¡Día de Acampada! (Libre)

Al solo ser transportados al bosque, ese sonido que el viento provocaba que e meneara de lado a lado esas verdes hojas, e incluso otras que eran de colores más llamativos aunque esos colores de tonalidades escarlatas no era tan fácil poder observarlos más en la oscura noche,  pero una leve brisa que por un momento hizo que mi cuerpo se estremeciera, es un lugar bastante fresco debido a que estábamos rodeados de bastante flora, solo alze un poco la mirada hacia el despejado cielo , aunque era un poco difícil poder observar todo  pues algunas de las ramas de las copas más altas evitaban poder observar a todo su esplendor esta hermosa noche, las estrellas se sentían más cercas de lo común, incluso pensar que puedes estirar tu mano y poder tocarlas.

Escuche una de las ramas y hojas secas partirse, ese leve crujido típico de esa flora, pero este fue más peculiar pues era como sí una caída entre todas fue, así solo con mi mirada buscaba por los alrededores, a ver quien fue el que se cayó — Paper,  Ayana .... y? — decía contando con la mirada cada uno de los alumnos, hasta que vi que por mi costado paso la pequeña salta montes, que se veía como una pequeña niña curiosa — jajajj trata de canalizar tu adrenalina pequeña jajaja — así solo me acerque a sacudir esos cabellos que ella tenía un poco despeinados, ramas  ya pequeñas hojas que poseía , así solo la limpiaba con tranquilidad — listo —

— esa es una buena pregunta, pero debemos pensar también un lugar donde sea alto y podamos observar la lluvia de estrellas sin dificultad — decía un poco pensativa la pelirroja, donde solo posiciono una de sus manos por debajo de su mentón, ella solo se encontraba pensando en donde podía ser una de las posibilidades de lugar para poder observarlo con tranquilidad — oh un A-amuleto, no creo que me funcione a mí jejej , más los cuidare pero de todas formas gracias Ayana — no podía aceptarlo pues, ella era como una deidad, lo contrario de mí , ya que era un demonio ya aceptar un demonio , no podía aceptar algo "bendecido" — oigan siguiendo este sendero, nos llevara a un pequeño cerro que esta despejado, y podemos poner las cosas ahí —

「 ¡¡Es hermoso!!! … quiero decir, ¡Por supuesto que hice bien! ¿¡Con quién crees que tratas!? todas mis ideas son buenas 」


Al principio su voz se escuchó alegre y desbordante de emoción, pero al darse cuenta, cambió a su actitud de siempre, se cruzó de brazos y miró a otro lado. Su pequeño drama fue interrumpido por Rías quien al haberla visto tropezar momentos antes, se acercó a ella para ayudarla a retirar las hojas y ramitas que habían quedado atoradas en su cabello.

Un tanto apenada por su comentario sobre que debía “canalizar su adrenalina” y por la amabilidad de la profesora, se sonrojó ligeramente.

—Si… gracias sempai — Dijo en voz baja y suave.

Su atención se enfocó en Ayana cuando esta llegó hablando con un extraño objeto entre manos, recordaba haber visto algo parecido antes pero no sabía realmente qué era o para qué servía. Ladeó ligeramente la cabeza ante su comentario.

—¿Un objeto de protección? ¿ Que clase de objeto? — Pregunto curiosa.

«  Aunque realmente no creo que necesite uno… sí Paper está cerca claro »


Dirigió la vista al sendero que Rías mencionaba.


—¿Bueno y que esperamos? Si no nos apresuramos no alcanzaremos a tener todo listo a tiempo— Comenzó a caminar en dirección al lugar indicado, adelantándose  como era su costumbre.


// Disculpen la tardanza y la calidad, realmente no sabia que mas escribir. seré mas rápida en las próximas respuestas. de verdad lo siento.

*Ward*

El objeto mágico de Ayana le daba cierta curiosidad, sin embargo, mo parecía peligroso, por lo que no le dio muchas vueltas, sobre todo porque un pequeño sentimiento raro lo hizo molestarse al ver a su sensei ser tan amigable con Aisha, sin embargo, el ver a su compañera adelantarse le hizo comenzar a caminar, intentando alcanzarla.

—Hey, flamitas, si me alcanzas, te hago caballito el resto del camino—

A pesar de actuar madura o racional en muchas ocasiones, él sabía los gustos infantiles que la demonio podía tener, sobre todo cuando se trataba de hacer las cosas juntos; aunque, debía admitir, a él le encantaba hacer la mayoría de cosas juntos, de hecho, no se imaginaba pasando un día entero separados.

—¿Qué dices?— alzó una ceja —¿crees poder alcanzarme ésta vez?—

Tomó la mochila enorme que Aisha llevaba a la espalda y se la puso, notando la enorme cantidad de peso casi de inmediato.

—Tú enserio traes piedras aquí... Pero bueno— apuntó a la mochila con el pulgar —Esto es tu handicap, sólo por si las dudas, ¿lista?—

De un paso para otro, sus pies dejaron de tocar el suelo, flotando a un par de centímetros de éste, mientras se movía alrededor de ella a una distancia segura.

—Ready... ¡Go!—

Se empezó a mover no sólo alrededor de ella, sino del resto de integrantes del grupo de acampada, esquivando las manos de Aisha en múltiples ocasiones.