Cena? (priv. Rinny-sama!)

Las clases habían terminado y todos se retiraban, los pocos que quedaban en la academia se dirigían a los patios para socializar, por el contrario yo usaba los auriculares y deambulaba por los pasillos sin rumbo fijo, miraba por cada esquina esperando no ver a nadie dando la apariencia de esconderse de alguien cada vez más y aligerando el paso para no ser descubierto deslizándome casi como si fuese una víbora hasta llegar a mi habitación usar la llave pronto y entrar cerrando tras de sí la puerta -Donde deje eso… oh ya sé dónde- El chico peliverde sacaba de uno de sus baúles una botella de vino, una de vodka y se cambiaba de ropa colocándose un uniforme soviético de la segunda guerra –Vamos a comer como reyes hoy!- Alzaba la voz para luego taparse la boca, caminaba a la puerta, salía y cerraba tras de sí corriendo en dirección a la cocina del piso en el que estaba.

Al llegar el solamente caminaba y entraba directo al área de estufas, dejaba la botella de vodka en la nevera y la de vino la destapaba, buscaba los sartenes mientras cantaba la marcha soviética conocida como la katyusha “ https://www.youtube.com/watch?v=xwUPo5P3Yko “ y sacaba sartenes e implementos para cocinar, encendía los fogones y casi de manera automática su canción se tornaba una canción de cuna “ https://www.youtube.com/watch?v=xkEPe7hWVHc “ mientras preparaba una carne en salsa y vino -Huele delicioso, ya casi esta- Daba un sorbo largo a la botella y miraba a su alrededor percatándose de un aroma que le recordaba que en el fondo aún era un monstruo -Humano... estas ahí... porque no pasas y comes algo?

-Las clases terminaron, por fin- dijo ella en voz baja, para que nadie la escuchará.

Veía como todos decidieron ir a platicar con sus amigos, pero estaba tan cansada que preferiría ir a mi habitación. Camine rápidamente, cuando llegue abrí la puerta y la cerré tras de mí, retire mi gabán y decidí encender mi celular y colocar una canción de cuna, estaba tan agotada que hoy no practicaría mis hechizos, mire la cama con ansias y luego suavemente me recosté en ella, entre tantos sonidos hermosos por los instrumentos que reproducía mi celular, suspiré, fui cerrando mis ojos hasta quedarme completamente dormida.  

Transcurrió exactamente una hora y quince minutos, cuando de repente me desperté, no había hecho mis deberes, ni tampoco había practicado, pero tenía un poco de hambre y no tenía mucho ánimo de estudiar, una extraña sensación se apoderó de mí, entonces decidí seguir mi instinto, me coloque mi gabán más elegante y abrigado que encontré y tome una bufanda puesto que ya era muy tarde, salí de mi habitación rumbo a la cocina para prepararme algo ligero y salir a caminar.

Al ir acercándome empecé a escuchar un canto y extraños ruidos de las herramientas de cocina, que provenían del mismo lugar al que yo me dirigía.

-¿Habrá alguien cocinando?- Pensó para sí puesto que no quería encontrarse con nadie.

Llegué a la cocina, abrí un poco la puerta y me di cuenta que había alguien tomando vino, un buen merlot de 1945, parece feliz, pero algo en él se veía extraño, de repente me descubrió y escuche que me llamo humano y me preguntó por qué no pasaba y comía algo, inmediatamente me invadió un pensamiento.

–¿No es humano?-

Me arme de valor y decidí entrar.

-¿Quién eres tú?-

Entraba una chica con paso trémulo. Un poco de nerviosismo al caminar demostraba que no sabía que era yo, tenía un gabán elegante y el cabello ligeramente alborotado, –Soy un vampiro, pero no hay que temer, no me alimento de vivos o de humanos, Pero no te quedes ahí… adelante, pasa y toma asiento, en un momento estará la cena- Sin darle más remedio Sacaba una copa y en ella servía el vino –Debes tener cuidado, esta es de la cava directa del Fürer, la tome cuando entre a Alemania con el ejército rojo Sonreía y le extendía la botella en la barra de la cocina, miraba su vestimenta y sonreía al recordar como en otra época esa vestimenta en una chica era incorrecta ante la sociedad

¿Puedo preguntar el nombre de la señorita?, Es lo mínimo que puedo hacer a tan agradable compañía…  El olor a carne empezaba a inundar la cocina con su aroma y el chico recordaba la botella de vodka en la nevera y caminaba para sacarla, pasaba al estante y sacaba dos vasos  de vidrio y unos cubiertos para ella esperando no tenga líos con eso
-Quieres mas vino o prefieres el vodka?- Sonreía un poco alegre, hacia mucho no cenaba con alguien y así fuere por coincidencia pero cenaría con alguien vivo después de tantos años.
-¿Que buscabas por aquí esta noche?, Digo, los estudiantes promedio cenan fuera o cocinan en sus dormitorios-