Preocupaciones (Libre)

Había llegado hace poco a la academia Legacy como estudiante de intercambio, fue un largo viaje venir a este país desde Estados Unidos pero todo parecía andar bien, las clases eran lo de menos pero la única cosa que me preocupaba era que habían ciertos días que parecía dormir un día entero y no solo eso también despertaba con dolores en todo el cuerpo, ¿tal vez eran los efectos secundarios después de que el Zetsubou (Rey de la Desesperación) abandonó mi cuerpo? no podía saberlo, pero esto despertaba mis mayores temores.

Ese domingo tenía el día libre así que aproveche de ir a tomar aire a la terraza de la gran academia, cuando abrí la puerta al exterior me encontré con un hermoso día despejado y el viento soplaba suavemente, era una buena escena para disfrutar un poco de paz. Me quede de pie en el borde de una esquina y me quede mirando hacia los alrededores pensando -Si el Zetsubou sigue dentro de mi, me alegro de haber dejado Hellsalem's Lot (New York), cualquier plan que pudiese tener para causar algún colapso entre el mundo de los humanos y los demonios estaba fuera de su alcance, ¿pero ahora que estará tramando?- Suspiré acomodándome mis lentes y me quede observando el cielo con una mirada de dolor ya que después de todo yo era peligroso, pero no era cuestión de tiempo que el Zetsubou se comunicase conmigo y cuando eso pasé no habrá vuelta atrás, tendré que seguir sus jugadas por mas que me duela después de todo acepte a aquel demonio en mi interior para proteger a mi hermana que de seguro ahora puede dejar de preocuparse por lo que yo y el Zetsubou podamos causar, de seguro alguien me vendrá a salvar.

Desde los interiores de uno de los pasillos, de la inmensa academia, esos cristales paralelos que daban una  hermosa vista hacia las afueras. Los turquíes ojos de la pelirroja fueron captados por la silueta de un peculiar chico, así que solo observo como ese chico con una expresión un tanto de tristeza y melancolía caminaba con rumbo  a la terraza de la misma academia. La mano de la pelirroja solo se posaba por debajo de su mentón con un tanto dudosa,  pues hace poco que él había ingresado y  ya mantenía unas faltas de inasistencia — quizás pueda ayudarlo en algo — dijo con un leve susurro saliendo de sus rosados, labios pues cualquier alumno de la academia le preocupaba, sin importar  sí tenía confianza o no.

Sin dudar, la curiosa pelirroja, se dedico a caminar fuera de ese pasillo, para ir  por donde el chico se había ido, sin antes ir por unas bebidas, en una de las dispensadoras automáticas, sacando un par de jugos que estuvieran helados para este día sería lo mejor un par de refrescos con este calor característicos de la temporada. En silencio la chica comenzó a subir los escalones, que daban a una puerta que por el brillo del sol, tan fuerte del medio día provoco que los párpados de la chica se entrecerraran un poco con una de sus manos la pasaba por encima de su frente, para el momento que llegó al final de las escaleras, una refrescante brisa, hizo que su cabello rojizo se moviera como tales llamas, al compás del viento.

— oh, creo que te gustan mucho los lugares altos, al parecer — decía con un simple comentario, con una dulce voz amistosa, para solo llamar la atención del joven , aunque solo camino hasta una de las barandillas de la gran terraza que mantenía la seguridad de todos — Ten, te traje un jugo, aunque no sé cuales son tus gustos jeje así que espero que te guste — decía extendiendo la mano  con la late de jugo hacia él , pero como por respeto mantenía la distancia como era debido — Me llamo Rías y tú? — decía para verlo a los ojos para darle unas palmadas en el cabello de él, pues a mí parecer parecía un poco solitario o molesto.

Escuche la voz de alguien y voltee para ver quien había llegado, lo cual presencie a una hermosa mujer de cabellos rojos que flameaban con el bailar del viento, mis ojos azules quedaron plasmados en aquella persona por un momento para luego escuchar aquellas palabras amables que me refrescaron el alma, me quede sin palabras mientras la veía acercarse para luego ofrecerme un jugo, reaccione después de despabilarme y recibí el jugo con una sonrisa amable -Muchas gracias, pasaba por aquí para disfrutar el hermoso paisaje la verdad los alrededores son muy hermosos- Le contesté con un tono de voz amigable, luego procedí a presentarme igualmente -Un gusto Rías, me llamo William pero puedes llamarme Black- mientras abría la lata de jugo y darle un pequeño sorbo,  sentí la dulzura de aquel liquido en mi boca provocandome una sonrisa de relajo y satisfacción.

Luego volví a dirigir mi mirada hacia ella -Es primera vez que te veo, ¿eres profesora?- le pregunte con una sonrisa simpática en mi rostro, todo parecía una conversación amigable pero en mi pecho sentí la tristeza de pensar que en algún momento aquellos momentos iban a ser eclipsados por aquel que acepté en mi cuerpo, volvería a dañar a mis seres queridos sintiéndome impotente de no poder protegerlos como no logré proteger a mi hermana, una rabia me inundo por unos segundos pero aquellos sentimientos los suprimí en lo mas profundo de mi corazón, tenia que ser fuerte y aceptar mi destino.

Mis manos sostenían con seguridad esa barandilla de acero, no era lo mio estar en las alturas, de hecho me daba mareos así solo soltaba un suspiro, era muy relajante para solo levantar las manos un poco — uffff sí tienes buenos gustos, es genial la vista pero si te gusta las alturas — decía con una sonrisa de lado con verlo de reojo. Así mi mano se deslizo por el jugo que tenía extra en mis manos, para abrirlo y darle un delicado sorbo, estaba delicioso el sabor así solo sentir mi garganta ser humedecida.

— hum? — decía un tanto curiosa separando la lata de mis rosados labios, al ver que la expresión de él había cambiado de momento, para así cruzar un poco los brazos y darme la vuelta así apoyando mi espalda por la misma baranda, con los codos acomodado a los costados — oye, Black estas bien? Ohh quizás tengas hambre? Una pizza? Helado? Hamburguesa? — decía solo tratando de cambiar de tema, aunque era seguro que no estaba con esa expresión por hambre, si no que quizás era algo peor.

— oye, ojitos azules, te interesa ir a traer una pizza y regresar aquí para apreciar la vista mientras comemos? — decía dándole un leve golpecillo en el hombro de él, para sólo captar la atención de él — y sí, soy profesora, aunque esperó que no me tomes tan en serio jejeje aunque no lo aparente soy joven así que por favor solo dime Rías — decía con mucha confianza, pues solí me interesaba conocerlo mejor, y logra una amistad con el interesante chico.

Mientras escuchaba la dulce voz de Rías mis ojos se clavaron en el cielo, hace tiempo que no disfrutaba un momento de paz ya que en Hellsamen's Lot todo era un caos, me trae recuerdos de mi infancia con mis padre y White, mi hermana. Al escuchar las palabras de preocupación por parte de la peliroja me sorprendí por un instante pero luego sonreí algo aliviado -No te preocupes, no tengo hambre solo recordaba a mi hermana que ahora esta muy lejos- le respondí, para luego mirarla de reojo al escuchar la propuesta de buscar algunas pizzas para disfrutar el día lo cual me animo un poco más.

-Claro, me encanta la idea pero ¿y si mejor vamos a la cuidad? así aprovechamos de hablar un poco mas y conocernos- le propuse, mirándola de reojo con una sonrisa amigable y algo ansioso, por un momento mi cara de ruborizó ya que parecía que estuviera invitándola a una cita pero esperaba a que no lo malinterpretara. Era primera vez que intentaba crear una amistad con alguien desde que había llegado a la academia, lo cual me hacia un poco feliz olvidando aquellos malos pensamientos por un momento.

— una hermana? — quizás era esa la razón porque la mirada del chico se encontraba un poco perdida  quizás había sucedido algo malo en el pasado de él, pues era normal que no  quisiera decirmelo así solo soltaba un delicado suspiro de mis rosadas comisuras, por un momento solo había quedado perdida por los azules ojos de él que eran parecidos al claro cielo que estaba sobre nosotros, era donde lo observe sin decir alguna palabra extra, hasta que la vos de él volvió a resonar por mis oídos para solo dar unos parpadeos — ah, sí , estas seguro que no tienes hambre? podemos comer lo que tú quieras jajaj así que aprovecha yo te invitaré —


— oye, te molestaría hablar acerca de tu hermana, pues te notas un poco distraído y aveces bueno en mi propia opinión es mejor hablar de como te sientes así sacas algunas emociones retenidas, es malo sufrir en silencio a veces solo debes dejarlo salir — sonreía para solo darle un leve golpe por el costado del hombro del chico, con una sonrisa confiada cerrando por un momento los ojos,  no tenía intenciones meterme en su vida, pero a veces con el simple hecho de ser escuchado es un gran paso, así solo agache la mirada para caminar con la dirección hacia la puerta de la gran terraza, que había estado abierta en todo este momento así solo me daba la  vuelta sobre el mismo talón de mi pie.

— esta bien, vamos a la ciudad pero la conoces? — decía curiosa, según los archivos de los alumnos que había recién ingresado, se suponía que él es un chico extranjero, así solo lo tomó de la manga de la camisa con confianza — bueno , no importa te mostrare la ciudad sí eso es lo que quieres — de reojo observé como él se había puesto sonrojado, esa  delicada tonalidad que había tomado las mejillas de él para solo caminar fuera de la terraza por esos escalones — conocerme ? no soy muy interesante jajaj pero trataré de responder todo lo que gustes — sonreía ya estando fuera de los pasillo.

Al escuchar la curiosidad de la pelirroja, con una sonrisa le dije -No tengo problema alguno en hablarte sobre ella, después de todo ella quiere que siga adelante y eso me ha vuelto mas fuerte, la tristeza siempre la voy a tener pero tengo que seguir mirando hacía adelante ya que era lo que ella quería- mis ojos demostraban la fortaleza que había ganado con el tiempo, había madurado bastante desde todo lo que había pasado en New York y aquellas experiencias me ayudaran a eliminar el dolor y mirar hacia mi futuro con esperanzas con el fin de hacer feliz a mi hermana cumpliendo con lo que ella anhelaba.

¿Que si conocía la cuidad?, es cierto que soy un alumno que llego hace poco pero por alguna razón dedique algo de mi tiempo a visitar la cuidad y conocer las calles para no perderme cuando necesitara volver, ya que soy una persona bastante astuta hasta yo mismo me sorprendía, -Ya conozco la cuidad, con anterioridad me dedique a conocer los alrededores así que no te preocupes, conozco un restaurante que es bastante bueno podemos ir allá- le respondí, mientras por un momento ella me tomaba de la manga de mi camisa sorprendiéndome un poco, así que la seguí aún con aquel rubor en mi rostro y una sonrisa ansiosa por ir a la cuidad, ya que esta chica me parecía bastante amigable y llena de vida.

Ya afuera de los pasillos, mientras le seguía el paso atrás de ella por un momento la pelirroja me recordaba a mi hermana, esa calidez de su sonrisa y felicidad era idéntica a la de ella, sin duda alguna era una persona bastante pelicular y esperaba formar una buena amistad.

Mi rostro por un momento parecía como si estuviera en las nubes totalmente distraído, hasta que por un momento despabilé y adelanté el paso para que ella me siguiera camino a la estación de trenes que estaba colina abajo afueras de la academia, la pelirroja seguía tomándome de la manga provocandome que mi rostro se ruborizara más que antes. Mientras caminábamos por los pasillos llegamos al exterior de la puerta principal de la academia y un largo camino hacia la estación nos esperaba, así que me detuve por un momento en el camino a un lado de la carretera -El camino de aquí a la cuidad es largo, pero estaremos a tiempo para regresar antes de que anochezca- le dije a Rías, mientras comenzaba a caminar.

Al escuchar atenta la respuesta de él me sorprendió pues parecía ser un poco reservado, pues me dejo claro de que no hay que juzgar un libro por la portada. Al mismo tiempo la pelirroja no pensó que llegaría tan lejos así solo guardo un momento de silencio para llevar una de sus manos por debajo de su mentón para soltar un suspiro, nunca pensé llegar tan lejos así solo seguí viéndolo de reojo — rayos, me has dejado sin palabras, ya no sé que decir jejej no pensé que llegarías a contarme algo de tu pasado — decía solo llevando mis manos por el interior de mis bolsillos de la falda que estaba usando, teniendo unos paletones el ello.

Mis pasos siguieron constantes hasta que escuchaba su comentario de la ciudad, la mayoría que conocía le mantenía miedo a deambular solos por la ciudad pues pensaban que se perderían o cosas así por el estilo — oh ya y no te da miedo que algún día logres perderte? jejej pues en mi caso aunque visito muy a menudo la ciudad, nunca la logro conocer por completo a veces que me causa que me pierda o tome unas cuantas rutas diferentes jajaj — decía un poco apenada por que era un poco vergonzoso para la pelirroja así solo desviaba la mirada para uno de los costados contrario a lo de su compañero.

— hum? — escuché los pasos más acelerados de parte de él así solo traté de alcanzarlo con dar unos pasos más aprisa como a los que estaba acostumbrada pero no me molestaba, normalmente los chicos eran más rápidos al momento de caminar, así la pelirroja solo se acomodó a un costado de él — esta bien , quiero conocer cuál es su restaurante preferido, o el que tú decidas por mí esta excelente — decía con una sonrisa para solo verlo de reojo pues era un poco más alto que mí persona ya era costumbre que la mayoría me pasara — antes del anochecer?  esta bien, supongo que como a las 4:30 pm estaremos de vuelta —

Le respondí de vuelta al escuchar el asombro de Rías, -Esta bien de vez en cuando hablar un poco del pasado, así uno puede desahogarse un poco- con una sonrisa leve dibujada en mi rostro con una total calma y serenidad, aquellas heridas del pasado ya habían sanado hace tiempo y no tenía ningún problema al hablar sobre ellas, tome la decisión de empezar desde cero viniendo a Japón para construir una nueva vida sin dolor, sin tristeza por la gente que se fue como mi familia, siempre con la frente en alto estaba dispuesto a aguantar el dolor con le fin de superarlo todo con la fortaleza que White me dio antes de marchar.

Noté un poco de incomodidad en la pelirroja cuando escuche aquellas palabras, viendo de reojo como ella alejaba la mirada sintiendo un nudo en mi garganta por un momento, pero era el momento perfecto para enseñarle lo que un chico astuto y detallista puede llegar a hacer, tenía planeado invitarla otro día a dar un paseo por la playa en el atardecer así tal vez ella pueda disfrutar lo que es un poco la cultura urbana, las calles, etc.

Al escuchar el entusiasmo de Rías por querer ir al restaurant que le había mencionado, me sentí un poco mas aliviado ya que ese momento de incomodidad de anterior se había disipado, tal vez le preguntaría después por que ella había dicho aquellas palabras con ese tono, pero dejaría las preguntas cuando llegáramos a la cuidad.

Caminamos hasta llegar a la estación de trenes y tomamos el tren que justo venía llegando apenas arribamos, nos pusimos en marcha hacía la cuidad de Yokohama con el fin de ir a un restaurant que había conocido apenas llegue a la cuidad, aún que todo esto fue planeado de manera espontanea y era primera vez que salia con alguien desde que ingresé a la academia, pero a pesar de que Rías era profesora me sorprendía que pareciéramos de la misma edad, esperando que nuestra relación de amistad no se vea afectada por el hecho que eramos profesor y alumno, pero simplemente suspiré levemente y deje que la corriente me llevara.