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•Recuerdos Pt.1• (Con Aisha Dunkelblut)
~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~ :: Ciudad de Yokohama :: Sectores Periféricos :: Vecindarios
Página 1 de 1.
Re: •Recuerdos Pt.1• (Con Aisha Dunkelblut)
Todo obscuridad infinita, no había nada, ni movimiento, ni aromas, ni sonidos… simplemente el vacío.
Cualquiera pensaría que en un lugar como ese no podía existir vida, y puede que tuviesen razón, pero este no era el caso.
Sin fondo aparente y ubicado en la grieta de una dimensión que bien podría conocerse como el mismísimo infierno, se encontraba “El abismo”, un lugar para la perdición, una vez que algo entraba jamás salía, la niebla negra que lo cubría impedía la vista y su extensión sin final aparente, hacía que nadie con un poco de sentido común quisiese acercarse a curiosear.
Y sin embargo allí estaba, en medio de uno de los peores lugares que podían existir, una pequeña llama azul tiritante.
Tan diminuta como la flama de un fósforo, que con el más suave de los suspiros podría apagarse fácilmente, bailaba de un lado a otro mientras la oscuridad intentaba sofocarla.
Parecía que lo estaba logrando, su tamaño comenzaba a disminuir cada vez más, pero justo cuando estaba a punto de extinguirse una chispa saltó en su centro.
Reviviendola, causando una llamarada que ardió con intensidad, como un corazón salvaje recién liberado.
Su color comenzó a cambiar gradualmente, pasando de ser un suave azul eléctrico a un negro-violáceo, fue como si éste la hubiese devorado poco a poco hasta consumirla.
Se fue haciendo cada vez más grande e inquieta, cadenas negras aparecieron y la rodearon, como si un hechizo intentará controlarla, pero fue demasiado para ellas, el fuego estalló en una fuerte exposición, quebrandolas al instante.
El vacío se iluminó por primera vez en mucho tiempo dejando a la vista escombros, ruinas y cosas extrañas que seguramente traumarian a más de uno.
“La oscuridad esconde secretos que es mejor que permanezcan ocultos”
Después de eso hubo calma, el fuego salvaje volvía a ser una llama tranquila, mucho más grande que la original y que ahora danzaba con suavidad, resguardando algo en su interior. La figura de una pequeña niña con largos y delgados cuernos se observaba en el cálido centro, encogida de piernas y brazos, profundamente dormida.
La pequeña criatura no despertó en ningún momento, se encontraba una especie de animación suspendida, permaneciendo quieta en la misma posición por lo que pareció ser un buen tiempo.
Su alrededor parecía no afectarle en absoluto, la oscuridad no intentaba sofocarla o dañarla, al contrario parecía aceptarla y darle espacio.
El murmullo de una voz resonó como un eco y después se perdió en el infinito, hubo silencio y luego volvió a escucharse.
La pequeña demonio reaccionó por primera vez, haciendo una mueca, frunciendo el ceño ligeramente al escucharla, abrió poco a poco los ojos, dejando ver un iris Blanco-Plateado rodeado de una córnea completamente negra.
Pestañeo y observó a su alrededor, parecía estar confundida y no saber dónde estaba ni que ocurría, trató de incorporarse e inmediatamente la llama que la rodeaba se apagó y ella cayó sobre lo que parecía ser una superficie con agua, sintió la humedad en sus pies y un escalofrío le recorrió el cuerpo, todo era nuevo para ella.
Una vez más aquella voz extraña Murmuró a lo lejos, haciendo que volteara hacia de donde creía que había provenido el sonido, dio un primer pasó dudosa, el cual formó pequeñas ondas bajo la pisada, a pesar de estar oscuro, una pequeña área a su alrededor era iluminada, como si ella fuera la fuente de aquella luz.
Comenzó a avanzar lentamente siguiendo el eco hasta que esté se detuvo, observó a los lados pero no logró ver nada, todo era negro infinito.
Miró hacia abajo, el agua era igual de oscura que todo lo demás, se puso en cuclillas y la tocó con el dedo índice, formando pequeñas ondas que se extendieron emitiendo un pequeño y extraño silbido.
Se quedó en silencio unos segundos y después una imagen borrosa se reflejó al otro lado, haciéndola dar un pequeño salto del susto y caer de espaldas, a pesar de ello la curiosidad le pudo más, así que se arrodilló y acercó su rostro para tratar de identificar qué era aquello exactamente.
La figura se movió asustandola nuevamente, pero realmente quería saber que era así que no se alejó, al contrario se apegó más, está vez aunque aún borrosa, alcanzó a distinguir una silueta, la cual colocó la palma de su mano justo en el mismo lugar que ella, juntandolas de cierta manera.
Los murmullos se volvieron palabras distorsionadas, con una voz más fuerte y que provenía del reflejo, ella se esforzó por tratar de entenderlas pero no podía.
¿Qué es lo que trataba de decirle aquella extraña figura? ¿Porque la estaba llamando?
La silueta pareció sonreír ante su expresión de frustración y sus pensamientos fueron interrumpidos repentinamente por aquel ser, la mano que estaba del otro lado, salió del agua y la tomó por la muñeca jalandola hacia abajo bruscamente. La pequeña gritó al instante horrorizada e intentó zafarse, pero la fuerza con la que la sujetaba era demasiada y había comenzado a hundirse.
Lo que una vez había sido una superficie “sólida”, ahora era una especie sustancia oscura y entre más se movía más se hundía, pronto terminó por estar completamente sumergida.
Trató de liberarse desesperadamente, pero la criatura que la estaba sujetando la hundía cada vez más y más, podía ver el oxígeno escapar de sus pulmones en pequeñas burbujas que se alejaban de ella.
Siguió esforzándose hasta finalmente quedó inconsciente y el profundo negro se la tragó.
***
Una helada brisa sopló haciendo tiritar el cuerpo de la Joven demonio, despertandola en un lugar totalmente desconocido para ella, se incorporó mirando a su alrededor, estaba rodeada por paredes de roca a ambos lados y mientras que al norte se veía caer una ligera llovizna en la entrada, al sur el túnel parecía continuar perdiéndose en la oscuridad que la luz no alcanzaba a iluminar.
Una vez más el frío hizo de las suyas, esta vez causando que estornudara, se abrazó a sí misma notando una sensación extraña sobre su piel, volteó a verse, estaba semi vestida por lo que parecía ser una playera y una cazadora de color negro, ambas le quedaban bastante largas y holgadas.
Acarició la tela con suavidad, sintiendo la diferencia entre texturas, parecía nunca haber visto algo parecido, el crepitar de la fogata la hizo voltear su atención, ese era un sonido que si reconocía, llamada por la curiosidad se acercó más a ella, sintiendo al instante la calidez que emanaba.
El calor la reconfortó, se sentó con las rodillas a la altura del pecho, extendiendo la palma de sus manos para calentarse, volvió a estornudar, su cabello y la cazadora estaban ligeramente mojados, tenía que secarse si no quería resfriarse o almenos eso le estaba diciendo su instinto.
Su mirada se perdió en las bailarinas llamas Rojas intentado comprender qué hacía en ese lugar y como había llegado, una voz masculina pero de tono suave la sacó de sus pensamientos, haciéndola saltar del susto.
Un joven alto de cabellera negra y ojos grises había aparecido repentinamente frente a ella, lo miró de arriba abajo, tenía algunos rasguños en la cara, su ropa estaba empapada y dos pequeñas criaturas blancas colgaban atadas de una soga en su mano izquierda, dejó las cosas que traía consigo a un lado y sacó algo de un pequeño compartimento en su cinturón, objeto el cual emitió un destello cuando la luz de la fogata lo iluminó.
Como si aquello la hubiese asustado más la pequeña Demonio gruñó y retrocedió ligeramente, el joven alzó las manos en intentento de demostrarle que no le haria daño, pero ella le dirigió una mirada de desconfianza, se alejó a la pared más cercana y se sentó encogiendo las piernas. Él pareció comprender que no cedería fácilmente, así que comenzó a limpiar la carne de las presas que había cazado para cocinarlas, ella no dijo nada simplemente lo siguió observando mientras trabajaba sin perderle de vista ni un segundo.
Finalmente la comida estuvo lista, el aroma que desprendía llamó la atención de la pequeña, cuyo estómago se escuchó gruñir aun a distancia, el joven al notarlo se acercó cuidadosamente a ofrecerle un poco, al principio dudó pero después de unos segundos el hambre le pudo mas, extendio su mano y tomó la comida. La olfateo y la boca se le hizo agua, su mirada se iluminó al primer bocado, ¡Era delicioso! comenzó a comer con más entusiasmo, terminando rápidamente su porción, volteo a ver al chico su expresión indicaba que queria mas, pero una parte de ella aun desconfiaba.
Como si hubiese leído sus pensamientos, él tomó parte de su propia porción y se la dió, pero para ello primero la obligó a acercarse a la fogata de nuevo, una vez calmado el ambiente comenzó a hacerle varias preguntas al aire, entre ellas ¿Cual era su nombre? .
La Demonio se interrumpió a medio bocado, guardo silencio y se perdió en sus pensamientos por un instante, de repente como si alguien se lo hubiese susurrado al oido escucho la palabra en su mente.
—Aisha… — Contestó en voz baja.
Se dispuso a terminar de comer pero sus orejas se movieron ligeramente al escuchar algo tras ella, soltó lo que traía entre las manos y se arrojó al joven empujandolo a la pared, justo al momento que una enorme bestia salia del fondo de la cueva y se abalanzaba a ellos, la esquivaron por poco, seguramente el aroma a carne fresca la había llamado.
La joven albina se paró rápidamente, colocándose frente al joven, situándose entre el y la criatura, adoptando una pose defensiva mientras gruñía. Su mirada se agudizó y comenzó a emanar un ligero calor, su oponente rugió y lanzó un zarpazo, pero ella lo esquivó con facilidad y contesto con una fuerte patada en el hocico del animal, arrojándolo a una buena distancia, casi sacandolo a la lluvia.
Chilló y volteó furioso, corrió y saltó hacia la joven, esta volvió a esquivarlo pero justo en el último instante un ruido la distrajo, se tropezó con la larga cazadora y cayó al pisó, su cabeza golpeó contra una roca y comenzó a sangrar levemente, volvió a levantarse con dificultad tambaleándose ligeramente, su vista se había vuelto algo borrosa por la conmoción del golpe.
Se movió lentamente alrededor de la fogata siguiendo a la criatura con la mirada, se detuvo junto al joven y sus orejas volvieron a moverse, sin dejar de ver el bulto borroso que era su atacante, extendió su mano y tomó al chico por la ropa dándole pequeños jaloncitos insistentes, era su manera de decir, “tenemos que irnos”.
La bestia que había quedado nuevamente del lado del tunel levantó el hocico y emitió una especie de aullido, Aisha comenzó insistir más, esta vez volteando a manera de suplica , gruñidos y aullidos de respuesta se escucharon al fondo, proviniendo de la profunda oscuridad.
Cualquiera pensaría que en un lugar como ese no podía existir vida, y puede que tuviesen razón, pero este no era el caso.
Sin fondo aparente y ubicado en la grieta de una dimensión que bien podría conocerse como el mismísimo infierno, se encontraba “El abismo”, un lugar para la perdición, una vez que algo entraba jamás salía, la niebla negra que lo cubría impedía la vista y su extensión sin final aparente, hacía que nadie con un poco de sentido común quisiese acercarse a curiosear.
Y sin embargo allí estaba, en medio de uno de los peores lugares que podían existir, una pequeña llama azul tiritante.
Tan diminuta como la flama de un fósforo, que con el más suave de los suspiros podría apagarse fácilmente, bailaba de un lado a otro mientras la oscuridad intentaba sofocarla.
Parecía que lo estaba logrando, su tamaño comenzaba a disminuir cada vez más, pero justo cuando estaba a punto de extinguirse una chispa saltó en su centro.
Reviviendola, causando una llamarada que ardió con intensidad, como un corazón salvaje recién liberado.
Su color comenzó a cambiar gradualmente, pasando de ser un suave azul eléctrico a un negro-violáceo, fue como si éste la hubiese devorado poco a poco hasta consumirla.
Se fue haciendo cada vez más grande e inquieta, cadenas negras aparecieron y la rodearon, como si un hechizo intentará controlarla, pero fue demasiado para ellas, el fuego estalló en una fuerte exposición, quebrandolas al instante.
El vacío se iluminó por primera vez en mucho tiempo dejando a la vista escombros, ruinas y cosas extrañas que seguramente traumarian a más de uno.
“La oscuridad esconde secretos que es mejor que permanezcan ocultos”
Después de eso hubo calma, el fuego salvaje volvía a ser una llama tranquila, mucho más grande que la original y que ahora danzaba con suavidad, resguardando algo en su interior. La figura de una pequeña niña con largos y delgados cuernos se observaba en el cálido centro, encogida de piernas y brazos, profundamente dormida.
La pequeña criatura no despertó en ningún momento, se encontraba una especie de animación suspendida, permaneciendo quieta en la misma posición por lo que pareció ser un buen tiempo.
Su alrededor parecía no afectarle en absoluto, la oscuridad no intentaba sofocarla o dañarla, al contrario parecía aceptarla y darle espacio.
El murmullo de una voz resonó como un eco y después se perdió en el infinito, hubo silencio y luego volvió a escucharse.
La pequeña demonio reaccionó por primera vez, haciendo una mueca, frunciendo el ceño ligeramente al escucharla, abrió poco a poco los ojos, dejando ver un iris Blanco-Plateado rodeado de una córnea completamente negra.
Pestañeo y observó a su alrededor, parecía estar confundida y no saber dónde estaba ni que ocurría, trató de incorporarse e inmediatamente la llama que la rodeaba se apagó y ella cayó sobre lo que parecía ser una superficie con agua, sintió la humedad en sus pies y un escalofrío le recorrió el cuerpo, todo era nuevo para ella.
Una vez más aquella voz extraña Murmuró a lo lejos, haciendo que volteara hacia de donde creía que había provenido el sonido, dio un primer pasó dudosa, el cual formó pequeñas ondas bajo la pisada, a pesar de estar oscuro, una pequeña área a su alrededor era iluminada, como si ella fuera la fuente de aquella luz.
Comenzó a avanzar lentamente siguiendo el eco hasta que esté se detuvo, observó a los lados pero no logró ver nada, todo era negro infinito.
Miró hacia abajo, el agua era igual de oscura que todo lo demás, se puso en cuclillas y la tocó con el dedo índice, formando pequeñas ondas que se extendieron emitiendo un pequeño y extraño silbido.
Se quedó en silencio unos segundos y después una imagen borrosa se reflejó al otro lado, haciéndola dar un pequeño salto del susto y caer de espaldas, a pesar de ello la curiosidad le pudo más, así que se arrodilló y acercó su rostro para tratar de identificar qué era aquello exactamente.
La figura se movió asustandola nuevamente, pero realmente quería saber que era así que no se alejó, al contrario se apegó más, está vez aunque aún borrosa, alcanzó a distinguir una silueta, la cual colocó la palma de su mano justo en el mismo lugar que ella, juntandolas de cierta manera.
Los murmullos se volvieron palabras distorsionadas, con una voz más fuerte y que provenía del reflejo, ella se esforzó por tratar de entenderlas pero no podía.
¿Qué es lo que trataba de decirle aquella extraña figura? ¿Porque la estaba llamando?
La silueta pareció sonreír ante su expresión de frustración y sus pensamientos fueron interrumpidos repentinamente por aquel ser, la mano que estaba del otro lado, salió del agua y la tomó por la muñeca jalandola hacia abajo bruscamente. La pequeña gritó al instante horrorizada e intentó zafarse, pero la fuerza con la que la sujetaba era demasiada y había comenzado a hundirse.
Lo que una vez había sido una superficie “sólida”, ahora era una especie sustancia oscura y entre más se movía más se hundía, pronto terminó por estar completamente sumergida.
Trató de liberarse desesperadamente, pero la criatura que la estaba sujetando la hundía cada vez más y más, podía ver el oxígeno escapar de sus pulmones en pequeñas burbujas que se alejaban de ella.
Siguió esforzándose hasta finalmente quedó inconsciente y el profundo negro se la tragó.
***
Una helada brisa sopló haciendo tiritar el cuerpo de la Joven demonio, despertandola en un lugar totalmente desconocido para ella, se incorporó mirando a su alrededor, estaba rodeada por paredes de roca a ambos lados y mientras que al norte se veía caer una ligera llovizna en la entrada, al sur el túnel parecía continuar perdiéndose en la oscuridad que la luz no alcanzaba a iluminar.
Una vez más el frío hizo de las suyas, esta vez causando que estornudara, se abrazó a sí misma notando una sensación extraña sobre su piel, volteó a verse, estaba semi vestida por lo que parecía ser una playera y una cazadora de color negro, ambas le quedaban bastante largas y holgadas.
Acarició la tela con suavidad, sintiendo la diferencia entre texturas, parecía nunca haber visto algo parecido, el crepitar de la fogata la hizo voltear su atención, ese era un sonido que si reconocía, llamada por la curiosidad se acercó más a ella, sintiendo al instante la calidez que emanaba.
El calor la reconfortó, se sentó con las rodillas a la altura del pecho, extendiendo la palma de sus manos para calentarse, volvió a estornudar, su cabello y la cazadora estaban ligeramente mojados, tenía que secarse si no quería resfriarse o almenos eso le estaba diciendo su instinto.
Su mirada se perdió en las bailarinas llamas Rojas intentado comprender qué hacía en ese lugar y como había llegado, una voz masculina pero de tono suave la sacó de sus pensamientos, haciéndola saltar del susto.
Un joven alto de cabellera negra y ojos grises había aparecido repentinamente frente a ella, lo miró de arriba abajo, tenía algunos rasguños en la cara, su ropa estaba empapada y dos pequeñas criaturas blancas colgaban atadas de una soga en su mano izquierda, dejó las cosas que traía consigo a un lado y sacó algo de un pequeño compartimento en su cinturón, objeto el cual emitió un destello cuando la luz de la fogata lo iluminó.
Como si aquello la hubiese asustado más la pequeña Demonio gruñó y retrocedió ligeramente, el joven alzó las manos en intentento de demostrarle que no le haria daño, pero ella le dirigió una mirada de desconfianza, se alejó a la pared más cercana y se sentó encogiendo las piernas. Él pareció comprender que no cedería fácilmente, así que comenzó a limpiar la carne de las presas que había cazado para cocinarlas, ella no dijo nada simplemente lo siguió observando mientras trabajaba sin perderle de vista ni un segundo.
Finalmente la comida estuvo lista, el aroma que desprendía llamó la atención de la pequeña, cuyo estómago se escuchó gruñir aun a distancia, el joven al notarlo se acercó cuidadosamente a ofrecerle un poco, al principio dudó pero después de unos segundos el hambre le pudo mas, extendio su mano y tomó la comida. La olfateo y la boca se le hizo agua, su mirada se iluminó al primer bocado, ¡Era delicioso! comenzó a comer con más entusiasmo, terminando rápidamente su porción, volteo a ver al chico su expresión indicaba que queria mas, pero una parte de ella aun desconfiaba.
Como si hubiese leído sus pensamientos, él tomó parte de su propia porción y se la dió, pero para ello primero la obligó a acercarse a la fogata de nuevo, una vez calmado el ambiente comenzó a hacerle varias preguntas al aire, entre ellas ¿Cual era su nombre? .
La Demonio se interrumpió a medio bocado, guardo silencio y se perdió en sus pensamientos por un instante, de repente como si alguien se lo hubiese susurrado al oido escucho la palabra en su mente.
—Aisha… — Contestó en voz baja.
Se dispuso a terminar de comer pero sus orejas se movieron ligeramente al escuchar algo tras ella, soltó lo que traía entre las manos y se arrojó al joven empujandolo a la pared, justo al momento que una enorme bestia salia del fondo de la cueva y se abalanzaba a ellos, la esquivaron por poco, seguramente el aroma a carne fresca la había llamado.
La joven albina se paró rápidamente, colocándose frente al joven, situándose entre el y la criatura, adoptando una pose defensiva mientras gruñía. Su mirada se agudizó y comenzó a emanar un ligero calor, su oponente rugió y lanzó un zarpazo, pero ella lo esquivó con facilidad y contesto con una fuerte patada en el hocico del animal, arrojándolo a una buena distancia, casi sacandolo a la lluvia.
Chilló y volteó furioso, corrió y saltó hacia la joven, esta volvió a esquivarlo pero justo en el último instante un ruido la distrajo, se tropezó con la larga cazadora y cayó al pisó, su cabeza golpeó contra una roca y comenzó a sangrar levemente, volvió a levantarse con dificultad tambaleándose ligeramente, su vista se había vuelto algo borrosa por la conmoción del golpe.
Se movió lentamente alrededor de la fogata siguiendo a la criatura con la mirada, se detuvo junto al joven y sus orejas volvieron a moverse, sin dejar de ver el bulto borroso que era su atacante, extendió su mano y tomó al chico por la ropa dándole pequeños jaloncitos insistentes, era su manera de decir, “tenemos que irnos”.
La bestia que había quedado nuevamente del lado del tunel levantó el hocico y emitió una especie de aullido, Aisha comenzó insistir más, esta vez volteando a manera de suplica , gruñidos y aullidos de respuesta se escucharon al fondo, proviniendo de la profunda oscuridad.
Invitado- Invitado
Re: •Recuerdos Pt.1• (Con Aisha Dunkelblut)
°Aisha°
No se había percatado de en qué momento Aisha se acercó tanto a él, pero sus jalones ligeros en la camiseta lo sacaron de sus pensamientos; era obvio, quería escapar, pero esa no era la mejor solución, no a sus ojos, por lo que le tomó la mano a Aisha y le dedicó una mirada tranquila.
« “Confía en mí ” »
La manera en que el joven tomó su mano aunada a la tranquilidad en su mirada, lograron transmitir el mensaje. Aisha desvío la mirada y lo soltó, pero las palabras siguieron resonando en su mente aun después de dejarlo ir, era como si ya hubiese escuchado esa frase antes…. solo, que lograba recordar dónde o de quien.
Negó con la cabeza, seguramente solo era efecto del golpe que había recibido, levantó la vista tratando de enfocar al chico, poco a poco la imagen se fue haciendo más clara y pudo observar con asombro, como la bestia se calmaba y pasaba a dejarse acariciar con facilidad.
Una suave corriente de aire sopló a la distancia, acaso... ¿Eso provenía de él? no tuvo tiempo de averiguarlo, en cuanto el pelinegro terminó de hablar la criatura buffó y comenzó a caminar de regreso a la profundidad de la cueva.
La pequeña no entendía lo que acaba de suceder, pero que aquel chico tuviese la habilidad para hacer aquello… la hizo sentir segura de cierta manera, lo suficiente para dejarlo tratar sus heridas.
Frunció el ceño al primer contacto por el dolor y gruño algunas veces por el ardor de la medicina, pero al final se sintió mucho mejor.
Volteo hacia el joven tras su comentario, un ligero rubor ascendió inconscientemente hasta sus mejillas y su mirada se iluminó, lo que hizo reflejar cierta ternura e inocencia en su rostro.
Había muchas palabras cuyo significado no recordaba o entendía del todo, pero algunas de ellas lograban provocar que sintiera distintas emociones, como “Hermoso” en este caso.
Abrió la boca ligeramente como si fuera a decir algo, pero fue interrumpida por el pelinegro al ofrecerle un botella con agua, Aisha la tomó curiosa entre sus manos. A diferencia de la carne el objeto en cuestión no desprendía ningún aroma y parecía estar totalmente sellado, observó como él la abría y bebía su contenido e intentó imitarlo.
Giró la tapa de plástico y al instante captó el dulzor proveniente del interior, los primeros sorbos fueron para calmar su sed, pero sabía tan bien que terminó por acabarsela rápidamente.
Empino la botella con ambas manos en busca de mas, pero solo logró sacar una pequeña gota de esta, desilusionada miró a través de la boquilla justo al momento que el joven se presentaba.
« Crow... »
Repitió para sí misma en su mente.
Su figura borrosa pareció temblar ligeramente tras el plástico violeta transparentoso, pensativa la demonio bajo el recipiente vacío y lo dejó junto al de él. Una suave brisa hizo bailar la llamas de la fogata y esta vez lo vio temblar claramente, dudó por un momento si debía o no hacerlo, pero al recordar la calidez con la que la había tratado, sintió que no habría problema. Se acercó hasta el chico y se sentó acurrucandose junto a él, al instante su cuerpo comenzó a emanar un suave y reconfortante calor.
Como si estar en su compañía la hubiese relajado demasiado, el cansancio le llegó de golpe, trató de mantenerse consciente, pero sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente, finalmente después de unos minutos se quedó profundamente dormida.
Dejaba escapar ligeros suspiros de vez en cuando y en algún punto, terminó aferrándose a la tela de la ropa del chico.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
El sonido de una gota al caer en el agua se escuchó como un eco en la oscuridad, Aisha abrió los ojos para encontrarse con un paisaje familiar.
« Otra vez... este lugar»
Se encontraba en el mismo sitio que es su sueño anterior, no sabía porque o como había llegado, todo era muy borroso en su mente…
La húmeda superficie bajo sus pies brilló repentinamente con una suave luz azul, una voz resonó a lo lejos y pequeñas ondas se formaron en ella.
— Ai… No de-rias.. aquí...— Era difícil de entender y se escuchaba entrecortada, tratando de comprenderla Aisha comenzó a caminar en dirección a las ondas.—¡N-no! Vet.. Ti-es...q... i-te—
«¿ Que tratas de decirme? no entiendo...»
Quiso decir, pero las palabras se negaron a salir de entre sus labios. Extrañada y confundida siguió avanzando, pero la luz brilló con más intensidad ante su cercanía.
—¡¡ O te ac-ques m-s !!— Esta vez su pie se hundió en el agua al dar el paso, trató de sacarlo pero parecía estar atascado, jaló con más fuerza y finalmente cayó de espaldas al lograr sacarlo, pero no fue lo único que salió de allí. Una silueta…
« T-ú...»
La demonio retrocedió asustada mientras la figura oscura y distorsionada de su anterior pesadilla acortaba la distancia entre ambas.
— ¡Bl-u ya no... tiem... sac-la!¡Tien..q... s-rla… -ui!— Esta vez el tono fue más grave y el color de la luz pasó a ser violeta por un instante.
— ¡¡N-o pue...!! ¡¡Eth...!! ¡¡...o me de-an!! — Pareció volver a gritar ansiosa la voz de siempre.
Aquella cosa ya estaba casi sobre ella, quería levantarse y correr pero su cuerpo había dejado de de responderle.
— ¡¡...lu-e!! — La luz violeta regresó justo en el momento que la silueta se abalanzaba contra ella, cerró los ojos y esperó lo peor, lo último que escuchó fue un ensordecedor aleteo tras ella.
Despertó de golpe, volteó ansiosa en todas direcciones asustada y con una horrible sensación en el pecho. Su respiración era agitada y le costaba trabajo, estaba sudando y la temperatura a su alrededor había aumentado más de lo que debía, no fue sino hasta que pronunció su nombre que se percató de su presencia.
Paper se encontraba a su lado, mirándola confundido y notablemente preocupado, en un principio no lo reconoció pero tras unos segundos finalmente recordó.
No se había percatado de en qué momento Aisha se acercó tanto a él, pero sus jalones ligeros en la camiseta lo sacaron de sus pensamientos; era obvio, quería escapar, pero esa no era la mejor solución, no a sus ojos, por lo que le tomó la mano a Aisha y le dedicó una mirada tranquila.
« “Confía en mí ” »
La manera en que el joven tomó su mano aunada a la tranquilidad en su mirada, lograron transmitir el mensaje. Aisha desvío la mirada y lo soltó, pero las palabras siguieron resonando en su mente aun después de dejarlo ir, era como si ya hubiese escuchado esa frase antes…. solo, que lograba recordar dónde o de quien.
Negó con la cabeza, seguramente solo era efecto del golpe que había recibido, levantó la vista tratando de enfocar al chico, poco a poco la imagen se fue haciendo más clara y pudo observar con asombro, como la bestia se calmaba y pasaba a dejarse acariciar con facilidad.
Una suave corriente de aire sopló a la distancia, acaso... ¿Eso provenía de él? no tuvo tiempo de averiguarlo, en cuanto el pelinegro terminó de hablar la criatura buffó y comenzó a caminar de regreso a la profundidad de la cueva.
La pequeña no entendía lo que acaba de suceder, pero que aquel chico tuviese la habilidad para hacer aquello… la hizo sentir segura de cierta manera, lo suficiente para dejarlo tratar sus heridas.
Frunció el ceño al primer contacto por el dolor y gruño algunas veces por el ardor de la medicina, pero al final se sintió mucho mejor.
Volteo hacia el joven tras su comentario, un ligero rubor ascendió inconscientemente hasta sus mejillas y su mirada se iluminó, lo que hizo reflejar cierta ternura e inocencia en su rostro.
Había muchas palabras cuyo significado no recordaba o entendía del todo, pero algunas de ellas lograban provocar que sintiera distintas emociones, como “Hermoso” en este caso.
Abrió la boca ligeramente como si fuera a decir algo, pero fue interrumpida por el pelinegro al ofrecerle un botella con agua, Aisha la tomó curiosa entre sus manos. A diferencia de la carne el objeto en cuestión no desprendía ningún aroma y parecía estar totalmente sellado, observó como él la abría y bebía su contenido e intentó imitarlo.
Giró la tapa de plástico y al instante captó el dulzor proveniente del interior, los primeros sorbos fueron para calmar su sed, pero sabía tan bien que terminó por acabarsela rápidamente.
Empino la botella con ambas manos en busca de mas, pero solo logró sacar una pequeña gota de esta, desilusionada miró a través de la boquilla justo al momento que el joven se presentaba.
« Crow... »
Repitió para sí misma en su mente.
Su figura borrosa pareció temblar ligeramente tras el plástico violeta transparentoso, pensativa la demonio bajo el recipiente vacío y lo dejó junto al de él. Una suave brisa hizo bailar la llamas de la fogata y esta vez lo vio temblar claramente, dudó por un momento si debía o no hacerlo, pero al recordar la calidez con la que la había tratado, sintió que no habría problema. Se acercó hasta el chico y se sentó acurrucandose junto a él, al instante su cuerpo comenzó a emanar un suave y reconfortante calor.
Como si estar en su compañía la hubiese relajado demasiado, el cansancio le llegó de golpe, trató de mantenerse consciente, pero sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente, finalmente después de unos minutos se quedó profundamente dormida.
Dejaba escapar ligeros suspiros de vez en cuando y en algún punto, terminó aferrándose a la tela de la ropa del chico.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
El sonido de una gota al caer en el agua se escuchó como un eco en la oscuridad, Aisha abrió los ojos para encontrarse con un paisaje familiar.
« Otra vez... este lugar»
Se encontraba en el mismo sitio que es su sueño anterior, no sabía porque o como había llegado, todo era muy borroso en su mente…
La húmeda superficie bajo sus pies brilló repentinamente con una suave luz azul, una voz resonó a lo lejos y pequeñas ondas se formaron en ella.
— Ai… No de-rias.. aquí...— Era difícil de entender y se escuchaba entrecortada, tratando de comprenderla Aisha comenzó a caminar en dirección a las ondas.—¡N-no! Vet.. Ti-es...q... i-te—
«¿ Que tratas de decirme? no entiendo...»
Quiso decir, pero las palabras se negaron a salir de entre sus labios. Extrañada y confundida siguió avanzando, pero la luz brilló con más intensidad ante su cercanía.
—¡¡ O te ac-ques m-s !!— Esta vez su pie se hundió en el agua al dar el paso, trató de sacarlo pero parecía estar atascado, jaló con más fuerza y finalmente cayó de espaldas al lograr sacarlo, pero no fue lo único que salió de allí. Una silueta…
« T-ú...»
La demonio retrocedió asustada mientras la figura oscura y distorsionada de su anterior pesadilla acortaba la distancia entre ambas.
— ¡Bl-u ya no... tiem... sac-la!¡Tien..q... s-rla… -ui!— Esta vez el tono fue más grave y el color de la luz pasó a ser violeta por un instante.
— ¡¡N-o pue...!! ¡¡Eth...!! ¡¡...o me de-an!! — Pareció volver a gritar ansiosa la voz de siempre.
Aquella cosa ya estaba casi sobre ella, quería levantarse y correr pero su cuerpo había dejado de de responderle.
— ¡¡...lu-e!! — La luz violeta regresó justo en el momento que la silueta se abalanzaba contra ella, cerró los ojos y esperó lo peor, lo último que escuchó fue un ensordecedor aleteo tras ella.
Despertó de golpe, volteó ansiosa en todas direcciones asustada y con una horrible sensación en el pecho. Su respiración era agitada y le costaba trabajo, estaba sudando y la temperatura a su alrededor había aumentado más de lo que debía, no fue sino hasta que pronunció su nombre que se percató de su presencia.
Paper se encontraba a su lado, mirándola confundido y notablemente preocupado, en un principio no lo reconoció pero tras unos segundos finalmente recordó.
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