Conociendo los Lugares~ [Libre]

Una mañana perfecta para salir a conocer el lugar en donde recientemente se había mudado, era más que favorable ya que, se iba a quedar allí un periodo indefinido, pero necesitaría saber qué cosas le quedan alrededor de los lugares principales cercanos a su acogedor departamento, no hacía mucho sol, pero tampoco era un día frio para caminar, por lo que la joven con mucha calma se dirige a su habitación para ponerse de vestimenta, una falda blanca media corta a medio muslo, una blusa manga largas rojo vino, unas botas negras por encima de las rodillas, su larga cabellera hasta sus caderas, de color plateada al aire libre, recoge su bolso con unas cuantas cosas necesarias para ella, incluyendo un libro algo interesante para ella, que no se cansa nunca de leer “Orgullo y Prejuicio – Jane Austen”.

Apaga las luces que quedaban de camino a la puerta para poder dar una última ojeada a la casa antes de recoger las llaves e irse a caminar, sale del edificio de donde estaba, para dar una bocanada de aire y poder mirar al cielo a ver las nubes como estaban para saber que tan largo seria su paseo en ese día, estaba perfecto, el cielo azul y las nubes blanca como el algodón, una gran sonrisa le invadió su rostro por aquello.

Tras caminar unas cuantas cuadras a un ritmo lento, mirando las vitrinas de las tiendas que se encontraban en la vereda de la acera que estaba caminando, visualiza a unos metros más adelante un gran parque, donde en el mismo centro se hallaba un gran árbol, acelerando un poco el paso para poder acercarse, ya estando en las raíces del mismo, sonríe y se deja recostar de su frondoso tronco y sus cómodas raíces, para así, colocar su bolso a un lado, y abrir el libro en el espacio donde se había quedado, toma el separador de libros y lo coloca en la solapa del mismo y continua su lectura, relajándose estirando y cruzando las piernas para poder disfrutar la misma - Que día más hermoso, espero que siga así todo el día…-

Mientras estaba en su departamento, aquella chica de cabellos rosados estaba sentada en su escritorio mirando aquellas fotografías que había tomado por la ciudad hace días, sin embargo, había un lugar en particular cuyas fotografías no acababan de convencerla. Era el del parque de cerezos, cuyo contenido era opacado por la cantidad de personas que no dejaban ver bien el panorama del parque, así que decide ir nuevamente a sacar más fotografías.
Era una tarde perfecta para un paseo, solo esperaba no estuviera lleno de gente.
Se levantó de su silla, tomó su cámara fotográfica y la coloco en su bolsa, se dirigió a la puerta para luego salir del departamento y posteriormente del edificio.
Caminó por las calles de la ciudad que siempre estaba animada, mirando las diferentes tiendas, la gente cruzando de un lado a otro y el ruido de los motores de los vehículos, aunque ya vivía un tiempo en la ciudad, le costaba un poco acostumbrarse a todo ese ruido.

Después de cruzar varias cuadras de la ciudad, finalmente llega a su destino: el parque de cerezo.

─Oh… ¡qué bien! ¡no hay mucha gente! Al menos podre tomar mejores fotos de las flores…

Suspiro aliviada mientras se encamino dentro del parque, había muchos árboles hermosos, pero había uno que le llamo especialmente la atención, un árbol de gran tamaño que se encontraba en medio del todo el parque.
Decidió tomarle fotografías por lo que saco su cámara y empezó a capturar las imágenes en su lente, moviéndose de un punto a otro para tener diferentes puntos del árbol, acercándose poco a poco hasta llegar a su sombra, no había notado que alguien se encontraba recostada en su tronco y sin querer le tomo una fotografía con flash.

─ ¡Perfecto! ¡ya tengo lo que necesito!  

Se mostraba entusiasta aquella pelirrosada mientras miraba las flores rosadas del árbol.

─En verdad que es hermoso…

Mostró una leve pero dulce sonrisa mientras admiraba la belleza de la naturaleza, entonces tras bajar la mirada, logro notar la presencia de aquella chica de cabellos claros.

─¡Aaaah!

Solo dijo eso, realmente se había sorprendido, no se había dado cuenta de su presencia hasta hace un momento.

─L-Lo siento… No te había notado…

Apenada, aquella chica de rosados cabellos se inclina levemente hacia la chica que leía bajo la sombra de aquel árbol.

La joven se había entrado a su libro rápidamente, no podía negar que amaba esa obra literaria, además de ser su favorita era como la vez número mil que lo leía, le encantaba sus diálogos, la descripción de sus personajes y lugares y como no amar al Sr. Darcy.. era increíble, su crush hecho realidad, pero lamentablemente estaba en un libro y no podía salir de ahí para conocerle y poder tener una perfecta relación con una persona perfecta y obstinada como era el Sr Darcy.

Justo después de unas cuantas páginas a la izquierda, el viento soplaba con más intensidad refrescando mucho más el ambiente, no estaba caluroso pero esa brisa caía perfecta para una buena tarde de lectura en ese maravilloso lugar, estaba muy relajada podía pasar allí horas y horas y no le iba a molestar o siquiera a darse cuenta del paso del tiempo, pero de un momento a otro siente una joven a su alrededor, cosa que no la saco de su concentración pero llamaba ligeramente su atención, pero no lo suficiente para separarla de su gran amor, el libro.

Luego de unos minutos, no muy largos la joven se encontraba prácticamente frente a la albina, levanta su mirada y baja el libro ligeramente, observando a la joven peli rosa, estaba muy enfocada en conseguir aquella fotografía, tan concentrada que no se daba cuenta en donde estaba, le causo mucha gracia y ternura porque tenía mucho tiempo que no encontraba una persona tan enfocada en conseguir algo como lo desea hasta tratar de hacerlo perfecto y era justo lo que observaba en esa chica, empeñada en conseguir la fotografía.

Al ver que la chica al fin nota su presencia y algo torpe por la sorpresa no pudo evitar reír levemente cubriendo sus labios con su mano derecha, negando después mientras volvía a verla – No te preocupes, no pasó nada, espero que hayas conseguido lo que andabas buscando, tienes pinta de que amas lo que haces – comenta la joven colocando con algo de delicadeza el separador de libro justo en la página que se encontraba para cerrar la solapa y volver a mirar a la chica.

– Me gustaría ver que tratabas de retratar con tanto entusiasmo, si es posible- comenta aun con gracia con la sonrisa en los labios, señalando a su lado un espacio para que pudiese tomar asiento. – Por cierto, me llamo Irisviel Asakura, soy algo nueva en este lugar, ¡es un placer conocerte! Y me fascino la manera en cómo te conocí – comenta nuevamente con la misma jocosidad del momento, no podía negar que le parecía muy adorable la chica.

Se había sorprendido como aquella chica le hablaba de una forma elegante y serena, le recordaba en cierta forma a su madre por lo que, sin saberlo, aquella pelirrosada sonreía dulcemente mientras escuchaba cada palabra de la albina.
Pudo observar como dejaba el separador en el libro de forma levemente delicada para luego voltear a verla, sentir su mirada le había puesto nerviosa.

─¡C-Claro que sí!  ¡R-Realmente me esfuerzo por tomar la mejor foto!

Realmente se había puesto nerviosa, a tal medida que estaba tartamudeando, aunque al ver como aquella chica le señalaba el espacio libre a su lado, supo que quería que se sentara a su lado.
Suspiro un poco para quitar el nerviosismo mientras rebuscaba en su bolsa.

─E-Es un gusto, mi nombre es Shade…Ayana Shade… y claro, puedo enseñarte mi trabajo. S-Solo dame un momento jeje

Mientras movía su mano en el interior de la bolsa, finalmente consigue agarrar las fotografías, sin embargo, en el momento de sacarlos, estos fueron cayendo al suelo.
Habían varias fotografías de diferentes lugares, tanto hermosos como tenebrosos, teniendo cierto elemento en ellas, flores.

─Oh…que torpe…

La pelirrosada se puso de rodillas para recoger las fotografías.

“Vaya primera impresión” Dijo una voz masculina de forma burlona.

─Ni me lo digas… -musito la pelirrosada mientras continuaba en recoger las fotos-

La joven albina no podía dejar de reír con las ocurrencias y algo de torpeza de la joven que se encontraba al frente, la peli rosa quizás le alegre más el día de lo que ya estaba previsto en la cabeza de la chica, no puede evitar quedarse mirándola como actuaba, era realmente adorable y tierna, algo tenía que le causaba esa sensación, luego de hacerle el espacio a su lado se rueda ligeramente a un lado para que pueda sentarse más adelante.

-EL gusto es mío Ayana, espero que seas una buena artista, quien sabe si te contrato para mis secciones de fotos personales – Comenta sonriendo divertida notando su tartamudeo y su forma algo torpe de actuar, la cual le da un poco de ternura, para luego de unos segundos como por arte de magia ve como las fotografías salen volando de su bolso, lo cual la sorprende rápidamente haciéndola parpadear y luego se cubre los labios para luego reir divertida por su forma.

– woow haces llover fotografía, es magia! Eres muy buena haciendo fotos que hasta magia haces – Comenta sonriendo divertida mientras la ayuda a recoger y mientras va tomando fotos en sus manos ve que hay un común denominador en sus fotos, las flores, cosa que le dio mucha curiosidad -Me encanta lo que veo, ¿y porque haces fotos a las flores?  ¿Tanto te gustan? – Dice divertida mientras aun continúa ayudándola a recoger -No te preocupes por esto, es una forma divertida y peculiar de conocernos, de hecho muy original, me encanto! -.

Realmente se sentía apenada por su torpeza, tanto que sus mejillas empezaron a enrojecerse por la vergüenza, apenas conocía a alguien y ya había “metido la pata”.
Sorprendentemente aquella albina parecía gustarle esa forma de ser de la pelirrosada, lo cual no sabía cómo reaccionar.
Solo asentía nerviosa mientras recogía sus fotos, hasta notar que aquella albina se tomó la molestia de ayudarla y fijar su mirada en el contenido de las fotos.
Era claro que todas tenían flores, era sin duda una marca característica de su fotógrafa, tras escuchar la razón de fotografiar las flores, la pelirrosada suspiro calmadamente y responde:

─Bueno, todo fotógrafo tiene algo que lo caracteriza, muchas veces son el significado de algo, en mi caso es mi nombre.

Una vez que termina de recoger todas sus fotografías, se las entrega a la albina para que las mirara, varias de esas fotos contenían flores de vivos colores, otras tenían plantas verdes con distintos tipos de hojas, inclusive había plantas venenosas.
Aquella chica se acomodó a un lado de la albina para seguir hablando.

─Debo admitir que es una forma única de conocer a la gente, es divertido, si lo piensas… -se quedó un momento en silencio para luego recordar el tema anterior- ¡Ah! Si seré torpe… había dicho que tomaba fotografías debido a mi nombre, pero nunca lo mencione, Ahora me presento, Mi nombre es Shade, Ayana Shade. Mi nombre significa “Bella Flor” y mi apellido es bastante obvio… Así que uso mi nombre como marca, la principal son las flores, la otra es el contraste oscuro que le doy en honor a mi apellido, es un buen efecto y no quita protagonismo al paisaje.

Parecía orgullosa con su trabajo, era algo que la apasionaba demasiado, aunque su arte no era algo que mostraba a cualquiera, por lo que esa chica de claros cabellos era la primera en ver su trabajo como tal.

La joven albina se encontraba muy divertida y feliz al encontrase de una forma muy peculiar con aquella joven, no podía negar que amaba las cosas inusuales, pero esta vez, si gano dentro de su parámetro de cosas diferentes, era increíble como una sola persona en tan poco tiempo haya despertado curiosidad para conversar y al mismo tiempo ganas de escucharle y compartir mas de un simple saludo, tras dejar que la joven se sentara y escuchar atentamente lo que ella le estaba diciendo sobre su nombre y la relación con sus fotografías le pareció espectacular, era algo realmente interesante y muy bien manejado el concepto.

-Wow, si que tuviste suerte y ganas de una profesión como la tuya, es complicado mezclar las cosas y en tu caso fue como mandado hacer, un nombre muy bonito para implantarlo en tus negocios, y déjame decirte que me encanta lo que veo – Era realmente honesta, apreciaba el arte que ella había plasmado en aquellas fotografías, era increíble como los detalles, los más mínimos salían a relucir dentro de bellas flores, cambiando de colores, pero aun persistentes con el concepto – Realmente tienen tu esencia, muy buen trabajo, realmente fascinante – Exclamo la chica.

Dentro de un rato, cuando termina de ver todas las fotografías que la joven llevaba consigo, no pudo evitar en proponerle un trabajo mas estable que simplemente un hobby, era muy buena en lo que hacía, solo que no tenia la palanca suficiente para darse cuenta y ella estaba completamente dispuesta a ayudarla con ello – Sabes, me gustaría, que trabajaras para mí, a mí también me encanta la fotografía, si quieres podemos hacer un negocio juntas y de paso contratarte como mi fotógrafa personal, espero que no me declines, porque realmente tu trabajo es asombroso – Dice la chica entre una sonrisa en sus labios y sinceridad en sus palabras.

-Realmente soy nueva en este lugar y estoy buscando como establecerme y poder hacer de este sitio un lugar mas permanente para mi y como no hacerlo si ya tendría lo mas difícil que es un trabajo, ya lo demás cae solo y por su propio peso - Comento la joven siendo honesta con ella y deseando realmente que se hiciera el pacto en el trabajo, ambas podrían llegar lejos y mas si podrían llegar ser muy buenas amigas.

La propuesta de trabajo de aquella albina era algo que no esperaba, se escuchaba entusiasta ante el tema y parecía que quería que aceptara.
La pelirrosada se quedó en silencio mientras pensaba detenidamente la situación.

“Trabajar juntas…Fotógrafa personal…”

Realmente era tentador, pero apenas conocía aquella chica, por lo que tenía que pensarlo muy bien.

─Bueno… no quiero rechazar el trabajo, pero tampoco lo aceptare de inmediato, me gustaría conocerte mejor, ser tu amiga primero para después tener una buena base para nuestro futuro.

Dijo mientras tomaba su cámara fotográfica y acariciaba levemente el cuero.

─Si quiero trabajar…pero quiero que todo lo que haga sea apasionado, por eso quiero conocerte más, quiero hacer que la convivencia contigo no sea solo negocios, que cada fotografía que tome sea tan importante sentimentalmente como artísticamente… E-Espero lo entiendas…

Bajo levemente la mirada mientras observaba la lente de su cámara, el reflejo de su rostro era notorio y una leve sonrisa se reflejó.

Después de hacer aquella propuesta y ver que la joven se quedaba pensativa quizás, había excedido un poco y la asusto por lanzarle una propuesta tan seria con tan poco tiempo de conocerse, era algo raro si ella decía que si, porque ella en su posición lo pensaría o denegaría, ya que es mucha responsabilidad para tomarla con un extraño, efectivamente luego de escucharle decir, le sonríe, porque más o menos sabría su respuesta y de ninguna forma podría molestarle, ya que tendría toda la razón de pensárselo, y mas si es una pasión.

¡No te preocupes! Entiendo completamente todo lo que me dices, realmente creo que me desespere un poco al pedírtelo sin pasar mas tiempo como una amistad, en eso tienes toda la razón, me disculpo por acelerada -Ríe de forma gentil esperando que pudiese perdonarla por tal arrebato, a la joven le encanta la fotografía, también es su pasión, además de tocar el piano y leer, pero por escuchar y conocer una persona que compartía sus intereses se descontrolo y soltó todo desde el inicio – Pero claro que me gustaría ser tu amiga, eres una chica muy adorable y apasionada, y me encanta las personas así en mi vida~ -

Sigue con la misma sonrisa, sintiendo la calidez del día y la brisa fresa que le acompañaba, colocando un mechón de su blanco pelo detrás de su oreja para poder tener mas visibilidad de todo lo que le rodeaba para luego comentarle – Realmente soy nueva por estos lados y me gustaría tener un negocio estable y como te vi, no lo pensé, pero de igual forma podrías aceptarlo mas adelante, porque igualmente montare el estudio, luego de descansar un rato por aquí, empezare a caminar a buscar local que me pueda ayudar al menos a tener tres set listos y uno para poder modificarlos sin problemas, son equipos costosos pero creo que si se invertirá, es porque se recibirá y mas si se hace con amor y entusiasmo -Ladea un poco la cabeza aun conservando aquella sonrisa que le caracterizaba,

-Eres una joven muy linda y tierna -Comenta observándole su pelo y la mirada expresiva que daba, realmente le resaltaban muchas cualidades las cuales se adornaban de forma divertida al ser un poco torpe, dado que la albina podía transmitir sentimientos y poder comunicarse por medio de las manos, le coloca delicadamente una mano en su mejilla, sonriendo esta vez de forma amplia casi cerrando los ojos *Un placer conocerte, espero nos llevemos genial*.

Se sentía aliviada al escuchar que aquella chica aceptaba su condición, al menos tendría una amiga más después de estar cierto tiempo viviendo en la ciudad.
Escuchaba atentamente sobre los planes que tenía aquella albina sobre montar un estudio de fotografía, era algo fascinante, pero como todo en la vida, se toma su tiempo, solo esperaba que aquella chica consiguiera lo que quería.

Sonríe levemente tras escuchar el alago de aquella albina, pero no se esperaba que mediante el tacto de su mano en su mejilla lograra escuchar claramente su voz en su cabeza.

─U…¡Usas la telepatía!

Sus ojos se abrieron como platos por el asombro, no esperaba encontrarse a alguien con esa capacidad, ella apenas podía hacerlo si dicha persona tiene un lazo de amistad con ella.
Con una sonrisa de oreja a oreja, aquella pelirrosada miraba a los orbes rojizos de la albina, sus ojos emitían cierto brillo de emoción, lo típico que verías ante una niña cuando ve algo que le gusta.

─¡Eso es genial! ¡Eres genial!

Parecía querer dar pequeños saltitos de la emoción, pero la sombra que la acompañaba siempre, se movía aleatoriamente.

Ríe divertida al ver la reacción que tenia la joven al escucharla a través de su telepatía, era algo increíble según la joven, pero normal para ella, de hecho, le gustaba comunicarse de esa forma cuando necesitaba mantener algo en secreto o se sentía en peligro, por lo cual casi no lo usa, a menos que sea estrictamente necesario, pero algo dentro de ella decía que podía mostrarle a aquella adorable joven su don y ver su reacción, tal cual lo esperaba no pudo evitar reir de esa forma.

No es tan genial, es normal – Comenta riendo aun, mientras la notaba dar pequeños saltitos de alergia cosa que la enternecía mucho porque era un gesto muy adorable y casi muere de ternura con ella, para luego de unos minutos de risas se tranquiliza un poco y suspira como si estuviese retomando el aliento.

Crees que podremos comer algo, tengo un poco de hambre, vine a leer algo aquí y creo que fue lo mejor porque te pude conocer y eres una persona muy linda, espero realmente llevarnos bien y que esta amistad luego florezca más – Comenta de forma sincera mientras aun seguía en aquella posición, la albina estaba sentada aun en la raíz del gran árbol, hace unos días se había sentido muy mal de salud y trataba de hacer cosas diferentes para que pueda distraer su cabeza y no volver a recaer.

La chica estaba empezando a mejorarse, su salud era muy dudosa y débil pero trataba de todos los medios que nadie se diera cuenta y hacia su esfuerzo para no dejarse caer, después de un rato conversando con aquella joven, recogió un poco sus cosas para empezar a ponerse de pie y poder arreglarse un poco para poder ir a comer luego.

Solo asentía ante las palabras de aquella albina, una salida a comer no suena nada mal, se dedicó a guardar sus cosas en su bolsa para evitar perder algo importante, tras esto, fue levantándose del suelo, agitando levemente su falda y recogiendo su cabello en una coleta.

─Bueno Lady Irisviel… yo también puedo comunicarme vía telepatía… aunque… no es muy fuerte….

Ríe levemente algo avergonzada por admitirlo.

─Mi capacidad de comunicación mental solo es hacia mi familiar… o en ocasiones a personas cercanas, ósea con un fuerte vínculo emocional…

Tras decir eso, da unos pasos al frente, alejándose del árbol para luego dar media vuelta y mirar a la albina.

─Conozco un lugar en la ciudad donde podemos comer algo delicioso. Solo no te sorprendas cuando lleguemos allá.

Estiro la mano con la intención de que la albina la tomara y así llevarla hacia su próximo destino.

Observaba a la joven prestándole toda la atención que se merece ya que era de por si una persona muy interesante y de paso bastante adorable con las cosas que hacia le daba ternura y le recordaba mucho a una amiga de la infancia que era igual que ella, no en lo físico sino en lo temperamental y emocional, cosa que le agradaba mucho a la albina, al escucharle que también puede comunicarse de forma telepática se sorprende y sonríe de forma amplia.

-Wooow, que genial, alguien mas que puede hacerlo, en algún momento llegue a sentirme como un fenómeno, porque las personas a mi alrededor no sabia que pasaba y yo no sabia como explicar las cosas, era un poco complicado para mi realmente, pero después termine aceptándolo y conocí personas que lo vieron como un don y me explicaron que era bueno y no un problema, así que es genial, si quieres podemos practicar para que el vinculo que tienes para hablar de forma telepática no solo sea con tus familiares sino que sea como el mío, con gusto puedo decirte todo lo que aprendí.

Luego de comentarle todo aquello de forma emocionada y sin que la sonrisa se le borrara de los labios, le escucha sobre un lugar de comer, le encantaba la comida, la disfrutaba de una forma especial, y al escuchar que era un lugar diferente las ansias de llegar la invadieron, así que al ver que la joven le extendía la mano la tomo al segundo para poder seguir el curso que ella le marcara para llegar al lugar.

Tras sentir como la albina tomaba su mano, era el momento de irse juntas hacia el lugar con que tanto deseo quería mostrar, solo esperaba no se asustara con la persona que verían a futuro.
Empezó a caminar junto con su nueva amiga por aquel parque de cerezo, poco a poco se estaban alejando del centro para adentrarse a la ciudad.

La multitud de gente, el ruido de los automóviles y el viento que soplaba daba a entender que la ciudad estaba más que lleno de vida, solo esperaba no perderse o desviarse del camino, aun no estaba acostumbrada al ritmo de la ciudad.

─Veamos… si no me equivoco ya estamos cerca.

Dijo tras ver un mapa donde mencionaba donde se encontraban en el momento y donde podría seguir.

─Es por aquí, por favor, sígueme.

Apunto con su dedo índice hacia el frente, donde a lo lejos se podía ver varias tiendas comerciales, entre ellas destacaba uno en particular, tenía un pequeño letrero donde decía el nombre del restaurante: Constelación.
La pelirrosada dirigió a la albina justamente a ese restaurante, se quedó mirando la puerta por unos segundos para luego soltar un suspiro.

─Bien, llegamos, al menos no me perdí.

Soltó una leve risa para luego abrir la puerta principal.

El lugar era sin duda muy poco común, estaba muy oscuro, muy apenas se podía ver las mesas, en el techo estaba iluminado con pintora luminosa, simulando una noche estrellada, era evidente que las formaciones que estas tenían eran las constelaciones.
a los lados, ubicados en las paredes se podían apreciar diferentes acuarios con hermosos peces de diferentes colores y tamaños, al frente y lo más llamativo del restaurante era un escenario, donde una mujer de larga cabellera azulada se encontraba tocando el piano.

─Oh… no sabía que Mamá tocaría hoy…

Se quedó en silencio mientras cerraba los ojos, escuchando con cuidado la delicada melodía.

─Clair de Lune… hace tiempo no la escuchaba…

Había olvidado por completo la razón de su llegada, cuando esta se percató de ello, se sobresaltó.

─¡AAahh! ¡Lo siento! ¿Quieres ir a una mesa? Debes tener mucha hambre… no te preocupes si es algo caro, va por mi cuenta.