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Nuevos reclutas
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Nuevos reclutas
- Habían pasado ya algunos días de mi encuentro con Berserker y Madara, mis armas y yo ya habíamos sido corrompidos, encuentros y desencuentros se habían dado ya desde hacía unas semanas entre Merak y Legacy pero nada grave aún,
Me preocupaba que Legacy al parecer ya trabajaba en su protección mientras Merak seguían sin crecer, y aún más estaba totalmente aislado mi amiga Shiro sin más aviso había desaparecido, las bajas eran graves, siendo un internado con grandes planes necesitábamos más gente.
Se habían anunciado algunas llegadas a Merak, y yo me había ofrecido a recibir a aquellos nuevos integrantes, quería concerlos, ber su potencial , conocer sus historias, y contarles los planes que teníamos en este lugar para alcanzar nuestras metas.
Sin duda me encontraba feliz como de costumbre, algo ansiosa cada minuto que pasaba más me daba por estar tensa-
Vaya a qué hora se supone que llegaran, estoy comenzando a desesperar -murmuraba mientras después de andar de un lado a otro me sentaba y contemplaba el cielo-
Me preocupaba que Legacy al parecer ya trabajaba en su protección mientras Merak seguían sin crecer, y aún más estaba totalmente aislado mi amiga Shiro sin más aviso había desaparecido, las bajas eran graves, siendo un internado con grandes planes necesitábamos más gente.
Se habían anunciado algunas llegadas a Merak, y yo me había ofrecido a recibir a aquellos nuevos integrantes, quería concerlos, ber su potencial , conocer sus historias, y contarles los planes que teníamos en este lugar para alcanzar nuestras metas.
Sin duda me encontraba feliz como de costumbre, algo ansiosa cada minuto que pasaba más me daba por estar tensa-
Vaya a qué hora se supone que llegaran, estoy comenzando a desesperar -murmuraba mientras después de andar de un lado a otro me sentaba y contemplaba el cielo-
Kurumi Tokisaki
Re: Nuevos reclutas
Abrió las puertas de closet y sacó un abrigo color beige y lo combinó con una blusa negra junto con unos pantalones del mismo color y unos tacones. Su cabello fue agarrado de una media cola hacia atrás y su maquillaje pesado sin llegar a lo fuerte y dramático. Las juntas siempre eran importante y la gente te trata como te ve, a parte, debía de guardar la imagen del ser hija de un demonio tan importante como lo era su padre. Quería llegar a tiempo, pero siempre le salía un inconveniente por sus problemas de belleza, ah la belleza, lo único con lo que la mujer puede dominar y ser grande, aunque para un demonio era una ventaja mas de muchas que podía poseer.
Fue con su chofer y se dirigió a la dirección seleccionada que le habían entregado antes, a decir verdad, estaba muy emocionada por todo lo nuevo que estaba pasando, pues, entrar a una escuela que esta en guerra y ser sobresaliente al mismo tiempo, era un completo reto, pero un reto que claramente para ella no era problema, se colocó sus gafas, y el camino seguía y seguía, hasta llegar a su destino. Analizo el lugar de re ojo y decidió bajar preparada para cualquier asunto y tema al cual se necesitara tomar.
Tocó el timbre, y espero con paciencia a que la puerta se abriera, apenas se abrió, la chica alzo su ceja y se quitó las gafas para dirigirse a la persona que tenia en frente, la miro de re ojo, parecía de baja estatura y una forma peculiar de vestir. La frialdad en los ojos de la rubia solo demostraban su arrogancia, aunque fueran del mismo bando, era muy conservadora en sus platicas y directa.
-Buenas- dijo la joven dirigiéndose a la chica e hizo una inclinación de respeto. –Alice Dollangager, a tus servicios, tu debes ser Tokisaki, ¿me equivoco?- dijo pasando a su casa quitándose el abrigo que llevaba puesto. –claro, ¿Cómo no lo serias?, en ese caso, tendría que matarte- bromeo mientras observaba peculiarmente el lugar, no era nada a lo que estaba acostumbrada, pero podía sentirse cómoda.
Fue con su chofer y se dirigió a la dirección seleccionada que le habían entregado antes, a decir verdad, estaba muy emocionada por todo lo nuevo que estaba pasando, pues, entrar a una escuela que esta en guerra y ser sobresaliente al mismo tiempo, era un completo reto, pero un reto que claramente para ella no era problema, se colocó sus gafas, y el camino seguía y seguía, hasta llegar a su destino. Analizo el lugar de re ojo y decidió bajar preparada para cualquier asunto y tema al cual se necesitara tomar.
Tocó el timbre, y espero con paciencia a que la puerta se abriera, apenas se abrió, la chica alzo su ceja y se quitó las gafas para dirigirse a la persona que tenia en frente, la miro de re ojo, parecía de baja estatura y una forma peculiar de vestir. La frialdad en los ojos de la rubia solo demostraban su arrogancia, aunque fueran del mismo bando, era muy conservadora en sus platicas y directa.
-Buenas- dijo la joven dirigiéndose a la chica e hizo una inclinación de respeto. –Alice Dollangager, a tus servicios, tu debes ser Tokisaki, ¿me equivoco?- dijo pasando a su casa quitándose el abrigo que llevaba puesto. –claro, ¿Cómo no lo serias?, en ese caso, tendría que matarte- bromeo mientras observaba peculiarmente el lugar, no era nada a lo que estaba acostumbrada, pero podía sentirse cómoda.
Invitado- Invitado
Re: Nuevos reclutas
Merak. ¿Cómo no conocer dicho nombre?
DaeSung había vivido por siglos y ahora se encontraba ahí, esperando la entrada al sitio que había dado un golpe de estado y que tras una guerra se había apoderado del país en el que él había vivido por siglos. Era evidente que había aceptado unirse a las filas de dicho grupo cuando supo que su principal objetivo era deshacerse de los molestos seres humanos, aquellos que habían sido los causantes de muchas tragedias en su vida.
Obviamente, los deseos de venganza así como la necesidad de sangre habían sido más que suficientes motivos y motores para conducirlo a dicho lugar sin ningún tipo de culpa o remordimiento. Ni siquiera le preocupaba su apariencia, en gran parte porque sabía de sobra que belleza la tenía, no por nada había trabajado en muchos sitios como el "rostro" que atraía clientela.
Su apariencia nunca era sencilla así llevara simplemente una camiseta y unos jeans, justo como estaba haciendo en ese momento, la camiseta de color vino y los pantalones oscuros hacían resaltar su cabello y su mirada pues combinaban a la perfección. Había sido llamado a ese lugar y la verdad, en cuanto a lo concernía con la puntualidad era algo que tenía, pero ahora mismo había optado por tardarse más de lo que debería. ¿La razón? Quería conocer los límites de los demás.
En cuánto entro en dicho lugar, la verdad esperaba ver a más gente, ¿sería acaso que al final si instinto por llegar pronto al sitio llamado es que había llegado solo un poco tarde? Bah, que más daba en realidad.
— Buenas, señoritas. —Habló con aparente tranquilidad aunque en realidad a las dos mujeres que tenía por delante no le parecían interesantes, por lo tanto sabía que se aburriría hasta que no empezara el verdadero tema de discusión de haber sido llamados.
DaeSung había vivido por siglos y ahora se encontraba ahí, esperando la entrada al sitio que había dado un golpe de estado y que tras una guerra se había apoderado del país en el que él había vivido por siglos. Era evidente que había aceptado unirse a las filas de dicho grupo cuando supo que su principal objetivo era deshacerse de los molestos seres humanos, aquellos que habían sido los causantes de muchas tragedias en su vida.
Obviamente, los deseos de venganza así como la necesidad de sangre habían sido más que suficientes motivos y motores para conducirlo a dicho lugar sin ningún tipo de culpa o remordimiento. Ni siquiera le preocupaba su apariencia, en gran parte porque sabía de sobra que belleza la tenía, no por nada había trabajado en muchos sitios como el "rostro" que atraía clientela.
Su apariencia nunca era sencilla así llevara simplemente una camiseta y unos jeans, justo como estaba haciendo en ese momento, la camiseta de color vino y los pantalones oscuros hacían resaltar su cabello y su mirada pues combinaban a la perfección. Había sido llamado a ese lugar y la verdad, en cuanto a lo concernía con la puntualidad era algo que tenía, pero ahora mismo había optado por tardarse más de lo que debería. ¿La razón? Quería conocer los límites de los demás.
En cuánto entro en dicho lugar, la verdad esperaba ver a más gente, ¿sería acaso que al final si instinto por llegar pronto al sitio llamado es que había llegado solo un poco tarde? Bah, que más daba en realidad.
— Buenas, señoritas. —Habló con aparente tranquilidad aunque en realidad a las dos mujeres que tenía por delante no le parecían interesantes, por lo tanto sabía que se aburriría hasta que no empezara el verdadero tema de discusión de haber sido llamados.
Invitado- Invitado
Re: Nuevos reclutas
- Esto... Si me lo permiten decir, es el paraíso. -
El hombre mencionaba así, al salir de la ducha caliente brindada por tubos de metal que él aún no podía creer que estuviesen limpios e impolutos, sin óxido ni hendiduras. Parecía mentira que existiesen así.
Bueno. No es que no haya tuberías nuevas cuando vienes de diez mil años en el futuro en un mundo donde la humanidad es una leyenda, un invento. Y él estaba viviendo ese invento anhelado por su intelecto.
Su primera interacción al salir de la máquina de replicación inter-temporal, como se decidió por llamarla, fue con una muchacha muy interesante, que denominaremos simplemente "Gasai". Era tal y como él se había imaginado que eran los seres humanos. Dañada. Torcida. Herida. Conflictiva. Olía a sangre y a guerra, y eso a él le fascinaba. Por fin conocía a un habitante del mundo antiguo, y era tal y como los registros de los androides indicaban. Era desorden. Era batalla. Era caos. Era una sarta de cosas muy interesantes por aprender y asimilar. Por lo cual él no objetó en absoluto cuando ella le pidió unirse a su "asociación."
Y ahora ahí estaba. Listado como profesor de su raza, enseñando cosas de su raza para aquellos que él creía una leyenda. Y ese día era el primer encuentro con sus colegas y algunos alumnos ejemplares. O tal parecía ser el caso.
Así pues... Adam salió de la ducha y, como ordenaba la etiqueta, la usanza humana, se vistió de forma elegante y ejemplar. Camisa ceñida, pantalones, zapatos brillantes, hebilla ajustada. Todo en orden, todo en regla. Hasta la corbata. Bien. Hora de ir al punto de encuentro.
En aquel lugar, él observó con una mirada cautelosa al grupo, captando lo que sus ojos de máquina le entregaban. Mujer rubia sobrenatural. Mujer de cabello negro con una cantidad inusual de maso en el cuerpo. Un hombre con una complexión física que deja a Adam anonadado; jamás había atestiguado nada semejante. Pero no era hora de perder el tiempo analizando a figuras tan fascinantes. Llevó la mano derecha al pecho, haciendo rechinar las terminaciones rojas en el guante de la mano, y emitió una reverencia.
- Buen día, damas, caballeros, variantes de la raza humana. Es una tarde hermosa, sin dudar. Pueden llamarme...
Adam. Simplemente, Adam. -
El hombre de larga cabellera observó a los demás participantes. Dentro de sí no cabía la fascinación de encontrarse con humanos reales. O una suerte de ellos. Humanos que él esperaba poder tratar en profundidad. Luego de todo, qué podías hacer cuando toda tu vida creíste que habías sido programado para asesinar a seres ficticios?
El hombre mencionaba así, al salir de la ducha caliente brindada por tubos de metal que él aún no podía creer que estuviesen limpios e impolutos, sin óxido ni hendiduras. Parecía mentira que existiesen así.
Bueno. No es que no haya tuberías nuevas cuando vienes de diez mil años en el futuro en un mundo donde la humanidad es una leyenda, un invento. Y él estaba viviendo ese invento anhelado por su intelecto.
Su primera interacción al salir de la máquina de replicación inter-temporal, como se decidió por llamarla, fue con una muchacha muy interesante, que denominaremos simplemente "Gasai". Era tal y como él se había imaginado que eran los seres humanos. Dañada. Torcida. Herida. Conflictiva. Olía a sangre y a guerra, y eso a él le fascinaba. Por fin conocía a un habitante del mundo antiguo, y era tal y como los registros de los androides indicaban. Era desorden. Era batalla. Era caos. Era una sarta de cosas muy interesantes por aprender y asimilar. Por lo cual él no objetó en absoluto cuando ella le pidió unirse a su "asociación."
Y ahora ahí estaba. Listado como profesor de su raza, enseñando cosas de su raza para aquellos que él creía una leyenda. Y ese día era el primer encuentro con sus colegas y algunos alumnos ejemplares. O tal parecía ser el caso.
Así pues... Adam salió de la ducha y, como ordenaba la etiqueta, la usanza humana, se vistió de forma elegante y ejemplar. Camisa ceñida, pantalones, zapatos brillantes, hebilla ajustada. Todo en orden, todo en regla. Hasta la corbata. Bien. Hora de ir al punto de encuentro.
En aquel lugar, él observó con una mirada cautelosa al grupo, captando lo que sus ojos de máquina le entregaban. Mujer rubia sobrenatural. Mujer de cabello negro con una cantidad inusual de maso en el cuerpo. Un hombre con una complexión física que deja a Adam anonadado; jamás había atestiguado nada semejante. Pero no era hora de perder el tiempo analizando a figuras tan fascinantes. Llevó la mano derecha al pecho, haciendo rechinar las terminaciones rojas en el guante de la mano, y emitió una reverencia.
- Buen día, damas, caballeros, variantes de la raza humana. Es una tarde hermosa, sin dudar. Pueden llamarme...
Adam. Simplemente, Adam. -
El hombre de larga cabellera observó a los demás participantes. Dentro de sí no cabía la fascinación de encontrarse con humanos reales. O una suerte de ellos. Humanos que él esperaba poder tratar en profundidad. Luego de todo, qué podías hacer cuando toda tu vida creíste que habías sido programado para asesinar a seres ficticios?
Invitado- Invitado
Re: Nuevos reclutas
Solo quería una buena siesta después de un largo día en esta prisión, sus parpados pedían un pequeño descanso. Apenas había llegado de clases a su dormitorio, cuando su padre le llamó al celular; sintió una pequeña emoción; comenzaron a hablar de la escuela, de las clases, de su estadía y de su adaptación -que no había sido muy buena- en Legacy. Por unos momentos había sonreído, dejar a toda una familia con grandes responsabilidades en Londres le hacía sentir mucha culpa, pero esa sonrisa desapareció momentos después cuando le dieron una noticia, debía ir a una reunión algo lejos de la escuela. Sus ojos rodaron cuales tazas en carnaval, y se dejo caer en la cama gruñendo del coraje, ¿Qué no podía tener 5 minutos de una conversación normal sin la necesidad de salir, o de tener otro compromiso por delante? Se despidió de su padre y aventó la almohada a la pared.
Fue a tomar una ducha, colocó su jabón especial en su cuero cabelludo pasando con suavidad las yemas de los dedos en las zonas de la cabeza para que su cabello tuviese brillo y firmeza; al salir, buscó ropa elegante, unos zapatos recién limpiados, unos pantalones de vestir color negro, una camisa color guinda con un saco levemente formal que anivelaba la elegancia de noche, finalmente le agregó olor con una colonia de marca Boss, la colocó alrededor de su cuello, en la parte superior de la muñeca a la altura de la vena, en su pecho y desodorante de la misma marca en su axila.
Su humor cada ves empeoraba, fue al espejo y decidió peinarse de lado mientras que procuraba ocultar sus ojeras abriendo sus mismos ojos levemente; se dio nuevamente la molestia de mirarse al espejo antes de irse, y decidió tele-transportarse al lugar indicado. Oh vaya que era molesto estar haciendo estas cosas entre semana, cuando podría estar dormido, o estando con una bella dama pasando un buen momento. Miró la mansión, algo similar a la suya en Londres, para terminar de regar la noche. Entró al hogar, y ya habían muchas personas dentro del lugar, su ceja se alzó algo extrañado, eran damas y caballeros de diferentes razas pero de un mismo lado llamado Merak. Internamente solo pensaba en suicidarse, pero ya era muy tarde para cambiar de opinión.
Con una sonrisa decidió romper el hielo. –Pero cuanta elegancia hay en este lugar… por su puesto, es Merak- dijo mientras acomodaba sus mechones de su cabello dejando su saco en un perchero. –Dorian… Dorian Wilde, es todo un placer, caballeros… señoritas…- dijo sonriendo dando un apretón de manos a los caballeros mientras que a cada dama le besaba la mano. -¿Alguien mas falta?, lamento la demora, que vergüenza, pero me han avisado algo tarde- dijo sacando su reloj de bolsillo.
Fue a tomar una ducha, colocó su jabón especial en su cuero cabelludo pasando con suavidad las yemas de los dedos en las zonas de la cabeza para que su cabello tuviese brillo y firmeza; al salir, buscó ropa elegante, unos zapatos recién limpiados, unos pantalones de vestir color negro, una camisa color guinda con un saco levemente formal que anivelaba la elegancia de noche, finalmente le agregó olor con una colonia de marca Boss, la colocó alrededor de su cuello, en la parte superior de la muñeca a la altura de la vena, en su pecho y desodorante de la misma marca en su axila.
Su humor cada ves empeoraba, fue al espejo y decidió peinarse de lado mientras que procuraba ocultar sus ojeras abriendo sus mismos ojos levemente; se dio nuevamente la molestia de mirarse al espejo antes de irse, y decidió tele-transportarse al lugar indicado. Oh vaya que era molesto estar haciendo estas cosas entre semana, cuando podría estar dormido, o estando con una bella dama pasando un buen momento. Miró la mansión, algo similar a la suya en Londres, para terminar de regar la noche. Entró al hogar, y ya habían muchas personas dentro del lugar, su ceja se alzó algo extrañado, eran damas y caballeros de diferentes razas pero de un mismo lado llamado Merak. Internamente solo pensaba en suicidarse, pero ya era muy tarde para cambiar de opinión.
Con una sonrisa decidió romper el hielo. –Pero cuanta elegancia hay en este lugar… por su puesto, es Merak- dijo mientras acomodaba sus mechones de su cabello dejando su saco en un perchero. –Dorian… Dorian Wilde, es todo un placer, caballeros… señoritas…- dijo sonriendo dando un apretón de manos a los caballeros mientras que a cada dama le besaba la mano. -¿Alguien mas falta?, lamento la demora, que vergüenza, pero me han avisado algo tarde- dijo sacando su reloj de bolsillo.
Invitado- Invitado
Re: Nuevos reclutas
-Cuatro criaturas por demás interesantes aparecían en la entrada de Merak habían pasado ya unos días del encuentro con Logan parte de las instalaciones estaban en ruinas un edificio del internado estaba destruido casi en su totalidad, básicamente esa pelea había quedado sin ganador, aún me encontraba malhumorada por ese hecho, observaba a cada uno su llegada y presentación ante mi, no era más que una simples estudiante de Merak, pero estaba segura de ser la persona más apropiada para recibirlos y mostrarles los planes de la academia para acabar con Legacy y por ende la corrompida humanidad.
La joven chica preguntaba si yo era Kurumi Tokisaki, mientras un trío de varones y variantes se presentaba también algunos lucían entusiasmados, otros parecían no estarlo así que decidía pasar a la presentación-.
Así es somos Kurumi Tokisaki - decíamos cuatro chicas diferentes que rodeaban a cada uno de los presentes- sean bienvenidos a Merak - cada una extendía la mano a uno de los presentes haciendo reverencia- este su nuevo hogar, espero vengan con plena disposición de ser leales a este lugar y sus causas.
-Las cuatro retrocedíamos para ver la respuesta tanto oral como corporal de cada uno de los nuevos integrantes-
Porque supongo que saben lo que es este lugar, sus ideales, y aspiraciones ¿Verdad?
La joven chica preguntaba si yo era Kurumi Tokisaki, mientras un trío de varones y variantes se presentaba también algunos lucían entusiasmados, otros parecían no estarlo así que decidía pasar a la presentación-.
Así es somos Kurumi Tokisaki - decíamos cuatro chicas diferentes que rodeaban a cada uno de los presentes- sean bienvenidos a Merak - cada una extendía la mano a uno de los presentes haciendo reverencia- este su nuevo hogar, espero vengan con plena disposición de ser leales a este lugar y sus causas.
-Las cuatro retrocedíamos para ver la respuesta tanto oral como corporal de cada uno de los nuevos integrantes-
Porque supongo que saben lo que es este lugar, sus ideales, y aspiraciones ¿Verdad?
Kurumi Tokisaki
Re: Nuevos reclutas
Sus ojos observaban a todos los reclutas con atención, vaya personalidades mas curiosas y peculiar, con su silencio, observaba a todos los nuevos reclutas con sus personalidades, había elegancia, arrogancia, seriedad, personas demasiado sociales, pero a todos los unía el mismo objetivo, Merak. Le causaba gracia, y no tenia ni la menor idea de como se iban a comunicar entre si.
Se sentó en un sillón y cruzo su pierna sin querer decir demasiado para prestar mucha atención a los movimientos de todos, hasta escuchar a las extrañas chicas que hablaban todas al mismo tiempo. Su ceja se alzo mientras fruncía el ceño, parecía una presentación de auditorio para jóvenes de preparatoria. Lo cual le hizo soltar una pequeña risa desde su lugar, se sentía aun mas joven de lo normal.
Cruzo sus brazos mientras miraba a los demás. - ¿existen ideales para pertenecer a un bando?-dijo jugando con sus uñas mirando a los demás riendo. –Interesante…- Miro a los demas esperando comentarios a cerco de lo ya dicho, para ver en que desastre podría acabar esto. Un bando con diferentes personalidades, iba a ser todo un buen reto.
Se sentó en un sillón y cruzo su pierna sin querer decir demasiado para prestar mucha atención a los movimientos de todos, hasta escuchar a las extrañas chicas que hablaban todas al mismo tiempo. Su ceja se alzo mientras fruncía el ceño, parecía una presentación de auditorio para jóvenes de preparatoria. Lo cual le hizo soltar una pequeña risa desde su lugar, se sentía aun mas joven de lo normal.
Cruzo sus brazos mientras miraba a los demás. - ¿existen ideales para pertenecer a un bando?-dijo jugando con sus uñas mirando a los demás riendo. –Interesante…- Miro a los demas esperando comentarios a cerco de lo ya dicho, para ver en que desastre podría acabar esto. Un bando con diferentes personalidades, iba a ser todo un buen reto.
Invitado- Invitado
Re: Nuevos reclutas
La mirada de DaeSung viajó por los alrededores aunque sin moverse de su sitio, en lugares desconocidos era mejor no estar de "curioso" pues podía provocar un problema para él sin duda. Su mirada se centró en la puerta un par de veces, la primera vez cuando ingresó aquel ser de cabellos claros, no era humano ni ser vivo, se podía percatar de ello por la ausencia del eco de la sangre en él. Algo que le resultaba interesante, ya que él solía verse fácilmente atraído en interés a saber más de lo que no conocía.
La segunda vez fue para ver a un chico con aspectos similares a los suyos, cabello púrpura, ojos rojizos. De su misma clase. Y no era para menos que sintiera que estaba en el sitio indicado al que había sido llamado.
No le sorprendió en absoluto de pronto verse acompañado de una réplica de la pelinegra, al contrario, esperaba ver cosas como esa en dicha reunión, suponía que las razones de ser llamados era precisamente para ver quienes estaban apoyando dicha causa. — Vaya, una bienvenida. Aunque en realidad no es como que tuviera otra opción. —Ciertamente, en Corea del sur solo tenías pocas opciones: huir con Legacy, unirte a Merak o simplemente no ser un estorbo.
— Voy a dejarlo claro de una vez, mis intenciones de estar aquí se reducen a una sola: los seres humanos son una raza inútil. Mientras mi objetivo siga siendo no tener que soportarlos, créeme que me da igual si incluso debo de ir hasta Brasil. —Habló con determinación y esperando que eso dejará muy en claro sus verdaderas intenciones.
La segunda vez fue para ver a un chico con aspectos similares a los suyos, cabello púrpura, ojos rojizos. De su misma clase. Y no era para menos que sintiera que estaba en el sitio indicado al que había sido llamado.
No le sorprendió en absoluto de pronto verse acompañado de una réplica de la pelinegra, al contrario, esperaba ver cosas como esa en dicha reunión, suponía que las razones de ser llamados era precisamente para ver quienes estaban apoyando dicha causa. — Vaya, una bienvenida. Aunque en realidad no es como que tuviera otra opción. —Ciertamente, en Corea del sur solo tenías pocas opciones: huir con Legacy, unirte a Merak o simplemente no ser un estorbo.
— Voy a dejarlo claro de una vez, mis intenciones de estar aquí se reducen a una sola: los seres humanos son una raza inútil. Mientras mi objetivo siga siendo no tener que soportarlos, créeme que me da igual si incluso debo de ir hasta Brasil. —Habló con determinación y esperando que eso dejará muy en claro sus verdaderas intenciones.
Invitado- Invitado
Re: Nuevos reclutas
Tras los lentes que ocultaban sus ojos carmesí, Adam comenzó su análisis.
Dorian Wilde, homínido masculino de presencia agobiante. No humano.
Kurumi Tokisaki. Homínido femenino. Puede multiplicarse. Eso, o es un androide de producción en masa.
Homínido femenino, identidad desconocida, raza indeterminada. Sólo es... Caucásica y ya.
Homínido masculino. Identidad desconocida. Raza indeterminada. Rasgos faciales coincidentes con los de los humanos lugareños. Raza, oriental de Corea.
Lo que hacía interesante a este último, eran sus comentarios. Adam los conocía, eran precisamente sus directrices de funcionamiento. Eliminar a la raza humana. Sólo que para él le resultaba más apasionante el diseccionarles y aprender de su funcionamiento y composición.
Pero ellos no. No eran interesantes en ese sentido. Los sensores térmicos detectaban que los presentes no presentaban el patrón de calor de los Homo Sapiens Sapiens. Los dos hombres, de hecho, compartían un patrón de azules y verdes, lo cual indicaba que eran seres térmicamente fríos. La caucásica presentaba un patrón de demasiados rojos, un cuerpo demasiado cálido. Y los "modelos de serie", no presentaban patrón en absoluto. Ninguno de los presentes era humano. Eran una entrada vacía en el banco de datos de Adam.
Y aparte de las ideologías del lugareño, Adam no sentía interés por ninguno de los demás.
- Es una lástima que no los aprecies. Creo que la mejor forma de anularlos, es comprendiendo y aprendiendo de ellos. -
Adam dijo así para el lugareño, sin intenciones hostiles. Era lo que realmente pensaba. Porque sí pensba. Su secuencia de pensamiento no era un simple algoritmo matemático. Era la tecnología distópica de diez mil años en adelante. Un pensamiento orgánico pero en desarrollo constante. Con una mano sosteniendo el codo del brazo contrario, cuya mano mesa su mentón, raspándolo con su guante extraño de terminaciones toscas de color rojo, se limitó a observar al "modelo de producción en masa" sin parón térmico.
- Kurumi, verdad? La directora ya me ha dicho un poco los objetivos, pero no creo haberlos captado correctamente. Luego de todo, sospecho que soy el más nuevo aquí, y me gustaría... Confirmar si lo que he entendido es correcto o no. -
Con una sonrisa a medio labio, se dirigió hacia la persona señalada. Su traje, o mejor dicho, sus trajes, le recordaban un poco a ciertas... Individualidades de su tiempo, y eso le desconcertaba un poco. Y sumado al hecho de que tenía réplicas funcionales, las coincidencias se acumulaban de forma sospechosa.
Quizá demasiado.
Dorian Wilde, homínido masculino de presencia agobiante. No humano.
Kurumi Tokisaki. Homínido femenino. Puede multiplicarse. Eso, o es un androide de producción en masa.
Homínido femenino, identidad desconocida, raza indeterminada. Sólo es... Caucásica y ya.
Homínido masculino. Identidad desconocida. Raza indeterminada. Rasgos faciales coincidentes con los de los humanos lugareños. Raza, oriental de Corea.
Lo que hacía interesante a este último, eran sus comentarios. Adam los conocía, eran precisamente sus directrices de funcionamiento. Eliminar a la raza humana. Sólo que para él le resultaba más apasionante el diseccionarles y aprender de su funcionamiento y composición.
Pero ellos no. No eran interesantes en ese sentido. Los sensores térmicos detectaban que los presentes no presentaban el patrón de calor de los Homo Sapiens Sapiens. Los dos hombres, de hecho, compartían un patrón de azules y verdes, lo cual indicaba que eran seres térmicamente fríos. La caucásica presentaba un patrón de demasiados rojos, un cuerpo demasiado cálido. Y los "modelos de serie", no presentaban patrón en absoluto. Ninguno de los presentes era humano. Eran una entrada vacía en el banco de datos de Adam.
Y aparte de las ideologías del lugareño, Adam no sentía interés por ninguno de los demás.
- Es una lástima que no los aprecies. Creo que la mejor forma de anularlos, es comprendiendo y aprendiendo de ellos. -
Adam dijo así para el lugareño, sin intenciones hostiles. Era lo que realmente pensaba. Porque sí pensba. Su secuencia de pensamiento no era un simple algoritmo matemático. Era la tecnología distópica de diez mil años en adelante. Un pensamiento orgánico pero en desarrollo constante. Con una mano sosteniendo el codo del brazo contrario, cuya mano mesa su mentón, raspándolo con su guante extraño de terminaciones toscas de color rojo, se limitó a observar al "modelo de producción en masa" sin parón térmico.
- Kurumi, verdad? La directora ya me ha dicho un poco los objetivos, pero no creo haberlos captado correctamente. Luego de todo, sospecho que soy el más nuevo aquí, y me gustaría... Confirmar si lo que he entendido es correcto o no. -
Con una sonrisa a medio labio, se dirigió hacia la persona señalada. Su traje, o mejor dicho, sus trajes, le recordaban un poco a ciertas... Individualidades de su tiempo, y eso le desconcertaba un poco. Y sumado al hecho de que tenía réplicas funcionales, las coincidencias se acumulaban de forma sospechosa.
Quizá demasiado.
Invitado- Invitado
Re: Nuevos reclutas
El aroma a colonias caras y a dinero agasajaba en todo el lugar, la clase era alta, unas 4 personas en ese caso destacaban bastante bien.
Todo iba bien hasta escuchar una critica/ queja por parte de la única rubia de la sala, vaya que no pudo evitar soltar una pequeña risa disimulada, ya que era cierto, hasta que el joven de cabellos largos interrumpió el momento de buya. Ahí fue donde Dorian había tomado la decisión de calmarse un poco escuchando los comentarios trascendidos. Kurumi se le hacía una niña, que no sabia que estaba haciendo pero ahí estaba, con los nuevos reclutas; Alice una dama vanidosa y problemática, Dae un chico que por su apariencia se notaba como el superior y Adam como alguien inteligente pero sumamente arrogante.
De momento se sentía ahogado e intoxicado por el ambiente que se sentía en el lugar, a parte de ser pequeño, se sentía la vibra de las personas, incluso se podía ver, era tan incomodo, Dorian preferia no hacer comentarios, aunque se mordia la lengua. Como por ejemplo: Kurumi y su forma tan infantil de tratar los asuntos; Alice, siendo una mujer tan bella, hace comentarios tan tremendos y Adam y su vanides superior al de todos los presentes con sus trajes y su forma de expresarse ante los comentarios de la otra chica de comentarios absurdos. Todos eran una manada de vanidosos, pero tenían algo en común, y era el destruir el territorio de Legacy.
-Yo si me he enterado- dijo contestando a la dama. –Pero si lo repites, creo que prestaría aun mas atención- dijo con una sonrisa coqueta en su rostro; su forma mujeriega de ser, nunca cambiaria.
Todo iba bien hasta escuchar una critica/ queja por parte de la única rubia de la sala, vaya que no pudo evitar soltar una pequeña risa disimulada, ya que era cierto, hasta que el joven de cabellos largos interrumpió el momento de buya. Ahí fue donde Dorian había tomado la decisión de calmarse un poco escuchando los comentarios trascendidos. Kurumi se le hacía una niña, que no sabia que estaba haciendo pero ahí estaba, con los nuevos reclutas; Alice una dama vanidosa y problemática, Dae un chico que por su apariencia se notaba como el superior y Adam como alguien inteligente pero sumamente arrogante.
De momento se sentía ahogado e intoxicado por el ambiente que se sentía en el lugar, a parte de ser pequeño, se sentía la vibra de las personas, incluso se podía ver, era tan incomodo, Dorian preferia no hacer comentarios, aunque se mordia la lengua. Como por ejemplo: Kurumi y su forma tan infantil de tratar los asuntos; Alice, siendo una mujer tan bella, hace comentarios tan tremendos y Adam y su vanides superior al de todos los presentes con sus trajes y su forma de expresarse ante los comentarios de la otra chica de comentarios absurdos. Todos eran una manada de vanidosos, pero tenían algo en común, y era el destruir el territorio de Legacy.
-Yo si me he enterado- dijo contestando a la dama. –Pero si lo repites, creo que prestaría aun mas atención- dijo con una sonrisa coqueta en su rostro; su forma mujeriega de ser, nunca cambiaria.
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