Creando la poción perfecta. [Kacchan, Libre]

Aquella pelirrosada había llegado al salón de laboratorio con la única intención de crear alguna poción mágica que pudiera curar cualquier dolencia.
Había escuchado que en la antigüedad se usaban estas pociones en las guerras para curar a los aliados más afectados por ataques físicos o mágicos, había varias variantes de cada poción, algunos recuperaban poder mágico, otros daban un aumento considerado de fuerza, pero ella quería crear la perfecta poción que no solo diera ventaja al individuo, sino que también curara enfermedades y ayudara a regenerar tejidos.

Había tenido muchos intentos fallidos al tal grado de frustrar a la pobre chica, colocaba los frascos con las pociones en una mesa para hacerlas a un lado.

─Por el amor a todo…debe salir alguna poción útil… no algo que te haga cambiar de color ni nada parecido…

Se notaba ciertamente molesta al no lograr su cometido, intento hacer un último intento y fue mezclando varios químicos y plantas, pero no tuvo en cuenta la reacción de las mismas, provocando una fuerte explosión, el estruendo provoco que aquella chica quedara sorda temporalmente y el humo empezó a invadir por todo el laboratorio, limitando aún más su visión.

No podía ver nada, no podía oír nada, debía salir inmediatamente del lugar o se ahogaría.
Dando uso de su memoria, aquella chica se dirigió desesperadamente a la puerta, pero cuando menos lo espero choca contra algo, o mejor dicho alguien, esta se asusta y retrocede, provocando otro choque, esta vez a la mesa donde tenía las pociones, haciendo que estas se cayeran y empapara a los que estuviera presente.

─¡¡AAAAHHH!! ¡¡NO PUEDE SER!!

Estaba muy preocupaba y asustada, no sabía el efecto secundario que podría provocar al combinar los diferentes químicos mágicos, además de no poder escuchar muy bien su propia voz, por lo que gritaba constantemente.

─¡¡OYE, TU!! ¡¿ESTAS AHÍ?! ¿¿HAY ALGUIEN AHÍ?? ¿¿HOLA??

Intento saber si la persona que había chocado se encontraba bien, intento levantarse y localizarla. Movía su mano para esparcir el humo y lograr ver.

*Ding, Ding*
El toque del timbre para el intercambio de horas, los alumnos se paseaban de arriba para abajo y dirigirse a sus respectivas clases. Aunque esta "historia" no depende de esos malditos nerds, si no del rubio ceniza vistiendo el uniforme de la Academia más no correctamente, debido a que la corbata la tiene desatada y sin dejar atrás que su chaqueta/suéter la lleva colgando de sus dedos índice y pulgar por detrás de su hombro y su otra mano sostenía su maleta que dejaba ver varias de sus libretas en las que toma apuntes y libros de texto.
Tomó rumbo hacia el laboratorio; según sus profesores debería probar más la ciencia que dedicarse a solamente repartir golpes en sacos de boxeo y el explotar cosas o de lo contrario le haría parecer un perro de un solo truco, era eso o la palabra "experimentar" que al parecer no lo tomó muy bien.

Se encontraba perdido entre sus pensamientos, ¿Cómo alguien de su nivel le interesaría semejantes mierdas científicas? Solo se enfocaba en sacar su máximo potencial...¡Arriesgarlo todo o nada!
¡Ese es su camino de héroe que debía de tomar! ¡Sería el mejor y le demostraría a sus estúpidos superiores de lo que era capaz!

Aunque claro, el tener que hacer todo eso también le costaba horas de sueño y una dieta correcta, tendría que mantener cierto horario para cada debida cosa.

« ¡Maldita sea! ¿¡Cuánto más tengo que aguantar esto!? » Exclamó internamente, había una enorme cola de alumnos en su camino y le estorbaban para dar el siguiente paso, le daban golpes con sus brazos e incluso llegaron a pisar sus pies. No paso ni dos segundos dentro de esa multitud hasta que finalmente termino por crear una pequeña explosión contra una pared cercana, esto ocasionó que las personas se dispersaran como hormigas hacia distintos lados y sin olvidar su mirada aterrada hacia él como si se tratase algún terrorista.
Soltó una especie de gruñido, lo que menos quería era las miradas de esas personas encima suyo, por mucho que fingiera darle igual, al menos tenía el paso libre.
Siguió y siguió entre pasillos y más pasillos, salones que aún desconocía y ah... ¿Para qué seguir? Simplemente siguió su puto camino y punto. Sonaron las alarmas contra incendios, ¿Fue su culpa? No al contrario, provenía del laboratorio al que se dirigía. Corrió con lo que le permitió la fuerza que aún tenía en sus piernas, llegó lo más rápido que pudo y abrió la puerta de golpe dejando salir el humo, este también tenía salida por las ventanas y conductos de aire.

— ¿¡Quién mierda hiz–!? — Algo cayó encima suyo, empapando lo por completo de su cuerpo, fuese lo que fuese contenía un aroma "relajante". Casi provocándole el sueño al instante, parpadea con frecuencia y sentía ganas de bostezar, pero no; eso fue interrumpido por un grito dentro del salón. Se adentro y pudo ver una silueta, le era difícil reconocerla pero aún así la tomaría y cargaría sobre sus brazos, la distancia entre la puerta y su posición no era larga pero tampoco corta, se puso en marcha y salieron antes de que hubiera otro incidente por seguir allí.

— ¿¡Enana!? — Si, con quién menos esperaba toparse era con la chica que había tenido una cita a ciegas con él, ¿¡Coincidencia!? ¡No lo creo!
La bajó y haría que se apoyara en si para que no perdiera equilibrio o alguna mierda así.

— ¿¡Qué demonios hiciste!? ¡Pudiste haberte hecho daño! — La tomó por sus hombros y la sacudió con algo de fuerza, esperaba su respuesta.

Una voz conocida la hacía volver en sí, aunque también el hecho de ser agitada con leve fuerza.
Aquella pelirrosada recupera sus sentidos y abre los ojos para ver a la persona que la había sacado del laboratorio.
Nunca se esperaba encontrarse de nuevo con aquel rubio de ojos rojos, y menos en esas circunstancias.

─¿B-Bakugou? ¿eres tú?

A pesar de reconocer la voz del cenizo, solo quería asegurarse de que era él.
No podía escuchar con claridad, su sentido del olfato no detectaba el aroma del rubio debido a los químicos que este tenía encima, empapándolo casi por completo.
Agito la cabeza para ver si recuperaba del todo sus sentidos para luego poner su mano en el rostro ajeno.

─ ¿Te encuentras bien? Estas empapado… Cielos…

Se mostraba ciertamente preocupada, no sabía los efectos que podrían causar la combinación de aquellas pociones fallidas.

─Bakugou, d-debes quitarte la ropa y darte una ducha, el líquido que tienes encima son pociones…

Deja escapar un leve suspiro mientras colocaba una mano en su propia frente.

─Me duele la cabeza… el humo me ha afectado demasiado… será mejor que vayamos juntos a la enfermería, estuve haciendo experimentos con las pociones porque quería crear una medicina instantánea que lograra curar todo… pero falle… y mucho. No sé el efecto que tenga el hecho de que todos esos químicos te empaparan…

Intentaba caminar por su cuenta, pero de forma fallida, apenas dio unos pasos cuando se fue de lado y chocó contra la pared, no estaba del todo bien en ese momento.

— ¿De qué tanta mierda estás hablando? — Manifestó molesto el rubio, quién se terminó por retroceder unos cuantos pasos ante la palabrería de su contraria. Y no, no era de sorpresa, más bien... Se sentía raro, si bien ella tenía razón; esto era efecto de los líquidos mágicos que le cayeron encima.

— No me quitaré nada, esas estupideces no me hicieron nada. — Dijo con ciertos aires de grandeza sin necesidad de obtener ayuda de ella u terceros, aunque fuese una total farsa; los efectos ya estaban dando fruto: Al fijar su mirada alrededor todos los colores se mezclaban unos con otros, se distorsionaba e inclusive sus oídos podían percibir hasta más mínimo ruido como los murmullos de los alumnos por tal comportamiento agraviante de Bakugou, y eso sí, eran tan solo 15 metros que los separaban y evitaba el que el pudiera asesinarlos.

— Creo que tendré que hacer el papel de una estúpida niñera... — Al ver el choque que tuvo con la pared, quería soltar una carcajada aunque termino por cubrirse su boca con la palma de su mano. Después de unos segundos, se acercó y cargo nuevamente a la chica en sus brazos, caminaría a dirección de la enfermería.

— Ni se te ocurra decirle algo sobre mi o con lo último que chocará tu frente será mi puño... — Si, si era una amenaza.
— La que necesita maldita ayuda eres tú, babosa. —

Pudo sentir como aquel chico la cargaba toscamente, era muy propio de él, especialmente la amenaza dada a su persona, la chica simplemente dejo escapar un suspiro.

─Descuida…no diré nada más… y… gracias, creo que la explosión afecto demasiado mi oído, muy apenas puedo escuchar tu voz… solo espero no sea permanente…

Estaba preocupada ante su propia situación, ella se guiaba principalmente por su oído y al ser afectado podría perder la capacidad de oír y tener el sentido del equilibro dañado, siéndole incapaz de caminar con normalidad.

Solo esperaba y rezaba que su condición no se agravara.

─…Katsuki… lo siento…

Se disculpó mientras se apegaba a él, sintiendo la humedad de su cuerpo debido a las pociones.

─Siempre soy una molestia para ti… lamento que tengas que lidiar conmigo…

Cerraba los ojos para así evitar derramar alguna lagrima, los recuerdos de su cita se hicieron presentes, un vampiro llego de la nada y prácticamente los había atacado al entender que fue ella quien le regreso la bomba en aquel enfrentamiento en los muelles.
Juntos lograron evadir el peligro, pero aquel rubio tenía que lidiar nuevamente la misma situación: ayudarla con sus heridas.

Sin embargo, fue notando algo extraño en él… ¿será su aroma? ¿o la energía que emitía era diferente? No lo sabía con seguridad y temía preguntar y recibir un golpe por parte del cenizo.

— Eres una idiota. — No era para tanto el que Bakugou tomara un papel de niñera como bien había dicho anteriormente si no, que no le parecía el que ella hablara por el, para ser sincero ni siquiera le tomó tanta importancia ayudarla o no. Cualquier persona en su sano "juicio" lo haría, ¿No? Cuál fuera la razón, momento, lugar y demás cosas se hacían de lado, si quería ser héroe hasta los más pequeños actos le podrían ayudar o serían pruebas que posiblemente en un futuro no muy lejano se presentarían de nuevo ante el.

— Hablas demasiado, enana... Y ten claro esto, ¡No me has ocasionado ningún puto problema! Cierra la boca o te la cierro yo. — Pero, ¿Cómo podría serlo con semejante vocabulario? Las mejores agencias de héroes siempre aconsejan que como practicantes deben ser agradables, una herramienta que transmita confianza y tranquilidad para los civiles; Katsuki más bien era de quienes daba miedo e incluso ocasionaba la sensación de ser un villano pero no tenía tales intenciones.
Mostró una mirada molesta hacia la chica y el resto de camino hacia la enfermería guardaría un silencio "eterno" al paso de los segundos.

Ante la puerta del lugar susodicho, golpeó con su pierna derecha para que esta se abriese al momento, dentro de la habitación había una señorita de vestimentas blancas que miró al chico con cierta extrañeza y asombro a la vez por su manera imprudente de entrar.

— Esta chica se encuentra jodida de su oído, ¿Dónde te la dejo? A partir de aquí será tu problema, no el mío. —

(???): Puedes dejarla en la camilla. *Dijo señalando con su dedo índice lo mencionado. *

— Ok. — Siempre con sus contestaciones tan simples y cortantes, no era de esperarse que el no actuara así. Por lo que se dirigió donde iría a reposar su compañera, se inclinó para dejarla allí. De un momento a otro, pudo sentir el frío de una aguja a través de su cuello, se levantó de golpe y para ver al responsable, quién justamente fue la enfermera, ¿Pero con qué motivos?¿Se confió demasiado para tener la guardia tan baja?

« ¡Maldita sea! ¡No seas idiota y acabar la! No hay piedad para ella ~ » Esto fue lo que pasó por su mente en ese instante.

(???): Esto será intenso, necesitarás esto... *Se acercó como pudo a Ayana y le puso tapones en los oídos para que evitase el fuerte impacto de lo que sucedería.*

Masculló ciertos insultos para la superior. Bakugou se lanzó hacia ella con intenciones de explotar su rostro o lo que alcanzarán sus dedos, pero ella seguía esquivando y esquivando, parte del mobiliario se daño ante la agresividad de su Quirk, casi 10 minutos después se vió afectado por tal impotencia de su propio poder e inclusive terminó bastante agotado. Soportaba un fuerte dolor por todo el cuerpo, era algo parecido a que le enterraran una daga en su columna vertebral.

La inyección era un sedante para dormirlo y tardó en hacer su efecto, cayó dormido al suelo y en esto aprovecharía la mujer en levantarlo y recostar lo en otra camilla que estaba aún lado de Ayana. Una vez yacía su cuerpo allí, le quitó la camisa al joven héroe, tocaría parte por parte de su abdomen y espalda.

(???): ¡Acerté! Este chico está desarrollando circuitos mágicos, pero no tiene composición de un mago... *Dirigió su mirada hacia la chica,le quitaría lo que le cubría sus oídos y se sentaría en una de las esquinas de su cama.*
Oye, quiero saber que fue lo qué pasó.
¿Algo ocurrió antes de venir aquí? Pongamos esto así: Los circuitos mágicos solo se pueden crear si descienden de una familia de magos o si son un Servant osea espíritu heróico, pero lo que a mí me concierne es que él no pertenece a ninguna de los dos, por lo que se disminuye las ventajas de que pueda usarlos todos correctamente o sobrevivir... Pareciera que solo crea y abandona, de nada sirve eso...

El hecho de saber que no era una molestia para el rubio la aliviaba un poco, ni siquiera el silencio que él había dejado le era incomodo, al contrario, le reconfortaba.
En cierto modo se sentía segura estando con él.
Finalmente llegaron a la enfermería, donde aquella dama de prendas blancas le pidió al cenizo que la colocara con cuidado en la camilla, cosa que había hecho sin rechistar para luego colocarle unos tapones en los oídos.
Parecía que él se iría, dejándola sola en la camilla, hasta que vio como la enfermera le inyecta algo en el cuello, cosa que le sorprendió, ¿Por qué le inyecto sin siquiera avisar? Entonces lo supo, con los torpes movimientos del chico, quizás por el efecto del medicamento… o de algo más, su energía se estaba debilitando considerablemente, ya había notado eso mucho antes de llegar, pero ahora era imposible de ignorar.
Finalmente, el rubio quedo inconsciente por la inyección y la enfermera lo coloco en la camilla de al lado para luego revisarlo.
No podía escuchar nada debido a los tapones, pero el lenguaje corporal que emitía aquella mujer parecía dar a entender que encontró algo, acto seguido se acercó a ella para quitarle los tapones y preguntarle lo que había pasado y de paso sus sospechas.

─Bueno… estaba en el laboratorio, experimentando en la creación de una poción que pudiera regenerar la energía y de paso curar heridas… pero falle muchas veces, colocando los frascos de mi fracaso en una mesa, la última poción que estaba trabajando provoco una explosión y ahora casi no puedo escuchar… Apenas la puedo entender, si no fuera que se leer los labios no sabría que me estaba preguntando… y bueno… debido a la explosión antes mencionada, creo mucho humo y tenía que salir, choque con la mesa de pociones y lo empape…. Creo que si llego a afectarle en su energía… lo lamento tanto… no sabía el efecto que le daría…

Se quedó en silencio, lamentándose por el accidente mientras trataba de encontrar una solución, la enfermera había mencionado que los circuitos mágicos es cosa de magos y servant, por lo que Bakugou obligadamente debe pertenecer a uno de ellos para no tener complicaciones.

Miró a la enfermera con cierta duda, apretó su puño para tener el coraje de hablar.

─¿Entonces él debe ser un Servant para no salir perjudicado? Si eso es un si… yo puedo ser su Master…. Al menos hasta que esté en condiciones…Pero… supongo que también debe decidirlo él…

Voltea la mirada en dirección al rubio, quien yacía inconsciente en la camilla, tenía que esperar a que este volviera en sí y preguntarle si estaba de acuerdo, así mataría dos pájaros de un tiro: Ayudaría a su amigo y ella tendría sus cuidados.

>>Solo espero no lo tome a mal…e intente explotar...<<

(???): -Si se negó solo por una simple inyección, imagínate por un trato.
Además, no será sencillo el crearlo... Tú debes ser elegida por el Santo Grial. -
*Colocó su mano debajo de su mentón, se quedaría pensando durante unos breves momentos hasta que se "le encendió el foco" y una expresión de alegría se manifestó en su rostro*
-Si ese no es el caso, nosotros tendremos que formar uno... -
*Elevó la manga diestra de su uniforme, dejando al descubierto una serie de tatuajes rojizos a lo largo de su antebrazo.*
- Un Sirviente ya sea del pasado, presente e inclusive futuro puede ser convocado por medio de un contenedor o sus mismos tesoros heróicos, no podemos dañar las reglas de tal guerra... Pero si modificarlas ligeramente, así que tendremos que "invocar" a este chico dentro de este tiempo para forjar el trato; el cómo hacerlo dependerá de ti, yo solo te voy a proporcionar los hechizos de comando, ¿Estás de acuerdo? - *Tras terminar su parlamento, hizo presión en ciertos puntos de la espalda del rubio, era obvio que ella tenía tales conocimientos que ha adquirido a lo largo de su trabajo e inclusive como Antigua Master[?*
- Estará un poco mareado, pero aprovechemos su estado para continuar con el plan. - *Se levantó y dirigió a cerrar con seguro la puerta y recorrer las cortinas, para evitar la entrada de algún otro estudiante e inclusive la vista del público de afuera , el ver tales situaciones de poca profesionalidad por parte de ella podría provocar su expulsión, además de rumores. *


— Ah... — Ese quejido sonó mediante un susurro. Había estado inconsiente durante unos minutos, la dosis que le inyectaron no era tan fuerte como se esperaba. Se encontraba recostado boca abajo, por lo que se apoyaría sobre sus mismos brazos para darse la vuelta.

— ¿¡Dónde carajos estoy!? — Hizo intentos por levantarse pero era inútil, seguía sintiendo la presión sobre su columna, eso le hacía más difícil el querer moverse libremente.


(???): - ¿Dónde más estarías? Ah, que idiota -

— ¿¡A quien llamas así, maldita vieja!? — Exclamó molesto, ahora si tenía más que nada ganas de volar todo el lugar [?


(???): - Deja de actuar como un niño, Ayana tiene algo que proponerte. -

Había notado que aquel rubio se hacía despertado, aunque no de la mejor forma ya que parecía estar enfadado y dispuesto a dar pelea; La enfermera, sin embargo, se encargó de inmovilizarlo nuevamente, golpeando en ciertas áreas de su espalda para evitar que este lograra enderezarse.
Era claro que no sería fácil hacerle la propuesta, pero dada las circunstancias debía hacerlo.

Tomó algo de aire para relajarse para después expulsarlo suavemente en modo de suspiro, fijó su mirada en los ojos del contrario para luego decirle:

─¡N-Necesito que seas mi Servant!

Fue directamente al grano, decir cosas rebuscadas para luego pedir algo no era lo suyo. La expresión del rubio podría ser mas de enfado o incluso explotar por la propuesta, pero no le importaba la situación en la que se enfrentaría.

─Sé que es algo repentino, pero las pociones causaron en ti inestabilidad en tu poder, si intentas hacer algo por ti solo te lastimaras o incluso no podrías usar tu Quirk.

Se detuvo un momento tras notar que algunas flores empezaban a salirle de los oídos, dichas flores servían para varias cosas: Recordar, Desmentir, Estar en sus límites y para curar heridas.
Teniendo aquellos pétalos azules cubriendo sus orejas le hacía casi imposible escuchar algo, por lo que no podría ubicarse dado a su ceguera.

─…No  escucho nada…

Colocó una de sus manos en la oreja izquierda con tal de intentar arrancar las flores, pero esto le causaba un fuerte dolor, apartándolo de golpe. Fue una mala idea hacerlo, empezaba a sangrar levemente, si continuaba podría quedar sorda.
Mira nuevamente al rubio para luego en modo de súplica pedirle lo siguiente:

─Sé que casi no nos conocemos… y puede que esto puede ser demasiado repentino…pero ahora necesitare de alguien que sea mis ojos y oídos… Necesitare que seas mi Servant…al menos hasta que me recupere y tu cuerpo sea normal… ¿Puedes hacer eso?

Se le quedaba mirando al cenizo con la esperanza de poder escuchar los gritos de aquel chico.

— Me niego. — Fue lo único salió de sus labios, el dolor se volvió tan intenso que sentía que las palabras se iban ya que su mente solo se centraba en levantarse y salir de ese lugar de "malditos dementes". Ni siquiera podía sostener su propio peso sobre sus brazos, por lo que su cuerpo nuevamente cayó para seguir reposando en la camilla.
Terminó por escuchar a su contraria, aunque en su rostro se demostró "el interés" que prestaba a dicho tema. — ¿De qué mierda me servirá ser tu niñera? —

(???): Eres tan... Ah, olvídalo. Eres un inútil, no sirves ni siquiera para ello. *Musitó burlona y a la vez retadora la mujer, quién para su vez esperaba alguna respuesta con la cual el chico terminará por aceptar dicha manipulación en sus palabras.*

— ¿¡A quién carajos llamas así, maldita vieja!? — Si, su agresividad se provocó al instante pero por este momento no podría desquitarse debido a que estaba inmovilizado por lo que la enfermera le había echo anteriormente. Bakugou solo giraba su cabeza hacia los lados para atrapar lo que tuviese cerca si incluso tuviese que tomarlo con su mandíbula, pero al girarse pudo notar el sangrado de Ayana, lo cual no tardó en ocasionarle preocupación que no expresaría del todo. — ¿Y a mí me llamas inútil? ¿No estás viendo lo qué le sucede a ella? —

(???): ¿Ah? *Se acercó tan rápido como pudo para limpiar la sangre que se asomaba por el oído con un algodón* Aún así, no creo que seas capaz de asumir un papel tan importante.

— Cierra la boca. — ¿El como cuidador de esa enana? No se veía así mismo cargando sus bolsas, andar de aquí para allá cuidando la en todo momento o... ¿Dormir con ella? Esos no estaba ni siquiera entre los planes para volverse héroe.


(???): No, definitivamente no eres apto para eso. Encontraremos a alguien más "calificado", Ayana. *Formó una sonrisa fingida y fijarse por encima de su hombro para ver la reacción del chico.*


— ¡Lo haré maldita sea, ya cállate! —

Le costaba un poco el poder escuchar dado al sangrado de su oído, por suerte, la enfermera se le acercó para atenderla, colocando un algodón en su oído y detener el sangrado.
No entendía bien del todo, las voces se hacían cada vez más débiles y tendría que dar uso de sus capacidades de lectura de labios, si es que llegara a alcanzar a verlos con claridad.

La enfermera parecía estar provocando al cenizo con tal de que aceptara el rol de Servant, al menos por un tiempo.
Ahora que lo pensaba, ¿Qué es un Servant? Cerró los ojos con tal de recordar el significado, después de todo, lo había leído en alguna parte.

“Servant: Son la más alta categoría de Familiares, lo cuales son, en su mayoría, espíritus heroicos del pasado, presente o futuro”

Sí, eso era lo que llego a recordar, generalmente suelen ser almas, no entendía si eso aplicaría en alguien que esté vivo, o al menos que tuviera que dar uso de sus habilidades para traer la versión alterna de Bakugou… O simplemente tomarlo como un familiar más, brindándole de su mana como brinda sus energías negativas a Colt.
Si, ella tenía un familiar en ese momento, quien podría guiarla como su lazarillo, pero el problema era el dejar indefenso a aquel chico, en si fue su culpa el hecho de que perdiera la capacidad de su Quirk.

Suspiró pesadamente, tenía muchas cosas que sentir y decir, pero no era lo adecuado de mencionar en ese momento.
tras entender que la situación había cambiado, ósea que él rubio había aceptado el cargo, esta fue levantándose con dificultad de la camilla para estar cerca de él.

─ ¿De verdad estas aceptando?

Los ojos de la chica se cruzaron con los orbes rojizos del cenizo, ella nunca miraba a los ojos de la gente, no de forma tan directa, se podía ver el alma de aquella chica, quien sufría silenciosamente por sus actos.
Se podía ver el arrepentimiento, el miedo, la preocupación y la culpa en su mirada, aquella chica le hacía dar a entender al joven Bakugou de su propia condición.

Alguien semi ciega, incapaz de escuchar por el momento, perdida en un mar de oscuridad donde escucha las voces de sus recuerdos una y otra vez en modo de tortura, ¿realmente alguien como ella sufría tanto?

─Por que… sé que no puedo llegar a matarte para volverte un espíritu heroico… yo… no podría con ello… serás llamado formalmente servant para que seas liberado cuando las condiciones de mi cuerpo y el tuyo mejoren… te brindare mi maná cada que la necesites, mis cuidados y mi atención están incluidos… s-solo que el modo de trato y transferencia podría ser…ammm… ¿incómodo para ti?

Esta vez desvió la mirada, debía aclarar las cosas desde un principio para que él no llegara a mal interpretar las cosas.

─Tendré que hacerte una marca con mi sangre en alguna parte de tu cuerpo, a-además de sellar el pacto…con…. Un beso…

Su voz se quebraba de a poco, como si quisiera llorar, pero la razón de su hablar era más por su nerviosismo ante la reacción del rubio, en verdad le tenía cierto miedo al no saber cómo reaccionar.