Dulces mordiscos

-Era la  fresca mañana de un viernes, este día me despertaba con una actitud fuera de lo común en mí me sentía triste, sola, e incompleta, había soñado con Shiro mi primer amiga al llegar a Legacy , la albina era un chica de carácter dócil, dulce , era una hermosa niña, sin embargo, cuando Shiro perdía la razón era fría, despiadada, cruel, incluso la única vez que la vi actuar de esa manera llegué a sentir no miedo, pero si la certeza de su peligrosidad.

A pesar de eso nos convertimos en grandes amigas, al escuchar su historia no sólo la vi como mi mejor amiga jure estar a su lado siempre y protegerla de todo peligro, pues no permitiría que volviera a pasar por lo mismo, sin embargo un día desapareció por semanas dejando una sensación de vacío y una gran tristeza en mí; tiempo después volvió para despedirse para siempre de mi.

Ese sueño sin duda dejo un malestar en mi, la extrañaba mucho para mí era casi imposible sentir cariño por alguna persona pero con ella era distinto, decidí salir a la ciudad al parque de diversiones tal vez eso serviría para distraerme y pasar un rato agradable, volviendo a sellar la extraña sensación que su partida dejo.

Había un puesto de algodones de azúcar compre uno de color rosa, caminaba por el lugar observando todo y decidiendo por donde empezar.-

Veamos..-pausaba para morder mi algodón de azúcar, mirando alrededor  como si una niña pequeña fuera, caminaba hasta que una chica atrae mi atención, tan sólo la miraba mientras comía.-

Habian pasado unas pocas semanas desde que la pequeña Illyasviel habia llegado por fin a la Academia Legacy, sin embargo hoy tenía un día libre, y estando aburrida se decidió por el parque de diversiones.

Llevaba pocas horas en el aglomerado lugar, los niños corría de un juego a otro, siendo perseguidos por sus atareados progenitores, los cuales parecían sufrir mas cuando llevaban un grupo de niños.

Los gritos se alcanzaban a escuchar desde los juegos mas grandes, torres y montañas rusas, donde solo los mas grandes podían subir. La pequeña albina contenta miraba con sus enormes orbes rojos toda la acción con una gran sonrisa en el rostro, hasta que algo llamó la atención, un mago ambulante haciendo trucos y la pequeña corrió hacia el, con el vestido ondendl debido a la acción del viento, parándose entre la pequeña multitud que rodeaba al hombre.

Según ruby era una pérdida de tiempo ya que ella podía hacer mejores trucos, mas para su frustración fue ignorada por su master quien parecía solo tener ojos para el hombre del sombrero.

Resignada, el báculo de la pequeña, descansaba en su cabeza confundiendose con un sdorno para cabello.

-Illya san, esto es muy aburrido-
-vamls ruby chan, has esto por mi, no tengo con quien mas venir-

Y es que desgraciadamente, ella se había separado de Miyu, su mejor amiga a quien deseaba salvar mas que nada y no podía, ni siquiera podia compartir ese maravillodo momento...
Las lagrimas comenzaban a asomar por entre los ojos de la niña, siendo detenidas por las alas de Ruby, quien se disculpó, antes de seguir viendo el espectáculo.

No era que realmente le gustara el mago, si no que el parque le recorsaba a todas sus amigas y a la mejor de todas y sobretodo al hecho de que no estaba con ellas, apretaba su vestido color rosa suspirando un poco debido a la nostalgia.