Medianoche [Libre]

por **Charlotte Dunois** Dom Nov 05, 2017 7:58 pm

La luna llena estaba en lo alto del firmamento. Serena y con un manchón negro que le cruzaba de lado a lado, de manera horizontal, como si una serpiente se arrastrase debajo de una blanca y luminosa roca. El frío hizo que la rubia se lleva las manos a los bolsillos y suspirara un poco del frío. Ciertamente, ella estaba aburrida, y preocupada. Temía que la guerra entre ambos bandos estallase en cualquier momento y por ende, ponerse a combatir tal como lo hizo con la vieja Academia Svartgard.

Le dolían las puntas de los dedos. ¿Será el nerviosismo o algo parecido? Ahora era momento para distraerse, e ir hacia el bosque de palmeras que conducía a las playas de esta gran isla. Ella solo tenía su pequeño MP3 en el jeans, y unos auriculares que le conectaban. Una música de pop algo oscura. Pese a la música, el rugido lento y suave del mar se podía oír claramente. Un sonido que relajaba a cualquier persona, pues, por algo estamos hechos de agua.

Pasó por el camino y se sentó sobre una de las bancas, y veía cómo la dama de la noche hacía lucir sus centellas en el horizonte, en un mar infinito y oscuro. Lo mismo de siempre, pero ahora se detenía a verlo con más comprensión. Definitivamente, y aunque el frío imperaba, valía la pena ver el hermoso mar y prestar atención a sus sonidos.

Entonces, escucha que algo se le aproxima. La rubia se quita los auriculares, se incorpora rápidamente y saca una pistola. ¿Alguien de Merak?

por Invitado Lun Nov 06, 2017 6:37 pm

Era una noche fantástica para ir a la playa, aunque hacía frío, eso debía reconocerlo, Toru no pensaba que un rato a remojo le causara mucho problemas, pues la capa de pelaje que cubría su cuerpo, le servía en gran medida contra el agua fría. Aún así iba equipado con una buena toalla, su tabla de surf, una pequeña lámpara de luz pálida como la luna llega una un pequeño brasero portátil, que funcionaba con una gema naranja que daba algo de luz y tanta calor como una hoguera de verdad. Toru iba con unos pantalones de cuero y una chaqueta, bajo la cual llevaba una camiseta de mangas cortas. Llegó hasta la zona de la playa, viendo que en las cercanías parecía ver a alguien, pues la vio incorporarse pero no le prestó mucha atención, pues cualquiera era libre de ir a la playa a la hora que quisiera. Caminó hasta unos metros de la orilla, donde dejó su tabla y las otras cosas que llevaba, dejó la lámpara sobre la arena cerca del brasero portátil, dejó su mochila donde llevaba la toalla y se empezó a desnudar tranquilamente. La principal razón de ir a aquellas horas era aquello mismo, a Toru no le gustaba usar ningún tipo de traje de baño cuando iba a nada o a practicar surf.

De todos modos Toru era un híbrido o draken como se llamaban a sí mismos su raza híbrida. Medía poco más de metro treinta de altura, tenía el cuerpo cubierto por un pelaje de color morado y violeta, con una larga cola musculosa. Se desnudó por completo pero no daba aquella sensación, pues sus genitales quedaban ocultos bajo la piel, marcándose la zona con un ligero abultamiento. Hizo unos estiramientos en la playa y luego tomó su tabla de surf y se dirigió hacia el mar, iluminado por la pálida luna que hacía que la espuma que coronaba la solas fueran como filigranas de plata. No pudo evitar lanzar una exclamación cuando se metió en el agua, alzando la cola totalmente tiesa. Después se lanzó sobre la tabla mientras usaba los brazos con movimientos amplios para adentrarse hacia donde nacían las olas. Una vez allí se sentó abierto de piernas sobre la tabla y esperó el momento propicio para coger una buena ola.

El draken se puso en pie sobre la tabla con las rodillas flexionada y los brazos abiertos para mantener el equilibrio. Toru se subió a la cresta como solía decirse y luego pudo deslizarse de costado por la ola en la que se estaba formando un fantástico tubo. La luna llena iluminaba la escena desde atrás y parecía como si el draken hubiera sido engullido por una ola de plata. Salió por el otro extremo empapado pero aún subido a la tabla de surfear. Tras un par de olas más, el draken estaba totalmente congelado y se dirigió a la orilla, donde se sacudió con tanta energía que quedó casi seco y con el pelo inflado como un pompón. Luego corrió poniéndose junto al pequeño brasero y cubriéndose con la tolla que casó de la mochila.

-Por todos los dioses, se me han quedado como canicas.- Comentó mientras claramente se masajeaba la entre pierna con una mano bajo la tolla, mientras se ponía de espaldas al brasero, con la cola totalmente alzada para calentarse y secarse el trasero.

Lo más mojado que seguía era el pelo de la cabeza y el draken se empezó a frotar la misma mientras le gema naranja del brasero le calentaba la cola. Alzó la mirada hacia el cielo mirando el firmamento cuajado de estrellas y la hermosa luna llena.

por **Charlotte Dunois** Lun Nov 13, 2017 8:03 pm

Se escondió tras uno de los arbustos, y sus orbes no podían creer lo que estaba observando. Definitivamente, eso era algo salido de este mundo, de este universo. Sí, una criatura. Estaba cubierta de un pelaje que le brillaba a la luz de la luna. Charlotte estaba totalmente aterrada. ¿Qué venía a hacer ese monstruo a la playa? ¿A pescar? ¿A poner crías o algo?

Si había algo que definitivamente le asustaba eran esas paletas que tenía en sus fauces. Eran como cilindros y parecía que con ellos podría perforar el acero como si estuviera hecho de flan. ¿Se habrá dado cuenta de la presencia de la rubia? En su natal Francia, ni en su estancia en la Academia Legacy había visto algo de semejantes características. La joven Dunois se petrificó al ver que también tenía algo en su mano. ¿Se había comido un surfista? Poco importaba, pero sí que eso se veía totalmente peligroso.

- ¡Escudos activados! - exclamó la rubicunda, y una esfera de color rosada cubrió todo su cuerpo, y apuntó a la bestia con su pistola láser. No dijo nada de nada. Solo se le quedó observando, y acercándosele poco a poco, con un rostro muy serio. - Tú debes ser el chupacabras... - comentó. ¿Y si era un animal suelto por los de Merak a merodear por la playa y los interiores del castillo? Nadie sabe para quién trabaja.

por Invitado Mar Nov 28, 2017 6:20 pm

Toru no sabía que su presencia había despertado la curiosidad de una persona, que al igual que él, había ido a disfrutar de la playa, solo que en su caso la había ido a disfrutar de manera más activa, disfrutando de las olas. El brasero portátil derramaba sobre él una luz suave y cálida que le caldeaba los fríos músculos, pues pese a su pelaje el agua fría del océano en aquella época del año era incluso demasiado para él. Estaba secándose la cabeza tranquilamente, de espaldas al brasero con la cola alzada cuando escuchó una exclamación a su espalda, sobresaltándolo y haciéndole dar un salto en el aire de casi un metro. El draken se giró hacia aquella joven a la cual cubría una especie de aura de energía rosa y lo amenazaba con algún tipo de pistola. Evidentemente dejó caer la toalla al alzar las manos, por lo que quedó expuesto delante de ella. No llevaba nada de ropa, pero tampoco parecía hacerle mucha falta, pues no se le notaban los genitales, en su lugar había solo un ligero abultamiento entre las piernas.

-¡¿Qué diablos dices?! Soy un draken, un híbrido si quieres verlo de otro modo. Soy estudiante de la Academia Legacy.- Le informó indignado y con las mejillas ruborizadas, pues solo esperaba que además aquella joven se burlara de él. -Mi nombre es Toru y me gustaría que me dejaras de amenazar con ese chisme.- Gruñó señalando el arma, moviendo la punta de la cola alzada a su espalda. -Me gustaría ponerme algo de ropa, me da igual estar desnudo, pero tengo entendido que por esta zona la sociedad humana mira con malos ojos que uno vaya desnudo.- Explicó con tranquilidad, encogiendo los hombros.

por **Charlotte Dunois** Miér Nov 29, 2017 9:22 pm

La esfera rosada que le rodeaba estaba despareciendo. Charlotte bajó el arma y suspiró, ya totalmente relajada. Se notaba que el contrario era alguien muy inteligente. Se hizo llamar "draken", término que nunca antes había escuchado, y que sin embargo podría ver que era una especie de bestia humanoide con dos colmillos cilíndricos que le salían de las fauces. Su mirada era al menos bonita, incluso tierna. El cuerpo entero de la criatura estaba cubierto por un pelaje que parecía bastante denso, y a juzgar a simple vista, aunque sea de noche, parecía húmeda, y es que el agua le estilaba.

Carraspeó, junto ambas manos tras las espaldas, y se ordenó sus cabellos rubios tras la oreja - Disculpe, Toru. No sabía que era un alumno de la Academia, y... creo que es mejor que se vista aunque sea extraño para usted. Pues la mayoría llevamos... ropa - comentó pellizcando su propio polerón rosado de lana. Era muy inteligente. No podía tomarlo como una simple mascota con apariencia humanoide. Este "draken" sí sabía lo que estaba haciendo, y por algún motivo en particular había ingresado a esta academia. Además, no estaba bien juzgar a los demás por su aspecto.

- ¿Qué le parece si vamos a la Academia? Pero primero debe sacarse antes de que deje todo mojado por allí - le sonrió guardando la pistola en su funda. Alzó la mirada a las estrellas y luego cerró los ojos. Hace tiempo que no había venido por acá, y la verdad le relajaba ese sonido lento. - Disculpe por haberle amenazado. Rondan enemigos de Legacy y solo me protejo - ya todo el entuerto le había causado algo de hambre. Un buen helado de chocolate o unos bombones le harían reponerse de ánimos. Detuvo su andar y luego hizo una pregunta: -¿Qué comen los drakens? - interrogó con algo de nerviosismo al pensar que quizás no quería saber esa respuesta.

por Invitado Sáb Dic 09, 2017 9:31 am

Por suerte la joven no parecía dispuesta a burlarse de él, cosa que agradeció aunque notó que lo miraba con intensa curiosidad, cosa que lo hizo ruborizarse un poco. Se acercó donde había dejado su ropa y como ya se había secado se puso primero un taparrabos y encima los pantalones, tras lo cual se puso una chaqueta forrada de borreguito.

-Ya, he podido comprobarlo.- Gruñó un poco cuando ella le hizo ver que todos llevaban ropa por allí. -Ya estoy seco, basta con sacudirme un poco y algo de calor.- Dijo señalando el pequeño brasero portátil. -Y sí claro, tenía pensado volver ya, quiero darme un buen baño caliente para quitarme la sal y la arena de la playa. Tengo entendido que hay unas buenas termas, supongo que iré allí.- Dijo mientras recogía sus cosas.

Cuando lo tuvo todo recogido echó a andar tras la joven, ya era tarde y lo único que le apetecía era darse un buen baño caliente. La pregunta de la joven le extrañó un poco, de modo que se limitó a encogerse de hombros.

-Bueno, no te preocupes por eso… -Dijo refiriéndose al haberlo amenazado.- Y comemos de todo, aunque a mí personalmente me encanta el pescado y el marisco. Mi aldea está cerca del mar y muchos drakens se dedican a la pesca.- Explicó.- Tengo entendido que los humanos también suelen comer todo tipo de cosas, algunas bastante curiosas, según tengo entendido, como insectos. -Dijo riendo un poco mientras caminaba hacia la Academia junto a la joven.

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