo solían elevar su ego, aunque ahora mismo solamente estaba siendo algo arrogante y vanidoso en actitud, puesto que en realidad le importaba menos que un cacahuate la atención que recibía por las jóvenes de la isla. A decir verdad, si lo pensaba, tenía más acercamiento con las mujeres últimamente que con chicos, necesitaba salir con algún hombre en algún momento o se sentiría ahogado entre tantas chicas.

No era que odiase a las féminas, pero algunas eran demasiado "coquetas" y "desesperadas" al momento de llamar su atención, cosas que más que atraerle, le hacían asquearse de éstas. No lo negaba, su atractivo era natural, así que no era extraño que llamara la atención entre mujeres e incluso hombres, algo que no le molestaba en nada. DaeSung no rechazaba a ninguno de los géneros en términos generales, porque en realidad si les rechazaba era por su actitud y por no llamar suficientemente el interés del vampiro.

— Son simple alimento, son pocos los que podrían valer la pena y se puede arreglar todo con una simple transformación. —Aunque la verdad, convertir a un ser humano en un vampiro estaba actualmente penado por el consejo de sangre, los primeros vampiros en existir, puesto que no querían que su pureza se mezclara más con los humanos si es que era posible. — Pero tu comparación es bastante interesante también, los humanos no son más que... bufones. —Ni siquiera entendía el propósito de su existencia, ¿no podía el universo simplemente eliminarlos?

Al escuchar la idea de la chica simplemente le observó un par de segundos. — El espionaje consiste en eso, querida Dollangager. Descubrir qué tipo de razas o estudiantes se encuentran en Legazy para descubrir puntos débiles, fortalezas, miedos y esperanzas. —Comentó con seriedad, DaeSung solía concentrarse bastante en los planes que tenía o en lo que quería hacer, no se tomaba cosas como éstas a juego.

— Conociendo todos estos detalles, es más sencillo elaborar planes y estrategias. Ya lo dicen bien, mantén cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos. Usa todo lo que haya a favor y el espionaje es la mejor de las opciones. —Por supuesto que lo era, ¿cómo no iba a serlo si realmente era el mejor de sus planes? Min fácilmente podría hacerse pasar por un estudiante que había escapado de Corea y fingir una inocencia que no poseía, ya lo había hecho antes.

“Min Daesung, es el chico MAS GUAPO DEL MUNDO”, “Algún día seremos novios”, “ ¡Estuve a punto de besarlo!”
Frases celebres de todas las admiradoras de Dae, de hecho, inclusive había un estilo de club secreto donde espiaban a todas las mujeres que estaban tras de él y seguían cada paso de su vida; A Dollangager le causaba mucha gracia porque desde que se hizo la reunión de los nuevos reclutas, sentía esas miradas de desprecio e incluso de exclusión, hasta que directamente se dirigieron con ella para invitarla a ser parte, pues la miraban interesada, pero para nada. De hecho, A la rubia le causó una risa imparable por varios, días, pero le hicieron guardar el secreto, pero no era tan necesario, todo el mundo las conocían, si el vampiro no tenia sombras, ellas eran su sombra,  su otro ‘yo’, sabían todo de el, menos donde vivía, tal vez el ya sabia de su vida.
Ahora poder convivir con ese famoso modelo de las colegialas (incluyendo humanas, vampiras, demonios…) le daba una sensación de suerte pero a la ves común, pues era un ser mas en la escuela, aunque si sentía esa interesante atracción al estar a su lado, tal vez no era un gusto directo, no quería sentir algo mas, se iba a sentir una mas del grupo, y no le agradaba la idea.

-La magia es un elemento importante, se pelear, pero sinceramente, prefiero no hacerlo, no es mi fuerte, aunque tu me podrías ayudar con eso, supongo-
Una ceja se alzo haciendo de sus ojos una mirada interesante y curiosa; quizás y el pensaba que ella también buscaba una manera desesperada de estar a su lado, no lo quería incomodar ni muchísimo menos que ella formara parte del club, o hacerse enemiga de esas locas, de solo pensarlo le daba un escalofrío, no de miedo,  sino de rareza, oh, ella solo quería ser indiferente de todos los problemas.
-Haz de ser muy especial, porque tienes a media escuela a tus espaldas, ¿o acaso le tiras al otro bando?-
dijo sonriendo mientras colocaba sus manos en su nuca.
–No te culparía, a veces las personas de tu mismo sexo son mas interesantes y conocen mas lo que te buscan-
Lo decía por ella también ser bisexual, desde su antigua relación con Jellal ella entendió que no siempre los hombres son los que te deben hacer feliz, y que claro debía encontrar a alguien que si respetara sus ideas y sus preferencias, lo cual Jellal no hacia.
Se dirigió al chico con un suspiro quitando las manos de su nuca lista para la acción.
- Entonces, ¿Qué estamos esperando?- una sonrisa resaltó de sus  labios, esta aventura apenas comenzaba.

— Digamos que aunque tengo cierto conocimiento, mis fuertes son a la distancia. —Al momento de decirlo, hizo un ademán con sus manos, poniendo una de ellas como si tirara de la cuerda de un arco y la otra sosteniendo una flecha que, evidentemente, no estaban ahí. Bajó sus manos tras hacer la ilusión de haber disparado una flecha, antes de alzar sus hombros. — Aún así, nunca está de más, como dije, el tener conocimientos de pelea puesto que hay seres que pueden ser muy rápidos y si no se cuenta con ello, al menos algún truco bajo la manga. —Dae Sung tenía con él una buena carta bajo la manga, teniendo un poder como lo era la invisibilidad tenía algo de ventaja para distraer a sus enemigos.

Y no solo eso, desde que tenía memoria, había desarrollado la habilidad para hipnotizar a la gente, algo bastante bueno para él puesto que era más sencillo conseguir sangre de esa manera, por lo que si llegaba a encontrarse de frente con un enemigo, podía hipnotizarle por cuestión de minutos para tener tiempo de escapar o infringirle daño a otros. Además, la telequinesis también le ayudaba mucho, especialmente en sus técnicas como tirador, ya que eso aseguraba dar en el blanco.

La verdad, empezaba a acostumbrarse ante la idea de tener que tener compañía femenina bastante seguido, así que no le preocupaba en nada tener que pasar el tiempo ahora con la joven Dollangager, al menos ella parecía tener más cerebro que muchas de sus "fans", de las cuales era totalmente consciente, aunque pasara de ellas.

— Tanta atención de parte de... chicas de ese tipo realmente no es de mi interés. Es decir, ¿quién estaría con una persona que se acerca a tí simplemente por el hecho de tu atractivo? —Era cierto, la mayoría de aquellas chicas ni siquiera conocían la verdadera naturaleza cruel que Min podía poseer. — Y si me permites ser sincero, la verdad no tengo nada en contra de eso. Sea hombre o mujer, ¿por qué limitarme en si tiene o no senos? —Soltó con tanta neutralidad, que la verdad no parecía que en verdad hubiese mencionado aquello. Pero vamos, Dae Sung no tenía intenciones de ocultar su orientación sexual. — Existen hombres que pueden ser interesantes, así como también lo hay en mujeres. Y también a la inversa, hombres que exasperan y acaban mi paciencia así como aquel club de fans. —Y sí, lo había dicho con toda la crueldad que podía tener en su tono neutro.

Al momento de escucharla mencionar eso simplemente sonrió de lado antes de volver a continuar con su paso. — No creo que debamos esperar algo más, señorita. Así que, ¿nos vamos ya? —Claro, su educación misma como parte de una sociedad asiática, enfocada al respeto, se hizo presente de nuevo. Guardando sus manos en los bolsillos de su chaqueta para comenzar a caminar rumbo hacia la salida del bosque.